Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

La liberación de Mogadiscio

Las milicias de Al Shabab han abandonado Mogadiscio rumbo a Merca y otras ciudades del sur del país. Una excelente noticia para el presidente Sharif Ahmed y su Gobierno Federal de Transición, para las tropas de la AMISOM, para la comunidad internacional y, sobre todo, para los habitantes de la capital de Somalia que llevan ya cuatro años sufriendo los abusos de los integristas y las brutales consecuencias de la guerra.

Soldados de AMISOM en Mogadiscio (Reuters)

¿Por qué decidieron salir de Mogadiscio, donde, como vimos en nuestro paso por la devastada urbe en el mes de noviembre, tenían un vasto control? Suyos eran los barrios del norte y el mercado de Bakara, importantísima fuente de recursos para la financiación de la guerra. Sin contar con el dominio absoluto que tienen en el sur del país.

La respuesta no es sencilla, como nada lo es en Somalia, pues son varios los escenarios que parecen haberse puesto en su contra a lo largo de los últimos meses.

La guerra

Desde que la Unión Africana lanzara una vasta ofensiva el 18 de febrero, Al Shabab ha recibido numerosos golpes – muerte de combatientes extranjeros y de altos mandos de la organización – que la han hecho retroceder poco a poco en el mapa de la urbe bañada por las aguas del Índico. Retroceso del que fuimos dando cuenta en las páginas de este blog.

Sin dudas, un éxito para la Unión Africana en su conjunto, que empieza a demostrar que puede hacerse cargo de los asuntos de la región más allá de su paupérrimo presupuesto. Y en lo personal, una victoria para el presidente ugandés Yoweri Museveni, que en plenas elecciones decidió elevar el número de soldados que sumaría a AMISOM.

Tras el atentado perpetrado el año pasado año por Al Shabab en Kampala durante el Mundial de Fútbol, con un saldo de 76 muertos, Museveni podría haber optado por disminuir su contribución a la fuerza de paz de la Unión Africana, que está conformada principalmente por soldados ugandeses. Ellos han sido las principales bajas en estos meses de conflicto junto a sus pares de Burundi.

Un éxito también para el gobierno del presidente Sharif Ahmed, cuyas fuerzas, entrenadas por EEUU y la UE, participaron asimismo de la ofensiva.

Este antiguo miembro de la Unión de Cortes Islámicas ha sufrido no sólo atentados que terminaron con las vidas de varios de sus ministros sino también luchas intestinas en su Ejecutivo, como la que mantuvo con el ahora ex primer ministro Mohamed Abdullahi Farmajo, que dejó el cargo tras el llamado Acuerdo de Kampala, firmado en junio.

En noviembre fuimos testigos del escaso poder que tenía más allá de Villa Somalia, su residencia.

El hambre

La otra razón para la salida de Al Shabab es sin dudas la brutal hambruna que está padeciendo el Cuerno de África, pero especialmente el sur de Somalia, la zona bajo su control. Además de impedir el arribo de asistencia humanitaria, en los últimos días los integristas han estado bloqueando la partida de los refugiados en busca de ayuda.

Todo esto habla de un caos que necesita más hombres para ser controlado, a lo que hay que sumarle la propia presión de los combatientes con respecto a la situación de sus familias. Los integrantes de Al Shabab son en buena parte descastados, ajenos a los grandes clanes.

Si se mantiene el control del gobierno sobre Mogadiscio, las organizaciones no gubernamentales podrán articular mejor su labor de ayuda humanitaria, que hasta ahora se realizaba mayoritariamente desde Nairobi.

Los aviones con alimentos ya no tendrán que arriesgarse a los disparos con RPG desde el agua o el fuego de mortero desde la ciudad cada vez que aterrizan en el aeropuerto Aden Abdullah Osman Daar, escenario de tantos atentados en los últimos años.

El regreso

Quien conozca la historia de estos veinte años de guerra civil en Somalia sabe que se puede estar ante una victoria temporal, efímera; que las milicias de Al Shabab pueden haber optado por replegarse para minimizar los daños y luego regresar. De hecho, ayer seguían los combates en Mogadiscio, de la que se dice que aún controla un 10%.

Algo parecido sucedió en 2006, cuando las tropas etíopes invadieron el país respaldadas por la administración de Washington. Los islamistas de la Unión de Cortes Islámica retrocedieron hacia el sur del país.

No tardaron mucho en recuperar Kismayo, su bastión – que cayó en manos etíopes el 1 de enero de 2007 -, para lanzar luego una contraofensiva. Fue entonces cuando Al Shabab, el brazo armado de los islamistas, se hizo fuerte desplazando a los elementos más moderados y reforzando los lazos con Al Qaeda. Las fuerzas etíopes abandonaron finalmente el país en 2009.

