Foto: Efe

Lewis Hamilton está recibiendo palos por haber rociado con champán a una azafata en el podio del GP de China, tal y como se aprecia en la imagen superior.

Incluso algunos periódicos chinos, como el Shanghai Daily, que se edita en inglés, llevaron a su portada la fotografía de Hamilton rociando a la azafata con el siguiente titular:

«No es forma de tratar a una mujer»

Y en Inglaterra, asociaciones feministas y de defensa de los derechos de las mujeres han condenado la actitud del campeón del mundo. Una de ellas ha sido Object, que lucha contra el sexismo en los medios de comunicación. Así se ha expresado su presidente, Roz Hadrie, en el Daily Mail:

«Las fotografías demuestran que la mujer no solo fue salpicada, sino que el champán se dirige directamente a su cara y no parece que ella quiera participar voluntariamente en ese espectáculo»

Hadrie va más allá en sus críticas a Hamilton y le exige una disculpa:

«Es una pena que una gran victoria se vea empañada por un comportamiento egoísta y desconsiderado. Hamilton abusó de su posición y pensamos que debería disculparse por sus acciones además de revisar su comportamiento para el futuro»

Dicho esto, Hadrie aprovecha para cargar con la, a su juicio, mala imagen de la mujer que se da en la Fórmula 1:

«El automovilismo parece retratar innecesariamente a las mujeres como objetos sexualizados. Esperamos que la gente de esta industria sea un poco más respetuosa»

PD. Quizás Hamilton se pasó un pelín en China (solo le faltó apuntarle al ojo a la azafata), pero rociar con champán a todo aquel que se encuentre en el podio (sea mujer u hombre) es una tradición de la Fórmula 1. Nadie debería ofenderse por ello.