Europa inquieta Europa inquieta

Bienvenidos a lo que Kurt Tucholsky llamaba el manicomio multicolor.

Europa y el crimen: el continente más pacífico en la era menos violenta

Es una afirmación a menudo repetida y muy poco o nada cuestionada: el siglo XX fue el más violento de la historia humana. Y, si tomamos como referencia Europa, con sus dos guerras civiles continentales, no sólo el más violento, sino el más sangriento y el más horrible. Como corolario de ese pasado aún reciente, nuestra época seguiría siendo igual de violenta, algo que cualquier periodista, acostumbrado por su profesión a tratar con hechos de naturaleza desagradable, suscribiría sin dudarlo.

Steven Pinker (http://stevenpinker.com/)

Steven Pinker (http://stevenpinker.com/)

Hoy os traigo una visión alternativa: la del psicólogo evolutivo Steven Pinker. Del Instinto del lenguaje a La tabla rasa, este profesor de Harvard ha ido demoliendo con cada nuevo libro los dogmas académicos más estúpidos de las últimas décadas, lo que le ha convertido en chivo expiatorio de feministas de género, integristas religiosos, defensores de la posmodernidad y neomarxistas varios. Aunque es uno de los pensadores más influyentes, en España sus argumentos intelectuales, más allá de los impíos círculos del naturalismo y la tercera cultura, suelen desdeñarse olímpicamente. Somos más de las banalidades de Zizek y compañía, qué le vamos a hacer.

En su último libro, Los ángeles que llevamos dentro (Paidos, 2012), Pinker dispara: «Quizá estemos viviendo la era más pacífica de nuestra especie». Y luego, en algo más de 900 páginas, se encarga de explicar los porqués. Trufando estadísticas con teorías sociológicas clásicas (fundamentalmente, las del proceso de civilización, de Norbert Elias) y explicaciones éticas más modernas (como las de los círculos morales en expansión, de Peter Singer), Pinker trata de comprender las circunstancias que iluminan esta «nueva paz», como él la llama, caracterizada por «considerables reducciones en los niveles de violencia» (crímenes en general, guerras, genocidio y terrorismo).

La región menos violenta del mundo

Pinker defiende el libre comercio, el Estado centralizado y la democracia liberal —así como la herencia del humanismo de la Ilustración— como los factores claves para la disminución de la violencia desde la edad media a la actualidad. No lo oculta y lo razona. Se puede cuestionar sus argumentos, y ya lo han hecho, pero descalificarlo a priori como una especie de neocon, etnocéntrico y racista científico —como también se ha hecho— es algo inaceptable.

violencia

Respecto a Europa, que es lo que aquí importa (perdonad por la parrafada previa, pero la consideraba importante para llegar a este punto), Pinker asegura que constituye «la región menos violenta del mundo actual» (la tasa de homicidios es la más baja de todo el planeta). Y va más allá: cuestiona que el pasado siglo fuera el más violento (hubo más muertes violentas, cierto, pero también había más personas, lo que disminuía significativamente las probabilidades de ser víctima de la violencia).

«A medida que Europa se fue volviendo más urbana, cosmopolita, comercial, industrializada y secular, resultó también cada vez más segura», escribe Pinker cuando analiza la historia de nuestro continente en los últimos siglos. Una verdad contraintuitiva si se quiere, pero que convenientemente explicada puede ayudarnos a desmitificar de una vez el pasado y a soportar con un poco más de optimismo (racional, por supuesto) el presente.

Las tesis de Pinker no solo son iluminadoras para los historiadores, sino también para los periodistas y, por qué no, para los ciudadanos en general. Cuando, cada vez con más frecuencia, escucho los oscuros vaticinios de ‘algo va a pasar’, ‘esto va a estallar’, etc, pienso en que, si no pasa, y es probable que no termine pasando, no es porque seamos unos conformistas subyugados por fuerzas invisibles, sino por las razones que él bien expone: aumento de la empatía, deslegitimación de la concepción romántica (y moralista) de la violencia, etc. Os aconsejoque le echéis un vistazo y que me digáis qué os parece.

