Rabia llevaba una vida humilde aunque ausente de carencias fundamentales, hasta que su padre sufrió un accidente que lo dejó discapacitado. Trabajaba en el aeropuerto Dum Dum de Calcuta. Y tuvo la desgracia de caerse de una escalera.
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Según cuenta, en aquel momento tenía nueve años, y el declive económico y social de la familia resultó tan brutal como inevitable.
Las facturas del hospital, la pérdida del sueldo con el que pagaban el alquiler y compraban la comida, los fue llevando por distintos estadios progresivos de deterioro – en sucesivas casas de parientes que se cansaban de ellos, vendiendo todo lo que tenían de valor -, hasta que terminaron en las aceras del centro de la ciudad.
“Es la realidad de los países pobres como la India: no hay seguridad social, no hay red de contención. Una enfermedad o un accidente te puede empujar al precipicio de la miseria, te puede dejar sin nada. La clase media vive en constante peligro”, explica Alison Saracena, que vive en Calcuta y que conoce a Rabia desde hace diez años.
La madre de Rabia solía llevar un sari gastado, blanco – en señal de luto por su marido, que murió a los pocos años de cáncer, en la puerta de un hospital público que se negó a acogerlo -, y pasaba los días en la Park Avenue.
Mendigaba a los viandantes sentada sobre los viejos baldosones coloniales en compañía de sus tres hijos. “Era una vida muy dura. Las ratas, la suciedad, el desprecio con el que te trataba la gente”, explica Rabia, que hoy tiene 24 años.
Una oportunidad
La suerte de Rabia cambió cuando una organización local la llevó a un centro de acogida. Su hermano menor la acompañó también, pero su conducta hizo que al poco tiempo lo enviaran de regreso a las aceras. Allí ella retomó los estudios y poco a poco comenzó a destacar en base a no pocos esfuerzos.
Alison Saracena, que tiene en Calcuta una escuela de informática para jóvenes de escasos recursos llamada Uddami, le dio una beca y la comenzó a formar. “En el hogar no querían que Rabia diera el examen nacional de clase diez. Ella se los pedía, pero le decían que eso era para los chicos”, explica. “Finalmente accedieron y lo aprobó a la primera oportunidad, cosa que no había hecho ninguno de los varones”.
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Tras terminar el curso de formación, Alison la contrató como maestra en su escuela. Hoy, seis años más tarde, Rabia es la directora del centro. Con lo que gana ha alquilado una casa en la que ha sacado a su madre y hermanos de la mendicidad en Park Avenue.
“Era su gran preocupación, el bienestar de su familia. Y lo ha logrado. Eso sí, su madre le trae muchos problemas. Después de todo lo que vivió no ha quedado bien de la cabeza. Cuando sale a la calle insulta a la gente. Imagínate, son musulmanes y están en un barrio hindú. Pero Rabia, a pesar de todo, sigue luchando. Y, como están las cosas ahora en la India, podrá llegar a dónde quiera”.
El futuro
La lucha de Rabia pasa por la universidad de Sikkim, donde asiste a primer año de la Licenciatura en Informática. Se levanta al alba para estudiar, asiste a clase y al mediodía parte rauda hacia Uddami.
Las otras maestras del centro ya piensan en casarse, pero ella dice que no, que es algo para cuando sea mayor y haya podido asegurarse el bienestar de los suyos. “Entonces quizás tenga mi propia familia”, afirma.
Acabo de traducir a Rabia tanto el texto como los comentarios. Creo que a los dos se nos han saltado las lagrimas en algun momento.De parte de Rabia, gracias a todos por los comentarios.De verdad es una persona fascinante.
30 noviembre -0001 | 00:00
Gracias a todos por los comentarios de ayer. Como siempre, me han hecho reflexionar. Al tratarse de una suerte de introducción al tema, con más contenido visual que escrito, el contenido realmente lo habéis puesto vosotros.Hoy, otra historia, que habla de una persona que conozco hace más de una década, de su esfuerzo y superación, pero también en general de las mujeres.Abrazos!! HZ
16 septiembre 2008 | 14:15
Una historia de esperanza la de Rabia, para seguir creyendo en que todos merecemos y podemos tener una oportunidad, aunque desgraciadamente no todos la tengan.Ultimamente no escribo mucho, pero sigo leyendo tus cronicas Hernan. Un abrazo fuerte y mucha suerte!
