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"Sin música, la vida sería un error". (Friedrich Nietzsche).

Archivo de noviembre, 2012

Despedida y cierre (sin bises)

Hoy, cinco años después de echar a andar, Entrada Gratuita echa el cierre. Lo hace con un cierto poso de tristeza, pero también con la convicción de que todo blog tiene un ciclo vital. Un nacimiento, un desarrollo y un fin.

En los últimos meses, mi trabajo en 20 Minutos y mis proyectos personales no me han dejado demasiado tiempo para actualizar este sitio todo lo que merece, y hace tiempo que venía dándole vueltas a la posibilidad de decir adiós de una manera digna. Por ello, cuando desde la dirección de este diario se me ha propuesto el cierre del blog por el descenso en el tráfico no me ha parecido un contratiempo, sino algo que tenía que llegar antes o después. No se me ocurre mejor manera de hacerlo que cuando se cumple un lustro de su alumbramiento.

Ha sido un auténtico placer compartir con vosotros mi pasión por la música, que al fin y al cabo es lo que nos trajo aquí. He disfrutado y aprendido mucho durante este tiempo. Atrás quedan 521 entradas, casi 15.000 comentarios y un sinfín de canciones que han puesto y seguirán poniendo banda sonora a nuestras vidas. Y por todo ello sólo puedo tener palabras de agradecimiento. Tanto a 20 Minutos por confiar en mí para elaborar este blog como, sobre todo, a vosotros, los lectores y melómanos que me habéis acompañado en esta pequeña aventura.

Seguiré llevando la sección de música en la edición impresa de 20 Minutos. Podéis seguirme en Twitter (@danicabezas1) o, si os apetece, echarle una escucha a mi banda, Le Traste.

Gracias por todo y hasta pronto.

Dani Cabezas

Canciones para empezar bien la semana: «Knock Knock», de Band of Horses

A estas alturas, todo lo que uno pueda decir sobre Band of Horses está de más. De un tiempo a esta parte están en todas partes, y eso no puede sino ser una buena noticia. Porque cuando se combina la calidad con la acesibilidad, se da en la diana. Y Mirage Rock, el nuevo y brillante disco de los de Seattle, es la prueba feaciente de ello. Muchos son los que añoran la vena más inquieta de sus dos primeros trabajos, o incluso los que les echan en cara su decisión de abrir su propuesta a un público más amplio edulcorando su sonido para llevarlo a lugares más comunes de la música americana. Pero con todo y con eso, pocos se atreverían a poner en duda la calidad de un álbum que merece estar entre los mejores de los que han visto la luz a lo largo de este fructífero 2012.

Knock Knock, el tema que abre el disco, es uno de esos pildorazos de rock vitalista y luminoso. De los que entran a primera escucha. Y de los que, por si fuera poco, se hacen acompañar por un vídeo divertido, fresco y original. Perfecto para arrancar una nueva semana.

Better things come to those who wait
Then appearness left for all too late
Greatness achieved, and darkness defeated

Ram shack crew with something to prove
And the truck blew up believe it

You see me go, there’s something coming your way
Everything I want, and everything I need

So say it to me, say it to my face
There’s no time to be reserved or safe
Call just chill, whenever
Glory till the end
Everything I want, and everything I’ll get
It’s coming now, It’s going down
The stars are falling, walls are coming all of hour

Knocking on the doorway, look who’s coming your way
Everything I want, everything I need
Knocking on the door

No one’s gonna know it
The right ones are green
Ṗroving wrong the other one’s winning
we’re fine, when I’ll win

Look what’s in the door
There’s something coming your way
Everything I want, everything I need

Knocking on the doorway,
Hey look what’s coming your way
It’s Everything I want, It’s everything I need

Knocking on the door

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Los cinco discos que cambiaron la vida a… Joan Colomo

Cualquier momento es bueno para reivindicar a Joan Colomo. No sólo porque sea uno de los más inquietos (y prolíficos) músicos que ha dado Catalunya en los últimos tiempos, sino porque además es un tipo majo y con un gusto exquisito, como bien demuestran tanto sus tres discos en solitario como su colaboración junto a The Unfinished Sympathy (con los que grabó el sobresaliente Avida Dollars) o al frente de La Célula Durmiente y, antes, de Zeidun. Además, la sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que varios de los discos que ha escogido para esta sección, de la que es nuestro segundo protagonista, coinciden en buena parte con algunos de los que también han sido fundamentales para un servidor.

