Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

Entradas etiquetadas como ‘eeuu’

Criminales de guerra: Frank Wuterich y la matanza de Haditha

La versión oficial afirmaba que los civiles iraquíes habían muerto como consecuencia de la explosión de una bomba casera al paso del convoy de los marines. Pero eso no fue lo que sucedió el 19 de noviembre de 2005 en la localidad iraquí de Haditha.

Los marines de la compañía Kilo se bajaron del humvee en llamas y descubrieron que el explosivo había matado al conductor, Miguel Terrazas, de 20 años. Tras superar los primeros momentos de aturdimiento, uno de ellos se puso al mando y se dirigieron a las casas más cercanas que encontraron y mataron a hombres, mujeres, ancianos y niños.

Los detalles de estas acciones, que fueron saliendo progresivamente en la prensa resultan estremecedores. Como que el dueño de la primera casa, Abuld Hamid Hassan Ali, de 76 años, que tenía una pierna amputada y estaba en silla de ruedas, recibió nueve disparos en el pecho, según señala un reportaje de The Washington Post de mayo de 2006.

O los gritos de horror y las súplicas de las cuatro hijas mujeres de los dueños de la segunda vivienda, Khafif y Aeda Yasin Ahmed, que se escucharon en todo el vecindario antes de que fueran asesinadas.

Los culpables

De los ocho marines acusados de la que es conocida como la Matanza de Haditha, y que costó la vida a 24 civiles iraquíes, sólo tres siguen a la espera de ser juzgados.

El sargento Frank Wuterich es considerado el principal responsable de la masacre. Se le imputaron en un principio 12 cargos de asesinato no premeditado, que luego pasaron a ser de homicidio negligente.

Otro de los imputados, Sanick Dela Cruz, acusado al principio y ahora testigo con inmunidad, declaró en contra de su antiguo compañero de armas. Recordó que Wuterich había dicho, tras otro incidente similar, que debían “enseñar una lección a los iraquíes”.

Lo cierto es que la Compañía Kilo de los Marines, a la que pertenecía Frank Wuterich, llevaba meses luchando junto a las fuerzas iraquíes contra la insurgencia y había perdido a más de 20 hombres en la región.

La familia de Wuterich, que ha creado una página web, sostiene su inocencia. Y afirma que la prensa lo ha condenado antes del juicio.

Nacido en Connecticut, Wuterich está casado y tiene tres hijas. En el secundario había destacado por su excelencia académica, por tocar la trompeta y ser el presidente del club de teatro.

Se trataba de su cuarta misión en Irak. La primera vez que había sido destinado a este país lo había hecho por voluntad propia, porque como dijo en alguna ocasión: «Quería conocer la guerra».

También está a la espera de una corte marcial Jeffrey Chessani, el comandante de la Compañía Kilo. Se lo acusa de encubrir los hechos. En primer lugar, a través del comunicado oficial difundido al día siguiente, que da un versión distorsionada de los hechos. Así como el hecho de que pagaran a los supervivientes entre 1.500 y 2.500 dólares por cada persona muerta en las dos casas.

La verdad

La verdad se comenzó a saber gracias al vídeo filmado en la morgue por un joven estudiante iraquí de periodismo, que mostraba que los civiles habían muerto por disparos de bala.

A esta evidencia se sumó después el reportaje publicado por Tim McGirk en la revista Time, y tantas otras pruebas forenses, así como fotografías y otros vídeos, que fueron apareciendo.

Fue tal la presión que se abrió el caso y que hasta el presidente Bush salió a decir que se investigaría lo sucedido. John Murtha, parlamentario demócrata y antiguo marine, fue uno de los que más fuerza ejerció. Tanto es así que Wuterich se ha querellado contra él alegando que perjudicó su imagen al popularizar la matanza de Haditha.

