Hoy me gustaría destacar la inestimable ayuda que recibe Red Bull de su equipo filial Toro Rosso. Aunque la FIA solo permite dos monoplazas por escudería, todo el mundo sabe que el equipo energético compite con cuatro coches en el Mundial de Fórmula 1: los dos Red Bull y los dos Toro Rosso.

Lo sorprendente del caso es que esa evidente adulteración de la competición se lleva produciendo desde hace varias temporadas sin que la FIA tome cartas en el asunto. Y la pasividad del organismo internacional supone un importante beneficio para Red Bull.

Hay que dejar claro que las órdenes de equipo están permitidas por la FIA, pero no las órdenes entre equipos. No hay duda de que es mucho más fácil preparar una estrategia con cuatro coches, que con dos.

El último episodio lo vivimos el pasado domingo, donde los Toro Rosso facilitaron la remontada de Sebastian Vettel en Abu Dabi. Especialmente descarada fue la actuación del francés Jean-Eric Vergné, que llegó a salirse de la pista para dejarle vía libre a Vettel.

Ni siquiera un piloto doblado lo pone tan fácil cuando le muestran la bandera azul para dejar paso. Y por si alguien no se dio cuenta (que lo habrá), aquí os pongo unas imágenes, que ponen en evidencia la actuación de Vergné:

Quiero recordar que Jaime Alguersuari ya recibió una bronca monumental el año pasado, cuando era piloto de Toro Rosso, por no dejar pasar a Sebastian Vettel en los entrenamientos del GP de Corea. Aquella bronca se la echó Helmut Marko, asesor de Red Bull. Así explicó Jaime aquel incidente:

«Le dejé pasar dos veces, pero me pidió paso una tercera vez y yo necesitaba esa vuelta. No podía llegar a mi box y decir: señores no he hecho bien mi trabajo porque he dejado pasar a Vettel tres veces»

Y todos sabemos cómo acabó la cosa para Alguersuari, que poco después perdió su volante en Toro Rosso. No tengo dudas de que Vergné se ganó su renovación en Abu Dabi.

PD. Creo que Toro Rosso y Red Bull deberían ser sancionadas por la FIA por adulterar la competición, igual que la FIA sancionaba a las escuderías cuando detectaba órdenes de equipo y éstas estaban prohibidas.