Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

De patrulla junto a los “Arrow Boys” en el sur de Sudán

Los brutales asesinatos y mutilaciones que practica el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) están destinados a aterrorizar a la población civil. Durante dos décadas, cientos de miles acholis del norte de Uganda prefirieron malvivir en miserables campos de desplazados que permanecer en sus casas expuestos a los crímenes de la guerrilla de Joseph Kony.

Desde que hace un año el LRA empezase a atentar contra los civiles en el Congo y en el sur de Sudán, la ola de terror se ha ido expandiendo. Ahora sus principales víctimas son los asande, tanto congoleños como sudaneses. Y son las aldeas y granjas a ambos lados de las fronteras las que están desiertas.

En los asande descubrimos hoy el mismo miedo atávico al LRA que en hace tres años conocimos en este blog en el norte de Uganda. Las familias de desplazados y refugiados que no se animan a abandonar los campamentos después del atardecer, que construyen sus tukuls en torno a los cuarteles militares del SPLA y del UPDF. Las mismas descripciones de cuerpos mutilados, torturados, que pasan de boca en boca potenciando la parálisis, el pavor.

Autodefensas

Como respuesta al LRA, en el sur de Sudán se han comenzado a organizar grupos de autodefensa conocidos como los “Arrow Boys”. Jóvenes que salen a patrullar las aldeas durante las noches, en su mayor parte con arcos y flechas, de allí su nombre (como los kisii a los que acompañamos en su lucha contra los kalenjin en Kenia durante los enfrentamientos postelectorales de 2008).

“Salimos por primera vez en el mes de abril”, nos dice Tambura Richard, el director de los Arrow Boys en la localidad de Kapoeta, en Nzara, a pocos kilómetros de la frontera con el Congo. “Ahora tenemos 70 integrantes y ya hay más de cien grupos de Arrow Boys en toda Ecuatoria Occidental”.

En Juba, donde hicimos escala un día antes de venir a Yambio, escuchamos no pocos comentarios de preocupación sobre los Arrow Boys, como una nueva fuerza armada en este país en el que sobran las armas y los grupos enfrentados, tanto sean dinka, nuer o murle.

«Apatrullando» Ecuatoria Occidental

Por esta razón decidimos acompañar el pasado sábado a los Arrow Boys en una de sus misiones nocturnas. La hora: seis de la tarde. El sitio: el solar que les donó la municipalidad para que se puedan reunir cada día. Las edades: de 18 a 30 años. Las armas: rifles caseros, cuchillos, arcos y flechas, machetes, lanzas, palos y un fusil. Aspecto: más que fiero. Efectividad: en apariencia escasa.

Tambura Richard, que aspira a poder estudiar algún día enfermería en Kampala, discute junto a los hombres las patrullas que realizaran hasta las cuatro de la mañana. Dibujan mapas sobre la tierra. “La gente confía en nosotros. Estamos cerca, en las calles, somos de la zona, no como el Ejército. Desde que formamos los Arrow Boys la gente se siente más confiada, tiene menos miedo”, señala.

Se arman varios grupos. En el que nos toca viene Everest, maestro de escuela, padre de dos hijos, que farda de haber matado con su fusil casero a un miembro del LRA, aunque admite que lo último que han hecho es arrestar a ladrones y mediar en disputas familiares. Pasan las horas. Cigarrillos «Sportsman», conversaciones a la luz de las linternas. Algún incauto que es detenido en la calle e interrogado para luego ser liberado. Algún borracho perdido.

Ni rastro de Joseph Kony, al que los últimos informes de inteligencia sitúan en el norte, camino a Chad y Darfur. Nuevas etapas en la carrera que emprendió hacia ninguna parte desde que el año pasado se negara a firmar la paz con Uganda.

(Foto: HZ)

9 comentarios

  1. Dice ser Hernán Zin

    Saludos a todos desde Yambio, Sudán!! Muchas lluvia… HZ

    29 septiembre 2009 | 16:39

  2. Dice ser tania alvarado

    Ojalá que no sea el caso pero este puede ser el inicio de otra triste historia, por otra parte a esta gente no le queda más alternativa…saludos y cuídese mucho.

    29 septiembre 2009 | 17:41

  3. Dice ser silvia

    Por favor, cuanta impotencia, pobre gente me imagino la desesperación que deben de tener y si esa es la única salida ojalá les resulte.Aquí hace mucho frío, se niega a llegar la primavera.

    29 septiembre 2009 | 20:46

  4. Dice ser Paola

    Hernán, cómo hacen para que la gente de los lugares que describís (con su historia de guerra, dolor y agitación permanente) confíe en ustedes y les abra las puertas de su vida para que la compartan un tiempo? Es un logro muy grande, felicitaciones.

    30 septiembre 2009 | 04:46

  5. Dice ser Alex

    la violencia engendra mas violencia, es complicado salir de esa espiral.Una situacion muy peligrosa la de Sudan. Tristemente se ve lejos el fin de la violenciaun abrazo

    30 septiembre 2009 | 09:26

  6. Dice ser clara

    Muy buen repor, solo un apunte: Los acholi no prefirieron malvivir en miserables campos de desplazados que permanecer en sus casas expuestos a los crímenes de la guerrilla de Joseph Kony, fue el UPDF quien les «obligo».Recomiendo leer «Hierba Alta» de Jose Carlos Rodriguez Soto sobre este tema .

    30 septiembre 2009 | 13:56

  7. Dice ser tpnavas

    Hernán, el fusil que lleva el chico de la derecha, ¿es un CETME B español? porque si no lo es, es clavado, aunque la culata aparece en buen estado.Un saludo

    01 octubre 2009 | 01:45

  8. Dice ser S.R.

    ÁNIMOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!S.R. 🙂

    05 octubre 2009 | 16:32

  9. Dice ser curro

    tpnavas,Más probablemente será un Heckler y Koch G-3. Esta fue la empresa que lo distribuyó por todo el mundo. La culata supongo que puede ser que no sea la original sino una artesanal fabricada para sustituir la deteriorada.

    09 octubre 2009 | 10:27

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