Otros hechos similares

La primera señal de que las cosas se estaban torciendo en Irak vino desde Abu Ghraib, con las torturas de prisioneros cuyas imágenes dieron al vuelta al mundo. Después surgió el escándalo de la matanza de Haditha, acerca de la cual se acaba de estrenar una película dirigida por el cineasta británico Nick Broomfield.

Pero los actos de barbarie contra las civiles iraquíes no se quedaron allí. Siguieron las acciones desmesuradas, los crímenes impunes. Cuya enumeración y conocimiento, así como de sus protagonistas, quizás nos acerque más a la respuesta que estamos buscando: ¿en qué medida se los puede calificar como hechos aislados? ¿A qué razones responden esta clase de actos?

Continúa…

EEUU, Israel y las lápidas de hormigón que dividen Oriente Próximo

Al recorrer la Cisjordania ocupada desde 1967 por el Estado de Israel, que el próximo día 14 cumple sesenta años de vida, se encuentran a cada paso estas construcciones de hormigón que parecen enormes lápidas.

Todo un símbolo de la marginación por la raza, así como por el mesianismo religioso, los intereses relacionados con el agua, la tierra, la especulación inmobiliaria y la industria armamentística, que sufren los palestinos.

Un símbolo que se repite en Irak, donde los EEUU han desperdigado estas enormes construcciones de concreto por todo el país, replicando el modelo israelí de dominación a través de la segregación y la exclusión a las que, en un giro dialéctico imposible de aceptar desde el derecho y la razón, llaman “medidas de defensa”.

Exportar el modelo

Claro que todas las ocupaciones a lo largo de los siglos han seguido características similares, pero cuando los historiadores miren hacia las primeras décadas del siglo XX, quizás concluyan que el modelo que hoy se ha extendido por Oriente Próximo fue en buena medida creado, ensayado y desarrollado por Israel.

País destacado en la detención preventiva y en la tortura de los ciudadanos de los territorios que no le pertenecen, en el bombardeo de las zonas civiles, y en el desarrollo de tecnologías de última generación para la subyugación de la población dominada.

Un negocio fantástico, tanto para el sector público como para las empresas privadas, que comienza con los aviones no tripulados de reconocimiento y ataque, en los que Israel es sin duda líder mundial, y que exporta a países como India, China, Francia y Suiza por unos 600 millones de dólares anuales.

Siguiendo por los zeppelines de observación, que en algún momento se dijo que EEUU compraría para vigilar la frontera con México, donde la compañía militar israelí Elbit Systems ha conseguido un suculento contrato, y donde en estos días se supo que Blackwater va a establecer una nueva base. ¿Para llevarse su parte del negocio de cazar inmigrantes ilegales?

Para terminar con los cursos de entrenamiento que militares hebreos en activo y retirado imparten en decenas de países, incluido Zimbabue, como explica Justin Raimondo en Antiwar a través del artículo «Israel loves Mugabe».

Todo esto sin contar el armamento convencional, del que Israel se ha convertido en 2007 el cuarto vendedor a nivel planetario con contratos India, Turquía, EEUU y Gran Bretaña que alcanzan los 2.932 millones de euros.

Las vallas de EEUU

Ya en su momento Robert Fisk denunció la participación de militares israelíes en la construcción de los diversos muros de hormigón que dividen Bagdad, pues la sinergia entre ambos países en cuestiones estratégicas y armamentísticas es fluida.

Los bloques de hormigón se producen en la ciudad de Gopala, en el Kurdistán iraquí, al vertiginoso ritmo de 50 toneladas de concreto al día.

La colocación tiene lugar durante la noche, bajo la protección de helicópteros Apache. En algunas semanas se han llegado a instalar unos 2.000, según informa The Washington Post. A tal velocidad que cuando los soldados se paran frente a ellos al día siguiente, aún el cemento está fresco.

El más destacado de estas sucesiones de bloques de hormigón es el que encierra al miserable distrito chií de Sadr City, donde viven 2,5 millones de personas, y cuya puesta en sitio se aceleró últimamente, como informa el New York Times.

