Otra vez Nairobi como antesala, como preámbulo, del próximo destino. Esta ciudad que a lo largo de los cinco años de vida del blog en tantas ocasiones nos ha visto pasar rumbo a Uganda, Congo, Ruanda, Somalia o Sudán.
Familia de desplazados por el hambre y la guerra en el centro de Mogadiscio (HERNÁN ZIN)
Esta ciudad de casas de piedra, aceras de tierra roja y parques con acacias cuyas ramas miran al cielo como manos abiertas, a la que sólo empaña ese tráfico de vehículos que insiste en coagularse y demorarte hasta el hartazgo en las horas punta.
Esta urbe en la que también un día nos detuvimos: cuando los lúos y los kikuyus y los kanlenjin se enfrentaron a machetazos tras las elecciones presidenciales de 2007, y la avenida Kenyatta, que ahora observo desde mi habitación, estaba desierta como consecuencia del miedo y el desconcierto ante la violencia. Con una historia, la de Sharon Kayalo, como hilo conductor.
Sin diferencias
Unas pocas horas nos separan del vuelo que en la próxima madrugada nos llevará de regreso a Mogadiscio. Almuerzo al mediodía con corresponsales españoles en un Java House de Westland. Tarde de compra de libros, mapas, enchufes y alargadores en el Ya Ya Centre. Y ahora, de regreso en la habitación del hotel, unos minutos de tranquilidad antes de salir a cenar.
Ese momento en el que, con el chaleco antibalas en una esquina y los bolsos con las cámaras en otra, te imaginas en situaciones futuras decididamente lóbregas, y te haces preguntas sobre por qué y para qué has decidido emprender el viaje. Un momento fútil, incómodo, demasiado centrado en uno mismo como todo comienzo de travesía, que intentas evitar pues en el fondo sabes que una vez que llegas a destino todo fluye y no hay tiempo para dudas, miedos o cavilaciones.
Pero hay otra cuestión más importante aún – y estas palabras las escribo ya desde Mogadiscio, veinticuatro horas después, con el viaje en marcha y tras haber pasado la tarde en el campo de desplazados de Sayidka, donde los niños se peleaban y empujaban por rascar el fondo renegrido de una olla que minutos antes estaba rebosante de arroz -, ¿por qué ellos no y tú sí? ¿Qué diferencia hay?
Saludos!! HZ
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21 septiembre 2011 | 06:28
Fundamentalmente… ninguna. Pero si nos ponemos así, ¿por qué yo si y ellos no? Lo peor está en todas partes, solo que se disfraza de distintas maneras y hiere a cada uno en su punto débil, y cada uno de nosotros tenemos ese punto en una parte distinta de nuestro ser. Al final son puntos de vista y a veces, si se mira muy trascendentalmente y sin miedos a lo desconocido, ¿quién sabe que preferir?
Quiero creer que existe un orden. Nada más.
Te sigo.
Desde mi nombre puedes ir a mi blog de cachorros en adopción.
21 septiembre 2011 | 09:20
……..
Ninguna, querido Hernán, ninguna.
Sólo la ubicación geográfica, la historia…
Te esperamos y seguimos.
ANIMO!!
Abrazos…
21 septiembre 2011 | 09:29
Inevitables reflexiones… buena pregunta… una pregunta sencilla y una respuesta compleja…
Supongo que la diferencia es una cuestión de puro azar, y la desigualdad la consecuencia de una mezcla de muchas cosas… demasiadas, y ninguna buena…
Tus fotos son únicas… en cada imagen se transmite tanto…
Ánimo HZ, ya sabes que te acompañamos, como siempre…
Un abrazo.
PD: Hernán, ahora no mires… (por si alguien no se ha enterado, mañana es el cumpleaños de Hernán) 😉
21 septiembre 2011 | 10:17
Esa foto dice mucho de la bondad de las gentes de todo el mundo, entre ella los africanos. Otra cosa es los que se aprovechan de los fondos que llegan para mejorar a los pueblos y se quedan por no ser controlados debidamente, en manos de los «super wanas» que mangonean…
Eso lo sabe bien cualquier organismo internacional de alto estanding, a los que cualquiera puede poner nombre..Siempre dire, pobres pueblos pobres.
Me quedo con la ternura de la foto, esa es la realidad. Lo demas Los intereses creados de don Jacinto Benavente, tan de actualidad como en su tiempo.Cuanta sabiduria la de aquellos genios que aun siguen dibujando la realidad.
