Foto: Efe

Parece que Kimi Raikkonen, el hombre hielo, se está calentando por momentos. Sus discretas actuaciones en el Mundial de Fórmula 1, donde todavía no ha sido capaz de mejorar la séptima posición, están alterando su habitual templanza.

Pero el lugar de asumir sus propios errores (es evidente que está rindiendo por debajo de lo esperado) el finlandés carga contra Ferrari, consciente (ahí no le falta de razón) de que el F14T es un auténtico hierro.

El último ataque de Kimi contra Ferrari ha llegado tras el GP de Austria. Iceman solo pudo ser décimo, pero encuentra excusas debajo de las piedras. Primero se queja de problemas de fiabilidad:

«Después de dos vueltas tuve algún problema con los frenos y me dijeron por radio que tenía que bajar el ritmo para poder enfriarlos. Ese tipo de situaciones no deberían ocurrir en una carrera. No tendríamos que vernos obligados a frenar después de solo dos vueltas por problemas de ese estilo»

El piloto finlandés también ha revelado que tuvo problemas de pérdida de potencia, un mal endémico que están sufriendo este año los dos Ferrari con demasiada frecuencia. Todos escuchamos por radio cómo Kimi pedía más potencia cuando le apremiaron por radio a incrementar el ritmo mediada la carrera. Hoy lo ha admitido a su estilo:

«Sí, tuve una bajada de potencia. No somos los suficientemente rápidos como para sufrir problemas de este tipo, así que tenemos todavía mucho trabajo por delante»

Además de quejarse del rendimiento y de la fiabilidad del F14T, Raikkonen también guarda munición para cargar contra la estrategia de Ferrari:

«Me llamaron a boxes en un mal momento. Mis neumáticos no estaban bien y eso me costó dos posiciones. Realmente necesitaba haber parado antes, pero no sé las razones por las que me llamaron en ese momento. Obviamente, me costó posiciones y con la velocidad que tenía no había manera de recuperarlas»

PD. Puede que Raikkonen tenga razón en sus quejas, pero no estaría de más un poco de autocrítica.