16 septiembre 2008 | 14:28
Gracias Alex. Abrazo!! HZ
16 septiembre 2008 | 14:32
Un poco de luz en el túnel en el que sobreviven millones de personas…Sin duda esperanzador leer de vez en cuando que alguien, contra todo pronóstico, puede librarse un porvenir digno en países como la India. Y más si es una mujer. Sigo acordándome de Afganistán…Debe de ser duro para una mujer que tiene cultura y educación tener que renunciar a todo eso y malvivir a la sombra…La gente que conoces en la India, ¿tienen algun tipo de esperanza en un futuro algo mejor o por el contrario, se resignan a su suerte? Gracias Hernán, sigo leyéndote.
16 septiembre 2008 | 14:55
Hola Hernán:Que linda historia, es bueno saber que hay personas que todavía dan oportunidades a otros y por supuesto ,Rabia no la desaprovechó, realmente , todas las personas que luchan para salir y lo logran son admirables.
16 septiembre 2008 | 15:12
…Y de la universidad a donde quiera porque todo está en el interior, en la esencia que cada uno lleva en esa pequeña mochila del alma, que contiene lo esencial para sobrevivir y si nos dejan poder volar.Aunque para ello han de dejarnos abrirla.Solo poseemos nuestras propias sensaciones y es sobre ellas que hemos de fundamentar nuestra vida.
16 septiembre 2008 | 15:28
Hola Hernán:Disculpa por no participar en activo en tu blog hace tiempo pero no he podido, aunque te sigo leyendo si cabe cada día con más interés.Historias como estas nos dan un soplo de aire fresco tras tus últimas entradas; nos ayuda a tener fé y nos aporta un poco de optimismo sobre la terrible situación en la que viven las personas inmersas en la pobreza y la desesperación.»El infierno está en este mundo y consiste en ser viejo, pobre y enfermo»…Besos,
16 septiembre 2008 | 16:24
Audrey, Nati, Silvia, Lorena… gracias por los comentarios, por las reflexiones y la companhia.Con respecto a la pregunta Audrey, no veo resignacion alguna a mi alrededor. Al contrario, veo gente que trabaja catorce horas al dia, por sueldos de miseria para volver por la noche a dormir en una chabola infecta sin luz ni agua. Sobre todo veo esto en las mujeres, que son las que parecen mantener esta parte del mundo de pie. Gracias por la pregunta.Abrazos!!
16 septiembre 2008 | 18:40
Y estas cosas por qué no las enseñan en educación para la ciudadanía?. Así muchos muchachitos españoles verían lo fácil que lo han tenido. Veremos lo que dura esta «crisis» y si enseña algo (entre otras cosas, un poco de humildad y el valor del esfuerzo ante la necesidad tan poco abundantes en las mentes juveniles de hoy).Saludosjesús
16 septiembre 2008 | 19:13
Hola, Hernán, ¡qué ilusionante es leer historias como la de Rabia, ¡qué coraje, qué «rabia» tiene esta mujer dentro de sí!, nunca mejor dicho, para llegar allí en Calcuta tan lejos, gracias a su inteligencia y su tenacidad, que le ha permitido sacarse a sí misma y a su propia familia de la miseria que se vive en Calcuta, y ahora está ayudando a otras mujeres a salir de esa misma situación. La verdad es que es un milagro que haya conseguido situarse y que siga luchando con esa fuerza. Es una lección para tantas jóvenes del mundo que viven inmersas en la superficie de una vida consumista y carente de sacrificio. Supongo que a sus 24 años y con todas las experiencias que ha vivido en su corta vida ya tiene más madurez que muchas mujeres de 60 años que viven en ciudades capitalistas. La vida de esta mujer ha sido irse haciendo camino ante unas circunstancias adversas, pero en su mirada hay luz y no el hastío que producen las vidas carentes de superación personal. Dios da fuerza allí donde la ayuda humana flaquea, y crea en los espíritus más débiles el coraje de seguir luchando por los demás y por uno mismo. Animo, Hernán, tú tambien estás en esa lucha.
