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Pere Rusiñol: “La mejor manera de blindar el periodismo es que los periodistas participemos en los medios”

Foto: Guadalupe De La Vallina

Después de trabajar en El País, donde fue redactor jefe, y como adjunto a la dirección de Público, Pere Rusiñol (Artés, Barcelona, 1972) es socio y redactor de Alternativas Económicas y Mongolia. También colabora con ElDiario.es. Convencido de que “al papel todavía le queda mucha vida”, Rusiñol es uno de los adalides del movimiento de nuevos medios creados por periodistas que se ha generado en España.

¿Estamos viviendo la decadencia de la prensa tradicional?

Sí, es una decadencia extrema. El motivo fundamental es la pérdida total de independencia como consecuencia de los cambios de propiedad que se han producido por la crisis.

¿Los bancos se han convertido en los dueños de los grandes medios españoles?

Los grandes medios generaron unas deudas tan inasumibles que si hubieran sido empresas normales habrían quebrado al pinchar la burbuja. Prisa, el grupo más fuerte, llegó a acumular una deuda de 5.000 millones de euros, cifra que es imposible de devolver con la crisis y con unos ingresos muy a la baja: El País, que llegó a tener 150 millones de beneficios, este año va a perder más de 20. Así es imposible devolver los créditos. Los bancos han conmutado deuda por capital y ahora son los principales propietarios de los grandes medios. En ese contexto no se puede desarrollar un periodismo mínimamente independiente, cuando el propietario es la banca y casi todos los temas que son objeto del periodismo tienen que ver con la banca. Ahora mismo en los grandes grupos no se puede ejercer el periodismo. Eso no quiere decir que haya excepciones individuales que, con mucho mérito, hacen cosas interesantes.

¿Algún ejemplo?

En la mayoría de los temas, como las preferentes o los deshaucios, si rascas encuentras al sector financiero como generador de lo que pasó —700.000 familias afectadas—, pero resulta difícil que el medio que ahora es propiedad de quien ha emitido preferentes lo explique bien. Se pueden llenar páginas y páginas contando cosas de preferentes y deshaucios sin llegar a la raíz, que es el objetivo del periodismo: explicar no solo lo que pasa, recreándose en los llantos de los afectados, sino por qué pasa.

¿Alternativas?

Primero, asumir la situación, que es irreversible aunque vuelvan las vacas gordas. Se habla de que ha habido 10.000 despidos en el sector, pero para mí eso no es lo fundamental. Si volvieran las vacas gordas y los 10.000 periodistas regresaran a las redacciones se encontrarían con unos medios distintos porque la propiedad ha cambiado. En mi opinión la alternativa está en crear medios para que los periodistas participemos en la propiedad, que es la mejor manera de blindar el periodismo. Y luego encontrar modelos que sean sostenibles. Hay que realizar una tarea pedagógica para hacer ver a los ciudadanos que les va a ser útil comprometerse pagando para recuperar la información independiente.

Hace tiempo que apuestas por los medios independientes. Por cierto, te quedan pocos nuevos medios en los que colaborar. Tal vez infoLibre

(Risas) Hemos hecho cosas juntos. La gracia del momento es que, en contra de lo que dicen muchos de que no es posible, hay ejemplos de que sí que se puede conseguir. El caso de ElDiario.es es impresionante: en solo dos años han conseguido facturar en el último ejercicio dos millones de euros y lo cerrarán con trescientos mil euros de beneficio. Su modelo es mixto, no solo dependen de la publicidad. Han logrado el apoyo de más de 10.000 socios y el director, Nacho Escolar, controla más de la mitad de las acciones de la empresa. Los trabajadores que están desde el principio también tienen participación. En Mongolia, los trabajadores tenemos más del 70% y en Alternativas Económicas todavía más porque somos una cooperativa. En Mongolia cerramos el ejercicio de 2013 con 11.000 euros de beneficio. No debemos nada a nadie y la empresa da beneficio. Ese es el entorno ideal para hacer periodismo. Nos equivocaremos, como todo el mundo, pero será una equivocación no que nos pleguemos ante alguien. En Alternativas Económicas damos perdidas, pero el cierre de 2014 será sensiblemente mejor que el de 2013 porque hemos conseguido más suscriptores, que son personas que apoyan el proyecto, no por solidaridad sino porque la información independiente merece la pena.