Justamente allí tuvieron lugar durante las pasadas semanas enfrentamientos que han dejado como saldo más de mil muertes. La CNN afirma que el 60% de las víctimas han sido mujeres y niños, una proporción de asesinatos de civiles similar a la que Israel obtiene cada vez que invade la franja de Gaza con sus tanques Merkava.

La misma manipulación

Y una respuesta, por parte de las fuerzas castrenses estadounidenses que recuerda al argumento que tan a menudo dan los altos mandos hebreos: “Los terroristas usan a los civiles como escudos humanos”.

En este sentido, la sinergia entre ambos países va más allá del ámbito militar y también tiene lugar en el sector de la propaganda, con el uso reiterado hasta el paroxismo de la excusa del terrorismo para perpetuar la ocupación, y la perversa lógica de culpar al enemigo por las muertes de inocentes provocadas por ataques indiscriminados en zonas civiles.

Esos muros de hormigón con forma de lápidas que florecieron en Gaza y Cisjordania, para luego extenderse al Líbano durante la ocupación, y reproducirse ahora en Irak y Afganistán, son todo un símbolo de los intereses espurios y las mentiras que han cubierto de sangre la región.

Cinco años desde que Bush “ganara” la guerra en Irak

Hoy se cumplen cinco años del día en que George W. Bush, que se salvó de pelear en Vietnam gracias a los contactos de su familia, aterrizó vestido de piloto en la cubierta del buque USS Lincoln para dirigirse al mundo bajo una pancarta en la que se leían las palabras: “Mission Accomplished”.

En aquel momento Bush pensaba que con poner al frente del Ejecutivo iraquí al corrupto lobista Ahmed Chalabi, y dejando unas 20 mil militares en tierra, el asunto estaría resuelto.

Otro país democratizado por proceso express, y servil hasta la última gota de petróleo, para agregar a la lista de los que pensaba «liberar» en su cruzada personal: la Guerra Global contra el Terror.

De aquel discurso, que pasará a la historia universal de la infamia y la estupidez, vale la pena rescatar un párrafo:

Al vencer a la Alemania nazi y al Imperio japonés, las fuerzas aliadas destruyen ciudades enteras, mientras que los enemigos que empezaron el conflicto permanecieron seguros hasta el final. El poder militar fue empleado para terminar con un régimen destruyendo una nación. Hoy tenemos mayor poder para liberar a una nación quebrando a un régimen peligroso y agresivo. Con las nuevas tácticas y las armas de precisión, podemos alcanzar objetivos militares sin dirigir la violencia hacia los civiles…

Como bien menciona Juan Cole, si tomamos en cuenta que más de 200 mil iraquíes han muerto hasta hoy, que ciudades como Faluya han sido reducidas a escombros igual que la mismísima Dresden, comprobamos que este es el pasaje más premonitoriamente perverso e ineficiente de todo lo que dijo aquel 1 de mayo de 2003.

Abril, el mes más sangriento

Abril ha sido el mes más sangriento para los EEUU desde 2007, con 50 soldados muertos. Pero también para los iraquíes, 1.745 civiles fallecidos, debido no sólo a los atentados suicidas sino a los ataques de los últimos días en Ciudad Sadr.

En el enfrentamiento que tuvo lugar ayer, como si se tratase del Tsahal, los comandantes de EEUU achacaron la culpa a la insurgencia, ya que dicen que usó a la población local a modo de “escudos humanos”.

Pero en realidad se trató de una lucha frontal con las milicias, según explica la CNN. Una lucha a la que los soldados norteamericanos respondieron de manera brutal y desesperada lanzando misiles que mataron a mujeres, ancianos y niños en ese miserable distrito de Baghdad, que cuenta con 2,5 millones de habitantes, y en el que desde marzo han perdido la vida 925 personas.