16 septiembre 2008 | 19:45
¡Que gran placer me da hoy leer la historia de Rabia¡. Una mujer con tesón y las ideas muy claras que ha conseguido superar adversidades. Si es musulmana aún con más motivo. Es un ejemplo para muchos de nosostros.Enhorabuena Rabia.
16 septiembre 2008 | 20:53
Felicidades!!! historia muy motivadora!!!Un abrazo enorme para Rabia, con su lucha nos enseñas a querer un mundo mejor!Ciudad del Este – Paraguay
16 septiembre 2008 | 21:35
hace mucho que no escribo pero siempre leo tus posts =)no se como decirlo pero la vida que nos has contado de rabia me ha hecho reflexionar mucho y me hace admirarla siendo tan joven ya tiene las ideas claras y seguro que tiene metas que quiere conseguir me alegro mucho por ella!saludos a todos!
16 septiembre 2008 | 23:41
Muchas gracias, Hernán, por darnos a conocer una historia cargada de eperanza.Saludos.
17 septiembre 2008 | 10:29
cuando dejo que las tonterias me abrumen, cuando el metro esta lleno, o un documento no me sale bien, son las personas como Rabia, cuyas historias conocemos gracias a periodistas como Hernan Zin lo que hace que vuelva a tener sentido comun. Porque cuando alguien con todo en contra sale adelante no es milagro, ni suerte, es empeño, es constancia, es decision, es caracter, es ver la realidad como es, no llorar por lo que no se tiene. Y pienso que si alguien como Rabia puede salir adelante, yo tambien puedo si sigo su ejemplo de optimismo, de abrazar la vida. Gracias por la historia
17 septiembre 2008 | 11:09
cuando me siento abrumada por tonterias, cuando pienso en las cosas que no tengo en vez de disfrutar las que tengo, son las gentes como Rabia, cuyas historias conocemos por gente como Hernan Zin las que me devuelven el sentido comun. Porque si alguien como ella, con muchas mas cosas en contra, no pierde el optimismo, y sale adelante, no es milagro, ni suerte. Es coraje, es valor, es caracter, es decision. Y si ella tiene todo eso, yo tambien lo tengo y puedo salir adelante como ella sin dejar que estupideces me depriman. Gracias
17 septiembre 2008 | 11:15
Ehnorabuena a Rabia un ejemplo a seguir para las mujeres.Cuando la vida no nos sonríe hay que coger carrerilla mirar a dentro y coger fuerza con optimismo,positividad,fuerza y coraje.Por todas esas mujeres que diariamente luchan en su vida por prosperar.Gracias Hernán por la historia un soplo de esperanza,abrazos:S.R. 🙂
17 septiembre 2008 | 13:17
Quisiera añadir que debería de haber más periodistas con tu espíritu, Hernán. Me refiero a gente comprometida, a profesionales que no se venden al mejor postor, que no explotan la desgracia humana con la esperanza de elevar el índice de audiencia de un telediario…Me refiero a profesionales que sean conmueven realmente ante lo que ven, que sienten empatía y no fingen delante de la cámara una solidariad que no sienten. Hoy en día todo vale y todo se pinta de amarillo y además con vanidad…. Debería haber más periodistas como tu, sin duda.
17 septiembre 2008 | 13:24
tomare la historia de rabia como ejemplo en mi vida personal.Ante los logros de personas como rabia uno no puede sentirse mas que ridiculo en comparacion suya.PD:Por si a alguien no le ha llegado el mensaje a su correo hoy hay apagon mundial de 20:50 a 21:00 para conceder un respiro al medio ambienteSaludos
17 septiembre 2008 | 14:42
Perdon el apagon es de 21:50 a 22:00
17 septiembre 2008 | 15:14
hola Hernan… gracias por traer esta historia tan linda…..lleva una sonrisa de esperanza… para ti un beso
18 septiembre 2008 | 05:43
la desgracia no debe obstaculizar uno de perseguirle los sueños. Lo que toma, vida viva a la vida más completa y del amor. Continúe los buenos hechos y usted irá seguramente una manera larga larga.xmas hampers | hampers
24 septiembre 2009 | 04:40