Mañana jueves, Colomo estará en la madrileña sala Moby Dick junto a The Hardtops. Pero antes se ha dado un paseo por Entrada Gratuita para contar por qué ha escogido estos cinco discos.

1. Elvis Presley «Fun in Acapulco»

«Mis padres tenían un coche muy antiguo, no sé si era un 1500, un 2500 o algo así. La peculiaridad del coche es que el reproductor de música era de aquellos que funcionaban con unos cartuchos gigantes como los de la primera Nintendo. No se si teníamos varios cartuchos, pero yo sólo me acuerdo del de Elvis Presley y, en concreto,  de la canción de Fun in Acapulco. Seguro que lo freak que soy se lo debo en gran parte a este acontecimiento».

2. Sepultura «Beneath the Remains»

«Un amigo de clase, el Peska, me dejó una cinta con este disco por una cara y el Generator de Bad Religion por la otra. Debía ser 1992 ó 1993 y yo tendría unos 12 años. Nunca había escuchado nada parecido. Era muy extremo y me encantó. Me daba como miedo, pero a la vez me transmitía una energía que sin duda me hizo cambiar radicalmente mi percepción de la música».

 

3. Bad Religion «Generator»

«Este disco estaba en la otra cara de la cinta del Peska. ¡Gracias Peska! Si Sepultura me pegó una buena hostia, esto todavía me dejó mas trastornado. Tenía la misma energía que Sepultura pero a la vez me abría un mundo nuevo de armonías melancólicas y melodías luminosas. Aunque no entendía mucho las letras empecé a entender que aquello, ademas de una música cojonuda, tenia un mensaje poderoso y, sin saber por qué, estaba muy de acuerdo».

4. The Get Up Kids «Something to Write Home About»

«Justo cuando salió este disco estábamos montando Zeidun y fue una de nuestras principales influencias en los inicios. Tenía la actitud punk que nos gustaba pero además la sensibilidad del pop. Todo esto, unido a las hormonas que en ese momento segregaba por causa de la edad, causó un gran impacto en mí y todavía estoy sufriendo las consecuencias».

 

5. NOFX «The Decline»

«A mi grupo favorito de toda la vida se le ocurrió en 1999 hacer un disco conceptual compuesto de una sola canción de 20 minutos. Además, las letras tenían un claro mensaje político, cosa que nunca habían hecho tan explícitamente. Supongo que este disco no me cambió demasiado la vida, pero fue la culminación de una serie de grandes discos que sí que lo hicieron».

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Canciones para empezar bien la semana: «Gun Has No Trigger», de Dirty Projectors

Existen, fundamentalmente, dos actitudes encontradas respecto a la música. Están los que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Que nada facturado después de los 70 merece realmente la pena (o cualquier sandez similar). Y luego están los que degluten absolutamente todas las novedades, llegándolas a situar incluso en un plano superior a lo hecho anteriormente, y a menudo ignorando que muchos de los grupos que veneran no hacen sino inspirarse -cuando no claramente imitar en la medida de sus posibilidades- a grupos que vivieron sus días de gloria hace ya mucho, mucho tiempo.

Como en casi todo, la virtud está en el punto medio. En saber valorar a los pioneros y en tener la mente lo suficientemente abierta para saber que, en pleno siglo XXI, aún no está todo inventado. Y si lo está, siempre va a haber quien tenga la habilidad de darle una nueva vuelta de tuerca para llegar a nuevos horizontes.

En el terreno del pop existen multitud de ejemplos de bandas que innovan en cada nuevo disco. Grupos que saben combinar accesibilidad con imaginación, experimentación con estribillos pegadizos, melodías dulces con desarrollos insospechados. Y entre esos muchos grupos, he seleccionado para este lunes uno de los más recomendables de los muchos que ha exportado en los últimos tiempos esa fábrica de buenos músicos que es Brooklyn, Nueva York.

Dirty Projectors no son unos recién llegados. De hecho, llevan explorando los recovecos más experimentales del pop y el rock desde que en 2003 debutaran con el muy recomendable The Glad Fact. Desde entonoces han hecho cosas como reescribir Rise Above de la banda de hardcore punk Black Flag (dejándolo prácticamente irreconocible) o colaborar con la igualmente inquieta Björk. Este año han editado el más que recomendable y adictivo Swing Lo Magellan. En él vuelven a relucir los angelicales coros de Amber Coffman y Olga Bell, que navegan bajo la carismática voz de David Longstreth, auténtico cerebro del grupo, y las estructuras impredecibles. Gun Has No Trigger es un auténtico hit atemporal.  Y como tal, nos sirve para arrancar esta semana como está mandado: con buena música. Feliz lunes.