Hernan, felicidades por tu cumple, uno mas de sabiduria a tus espaldas. Y felicidades por todo.
21 septiembre 2011 | 11:02
Ya está bien de alimentar , con nuestros impuestos, a medio mundo que no trabaja ni tiene intencion de hacerlo. ¿No querian estar libres del imperialismo occidental? Pues tienen la ocasion ahora de demostrarlo, aunque me imagino que echarán de menos la epoca colonial, cuando habia educacion, sanidad, orden, comida….
Ahora que le recen a Allah, que todo lo puede
¡¡¡ Prefiero ayudar a España, que hay gente , españoles, rebuscando en la basura para poder comer algo cada dia !!!
21 septiembre 2011 | 12:03
Por cierto, lo unico que parece que se les da bien a los «subsaharianos» es follar.
Cada mujer tiene de 6 hijos para arriba.
21 septiembre 2011 | 12:04
Jander, lo primero que eres un mentiroso: la gente como tú desprecia igual a un subsahariano que a un español que vive en la marginalidad. Tú no moverías un dedo ni pondrías un céntimo de tus impuestos por ayudar a ninguno de los dos.
Lo segundo, que a una persona se la ayuda porque va a morir de hambre, no porque sea de tu país. A mí me gustan igual (o me disgustan igual) los españoles que los subsaharianos.
21 septiembre 2011 | 14:33
Jander, solo una pregunta, que pensarías si tu fueses el que se esta muriendo ahora mismo de hambre en Somalia y oyeses a uno decir lo que has dicho?
21 septiembre 2011 | 20:00
(Permitidme este breve paréntesis, la ocasión lo merece…)
Incluso en Somalia, aunque no sea el entorno más propicio para celebrar nada…:
Feliz, feliz en tu día, amiguito que Dios te bendiga, que reine la Paz en tu vida, y que cumplas muchos mássss!!! (tranquilo, no voy a decir cuántos cumples, jeje 😉
FELIZ CUMPLEAÑOS, HZ!!
https://www.youtube.com/watch?v=yxxuYUWsTXU&feature=related
Besos.
22 septiembre 2011 | 11:21
A los que ayudan a otros países porque se niegan a ayudar al suyo, según qué respuestas no les gustan.
22 septiembre 2011 | 17:15
Supongo que no hay respuestas perfectas para algunas preguntas,si hubiese una respuesta perfecta tendriamos que tener también una solución y eso es posible que tampoco interese no?
Como mujer no entiendo que se tengan familias tan numerosa para luego ver sufrir y morir a tus hijos,por otro lado quiza sea la mejor manera de tener un poco de felicidad,con el amor de los tuyos…
Es difícil cuando lo vemos desde un mundo tan distinto y lejano verdad?
Feliz día!!!soplaremos las velas por ti y te desearemos lo mejor para tu camino.
Cuidaros muuucho!!
22 septiembre 2011 | 23:56
Gracias por esas palabras plenas de humanidad y deseos de cambio.
Un abrazo y felicidades,
http://destelloshumanos.blogspot.com
23 septiembre 2011 | 04:57
gracias por traernos estas historias, sin gente como usted esto pasaría más desapercibido de lo que ya lo hace. gracias de verdad, siga así!
ánimo y suerte
27 septiembre 2011 | 14:14
Pijoprogres «solidarios» y «tolerantes»
Imaginemos que están tres amigos compartiendo un piso repartiendo gastos a partes iguales.
Dos currantes compartiendo una habitación pequeña y un pijo progre solo en la más grande.
Un buen día el pijo progre ve a un extranjero por la calle y como se siente solidario, decide llevárselo a casa y alojarlo gratis total.
Sin preguntar a sus compañeros, lo mete en la habitación de éstos y le da la cama de uno de ellos.
A partir de ese día tienen que poner más dinero para comida porque el extranjero es una lima, limpiar a destajo la habitación porque el tío es un cerdo pero no colabora con las tareas, encima uno de los currantes tiene que dormir ahora en un saco sobre el suelo y además «desaparecen» cosas.
Pero ojo, que a los currantes no se les ocurra llamar a la puerta cerrada con llave del progre para protestar, que éste les llamará ultra-derechistas, racistas, xenófobos, intolerantes, nazis, fascistas e inhumanos.
SI QUIERES SER «SOLIDARIO» CON LOS EXTRANJEROS,
SE «SOLIDARIO» CON TU DINERO, NO CON MI DINERO
28 septiembre 2011 | 16:28