Una larga lista de despropósitos

A esta orgía de sangre, mentiras y despropósitos hay que sumarle el esperpéntico espectáculo de Abu Ghraib, la aceptación legal de la tortura «waterboarding» por parte de EEUU, los vuelos secretos de la CIA y Guantánamo.

También se deben mencionar los casi dos millones de refugiados iraquíes, que no terminaron en EEUU sino en países vecinos como Jordania y Siria, que son los que llevan la carga de brindar atención a estas personas.

Hace una semana, en relación a los piratas, reflexionábamos sobre cómo los estados fallidos contribuyen a incrementar la inseguridad en el mundo. Si observamos la lista de estados fallidos de 2007 de Foreign Policy, en los primeros puestos se encuentran tres países en los que la mano de Bush actuó directamente: Irak, Afganistán y Somalia.

Un mundo menos seguro

Y el último error garrafal de la administración Bush, señalado por Daniel Kroslak en el Herald Tribune, ha sido incluir en su lista de grupos terroristas – algún día se tendría que crear también un ranking de Estados que difunden el terror – a la organización islámica al-Shabaab, cuyos miembros pertenecen al clan somalí hawiye, que controla Mogadiscio.

Justamente en el momento en que el primer ministro de Somalia, Nur Hassan Hussein, ha puesto en marcha una oferta de diálogo con todos los grupos del país para tratar de pacificarlo.

Propuesta que incluye a al-Shabaab, pero que podría verse complicada debido al veto de EEUU, y que parece ser hoy la única viable para terminar con el caos que ha generado 750 mil desplazados internos en los últimos 15 meses, y que tiene al borde de la hambruna, y casi sin posibilidad de ayuda humanitaria, a 2,5 millones de personas.

Si el día en que, tras el atentado contra las Torres Gemelas, Bush se quedó rumiando en silencio sus ideas frente a una clase llena de niños, pensó que sería la oportunidad para crear un planeta más seguro – además de hacer menos pobres a sus amigos empresarios neoconservadores – lo cierto es, cuando abandone la Casa Blanca en enero de 2009, habrá dejado a sus espaldas un legado de destrucción y muerte que, en el corto plazo, parece imposible de revertir.

Morir para contar: la desaparición de un gran fotógrafo en Somalia

Si algún incauto tenía dudas de quién se encuentra detrás del conflicto armado entre pobres y miserables que está sacudiendo al Cuerno de África, con Etiopía y Somalia en primera línea de fuego, la acción de la pasada madrugada de los Estados Unidos no deja lugar a dudas.

La larga mano de la Guerra contra el Terror, que lleva años moviendo piezas en el continente negro, ha salido a la luz con el ataque realizado hoy por un avión AC-130 estadounidense en territorio somalí.

Este bombardeo, una versión a gran escala de los asesinatos selectivos que realiza asiduamente Israel, iba destinado a dos supuestos líderes de Al Qaeda, entre los que se encontraría Abu Talha al-Sudani (vinculado por los servicios de inteligencia a los atentados contra las embajadas de EEUU en África de 1998). Y me recordó al que tuvo lugar en 1993, sin éxito, contra el señor de la guerra Mohamed Farrah Aidid.

Indirectamente, aquel bombardeo terminó con la vida de un joven gran fotógrafo, Dan Eldon, acerca del cual hace mucho que quiero escribir para la serie «Morir para contar», ya que conocí su historia a través de un buen amigo que trabajó con su made Kathy y con su hermana Amy, que viven en Los Ángeles y que se dedican a la producción de documentales.

Dan Eldon nació en Inglaterra, pero se crió en Nairobi, Kenia. En 1992, cuando tenía 21 años, se fue con un compañero a recorrer Somalia, que en aquellos momentos padecía una hambruna feroz, que afectaban a seis millones de personas. Las fotografías que tomó de mujeres famélicas y de niños cubiertos de moscas y con los estómagos hinchados, llegaron a las portadas de los periódicos de todo el mundo. En cierta medida, fueron responsables de la campaña de acción humanitaria que el 28 de agosto Estados Unidos lanzó para socorrer a los hambrientos.

