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Bienvenidos a lo que Kurt Tucholsky llamaba el manicomio multicolor.

Contra las presidencias rotatorias en la Unión Europea… incluida la griega

Ya nos hemos acostumbrado a la terminología, que se repite puntualmente cada seis meses, y de alguna manera también a la normalización de algo que, quizá pensado fríamente, no debería de ser normal. Grecia ostentará durante este semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. La presidencia más raquítica en cuanto a presupuesto, 50 millones de euros, para el Estado más famélico de la Unión. Pero esto no es lo realmente significativo ni paradógico.

Una bandera de griega (ARCHIVO)

Una bandera de griega (ARCHIVO)

Los defensores de las presidencias rotatorias argumentan que este sistema permite a los miembros de la Unión influir en la toma de decisiones comunitarias, coordinar el trabajo entre los diferentes países y representar a los estados ante las instituciones europeas. Todo esto está muy bien en teoría, pero existen grietas. Las presidencias rotatorias son, siguiendo libremente el argumento de Luuk van Middlelaar que os presenté el otro día, el triunfo del discurso de los estados sobre los otros dos (el ciudadano y el de los despachos).

Se trata de un rito, una anomalía transformada en rutina cada seis meses. Con su pompa y su protocolo y sus reuniones periódicas. Una exhibición y un recuerdo del poder. El Estado, todos los estados de la UE, siguen ahí, tienen su mando en plaza, su parcela simbólica en la toma habitual de decisiones comunes. Las presidencias rotatorias son un anacronismo dentro del proceso de construcción europea. Una dinámica obsoleta que se sigue conservado por extrañas y muy poco prácticas razones.

Por eso las críticas a la presidencia griega, tanto las internas (Syriza ya la ha boicoteado) como las externas (desde el norte muchos consideran que un país como Grecia no puede llevar el timón justo en un momento clave para la UE, con las elecciones de mayo como plato fuerte) son baladís comparadas con la enmienda a la totalidad que supondría pretender el fin de esta innecesaria formalidad aceptada mansamente por casi todos.

5 comentarios

  1. Dice ser pablo getafe

    Votemos a Pablo Iglesias en las Elecciones Europeas, donde hay circunscripción única y no se pierden los votos! necesitamos salir del Euro y empezar a combatir esta dictadura mercantil para salvarnos! España sin soberanía está perdida!

    14 enero 2014 | 14:37

  2. Dice ser Lola

    Sea el que sea el país que presida la U.E. Alemania seguirá cortando el bacalao.

    14 enero 2014 | 15:07

  3. Dice ser Pelus

    Eso de las presidencias rotatorias es una pamplina que de poco sirve, más que para gastar unos dineros que no sobran. Si se quiere avanzar hace un modelo de Unión más real y menos artificiosa, deben tomar cada vez más importancia las instituciones europeas, el parlamento sobre todo. Y en base a él, hacer unas instituciones más fuertes y menos dependientes de los poderes locales de cada estado. Esos poderes estatales que se centren en sus competencias en sus propios países que bastante mal están, y para Europa, los ciudadanos ya votarán lo que quieren concretamente. Porque es más que probable que lo que representa un determinado partido política para sus electores locales, no es la mismo que represente en Europa, por lo que es más que probable, que un ciudadano vote a unos para lo local y otros para lo europeo (cosa que ya sucede aquí con los locales, autonómicas y nacionales), porque esos gobiernos estatales se sienten legitimados para hacer políticas europeas cuando no han sido votados para ello?

    14 enero 2014 | 17:17

  4. Dice ser culturetaprogre

    vuestras criticas son infantiles sin sentido, parecen rabietas mas que otra cosa ¿ quereis una union europea donde se haga caso a los paises mas pobres los que mas han fracasado los que menos dinero tienen para poner en practica sus ideas y en definitiva los que su modelo de crecimiento se ha revelado como el peor de todos? yo creo que españa si se metio en la union europea era para prosperar aplicandonos modelos como el de alemania no para que nos pongamos a aplicar el modelo de grecia o portugal, somos los pobres del sur los que tenemos que adaptarnos al norte y no al reves, tengamos en cuenta que fuimos los del sur los que aporremos la puerta de la entonces llamada comunidad economia europea para que nos dejaran entrar y sinos dejaron entrar no era para que los de dentro hagan lo que dicen los recien llegados y yo creo que nuestra entrada ha generado mas problemas que ventajas para los antiguos miembros que eran paises como francia, holanda o alemania y ya no digamos con las ultimas entradas de paises como rumania y bulgaria y si algun dia entra turquia que sera ya el acabose de la union europea, lo que no podemos hacer es entrar en un club de ricos y a continuacion decirles que sean chabacanos como nosotros y que cambien sus normas para adaptarlas a la juerga la siesta el descontrol del gasto y demas costumbres de los paises europeos del sur, suerte tiene grecia de que al menos de una forma simbolica figure como presidente de la union europea durante 6 meses.

    14 enero 2014 | 17:39

  5. Dice ser psicologosmadrid

    La gran mayoría damos como «normal» este tipo de mandato, pero evidentemente no se practica dentro de ningún país. Para algo están las votaciones, y el esfuerzo por dar ejemplo. Desde este punto de vista, no hace falta hacer las cosas bien, ya que se da la dirección a quién ha realizado las cosas tremendamente mal. En un ámbito más cercano, nadie lo permitiría.

    14 enero 2014 | 19:08

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