Lágrimas de cocodrilo. Así podríamos definir las últimas declaraciones provenientes del equipo Mercedes, que persiguen un objetivo muy claro: lograr el permiso de la FIA para participar en los test de jóvenes pilotos que se celebrarán la próxima semana en Silverstone.

El organismo internacional castigó a Mercedes sin poder participar en esos test porque ya hizo su propio ensayo en Montmeló a escondidas. En un principio Mercedes encajó bien la sanción (esperaba un castigo mucho mayor), pero desde que la FIA abrió los rookie test a los pilotos oficiales, en Mercedes dejaron de digerir tan bien ese castigo.

Toto Wolff, responsable de Mercedes, pretende solicitar permiso a la FIA para participar en los rookie test alegando que está en juego la seguridad, aunque en la última carrera de Nurburgring no hubo ningún problema con los neumáticos:

«Cuando estamos hablando de seguridad sería muy conveniente que todos los equipos pudieran ver cómo trabajan los neumáticos en sus coches, pero la decisión última le corresponde a la FIA. Es evidente, sin embargo, que la situación ha cambiado porque se han introducido nuevos neumáticos y la FIA debería permitir a todos los equipos obtener datos sobre su comportamiento»

Los pilotos de Mercedes también apoyan la táctica de las lágrimas de cocodrilo. Nico Rosberg, que hace una semana ganó en Silverstone, asegura ahora que el Mercedes es poco más rápido que un Panda:

«Desgraciadamente volvemos a estar por los suelos. Pensaba que era algo que ya habíamos dejado atrás, pero en Alemania experimenté las mismas sensaciones que en Bahréin o Barcelona, cuando los neumáticos se sobrecalentaban muy pronto»

Y Lewis Hamilton, que firmó la pole en Nurburgring, también se queja de los muchos problemas de su monoplaza:

«El coche es un desastre con altas cargas de gasolina. Nunca esperas que el coche pueda ir tan mal como fue en Alemania»

PD. El retroceso de Mercedes entre Silverstone y Nurburgring fue llamativo y seguro que les viene de perlas para que la FIA se apiade de ellos y les levante el castigo. Veremos…