Debido al éxito de su trabajo, Dan comenzó a colaborar con la agencia Reuters. Tenía muy buenos amigos somalíes, que lo llamaban cariñosamente «El alcalde de Mogadiscio», por la facilidad con que se desenvolvía en esas tierras.

Cuando los Estados Unidos atacaron la capital de Somalia, él cubrió los combates para Reuters. El día 12 de julio de 1993, se acercó a la casa de Mohamed Farrah Aidid, que acababa de ser bombardeada matando a decenas de civiles.

Una multitud enfurecida asesinó a Dan Eldon y a tres periodistas que estaban con él a golpes y pedradas como muestra un documental de la CNN que vi hace años y que me dejó profundamente conmocionado.

Dan Eldon tenían 22 años. Hacía nueve meses que colaboraba con Reuters. Y, al día siguiente, llegaba otro reportero a reemplazarlo.

Era un joven de un talento artístico fuera de lo común, como muestran sus diarios personales, en los que combinaba dibujos, con recortes de periódicos y fotos. En ellos relata sus viajes por África con apuntes sombríos, desgarradores, pero a la vez llenos de fuerza y pasión por la vida. Una precisa radiografía de un continente decadente, lóbrego, pero al mismo tiempo pletórico de sonrisas, de ritmo y música, de ojos vibrantes de luz.

Su madre los editó en un libro titulado The Journey is The Destination, que merece ser leído para conocer el potencial de este incipiente fotógrafo que, a pesar de su muerte prematura, dejó su impronta en este mundo. También ha creado una fundación con su nombre y lleva años tratando de rodar una película de ficción sobre su vida.

(Un apunte al margen: barcos de EEUU se mueven hacia las costas de Somalia. Ya que se dice desde hace años que este país se estaba convirtiendo en el nuevo refugio de Al Qaeda, esperemos que, al menos, las tropas imperiales hagan un trabajo más eficiente y mejor financiado que el que realizaron en Afganistán tras la caída del régimen talibán. Aunque lo lógico es esperar que este país también caiga en un círculo de violencia sin límite).

Aviones no tripulados: los nuevos protagonistas de las guerras

Uno de los recuerdos que más preservo del tiempo que pasé en Gaza es el zumbido de los aviones no tripulados israelíes. A todas horas volaban por encima de nosotros realizando labores de inteligencia, buscando objetivos sobre los que descargar sus misiles.

Lo que hacía que su presencia fuera tan descorazonadora era que resultaban imposibles de ver, a diferencia de los aviones F16 y de los helicópteros Apache AH-64A (curiosa costumbre de la industria estadounidense: poner nombres de tríbus aborígenes a estas aeronaves de combate).

Recién cuando el sol comenzaba a sumergirse en el Mediterráneo, lograba vislumbrar el delgado perfil de los aviones no tripulados hasta que la noche los volvía a hacer invisibles.

Muchas fueron las historias que conté en este blog de personas que perecieron bajo los misiles de estos aviones teledirigidos que en inglés reciben el nombre de drones.

Una de las que nunca olvidaré es la de Huda Natour, de 44 años, que salió corriendo de su casa junto a sus tres hijos cuando entraron los tanques hebreos a su pueblo (ya que los drones solían antecer a los blindados en los ataques para despejar el terreno de posibles milicianos). Dos semanas más tarde, Huda moriría debido a las heridas.

O la de Khader Al Magary, joven sordomudo del campo de refugiados de Al Maghazy, que salió por equivocación a la calle, creyendo que ya las tropas israelíes se habían ido, y que perdió las dos piernas y uno de los brazos al ser alcanzado por el misil que le lanzó uno de estos drones.

