Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

De armas y escoltas en Somalia

Así, como quien no quiere la cosa, el formulario de ingreso a Somalia te lanza esas dos últimas preguntas. Como si fuese lo más normal del mundo.

Inmerso en la muchedumbre de pasajeros que abarrota la terminal del aeropuerto Aden Adde, un poco escindido de la realidad debido al madrugón, el calor y el estrés acumulado a lo largo de los últimos días – desde que supiste a ciencia cierta que tu viaje no te conduciría a Benidorm sino Mogadiscio-, te acercas el papel a los ojos para comprobar si lo que has leído es lo que has leído.

Soldados del GFT recorren el frente norte de Mogadiscio, recientemente liberado de Al Shabab. Septiembre 2011. (HERNÁN ZIN)

Lo curioso es que el formulario arranca bien. Escudo de Somalia correctamente contrastado sobre fondo blanco. Nombre, línea de puntos. Apellido, línea de puntos. Sexo, línea de puntos. Nacionalidad. Número de pasaporte. Fecha de caducidad. Fecha de ingreso. Número de vuelo. Y en la línea final, las preguntas que te has visto obligado a releer: ¿Tipo de arma? ¿Calibre?

Si no fuera porque has estado antes en Somalia, te cuestionarías con perplejidad: ¿tanta gente lleva armas que el Gobierno ni siquiera molestan en hacer un formulario aparte para quien necesite declararlas? Pero como ya has estado aquí, tardas un tiempo pero al final comprendes que es lo más lógico, porque si algo hay que abunda en Somalia, son justamente armas.

Pueden escasear medicinas, alimentos, libros de textos, sin embargo, armas siempre hay. De todos los tamaños, calibres, colores y sabores. A tal punto que muchos estadounidenses del NRA estarían orgullosos de vivir en un lugar como Somalia. Di que es un país musulmán y, para más complicaciones, santuario de Al Qaeda, que sino habría migraciones en masa.

A la salida del aeropuerto Aden Adde – bautizado en honor al primer presidente del país, Aden Abdullah Osman Daar – nos espera nuestro guía, traductor y protector a tiempo completo: Bachir. No está sólo, lo acompañan seis jóvenes armados con fusiles AK 47, SAR 80 y ametralladoras ligeras M249, que se desplazan en la parte trasera de una pickup, a las que aquí llaman «technicals» (en una próxima entrada explicaré la razón de este sobrenombre).

Lamentablemente, en esta ciudad plagada de armas – en la que en 2001 se estimaba que había un millón de rifles de asalto para 1,5 millones de habitantes -, la única forma en la que un occidental se puede mover, ya sea periodista, diplomático o miembro de ONG, es con escolta armada. Como reportero, se trata de un incordio, de una importante limitación, pero peor sería no poder siquiera venir.

Contemplar la ciudad y sus armas desde un parapeto de armas o, como me sugirió un buen amigo a modo de segunda opción, pararnos un rato en una esquina y ver cuánto duramos. Con el empeño que uno pone en cultivar enemistades…

6 comentarios

  1. Dice ser Carmen F.

    Me cuesta imaginar esa situación que nos describes, que para mí es tan extraña como lejana… es horrible saber que para muchos es algo «normal» o más bien habitual…

    Profesionalmente sería un incordio lo de la escolta, pero seguramente gracias a eso, habéis vuelto con vida y puedes hoy escribir esta entrada… así que no te quejessss!!!!

    Saludos.

    PD: ¿Madrugón, calor, estrés…? no exageres, anda, ni que fueras reportero de guerra!! 🙂

    Y lo de «un poco escindido», no busques excusas, por favor, que no cuela… 😉

    12 octubre 2011 | 22:33

  2. Dice ser Diego

    Muy buena la fotografía.
    Interesante el artículo sobre la NRA.
    Un saludo y gracias por compartir la experiencia,
    http://destelloshumanos.blogspot.com

    13 octubre 2011 | 01:52

  3. Dice ser Sonrisa Radiante

    hola Hernán que bueno en Somalia lo conseguistes.Tantas armas pero es lo que hay y adaptarse te deseo lo mejor.Yo mejor más animada sigues teniendo todo mi apoyo aunque aparezca de vez en cuando.Somalia te traera nuevos reportajes espero tu correo no se sature mucho y disculpa te mande un email pensando que estabas en Madrid con noticias nuevas no volvera a ocurrir primero tu trabajo y los reportajes.Aqui mucho calor dias soleados mucha fueerza y todo mi apoyo.Me alegra escucharte Carmen F BESOS PARA TODOS.
    S.R.:)

    13 octubre 2011 | 13:17

  4. Dice ser Carmen F.

    Hola Sonrisa Radiante!! a mí también me alegra mucho leerte!! me traes muy buenos recuerdos de la «family»… qué buenos tiempos aquellos, eh! 🙂

    HZ está en Madrid… no sabemos hasta cuándo, pero sí sabemos dónde, en el ya mítico y legendario «Pepe Botella»… (yo creo o casi diría que ahora vive allí…) Y como ya sabemos, parece estar siempre tan ocupado, que aunque le des un poco más de trabajo, creo que no lo va a notar… así que no te preocupes! 😉

    Cuídate mucho, guapa! espero leerte por aquí más a menudo, necesitamos seres radiantes y sonrientes 😉

    Besos.

    13 octubre 2011 | 13:49

  5. Dice ser Pablit

    Tripolis? Con “s”? Tripolis?? Hay que ser cateto (además de resentido y fracasado en la vida para andar usurpando personalidades a estas horas, un fin de semana. Pena intelectual, y humana, que es peor…)

    16 octubre 2011 | 12:03

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