¿En los nuevos medios se realiza un periodismo más artesanal?

Sí, porque parten de las premisas de toda la vida de que el periodismo no es propaganda. Hay que ir a los sitios y vivirlo de primera mano. No es suficiente con que alguien te diga qué ha pasado sino que tienes que verlo. Por otra parte, hemos perdido mucho tiempo en el debate papel/internet. Los periodistas debemos arremangarnos para crear contenidos y también para crear las herramientas empresariales que hacen posible el periodismo.

Pero, por lo general, el periodista no tiene formación de gestor o de empresario.

Los periodistas no tienen que gestionar los medios. Se trata de participar en la propiedad y marcar las líneas estratégicas. No hace falta que el presidente o el gerente sean periodistas.

¿Hasta qué punto financia la publicidad a los nuevos medios?

En el caso de ElDiario.es los ingresos publicitarios son superiores a los que aportan los socios. En Alternativas Económicas son mayores los ingresos de socios y suscriptores que los que provienen de la publicidad. Hay que ser conscientes de que la publicidad como era en el pasado no volverá, ni en papel ni en internet. La expansión de las redes sociales hace que el precio de la publicidad haya caído en picado con independencia de la crisis. Antes el anunciante tenía que pasar obligatoriamente por los medios. Eso hacía que los precios fueran muy altos. Era muy difícil anunciarse en El País por menos de 15.000 euros la página. Ya no es así porque una empresa puede hacer una extraordinaria campaña de publicidad sin pasar por los medios, por muy bien que estos lo hagan, y con poco o ningún presupuesto si se trata de redes sociales. Eso hunde los precios del sector. Ahora se puede poner una página en El País por 2.000 euros. Pueden subir los precios, pero el monopolio ya no volverá.

El segundo problema es que en épocas de crisis los que ponen publicidad son las grandes corporaciones cuyo objetivo no es tanto anunciarse como tener al medio controlado. No es lo mismo que un medio esté saneado y depender de doscientos anunciantes que tener pérdidas y depender de cinco anunciantes, que en su mayoría son del sector financiero o empresas del IBEX.

¿Qué medios te interesan?

Hay tres que sigo con esperanza. Unos son de toda la vida y otro es nuevo. El primero es The Guardian porque no es una empresa capitalista al uso sino que depende de una fundación que puede enjugar las pérdidas. Le Canard Enchaine, uno de los referentes de Mongolia, que cumple 100 años, vende 500.000 ejemplares a la semana y es propiedad de sus trabajadores. Ganan 2 o 3 millones de euros al año. Eso les da una fortaleza increíble para hacer el periodismo que quieren. Además, sin internet. Visitas su página web y te dicen que están muy ocupados preparando la portada del próximo número y que nos veremos el próximo miércoles en el kiosco. El tercer modelo es la experimentación de la filantropía en Estados Unidos para hacer periodismo. Propublica lo ha conseguido con ‘seniors’ del periodismo que no tienen que preocuparse por cuadrar las cuentas y pueden dedicarse durante un año a realizar una investigación y hacer periodismo de calidad. Propublica es un modelo extraordinario que habría que conseguir trasladar a España de alguna manera, aunque aquí no hay tradición, pero en la medida en que empieza a haber superricos, que no los había antes, habrá que empezar a exigirles que tengan planes de filantropía, aunque no lo gasten en periodismo.

La sociedad civil mide la salud de la libertad de información en España

Hoy se celebra el I Encuentro Sobre Activismo, Prensa Y Libertad De Información, primer acto de la Plataforma en Defensa de la libertad de Información (PDLI) que han puesto en marcha dieciocho entidades y profesionales. Esta plataforma nace “por la preocupación ante las amenazas a los derechos de libertad de información y expresión en España”. La plataforma está integrada por organizaciones y personas del ámbito jurídico (Unión de Fiscales Progresistas, Ilustre Colegio de Abogados y Comisión Legal Sol), del periodismo (Federación de Sindicatos de Periodistas, elDiario.es, 20minutos, Disopress y la revista Mongolia) y de los movimientos sociales y ciudadanos (OCU, CEACCU).

