Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

Entradas etiquetadas como ‘patrick cockburn’

Libros en guerra: tres visiones del caos en Irak

A pesar de la crisis, ya despuntan en el horizonte nuestros próximos destinos. Momento para empezar a documentarse, buscar contactos y armar una mínima agenda. Repasamos tres libros que desde perspectivas distintas descubren la historia reciente de este Irak que, con la inminente salida de las tropas de EEUU de las ciudades, está sufriendo un repunte de la violencia.

VIDA EN LA CIUDAD ESMERALDA. Rajiv Chandrasekaran.

La perspectiva de este libro es la del ocupante estadounidense, la de su soberbia e incapacidad para comprender la lógica del lugar en el que se encuentra. Una narración que descubre la sucesión de errores que tras la invasión llevarían a Irak a la guerra civil: no detener los saqueos, desarmar las estructuras del Estado, del ejército y del partido Baath, marginar a la población suní, vital para el mantenimiento de los servicios básicos.

El escenario de la obra Chandrasekaran, redactor jefe de The Washington Post, es la Zona Verde de Bagdad, a la que algunos llaman la Disneylandia de Bagdad o la Ciudad Esmeralda. Todo un símbolo de la creciente alienación de los ocupantes.

En el jardín posterior del Palacio Republicano, en pleno corazón de la Zona Verde, un grupo de jóvenes bronceados, musculosos y con los antebrazos tatuados se bañan en una piscina grande como la de un balneario… Una enorme radio emitía a todo volumen música hip hop. De vez en cuando, una docena de iraquíes desgarbados, todos ellos idénticamente vestidos con camisas y pantalones de color azul, pasaban por allí para ir a barrer la terraza, podar los arbustos o regar las plantas. Se movían en fila india detrás de un corpulento y bigotudo capataz norteamericano. Desde cierta distancia, parecían una cadena de presos.

La Zona Verde parece una ciudad sureña estadounidense, en la que todo, hasta “el agua con que se hierven los tomates”, se importa desde el extranjero. La encargada del abastecimiento, para las 1.500 personas que allí trabajan, es la empresa Halliburton.

LA CAÍDA DE BAGDAD. Jon Lee Anderson.

El trabajo del legendario Anderson resulta el menos sorprendente, pues es una suerte de diario en el que narra el día a día de un periodista a lo largo de los meses que antecedieron a la invasión de 2003.

Anécdotas sobre los cambios de hotel, las provisiones de comida, agua y los trajes contra las armas químicas, sobre los compañeros (incluido un comentario poco halagador sobre Robert Fisk) y los escudos humanos, que si resultan interesantes es por la innegable calidad narrativa de Anderson, por la fluidez de su prosa.

Destacable el repaso que realiza a la historia de la nación del Tigris y el Éufrates, en especial el sitio de Kut, que en 1915 constituyó la mayor derrota del imperio británico. A través de su amistad con Ala Bashir, médico personal de Sadam Husein y arquitecto de algunos de sus monumentos, Anderson ofrece asimismo la posibilidad de vislumbrar el entorno del dictador en sus últimos días.

MUQTADA AL-SADR AND THE FALL OF IRAQ. Patrick Cokburn.

Sin lugar a dudas, este es el libro más extraordinario de los tres, que destaca a Patrick Cockburn, corresponsal de The Independent, como uno de los periodistas más lúcidos y constantes de las últimas generaciones.

La perspectiva narrativa no es la del ocupante ni la del entorno suní de Sadam Husein, sino la de esa mayoría silenciosa, empobrecida, marginada y reprimida durante décadas: los chiíes.

Así como la obra anterior de Cockburn, The Occupation, que mezclaba la crónica personal con la descripción de los sinsentidos de los ocupantes estadounidenses, daba la impresión de haberse enviado con cierta precipitación a la imprenta, Muqtada Al-Sadr and the Fall of Iraq es un portento intelectual, narrativamente subyugante y documentado a lo largo de décadas, desde que Cockburn pusiera pie por primera vez en el país en los años setenta, pasando por el libro que escribió junto a su hermano Andrew en 1999, Out of the Ashes: The Resurrection of Saddam Hussein, que llevó al régimen a prohibir su entrada al país, y las entrevistas que sostuvo con líderes chiíes a lo largo de los últimos años, más allá de la violencia que mantuvo a tantos corresponsales a distancia.

Empieza con la muerte del imán Husein en el campo de batalla de Kerbala en el año 680, momento en que se forja la identidad de los chiíes como minoría sufriente, rebelde, oprimida a manos de la mayoría suní, apegada a la takiyya para subsistir.

Describe con lujo de detalle la rebelión chií de 1991, traicionada por George Bush padre, que terminó con el asesinato de 150 mil personas. Y profundiza en la vida de Sadiq al Sáder (Sáder II), que intenta crear un movimiento de masas, político, entre los chiíes más pobres de Irak, hasta que Sadam Husein lo asesina en 1999 junto a dos de sus hijos. El superviviente, que hereda el legado político de su padre y de su nuero, es Múqtada al Sáder.

Este es “el” libro para entender el Irak actual, pues describe las trifulcas, alianzas y pugnas entre la comunidad chií – la progresión de Nuri al Maliki hacia el poder, la pasividad del gran ayatolá Al Sistani, el asesinato de Mohamed Baqir al-Hakim, la influencia de la Asamblea Suprema Islámica de Irak (ASII), del partido Dawa e Irán – que, una vez desaparecido Sadam Husein, ha tomado las riendas como mayoría natural del país.

Un libro que echa por tierra muchos de los lugares comunes que la prensa emplea para referirse a Múqtada al Sáder. No el “líder radical” que siempre se menciona, sino un estratega político pragmático y calculador, que abandera los reclamos de la población chií más postergada en Kut, Nayaf y Ciudad Sáder.