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‘Dani el Rojo’ deja Europa: uno de los iconos del ‘mayo del 68’ abandona la política

Uno, que es más orteguiano de lo que en el pasado se hubiera atrevido a reconocer, gusta de escarbar en este tipo de despedidas para extraer de ellas el jugo generacional. Daniel Cohn-Bendit, ‘Dani el rojo’, una de las figuras mediáticas (¡menuda contradicción, situacionistas!) del ya lejanísimo ‘mayo del 68′ parisino y longevo y combativo eurodiputado alemán (que nació francés y se sintió siempre ciudadano europeo), abandona.

Cohn-Bendit, encarándose con un gendarme durante el mayo parisimo (prodavinci.com).

Cohn-Bendit, encarándose con un gendarme durante el mayo parisimo (prodavinci.com).

El rebelde que un día fue y el burócrata en que algunos dicen que se acabó convirtiendo, dice adiós a la política, que junto con el fútbol fueron sus pasiones irrenunciables durante décadas. Gradas como barricadas. Escaños como terrenos de juego, tan verdes como sus convicciones ideológicas. Las que todavía mantiene.

Para escribir este post le he quitado el polvo a un libro, La revolución y nosotros, que la quisimos tanto (Anagrama, 1998), que leí hace muchos años y que no pensaba volver a rescatar nunca. Lo leí cuando el destello del pasado revolucionario estaba empezando a apagarse en mí, y al final acabé poniendo más escepticismo que pasión en su lectura (a pesar de la extraordinaria versión de Joaquím Jordá, traductor y genio documental).

En aquella obra, documento de lectura obligada para los estudiantes, Cohn-Bendit despliega su genio particular, su verbo tenso y fluido para, y veinte años después de las barricadas del Barrio Latino, preguntar(se) qué fue del aquel desmayo, como graciosamente llamó a aquellos años intrépidos Savater en un viejo artículo. Es un libro de entrevistas a los antiguos compañeros contestatarios Abbie Hoffmann, Jerry Rubin, Serge July, etc pero lo mejor no está en ellas.

El calificativo de <<sesentayochista>> se ha vuelto peyorativo, <<progre>> directamente en una injuria, y sé que suele murmurarse a mis espaldas que soy un <<has been>>.

El libro está escrito a mediados de los ochenta del siglo pasado, y ya entonces parte del recuerdo de aquel año estaba tan distorsionado y edulcorado que hasta uno de sus principales protagonistas era capaz de analizarlo críticamente.

Me harté del papel de referencia viviente, de especie de monumento al que se rinde homenaje los días de aniversario.

Cohn-Bendit nunca fue comunista, pero tenía el pelo rojo, de ahí el apelativo. Su despedida final de Estrasburgo, entre besos y abrazos, logra emocionar a quienes ni de refilón compartimos anécdotas de juventud. Emociona porque ‘Dani el rojo’ ha sido un eurodiputado laborioso, vehemente, crítico, batallador y nada contemplativo. Ha intervenido siempre, como una mosca cojonera, simpática y un poco infantil, como su icónica imagen de siempre.

Su intachable federalismo europeo, su fe ecologista, son ideas nada caprichosas, meditadas y maduradas durante años haciendo política desde dentro, y son una referencia para las nuevas generaciones. Aunque ahí, precisamente, se asienta la falla. Cohn-Bendit, me temo, será siempre recordado más por el año en que el planeta se inflamó que por sus dos décadas de servidor público en las instituciones; por su infructuosa rebeldía de juventud que por su hábil reformismo de madurez.

VÍDEO: Una intervención suya en el PE, donde manda callar a Martin Schulz, cuando todavía no es presidente del mismo, y exhorta a Barroso a cambiar sus políticas. Su capacidad oratoria y habilidad para sacar de quicio da igual que fueran prebostes gaullistas que europarlamentarios siempre fue notoria.

 

3 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Todo tiene su fin, nada escapa al señor tiempo.

    Clica sobre mi nombre

    13 mayo 2014 | 13:02

  2. Dice ser Piraña

    Bla bla bla y ni una referencia en el artículo de cuando en los 70 se dejaba tocar la chorra por infantes de 4 y 5 años cuando trabajaba en una guardería de Franckfurt. Él mismo declaró de lo mucho que disfrutaba y se sorprendía de lo bien que lo masturbaban las niñas de 5 años. Podéis buscar en Internet, podéis leer su repugnante libro «El Gran Bazar» donde habla de esto o ver vídeos de Youtube de entrevistas suyas en los 70.

    Oh, pero claro, Bendit no es un cura, a éste no se le apedrea. Es una vaca sagrada del mayo del 68, superprogre disfrazado de bondadoso hombre por ser ecologista y antiracista, apoltronado en el Parlamento Europeo.

    No es noticia que se retire. Es noticia que un pederasta confeso no haya pasado por la cárcel.

    13 mayo 2014 | 14:46

  3. Dice ser Nacho

    El mismo Bendit ha comentado, en muchísimas entrevistas, que aquel libro hoy no sería publicable (como no lo serían tampoco, sin ir más lejos, los diarios filipinos de JGB) y ha repetido por activa y pasiva que la pederastia y la pedofilia son delitos degrandantes. En cualquier caso, conocía ese dato, pero no me parecía relevante para su biografía política. Primero porque no influyó en su trayectoria posterior, segundo porque no hubo sentencias judiciales al respecto.

    Saludos.

    13 mayo 2014 | 14:52

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