If you had looked, you might have just seen them
Stretched in the background
You’d see the oceans swell
And the mountains shook
You’d see a million colors
If you really looked
Now quick the night draws near
Her curtain spreads quicker
The safety’s off
But the gun has no trigger.
If you had looked, you’d be no one’s coward
Distance, justice, power
You’d glimpse the password
You wouldn’t need the book
You’d own both slave and master
If you just had looked
But now the banks all closed
And nothing gets bigger
The crowd will yell
But the gun has no trigger.
If you had looked, you might reconsider
Or just maybe you already have
They watch you sleeping
You watch their garbage cook
You’d weep a bowl of tears
If you had looked
But now the gate comes down
The pangs are growing dimmer
You hold a gun to your head
But the gun has no trigger.

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La Excepción contra Warner

«Que unos chicos de barrio le den un buen revolcón a una multinacional sería una muy buena noticia, pero complicada».

Esta misma mañana, Juan Manuel Montilla, El Langui, definía con esta frase en su cuenta de Twitter el sentir de su grupo, La Excepción, el día en que comienza su juicio contra la multinacional Warner y su filial Zona Bruta. A modo de breve resumen: en abril de 2008 (y tras varias desavenencias entre grupo y sello por el reparto de royalties) el grupo madrileño de rap interpuso una demanda contra la discográfica por incumplimiento de contrato. La Excepción reclamaba que se declarasen nulas varias cláusulas que consideraba abusivas, entre otras la que contempla la cesión de los derechos de autor sobre sus obras por toda la vida del autor y 70 años después de su muerte. Un dato, este último, que según el grupo no aparecía de manera explícita en el contrato. Un año después publicaban nuevo disco, La verdad más verdadera, regalándolo a través de su web, lo que terminó de encender la ira de Warner.

Hoy, cuatro años después, arranca el juicio (sí,  esa es la agilidad con la que funciona el sistema judicial de este país: si han tardado siete años en declarar constitucionales las bodas homosexuales, esto no iba a ser menos). Y no le falta razón a El Langui cuando dice que la tarea es complicada. Al fin y al cabo, ganar un juicio contra una multinacional parece una tarea compleja. Y sin embargo, todo parece indicar que la razón está de su parte. O al menos, esa es la sensación que da al echar un vistazo a los términos de la demanda.

«Este tipo de cláusulas son frecuentes en los contratos de determinadas discográficas», cuenta Servando Rocha, abogado especialista en propiedad intelectual y miembro de la asociación Cultura Libre. Y pone un ejemplo: «A menudo, el grupo cede los derechos de explotación, reproducción, comunicación y ‘cualesquiera otros que puedan surgir en el futuro’. Esto es claramente abusivo y ha sido sancionado ya por los Tribunales», explica. En el caso concreto de La Excepción, «el plazo de duración de toda la vida del autor y 70 años tras su muerte es el aplicable a los derechos de autor de los autores-compositores sobre sus obras, pero un contrato no puede en modo alguno extenderse durante todo ese tiempo. Es una locura jurídica», explica. Y concluye: «Los contratos de adhesión, que son los que utiliza la industria, son el vestigio de una situación histórica de desventaja entre el artista y las compañías y editoriales. También un síntoma de los tiempos actuales, donde la industria persigue mantener el mismo nivel de beneficios a costa de recaudar más a través de muchos focos de negocio, como la explotación digital de las canciones o los conciertos».

¿Qué puede ocurrir, entonces? Rocha es consciente de la dificultad del caso, pero se muestra esperanzado: «Los jueces no deben ceder ante las pretensiones de las grandes compañías, sino dictar una sentencia de acuerdo a derecho y en base a lo que ha quedado estrictamente probado», subraya. «Es evidente que impone tener delante a una multinacional como Warner, pero los jueces deben ser sensibles a un escenario donde una parte (los artistas) están en una situación muy desigual».

Sea cual sea el veredicto, desde Entrada Gratuita quiero mandar todo mi apoyo a La Excepción. No es el primer caso (ni será el último) de grupo que sufre explotación y abuso por parte de una discográfica. Y aunque su lucha comparable a la de David contra Goliat, sólo por su valentía ya merecen todo mi reconocimiento. Ánimo, suerte y fuerza.

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