La escudería Ferrari ya ha detectado el problema que afecta a sus motores y que ha provocado que sufran roturas en este inicio de temporada.

Según explica la revista alemana Auto Motor und Sport, el fallo se encuentra en las válvulas neumáticas del motor, que dejan escapar demasiado aire durante la carrera.

Este problema ya existía en 2009, pero la prohibición de los repostajes lo ha incrementado. Durante los repostajes en boxes, el depósito de combustible se llenaba a la vez que se introducía aire, pero este año no se puede reponer.

La falta de aire en el propulsor provoca su sobrecalentamiento y produce roturas, como le ocurrió a Fernando Alonso en la carrera de Malasia y en los entrenamientos de China.

El problema tiene difícil solución y Ferrari pedirá permiso a la FIA para cambiar sus motores nuevos alegando problemas de fiabilidad. Veremos cómo reacciona el organismo internacional ante la petición de Maranello.