En el equipo Red Bull no se cortan ni un pelo a la hora de reconocer que el cambio de neumáticos aprobado por la FIA a mitad de temporada fue clave para su aplastante dominio en la recta final del campeonato. Es decir, que admiten abiertamente que fueron beneficiados por la FIA y, encima, se lo restriegan en la cara a sus rivales.
Christian Horner, director de Red Bull, ha explicado las razones del dominio de Sebastian Vettel en el Mundial:
«Creo que Sebastian ha puesto una marcha más que sus rivales. Ha conseguido entender mejor estos neumáticos, que son mucho más sensibles, y es capaz de sacarles más rendimiento que ningún otro piloto de la parrilla. Es realmente impresionante de ver»
Y hace poco fue el director técnico de la escudería energética, Adrian Newey, quién señaló a los neumáticos como elemento clave del éxito de Vettel:
«Es evidente que volver a los neumáticos de 2012 nos ayudó. Nuestro coche es muy fuerte en las curvas rápidos, pero los neumáticos de 2013 se degradaban demasiado y no podíamos explotar esa ventaja sobre el resto de equipos»
Creo que sobran los comentarios. Cuando la FIA adulteró el campeonato sustituyendo los neumáticos de 2013 por los de la temporada pasada, envolvió el Mundial de Fórmula 1 en papel de regalo y se lo envió por correo certificado a Vettel.
Desde que se produjo aquella flagrante vulneración de las reglas del juego en el GP de Hungría, Vettel ha ganado todas las carreras disputadas salvo una, precisamente la de Hungaroring. A partir de entonces, empezó la Fórmula Vettel.
Quiero recordar también que para que la FIA decidiera cambiar los neumáticos fueron necesarios litros de lágrimas del equipo Red Bull, de Mercedes y del propio Vettel.
Los reventones de Silverstone fueron la excusa perfecta para colar el cambio de neumáticos, aunque el fabricante Pirelli aseguró que aquellas explosiones fueron provocadas por los propios equipos al adulterar presiones y ángulos de caída de los neumáticos, además de montarlos de forma invertida.
PD. Lo que no me explico es por qué Ferrari sostiene que el cambio de neumáticos no fue tan importante, cuando desde el propio equipo Red Bull se ríen en su cara admitiendo que aquella decisión de la FIA les benefició. Parece que el cavallino rampante se ha convertido en un manso gatito en los despachos.