Sistema

14-10-27tobogan-w

7 comentarios

  1. Dice ser Julian Martinez

    Este es el nuevo sistema que se quiere imponer por el nuevo gobierno salvador del planeta.

    Indudablemente, en España, el juego que se traen con la clase trabajadora, es algo descarado, ridículo y engaño aunque todo esta muy calculado para ser el experimento español, una prueba para el resto del sistema capital y simpatizando con los USA. «La creación del esclavo moderno tecnológico» que es el objetivo.

    España, no tiene gobierno socialista, solo existió en la clandestinidad en la dictadura de Franco, hoy es de pega, todo comprado y se persigue a los hombres y mujeres de conciencia socialista acusándolos con lo moderno, «terroristas» cuando los terroristas hoy los hechos lo demuestran «es el mismísimo capital fascista» hoy mas corrupto disfrazado a las ordenes de la monarquía fascista igualmente corruptos por tradición, hoy da igual que sea PP.SOE el caballo blanco o lo moderno de PODEMOS con Pablo Iglesias, el PP. pesa mas que es donde se encuentra la esencia del fascismo tradicional español, los socialista de hoy están pagados, los sindicalistas igual, sirve para confundir y a la vez desacreditar la ciencia socialista, todo esta calculado bien. Da igual, unos que los otros y lo mas triste el próximo será igual, Pablo Iglesias, de PODEMOS tiene que dejarse domesticar o pena de sufrir lo que practica el fascismo y mas hoy que camina globalizado a ordenes.

    Mientras no salga una nueva unidad de socialismo de verdad con fuerza Internacional haciendo frente a la injusticia general que se quiere globalizar, el sistema no cambiara ni la Constitución Española tampoco lo harán porque es totalmente fascista estando en consonancia con el sistema Financiero Internacional, mas es parte del bloque de los aliados como nación de servicios a ordenes, etc. etc. Esto hoy esta mas que demostrado con las fuerzas armadas que son mercenarios para participar en guerras por todo el planeta, donde el pueblo no tiene ningún interés de nada, solo lamentaciones por muerte de sus hijos.

    Este cambio hoy solo se cambia con una fuerza global Internacional a la que algunos lideres del planeta, hoy hacen referencia. Por desgracia esto se aprecia así, corriendo el mundo entero sufrir un gran cataclismo sin precedentes por el salvajismo de avaricias, corrupción y poder.

    28 octubre 2014 | 01:42

  2. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    El sistema está caduco
    la culpa es de los político,
    y más culpable será el pueblo,
    si en las próximas elecciones
    no los mandamos a unos, hacer puñetas
    a los otros, a freír huevos
    y que no salga ni uno
    de partidos que consienten
    que en sus filas pase esto,
    esto, que no es ni más ni menos
    que robar al contribuyente
    gran parte de sus impuestos.
    El sistema está caduco
    y si no lo remediamos
    vamos hacia el precipicio.
    Si todos los perjudicados
    a una lo decidimos
    y de las instituciones los botamos
    cuando en las urnas votemos,
    de ellos nos habremos librado
    para recuperar la dignidad,
    para recuperar los derechos
    laborales y sociales
    de los que nos han despojado.
    Todos a una, todos unidos…. podemos

    28 octubre 2014 | 08:17

  3. Dice ser Stewart Cops

    Muy original, y muy triste tambien.

    28 octubre 2014 | 08:49

  4. Dice ser ciudadanokane

    El sistema comunista de Cuba y Venezuela es mucho mas justo, donde vamos a parar….y el de corea del norte ya ni te cuento…ironia off/

    28 octubre 2014 | 12:58

  5. «Resulta lógico que amplias capas de la ciudadanía pierdan la paciencia y la esperanza: llevamos cuatro años largos de crisis, el país está otra vez en recesión, el paro sigue aumentando y nadie es capaz de explicar convincentemente cómo vamos a salir de esta situación con las políticas de recortes y ajustes que se están llevando a cabo.

    Una vez desvanecido el espejismo de que el PP tenía mejores gestores que el PSOE, cuando ya es claro que la situación ha empeorado notablemente desde que los populares llegaron al poder y que no han generado la famosa “confianza” de la que hablaban con tanta arrogancia, la gente se desengaña y acaba concluyendo que el problema está en nuestra clase política: ni unos ni otros, ni los del PSOE ni los del PP, están preparados para sacarnos del hoyo. Se va extendiendo de este modo un clima de rechazo a los partidos tradicionales en el que puede surgir con relativa facilidad un líder populista que haga creer a los ciudadanos que los problemas se deben a los intereses mezquinos de una élite política que no hace “lo que hay que hacer”. Basta leer los mensajes que circulan en la red sobre el número de políticos que hay en España y sobre sus privilegios (la mayoría son burdas manipulaciones) para darse cuenta de que la gente está canalizando su frustración y su ira hacia los partidos tradicionales.