PDLICon el encuentro de esta tarde, los organizadores pretenden “poner de manifiesto que la defensa de las libertades de expresión e información no es algo que pueda restringirse a un determinado sector, como el del periodismo o los medios. Sin libertad de información no hay democracia”, explican en un texto de introducción en la web. “Pero, además, los límites al ejercicio de estos derechos (a través de leyes restrictivas, acciones judiciales, o prácticas de control y represión) se dirigen tanto contra periodistas, como contra organizaciones sociales, activistas, movimientos de protesta y medios ciudadanos. Uno de los objetivos de la “Plataforma en Defensa de la Libertad de Información” (PDLI) es hacer un seguimiento y denuncia de estos ataques. Somos conscientes de la responsabilidad que supone el reto de medir la salud de la libertad de información en España: unos criterios equivocados pueden dar por resultado una foto poco fiable o falseada”.

En el intenso programa de trabajo del encuentro de la PDLI figuran, entre otros temas para la discusión, la ley de seguridad ciudadana y las consecuencias para medios y ciudadanía, regulación y garantías para el ejercicio del derecho a la libertad de información de periodistas profesionales, activistas y movimientos sociales y las demandas por el derecho al honor como límite de la libertad de información.

La periodista Virginia Pérez Alonso, vicedirectora editorial del grupo 20 Minutos, preside la PDLI, mientras que la decana del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), Sonia Gumpert Melgosa, es su vicepresidenta. También integran la junta directiva Mario Tascón, Juan Luis Sánchez, Carlos Sánchez Almeida, Stéphane M. Grueso y Yolanda Quintana.

MISIÓN INTERNACIONAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN ESPAÑA

Barbara Trionfi

Barbara Trionfi, directora adjunta del IPI.

En el acto de clausura del encuentro, participará Barbara Trionfi, directora adjunta del International Press Institute (IPI), que está participando estos días en la Primera Misión Internacional para la Libertad de Expresión en España. En esta misión, que forma parte del seguimiento a una carta oficial enviada por dichas organizaciones al Comité de las Naciones Unidas de Derechos Humanos el 17 de octubre 2014 donde se elevaron los puntos más preocupantes sobre la libertad de expresión en España, participan expertos internacionales del Instituto Internacional de Prensa (IPI, por sus siglas en inglés), Access Info Europe, Comité para la Protección de Periodistas (CPJ),Reporteros Sin Fronteras (RSF), la Asociación Mundial de Periódicos y Publicistas (WAN-IFRA), la Federación Europea de Periodistas, y la Fundación Open Society (OSF).

Barbara Trionfi explica que el primer objetivo de la misión es “mantener conversaciones con distintos representantes de medios audiovisuales, periódicos y diarios digitales, para ver los elementos que afectan a la libertad de prensa y las posibilidades que tienen los periodistas para trabajar de forma independiente de los distintos poderes políticos y económicos”. En estos días, los componentes de la misión, tanto en Madrid como en Barcelona, se reúnen con directivos de medios de comunicación, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la oficina del Defensor del Pueblo, la Secretaria de Estado de Comunicación, la FAPE y otras organizaciones que trabajan en este ámbito.

El segundo objetivo de la misión “es generar conciencia entre los periodistas y las organizaciones de la sociedad civil de la presencia de entidades internacionales que trabajan sobre los estándares internacionales de la libertad de prensa. Las leyes en España son diferentes de la jurisprudencia que genera el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Los periodistas deben saber que sus derechos también están protegidos por órganos que están fuera de España”.

“Con los resultados de la misión se elaborará un informe donde se identificarán los problemas y se realizarán algunas recomendaciones para el Gobierno, para organismos estatales, como es el caso de la televisión pública y también para organizaciones privadas”, comenta la directora adjunta del IPI.

Tronfi considera que en España algunas normas legales pueden impactar negativamente en la libertad de expresión. “Mi primera impresión y, según los análisis anteriores del IPI, es que, por supuesto, en España hay libertad de prensa, pero también encontramos algunos problemas que estamos considerando. Por ejemplo, la independencia de los medios públicos, un problema que es estructural y habría que mirar cómo cambiar las estructuras para que las televisiones públicas sean independientes de los gobiernos. También hay un problema con las leyes relacionadas con la difamación (injuria y calumnia), que afectan mucho a medios pequeños que no pueden defenderse al no poder afrontar los gastos que genera una querella. Por otra parte, España es uno de los últimos países de Europa que ha legislado en materias de transparencia y acceso a la información pública. Nos preocupa la Ley de Transparencia que va a entrar en vigor en unos días”.