Es posible que la historia se vuelva a repetir. Y que Al Shabab vuelva a Mogadiscio apenas la coyuntura le sea más favorable.

9 comentarios

  1. Dice ser Catalina

    Copio y pego un artículo de Enrique Javier Díez Gutiérrez 08/08/2011 (Diario de León)
    SOMALIA Y EL GRITO DEL HAMBRE
    Somalia es el último caso de las guerras del hambre en los mercados mundiales. Así lo denuncia el obispo de Maralal (Kenia), Virgilio Pante, que afirma que los mercados, esos especuladores financieros, no sólo arruinan y endeudan a Grecia o Irlanda, sino que matan de hambre a las poblaciones con tal de obtener mayores beneficios para sus accionistas. La situación de hambruna en el Cuerno de África no es novedad. La mitad de los 3,7 millones de somalíes están hoy en situación crítica. Pero Somalia vive una situación de inseguridad alimentaria desde hace 20 años. Y, periódicamente, los medios de comunicación remueven nuestras conciencias y nos recuerdan el impacto dramático del hambre en el mundo. En las televisiones se nos ofrecen imágenes dantescas sobre esta tragedia, como si la hubiesen generado los propios africanos o la sufrieran como una irremediable catástrofe natural. Pero el hambre no es una catástrofe natural. Vivimos en un mundo de abundancia. Hoy se produce comida para 12.000 millones de personas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cuando en el planeta habitan 7.000. Comida, hay. El hambre no es una fatalidad inevitable que afecta a determinados países. Las causas del hambre son políticas. No nos enfrentamos a un problema de producción de comida, sino a un problema de acceso. Como denuncia el relator de la ONU para el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, «el hambre es un problema político; es una cuestión de justicia social y políticas de redistribución».

    La sequía puede agravar los problemas alimentarios, pero no basta para explicar las causas del hambre. De hecho, Estados Unidos o Australia, que sufren periódicamente sequías severas, no padecen hambrunas extremas. No podemos olvidar que Somalia, a pesar de las sequías recurrentes, fue un país autosuficiente en la producción de alimentos hasta finales de los años setenta. Su soberanía alimentaria fue arrebatada en décadas posteriores. A partir de los años ochenta, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, para que el país pagara su deuda con el Club de París, forzaron la aplicación de un conjunto de políticas de ajuste estructural, como las que ahora se están aplicando a Grecia, Portugal o Irlanda. En agricultura, esto implicó una política de liberalización comercial y apertura de sus mercados, permitiendo la entrada masiva de productos subvencionados de multinacionales agroindustriales norteamericanas y europeas, quienes empezaron a vender sus productos por debajo de su precio de coste, haciendo la competencia desleal a los campesinos y campesinas de Somalia. Esto, acompañado del fomento de una política de monocultivos para la exportación forzó, paulatinamente, al abandono del campo.

    Además en Somalia desapareció la sostenibilidad alimentaria que les daba el mar, porque sus aguas han sido contaminadas tanto por los desechos tóxicos de las compañías transnacionales del Norte como por la contaminación de los barcos petroleros del Norte; esas aguas que han sido esquilmadas y siguen siendo esquilmadas por la pesca de arrastre de las grandes empresas pesqueras del Norte, con apoyo militar actualmente. El gran problema ha sido que los alimentos se han convertido en una mercancía y su función principal, alimentarnos, ha quedado en un segundo plano. En el 2011 los precios de los alimentos básicos, como el trigo, el maíz o el azúcar, han subido un 25% respecto a los precios del 2010, debido a la especulación de su valor en bolsa. El propio Parlamento Europeo denuncia que estos altos precios de los alimentos están sumiendo a millones de personas en la hambruna y amenazan la seguridad alimentaria mundial a largo plazo.

    Este incremento desmesurado de los precios no sólo tiene que ver con el monopolio real de grandes empresas como Syngenta, Dupont o Cargill, que controlan más del 70% de la oferta del cereal o con la extensión de la producción agrícola de agrocombustibles (biodiesel para combustible de automóviles). Especialmente tiene que ver con la inversión especulativa de los mercados –fondos de pensiones y bancos de inversiones- en materias primas básicas, como el trigo o el azúcar, pues genera muchos beneficios y es algo mucho más seguro actualmente que la anterior burbuja inmobiliaria, ya que la demanda va en aumento. Estos «inversores financieros» hacen todo lo posible para que sus fondos consigan el beneficio más alto en el más corto plazo. Entre sus prioridades no figuran obviamente ni invertir en la economía real ni evitar las hambrunas. Por eso Izquierda Unida presentó al Congreso de los Diputados, por primera vez en la historia, una propuesta no de ley instando al gobierno a prohibir las inversiones financieras especulativas sobre bienes alimentarios de primera necesidad en países en vías de desarrollo, porque, como dice la propuesta, «con la comida no se juega, no se especula con ella, la alimentación es un derecho humano y debemos exigir que los mercados financieros no coticen con ese derecho como si de un juguete se tratara para el lucro desmesurado de unos y el empobrecimiento de la mayoría». Sólo así podremos modificar las causas estructurales que están matando a millones de personas de hambre en el mundo.