    En este sentido, no es mi propósito defender a los políticos españoles. Sabemos, desde mucho antes de la crisis, que en la política hay graves problemas de clientelismo, que hay corrupción en las formas en que se financian los partidos, que muchos dirigentes son de una mediocridad pasmosa y que los vasos comunicantes entre la política, el mundo financiero y los consejos de administración de las grandes empresas son demasiado fluidos, por decirlo suavemente.

    Ahora bien, debe recordarse que la crisis no afecta sólo a España, que también la sufren otros países, con sistemas institucionales, partidos y reglas electorales muy distintos; que ha habido burbujas inmobiliarias en Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y España; que la causa principal de la crisis actual en el mundo desarrollado ha sido la desregulación financiera y las teorías económicas que la justificaron; y que sin los defectos graves de diseño institucional del euro y los desequilibrios que ha creado entre países acreedores y deudores, la situación de España sería muy diferente.

    Entiendo que mucha gente que ha perdido su empleo, que padece el deterioro de los servicios públicos y el recorte de derechos sociales, o que simplemente ve disminuir su renta familiar, busque una salida culpando a los políticos por su incapacidad. Al fin y al cabo, muchos políticos se lo han buscado prometiendo soluciones que no estaban al alcance de su mano. Lo que ya resulta más inquietante es que haya tantos intelectuales y analistas dispuestos a agitar el espantajo de la “clase política”. Cualquier tribuna de opinión o entrada de blog que arremeta contra los políticos tiene, en estos momentos, garantizado el éxito de público.

    En su versión más grosera, la denuncia sin matices de la clase política lleva al populismo
    La desautorización de la clase política suele seguir un esquema argumentativo muy simple, cuya base consiste en mostrar que la causa de nuestros problemas económicos está en que los políticos no toman ciertas decisiones (por miopía, o porque están sometidos a intereses creados) que nos sacarían de la crisis. En su versión más grosera, la denuncia sin matices de los políticos lleva al populismo, con todas sus variantes y peligros. En la versión más ilustrada, a la tecnocracia: si los políticos no hacen lo que les corresponde, tendrán que hacerlo los expertos, los técnicos, quienes tienen las recetas adecuadas pero no les dejan ponerlas en práctica.

    Para despejar el camino a quienes tienen la solución pero no se les escucha, se apela a una catarsis, incluso a una situación constituyente desde la cual se pueda acabar con nuestros políticos, refundar el país y llevar a término las verdaderas “reformas estructurales” que necesita España para volver a crecer. El término mágico es este de las “reformas estructurales”. Las “reformas estructurales” de las que hablan nuestros expertos siempre están pendientes y siempre son muchas. Van más allá de la reforma laboral y de la reforma financiera. Afectan a la administración pública en general, a la justicia, al sistema educativo, a la fiscalidad, a la estructura territorial del Estado y al sistema productivo. En todos los casos, según el argumento, es imprescindible, si queremos ganar competitividad, liberalizar y flexibilizar, así como renunciar a ciertas aspiraciones en igualdad y protección social que no resultan sostenibles.

    Oyendo sus diagnósticos y los remedios que ofrecen, parece como si por decreto se pudiera establecer que el clima empresarial de España fuese el de Silicon Valley, que nuestra administración funcionara como en Suecia, que nuestro sistema de educación superior se pareciese al de las mejores universidades estadounidenses y que nuestro sistema político fuera tan transparente y eficaz como el de Reino Unido. Es una simpleza, sin embargo, concluir que si no tenemos todo eso es porque una caterva de políticos lo impide. No niego que los políticos no tengan una responsabilidad importante, pero desde luego no está en su mano darle la vuelta al país como un calcetín, al menos mientras se respeten unos mínimos procedimientos democráticos.

    Es bien sabido que los países tienen inercias extraordinariamente fuertes. Sus modelos productivos y de bienestar, configurados en ciertos momentos cruciales del pasado, tienden a persistir con independencia del color de los gobiernos, cuyo margen de acción suele ser limitado. Las circunstancias históricas han determinado que España se encuentre en una posición retrasada dentro del grupo de países desarrollados. No podemos olvidar las carencias de España en múltiples ámbitos, que van de la formación de los trabajadores al tipo de tejido empresarial pasando por el fraude fiscal y el insuficiente desarrollo de los servicios sociales.

    En un país como el que acabo de describir, no debería sorprender tanto la naturaleza de nuestros políticos. No son muy distintos de la sociedad de la que proceden. Se puede encontrar una inmensa variedad de tipos: desde políticos inteligentes, íntegros y dedicados hasta otros que son oportunistas, caraduras y zafios. Lo mismo cabría decir de los periodistas, los profesores de universidad, los fontaneros o el colectivo social que el lector quiera imaginar. Hay cierta hipocresía cuando la gente se escandaliza tanto por la corrupción de los servidores públicos y hace en cambio la vista gorda ante los abusos, trampas y fraudes que se cometen en empresas, entre profesionales y en muchos otros ámbitos de vida social.

