Rusia esperaba el momento de poder devolver a Occidente el agravio supuestamente cometido al alentar y amparar la independencia de Kosovo.
El presidente georgiano Mijaíl Saakashviliy, al elevar el 8 de agosto el nivel de confrontación en la provincia separatista de Osetia del Sur, les brindó a Vladimir Putin y Dmitri Medvedev la oportunidad de tomarse la revancha.
Sin dudas, habrá un antes y un después de este conflicto, en el que el Kremlin ha dejado bien en claro su preeminencia en el Cáucaso. Es posible que desde la distancia temporal hasta se llegue a calificar como un punto de inflexión, como el surgimiento de un nuevo equilibrio planetario de poderes posterior a la guerra de Bush contra el terror.
Mucho se ha escrito sobre las motivaciones de Saakashviliy, aspirante a formar parte de la OTAN: que recibió luz verde de Washington, que sobrestimó el apoyo de Occidente más allá de que su ejército fuera entrenado y pertrechado por EEUU e Israel, que sus credenciales democráticas no son tan impecables como se ha hecho creer.
Si algo queda en claro es que no cosechó el éxito esperado, y que resulta posible que la población de su país le pase cuentas en un futuro cercano.
Tampoco se puede negar que, como siempre sucede, ha sido la gente de a pie – más allá de que pueda ser participe o no del espíritu gregario que está también la base de esta disputa – la que se llevó la peor parte, la que pagó el precio de unas estrategias de poder en las que el petróleo una vez más tiene un rol preponderante.
Ataques a la prensa
Entre las víctimas, cuyo número oscila tanto en fallecidos como desplazados, se cuentan tres periodistas muertos y más de diez heridos. Cifra extremadamente alta para un conflicto de tan corta duración y que habla a las claras del nivel de violencia que se sufrió.
En este sentido, no sólo recuerda a Bosnia y Kosovo por la ruptura étnica y por la presencia de algunos de los mismos actores, antes secundarios y ahora en primera fila, y viceversa, sino también por lo sangriento que ha resultado para la prensa.
Alexander Klimchuk, fotógrafo ruso de 27 años, fue encontrado sin vida en la capital de Osetia del Sur. Conocido como Sasha, estaba al frente de la agencia Caucasus Images y colaboraba con ITAR-TASS. Sus imágenes había sido publicadas por The New York Times, Newsweek y Le Monde.
Zaza Chachechiladze, editor del periódico The Messenger, lo recuerda como «un periodista talentoso, inteligente, arriesgado, que no eludía los desafíos».
Bombas de racimo
Giga Chikhladze apareció también muerto junto a Alexander. Era georgiano, colaboraba con la versión rusa de Newsweek y tenía 30 años. Dejó tras de sí a su mujer y a dos niños pequeños, Sophie y Luca.
Stan Storimans era mayor, había cumplido 39 años, y estaba planeando editar un libro con sus memorias tras dos décadas de cubrir conflictos armados desde Afganistán hasta el Congo. Trabajaba como cámara para la cadena holandesa RTL.
Falleció en Gori, bajo fuego de mortero. En un incidente en el que perdieron la vida cuatro civiles y resultaron heridos dos reporteros, uno también holandés y otro israelí. Según Human Rights Watch, entre la munición que mató a Storimans se encontraron evidencias de que se podrían haber tratado de bombas de racimo.
Nuevas amenazas
Expertos explican estas vidas perdidas y mermadas a la falta de un frente único, a la confusión que esto provoca, y a la profusión de grupos armados además de los ejércitos regulares. En el siguiente vídeo se ve cómo se dispara a dos periodistas turcos, cerca de la frontera con Rusia.
El mes de agosto ha sido el peor del año. Trece periodistas perdieron la vida, lo que asciende a 61 el número de fallecidos desde enero.
A pesar de que la violencia está decreciendo en Irak, aún sigue siendo el lugar más peligroso para la prensa, que en 2008 ha terminado con la existencia de una decena de profesionales. Pakistán, México y Filipinas se están perfilando como escenarios cada día más peligrosos para la profesión.
Quizás haya llegado el momento de que los gobiernos den vida a una nueva convención para la protección de los reporteros en conflictos armados. Objetivo por el que persigue la iniciativa Press Emblem Campaign, con base en Suiza.
Era «mayor» que sus otros dos colegas. Abrazo Lápices, un placer leerte a ti y a todos, como siempre. HZ
30 noviembre -0001 | 00:00
Alto en el camino de la serie de reportajes sobre la violación como arma de guerra para recordar a los periodistas muertos en Georgia. Se hablaba de una cuarta víctima, georgiana, que, al menos dentro de la información que manejo, nunca fue confirmada.Buen fin de semana!! HZ
05 septiembre 2008 | 19:15
Buen alto en el camino viajero como hija de periodista he visto a mi padre muy triste cada vez que muere en conflicto un periodista.Suele afectar a los que os dedicaís a esta profesión.Lo de Georgia han sido días duros tanto para la población civil como para los que cubren la información.Ánimo Hernán sigue para adelante.Abrazos:S.R. 🙂
05 septiembre 2008 | 20:55
Impactantes las imagenes, vuestra labor, impagable, muchas gracias
05 septiembre 2008 | 23:46
a Russia sta sbagliando il modo di agire, l’Europa e gli Stati Uniti dovranno provvedere.
