Foto: Red Bull

Aunque hace solo unos días Sebastian Vettel aseguró que él no era de esos tipos que huyen «cuando las cosas se ponen difíciles», parece que en Red Bull empiezan a notar ciertas ansias de cambio en su piloto estrella.

Eso es, al menos, lo que podemos entender de las palabras de Helmut Marko, que se ha referido así a la posibilidad de que Vettel abandone la escudería energética:

«Si nuestro desastrosos estado actual no cambia pronto, no podría culpar a Vettel por pensar en un cambio de equipo»

Pero Marko ha ido más allá en sus lamentos al afirmar que el objetivo de Red Bull este fin de semana en Melbourne será poco más que cruzar la línea de meta:

«Después de lo visto en los últimos test de Bahréin, estaríamos muy felices si pudiéramos acabar en los puntos en Australia»

El asesor de Red Bull, no obstante, ha recordado que los problemas de su escudería son exclusivamente de fiabilidad y ha vuelto a señalar a Renault. Es decir, que en Red Bull confían en que cuando logren minimizar sus averías, volverán a contar con un coche muy competitivo:

«Sabemos que tenemos un buen coche, pero solo sabremos si el motor es bueno si conseguimos que funcione correctamente. El factor decisivo será el nuevo software que nuestros ingenieros han hecho para Renault»

PD. Un dato que refleja el pesimismo que viven en Red Bull es el nombre elegido este año por Vettel para bautizar a su monoplaza RB10. El alemán se ha decidido esta vez por un simple Suzie, nada que ver con los lujuriosos nombres de años anteriores: Hungry Heidi (hambrienta Heidi), Luscious Liz (Suculenta Liz), Kate’s Dirty Sister (la hermana sucia de Kate) o Randy Mandy (cachonda Mandy)… Parece que este año Sebastian no ve a su monoplaza como una ‘femme fatale’.