El escudo de Ferrari, bajo la nieve de Montmeló (Foto: Ferrari).

«Los intereses egoístas de dos equipos». Con esta frase ha explicado perfectamente Eric Boullier las razones que han impedido añadir una jornada de test al calendario previsto esta semana.

Dos equipos son los que se han negado a modificar las fechas previstas y de esa forma han obligado a los ocho equipos restantes a cumplir sus deseos.

Las víctimas de ese boicot de dos escuderías no son otras que los aficionados.

Por un lado, aquellos con la posibilidad de acudir al circuito de Montmeló, que tendrán un día menos para ver a los monoplazas rodando ya que la actividad en pista ha sido prácticamente nula este miércoles.

Por otro lado, los millones de aficionados que esperan ver un primer GP de Australia emocionante, con todos los equipos compitiendo con sus coches optimizados y minimizando los problemas de fiabilidad.

Al haber perdido una de las ocho jornadas de test previstas (y la del martes tampoco fue muy productiva) las escuderías tendrán menos posibilidades de afinar la puesta a punto de sus monoplazas después del largo invierno y, posiblemente, veamos más abandonos de los deseados en Melbourne.

Creo que va siendo hora de que algunas decisiones que en la Fórmula 1 requieren unanimidad, se empiecen a tomar por mayoría. No puede ser que dos equipos impongan su voluntad sobre ocho y más aún cuando esa voluntad es perjudicial para los intereses del espectáculo.

PD. Parece que los dos equipos saboteadores del espectáculo han sido Ferrari y Williams.