06 septiembre 2008 | 04:54
Rusia me asquea y no hay que perder de vista esa actitud belicista y territorial.En cuanto a los periodistas…siguen y seguirán estando en el punto de mira. Ya sabemos que una cámara hace más daño de un Kalashnikov.Por cierto: Stan Storimans era mayor, había cumplido 39 años…(mayor??)Un abrazo y feliz fin de semana.
06 septiembre 2008 | 11:58
Hola Hernánser periodista es una profesión peligrosa sobre todo en los lugares de conflicto y para mas de uno se tornan una molestia, ya que nos les conviene que informen de nada que los perjudique. Ojalá se ocuparan de elaborar leyes que los protejan,en conflictos armados o en hechos comunes, te acordás de Cabezas? mantenerse informado es fundamental para los ciudadanos, ustedes son como un libro de historia, van mostrando hechos que no debemos olvidar.
06 septiembre 2008 | 12:27
No puedo evitar sentirme triste cada vez que un colega cae. Creo que nuestra labor de periodista desde el comienzo supone riesgo, pero la pasión por estar allí es indetenible. Querido Hernán, felicito tu sensibilidad, logras que me lleguen tus palabras.Un abrazo rebelde para ti. Un saludo fraterno a los lectores amigos.TgB
07 septiembre 2008 | 05:10
Hola Hernán!Mas caídos en función de su deber, un deber que es poco reconocido y que cada vez tiene menos garantías, no me imagino el mundo sin periodistas comprometidos y dispuestos a arriesgar su vida por su profesión, y por dar voz a quienes lo necesitan; sin embargo si tan solo hubiera alguna forma de protegerlos mas, seria genial, pero para que eso suceda tendrían que dejar de incomodar a ciertas personas y sacrificar su libre albedrío, y eso creo que nunca sucederá, así que solo espero que allá menos bajas periodísticas y que los vean como se debería ver a la cruz roja, o a organismos de ayuda, sin bando e imparciales, pero en estos tiempos ni siquiera a esas instituciones respetan, cada día el mundo esta mas trastornado, o tal vez siempre lo ha estado, pero ahora la tecnología y las comunicaciones nos lo hacen mas evidente.Que descansen en paz: Alexander Klimchuk, Giga Chikhladze y el mas veterano Stan Storimans.Cuídate mucho HZ en cualquiera que sea tu próximo destino, y seguimos contigo.BesosMayté
07 septiembre 2008 | 05:21
A ningún gobierno le interesa que seais ojos y oidos en estos conflictos, me indigno cuando leo este tipo de noticias. Los colegas de estos asesinados deberian hacer portadas en periodicos, revistas e informativos, contar con detalle la vida y obra del fallecido…Hernan cuidate mucho, te sigo y te aprecio, te tengo incluido en mi oración de la mañana como alguien mas de mi familia y amigos.
07 septiembre 2008 | 09:24
La historia la hacemos los hombres pero si otros hombres no la cuentan, no se conoce.Gracias a muchos como vosotros sabemos lo que de verdad ocurre en el mundo y muchos dejan su vida por ello.Se les puede hacer homenajes, medallas póstumas, pero si no se aumenta la seguridad y no se refuerza y respeta las leyes internacionales del derecho a la información, seguirá ocurriendo. Sois una gran amenaza porque llevais la verdad por delante.Saludos.
07 septiembre 2008 | 17:22
Acabo de ver un blog muy interesante sobre el conflicto en Georgia os dejo el enlacehttp://elperiodico.com/blogs/mapamundi/blogs/blogsolidaridad/arch…Os lo recomiendo, Saludos.
07 septiembre 2008 | 22:28
El «poder» que tenéis los periodistas creo -por desgracia- que os hace un blanco muy fácil, sóis una verdad incómoda, muy incómoda, y sobre todo en zonas de conflicto a las que algunos tenéis la valentía de acudir para ver e informarnos al resto…..Incluso en países con democracia es de tal magnitud la manipulación de la información (véase España, sin ir más lejos) que estos temas me hacen perder, dejo de creer por algún momento en que esa supuesta libertad de contar cosas, cosas reales es una pura mentira!!Se me sigue partiendo el corazón al ver a estos chavales, no sé, con toda una vida por delante y asesinados por contar la verdad…no tiene sentido alguno en los tiempos que corren, es para estar contra de todo y hoy, al leer esta entrada es uno de estos momentos!!!!!Y todo este conflicto, en efecto me recuerda mucho al de los Balcanes, pura y dura limpieza étnica y cómo no, apoyada por los de siempre!!Me quito el sombrero ante tu, vuestra profesión…Cuídate, saludos a todos!!Trinidad
07 septiembre 2008 | 23:02
Hola HZ.Quería preguntarte a colación con el tema que hoy sacas y en tu caso en particular.Cómo un periodista que por ejemplo acaba de salir de la facultad, ha hecho practícas donde le han dejado, trabaja en lo que puede.¿Cómo ese periodista llega a ser reportero de guerra?.Es un poco preguntar como ha sido tu trayectorio y la de tus colegas para llegar ahí.Un Saludo y Mucho Ánimo
08 septiembre 2008 | 15:24