Hoy me gustaría volver a repasar la historia de la Fórmula 1 y viajar hasta 1951, año del segundo campeonato del mundo.

Aquel mundial fue el comienzo de la leyenda de Juan Manuel Fangio. El piloto argentino perdió el primer mundial de 1950 frente a su compañero de Alfa Romeo, Nino Farina, pero no falló en su segundo intento. Esta vez su gran rival fue otro italiano, Alberto Ascari, al volante de un Ferrari.

El dominio aplastante de los Alfa Romeo se vio cuestionado por la marca del cavallino, cuyos monoplazas 357 sumaron tres victorias y asombraron al público por su rapidez. Otro argentino, Froilán González, logró la primera victoria de Ferrari en el Mundial de F1 al imponerse en Gran Bretaña. Se acababa así una racha de 27 triunfos consecutivos de Alfa Romeo en Grandes Premios.

A pesar de todo, Fangio y Ascari llegaron empatados a puntos a la última carrera, curiosamente el GP de España, que celebró su primera edición en el Mundial de Fórmula 1. El escenario fue el circuito de Pedralbes, en Barcelona, y coronó a Fangio como campeón al equivocarse Ferrari con su estrategia.

Ascari había marcado la pole, pero la escudería italiana quiso ahorrarse una parada en boxes para cambiar neumáticos y la jugada le salió mal. Sus gomas no resistieron y Fangio alcanzó la meta con mucha ventaja sobre su rival.