Crímenes de guerra que me llevaban a preguntarme cómo funcionaban aquellas aeronaves que se suponían de última tecnología pero que, casi a diario, se llevaban por delante la vida de inocentes en Gaza.

La drones asesinos

Israel empezó a utilizar los aviones no tripulados en los años ochenta. Y ha sido pionera en el desarrollo de esta tecnología. En un comienzo, como medio de vigilancia y recogida de información, aunque en los últimos años, como verdadera arma de combate.

Sus industrias aeronáuticas fabrican numerosos modelos de drones: Hermes 450, Pioneer, RQ-5 Hunter, Heron, Harpy, Ranger, Scout, Searcher, Skylite. Tal es el dominio que tienen en este ámbito, que asesoran a los Estados Unidos en el desarrollo de sus propios aviones no tripulados.

El más famoso de todos los modelos estadounidenses es el Predator, que fue utilizado en operaciones contra Al Qaeda en Yemen y Pakistán, así como para luchar contra la insurgencia en Irak y para espiar los avances del programa nuclear de Irán.

Otra función que están cumpliendo desde hace poco tiempo los drones es la de vigilar la frontera con México (dos aeronaves Hermes 450, de fabricación israelí). Así que también los espaldas mojadas, al igual que los habitantes de Gaza o Irak, tendrán que acostumbrarse al constante zumbido de estos aviones.

En estos momentos, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos cuenta con dos flotas de Predator, pero el año pasado, el Pentágono decidió invertir 5 mil millones de dólares para el desarrollo de 114 aeronaves más, doce escuadrones en total, pues están convencidos de que tendrán un rol determinante en las guerras del futuro.

«Durante la guerra fría, los Estados Unidos confiaban en los satélites para encontrar las bases de misiles soviéticos y para seguir al Ejército rojo», declaró después de que se anunciara la inversión en los nuevos escuadrones, Doug Karan, portavoz de la Fuerza Aérea de EEUU. «Las amenazas de hoy requieren un mirada mucho más cercana del enemigo así puedes ver a pequeños grupos de terroristas o escuchar las llamadas que realizan con los móviles».

La primera generación del Predator tiene una autonomía de vuelo de 40 horas y alcanza los 25 mil pies de altura. Provee vídeos en tiempo real a las tropas y puede disparar dos misiles antitanque Hellfire. La nueva generación, el Predator B, tiene capacidad para 16 misiles, la misma cantidad que puede llevar un helicóptero Apache.

Parece ser tal la importancia de los drones, que ya las principales empresas constructoras del mundo, como Lockheed Martin, Northrop Grumman y Boeing, están gestando nuevos modelos, siguiendo un plan estratégico – y de suculento presupuesto – que el Pentágono ha establecido hasta el año 2030.

La mayoría de estos prototipos, que pertenecen a la categoría de aviones no tripulados de combate, o killer drones (drones asesinos), como los llaman las revistas americanas de armamento, tienen un aspecto futurista. El X-47 Pegasus UCAV-N, de la empresa Northrop Grumman, es uno de los que ya ha sido probado con éxito.

Israel y Hezbolá: la lucha de los drones

Muchos expertos coinciden en afirmar que el reciente conflicto en Líbano es el primero de la historia en que los drones fueron utilizados de forma masiva, como un elemento central de la estrategia de combate.

Básicamente, los drones mandan la información que van capturando a un satélite que la envía a su vez a una base desde la que los soldados dirigen sus movimientos.

En la siguiente captura de U Tube se ve cómo son controlados estos aviones. Y lo cierto es que el aspecto de ascéptico del lugar, que da la impresión de que se tratase de un video juego, contrasta con la realidad que veía cada día en Gaza.

En cierta medida, estas imágenes responden a las preguntas que me hacía casi a diario: dónde estarán y de qué forma verán el conflicto quienes teledirigen a los drones. Sobre todo, cuando era testigo de las enormes equivocaciones que cometían, de las numerosas ocasiones en que confundían a civiles con combatientes.

Continúa…