    En las condiciones que estamos viviendo, la tentación de pensar que desembarazándonos de la “casta política” vamos a resolver nuestros problemas económicos es muy grande. Por desgracia, las cosas no funcionan así. Es verdad que el sistema político español es muy mejorable; se requiere que entre aire fresco en los partidos, que se limite su ámbito de influencia en la administración, que rompan su dependencia de la banca y que se ponga límites a las “puertas giratorias” que conducen de la política a los consejos de administración y de estos a la política. Pero que nadie se crea, por favor, que arreglando esos problemas saldremos de la crisis económica. Sobre todo, si la propuesta consiste en cambiar el sistema electoral, como viene oyéndose desde que surgió el movimiento 15-M. Ahí no está la solución».

    por Ignacio Sánchez-Cuenca, profesor de Sociología.

    28 octubre 2014 | 18:35

  6. Dice ser Joselu

    Sr I.Sanchez-Cuenca :Gran articulo como análisis,lleno de verdades .Pero se queda en eso,puro análisis de un observador marciano desde su atalaya voladora.No aporta ninguna salida ni solución a todos esos hechos dejando tácito el poso del «no se puede hacer nada».Y precisamente en el momento en que despojados de la ropa y con sólo la camiseta por perder,el descontento de los más va cristalizando en movimientos de rebeldía civilizada.Nadie sabe el futuro pero las inercias comienzan a romperse cuando muchos dejan la comodidad del observador y diciendo hasta aqui hemos llegado ,empiezan a moverse codo a codo para cambiar las cosas.De momento,ganar unas elecciones ,dar un baño de lejia a la vida publica y derogar injusticias.Una vez creada la base,sólo algunas generaciones en esta atmosfera lograrán una sociedad vacunada,siempre y cuando se conserven escrupulosamente las esencias depuradoras;el poder corrompe y habrá que tener muy en cuenta que el objetivo no esta logrado hasta contar con una sociedad inmunizada y alerta frente a las nuevas castas.
    Probablemente tal situación no podremos verla,si llega,pero al menos habremos hecho camino al andar.Creo y quiero creer que si se puede.

    28 octubre 2014 | 20:07

  7. Dice ser Julian Martinez

    Sr. Ignacio Sánchez-Cuenca.

    Muy interesante la expocion que hoy expone, pero el problema esta muy duro de sacar a España, de la situacion actual ya que esto son muchas las docenas decadas que esta sufriendo el pueblo trabajador, mas la dictadura de Franco, continua en una version moderna de hipocresia social por los hijos del sistema y oportunistas corruptos. Despues esta el verdadero problema mundial donde estos inmorales corruptos, tambien sirven y se arropan como tambien hizo el dictador Franco, con los poderosos del planeta.

    Mientras EE.UU meta las narices en todos los asuntos de todos los países como hace y pretende NO HABRÁ SEGURIDAD en el MUNDO. VEAN COMO han dejado a IRAK luego de invadirlo…con crisis política, terrorismo interno, mas muertes, y según BUSH la invasión garantizaba la paz en el país, lo mismo. Hoy con el MORENO, esta de vuelta para poner la paz en el planeta llamando a sus aliados. Esto esta también vigente en LIBIA que hay muertos todos los días y lo mismo con SIRIA se revive el pasado. El problema acá es otro…EE.UU con la OTAN E ISRAEL, tiene claros objetivos de cercar posiciones para luego invadir IRÁN, y estar cada vez mas firme y desafiante ante RUSIA Y CHINA dicho claramente… COREA DEL NORTE sucede algo parecido…más allá que el régimen sea algo distinto a lo de los demás países, pero si repasamos la historia la división de las dos COREAS tanto del SUR Y del NORTE son dos fuertes entre EE.UU Y RUSIA la antigua Unión Soviética. Hay una clara señal en el mundo de una IMPOSICIÓN CAPITALISTA en todos los países. Hay que ser muy tonto para no darse cuenta que el CAPITALISMO MUNDIAL se está hundiendo por los grupos dominantes que presionan y maneja el mercado y la deuda de los países a su antojo, generando la ruptura de la clase media, dejando cada vez mas pobres, y menos medios ricos con más dinero y poder.

    Quienes defienden este sistema…pues ya los conocemos…la historia se repite sistemáticamente CRISIS MUNDIAL, y mas necesidad de GUERRAS E INVASIÓN DE PAÍSES…para SOSTENER UN SISTEMA POR UN PERIODO Y LUEGO FABRICAR OTRA GUERRA PARA SEGUIR APALEANDO los malditos mercados y fuerzas, con nos dominan y nos hacen a todos cada vez más esclavos y presos de nuestro tiempo libre conduciendonos a la imposicion del esclavo moderno sin precedentes.

    29 octubre 2014 | 08:38

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