El gigante automovilístico Mercedes sólo ha comprado la escudería BrawnGP para ganar. Y si no lo consigue dejará la Fórmula 1. Así de claro lo ha dicho su presidente Dieter Zetsche:

«Ganar es una de las condiciones del proyecto y si vemos señales claras de que el dinero de Daimler estará mejor invertido fuera de la Fórmula 1, tendremos que replantearnos nuestra decisión»

Zersche también ha recordado que los gastos de compra de la escudería Brawn no sólo han salido de las arcas de Mercedes, ya que también forma parte del proyecto la sociedad de inversión Aabar:

«El hecho de que Aabar llegara junto a nosotros como un inversor no sólo demuestra que estamos distribuyendo el riesgo, también demuestra que el equipo de Fórmula 1 debe financiarse a sí mismo»

Mercedes es, junto a Ferrari y Renault, el único fabricante de vehículos de calle que también compite en la Fórmula 1. Su seña de identidad siempre ha sido la máxima calidad y no puede permitirse un fracaso en el Mundial, que podría manchar su reputación.

Como ha dicho Zersche, Mercedes mantiene viva la filosofía del que fuera su padre en el siglo XIX Gottlieb Daimler: «Producir lo mejor, o no producir».