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El resultado del recurso presentado por Red Bull contra la descalificación de Daniel Ricciardo en el pasado GP de Australia no se conocerá hasta el próximo 14 de abril. Es decir, que no sabremos si Ricciardo recupera el segundo puesto que logró en Melbourne hasta la semana del GP de China.

Eso quiere decir que cuando la FIA decida si acepta o no las alegaciones de la escudería energética ya se habrán disputado dos carreras más (Malasia y Bahréin) y la decisión que tome el organismo internacional podría modificar sustancialmente la clasificación del campeonato.

Pero esa lentitud de la FIA para tomar una decisión tan importante también pone contra la espada y la pared a la escudería Red Bull. Explico el por qué:

Desde la dirección de Red Bull repiten por activa y por pasiva que están convencidos de que tienen razón y de que la FIA tendrá que readmitir a Ricciardo en la clasificación. Red Bull considera que los sensores de medición del flujo de gasolina que suministra la empresa Gill Sensors para todas las escuderías son defectuosos y que, por lo tanto, está legitimada para utilizar su propio sistema de medición.

Para ser consecuente con esas afirmaciones, Red Bull tendría que seguir utilizando su propio sistema de medición del flujo de combustible en las próximas carreras de Malasia y Bahréin. De lo contrario, estaría asumiendo que se equivocó en Australia y su recurso perdería toda legitimidad.

Sin embargo, si Red Bull es consecuente y sigue utilizando su propio mecanismo se arriesga a que sus monoplazas vuelvan a ser descalificados en Malasia y Bahréin, y a que, si finalmente se rechazan sus apelaciones, se queden sin puntos en las tres primeras carreras del campeonato.

PD. Parece evidente que el recurso de Red Bull no puede prosperar. Lo contrario sería un escándalo porque su incumplimiento de la normativa fue flagrante. Creo que sería bueno para Red Bull asumir su error y dejar de utilizar a Ricciardo como conejillo de indias…