    La crisis alimentaria global sólo beneficia a las multinacionales que han transformado los alimentos en una mercancía con la que especular. Las tierras, las semillas, el agua… se están convirtiendo en propiedad de multinacionales que ponen un precio exorbitante a unos bienes que hasta hace muy poco eran públicos. La agricultura y la alimentación como sustentos básicos desaparecen en favor de la visión mercantilista: el fin último no es garantizar comida ni trabajo, sino hacer un buen negocio. Frente a la mercantilización de la vida, debemos de reivindicar el derecho de los pueblos a la soberanía alimentaria, a controlar su agricultura y su alimentación. No se puede especular con aquello que nos alimenta. Esto sí que es una verdadera tragedia… y no lo de Amy Winehouse.

    09 agosto 2011 | 01:00

  2. Dice ser Cocu

    Yo siempre me pregunto “de dónde sale la riqueza”.

    Todos los empresarios del mundo pagan los sueldos de todos los empleados del mundo. A su vez, los empleados compran toda la producción.

    Si los sueldos que pagan los empresarios fueran mayores que los precios de venta de sus productos, perderían dinero. Puesto que esto no sucede, hay que pensar que los precios de sus productos en el mercado, son mayores que los sueldos que pagan.

    Sin embargo, si los sueldos son menores que los precios, los empleados no podrían comprarles la producción a los empresarios… cosa que tampoco sucede.

    ¿Entonces? ¿Dónde está el fallo de mi razonamiento? Hay una fuga en algún lado, pero ¿dónde?

    Yo lo tengo claro. La fuga está en la realidad de que hay millones de personas que, por mucho que se esfuerzan, siempre pierden. Son los pobres del planeta. Sobre su injusticia se basa toda nuestra riqueza.

    09 agosto 2011 | 08:35

  3. Dice ser Alejandro De la Vega

    Yo sólo digo que llevo tres meses viviendo en Uganda y que aquí hay materia prima y riqueza de recursos, pero una pésima distribución y gestión de los mismos. Las ONG,s se preocupan más de su vida personal y de su bienestar que de la de la gente que en teoría viene a ayudar. ¿Interesa que esta gente sea pobre, y viva en la inmundicia?, yo la verdad que pienso que sí, pero no entiendo por qué.

    09 agosto 2011 | 14:27

  4. Mogadiscio tardó tanto en ser liberada, simplemente porque a los países ricos era una asunto que se la pelaba, ni más ni menos.

    http://corruPPto.elbruto.es

    09 agosto 2011 | 14:44

  5. Dice ser Gustavo

    «¿Interesa que esta gente sea pobre, y viva en la inmundicia?» parece ser que sí, se llama avaricia. ¿Por qué hay gente en el mundo con mansiones, coches, y tanto dinero como para vivir varias vidas mientras esta gente solo necesita una casa y un trabaja para vivir en buenas condiciones?

    Hace poco leí que Apple tenía más dinero que el propio país donde reside, USA. El propio capitalismo está consumiéndose a sí mismo. Este mundo está loco.

    09 agosto 2011 | 19:21

  6. Dice ser J.M.

    Personalmente, echaba de menos tus entradas africanas después de la que está cayendo y peor aún está por caer en Somalia, tendremos que «agarrarnos» a estos pequeños atisvos de buenas noticias y confiar en que la ayuda internacional no sólo se limite al envío de ayuda humanitaria sino también al apoyo del débil gobierno de transición.
    A pesar de las vacaciones, te sigo y te envío un gran abrazo.
    Suerte con todo!!!
    J.M.

    11 agosto 2011 | 09:49

  7. Dice ser Dulce

    Cualquier noticia buena por pequeña que sea siempre es importante y más según en qué paises.Por suerte en ocasiones y otras muchas ocasiones por desgracia siempre existe un contrario a cualquier adjetivo: bueno-malo,pobre-rico,listo-tonto…La cuestión sería intentar «aumentar lo justo y disminuir lo injusto»

    El mundo no se para en vacaciones pero parece que nos queremos olvidar de todo un poco,como ves te seguimos aunque en lugares bastante distintos…

    Suerte y mucho cuidado!!!

    13 agosto 2011 | 23:58

  8. Dice ser PokerNomad

    Justo ayer volví a ver Black Hawk Down. Tremenda la situación de Somalia durante tantos años.

    14 agosto 2011 | 02:55

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