4 comentarios

  1. Dice ser nahum

    Hasta que pase algo

    30 octubre 2013 | 14:03

  2. Dice ser kaljupainen

    De hecho, si no pasa nada es simplemente porque ahora mismo (sí sí, ahora mismo) el nivel de vida en Europa es el mayor de la historia (y probablemente de la prehistoria), lo que se demuestra con cosas como la esperanza de vida, la baja mortalidad infantil, el grado de escolarización… lo que pasa es que no hay nadie vivo ahora que naciera hace 200 años y sepa de primera mano lo que es morirse en la calle y que te recojan cuando empiezas a oler…

    30 octubre 2013 | 14:14

  3. Dice ser Pelus

    Yo lo ví hace tiempo en una entrevista que le hizo Punset en su programa con la misma argumentación. Me puede resultar relativamente aceptable. Más de una vez he defendido que los niveles de violencia en el pasado (me refiero a otras épocas históricas) eran mucho mayores que en la actualidad, por la sencilla razón de que la incertidumbre sobre la supervivencia estaba a la orden del día, cosa que en la Europa actual no sucede (por desgracia sí en otros lugares del planeta, quizá las grandes matanzas étnicas en África o el auge de determinadas técnicas yihadistas de inmolación vengan también de ahí).

    30 octubre 2013 | 14:53

  4. Las cifras que hay que tener a mano para evitar intoxicarse con esa propaganda, a cuenta de la doctrina Parot, que presenta al sistema penal español como un coladero donde cualquier crimen sale muy barato.

    1.-España tiene un récord: es el país de Europa occidental con más porcentaje de su población entre rejas. Tenemos 159 presos por cada 100.000 habitantes; la media europea es de 96. En todo el continente solo nos ganan algunos países exsoviéticos o de la Europa del este, como Montenegro, Letonia o Lituania

    2.-No siempre fue así. La población reclusa se ha disparado durante los últimos 20 años. En 1990 había 33.058 presos. En 2010 eran más del doble: 73.929.

    3.-¿Han aumentado los presos porque ha crecido la delincuencia? Pues no. La tasa de criminalidad española es bajísima, de las menores de Europa. Los delitos violentos en España son pocos, tanto si se analiza por el número de denuncias como si miramos el porcentaje de crímenes. El número de asesinatos anuales por cada 100.000 habitantes hacen de España uno de los países más seguros del planeta: solo 0,85 homicidios voluntarios por cada 100.000 habitantes. Esta tasa de asesinatos es un 65% menor a la media Europea (1,3), menos de una quinta parte de la estadounidense (4,75) o una fracción de lo que sucede en zonas con problemas de criminalidad, como Latinoamérica (25,49). Con el resto de los delitos violentos, los porcentajes son más o menos iguales.

    4.-Tampoco crece el número de condenas, que lleva años bastante estable; ni el número de personas que entran anualmente en prisión, que casi no se ha movido. La población reclusa se ha duplicado porque los distintos Gobiernos han endurecido las leyes –presionados por esa demagogia a la que llaman “alarma social”–. Hay más presos porque las condenas son cada vez más largas y porque los beneficios penitenciarios se han reducido.

    5.-Con las sucesivas vueltas de tuerca en el Código Penal, a golpe de populismo y titular, España ha logrado el sistema penal más represivo de toda Europa occidental. A mismos delitos, un delincuente en España suele recibir una pena mayor. ¿Afecta esta dureza a la baja criminalidad? No hay constancia: la criminalidad ya era baja antes de estas reformas, que solo han servido para llenar las saturadas cárceles españolas. El tiempo medio de estancia en prisión se ha multiplicado por dos en las últimas dos décadas. Está en 18 meses, el triple que los países de nuestro entorno; el doble que la media de la UE.

    6.-Las penas medias son más altas. Las penas máximas, también. España no tiene cadena perpetua, en teoría. En la práctica sí. El tiempo máximo en prisión antes era de entre 25 y 30 años. Ahora, con las últimas reformas, ya son 40 años de cumplimiento íntegro. Es un castigo muy superior a cualquier condena vitalicia occidental; hay que irse a sistemas penitenciarios africanos o latinoamericanos (o a Texas) para encontrar una condena de 40 años íntegros. Es una cadena perpetua medieval.

    7.-La cadena perpetua en Alemania dura, de media, 18 años. En el Reino Unido, la media es de 14 años. En Francia, unos 20 años. Por ejemplo, el terrorista vasco francés Philippe Bidart fue condenado por un tribunal a dos cadenas perpetuas por varios asesinatos. Salió de la prisión francesa de máxima seguridad de Clairvaux a los 19 años; bastante antes que cualquiera de los etarras ahora excarcelados por la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la doctrina Parot.

    ——-

    Fuentes: Eurostat. World Bank. Informe Wold Prison Population List, de Roy Walmsley. La política criminal mediática, de Laura Pozuelo Pérez. Penas y personas, de Mercedes Gallizo.

    Publicado ayer en El Periódico de Catalunya

    http://www.eldiario.es/escolar/claves-prision-Espana_6_190790921.html

    30 octubre 2013 | 20:54

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