Monarquía

14-01-17moscas

7 comentarios

  1. Dice ser azzull

    REFERENDUM monarquia YA

    17 enero 2014 | 12:42

  2. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Ya lo expresó Samaniego
    con las malditas mil moscas,
    que a un panal acudieron,
    que allí pegadas quedaron,
    presas por ser tan golosas.
    ¿Si la Corona no es un panal,
    (aunque tampoco maná)
    ¡Por qué a su alrededor
    revolotean tantas moscas?
    Ya lo he dicho muchas veces
    que ni soy, ni seré monárquico
    pero de mis simpatías goza
    ya que creo que bien lo hizo,
    al sacarnos de la dictadura
    hace ya años Juan Carlos,
    por eso soy juan carlista.
    Una vez que el Rey abdique
    (si es que lo hace algún día)
    o por ley de vida parta,
    el aceptar otro monarca
    será, si se ganase pronto
    de todos la simpatía.
    el cariño y confianza.
    Para quitarse las moscas,
    los mismo que a los moscones,
    mano izquierda, siempre, siempre
    y cuando sea necesario
    ¿Y por qué no? ¡
    Imposición y Fortaleza!
    como Juan Carlos lo hizo
    aquel… el veintitrés F.

    17 enero 2014 | 13:39

  3. Dice ser Joaquín

    en vez de trazar las moscas el dibujo de una corona, mejor el de un billete de 500 euros¿no?

    17 enero 2014 | 14:16

  4. Dice ser cristinita

    La monarquia es un invento para vivir maravillosamente sin trabajar,eso son las monarquias ¿O NO ?

    17 enero 2014 | 15:05

  5. «Uno por uno, los fundamentos económicos y sociales de nuestro modelo se desmoronan: dogma del crecimiento, de los mercados financieros, crecimiento de las desigualdades, alertas ambientales…Es una ocasión para pensar y construir otro modelo de sociedad. El gran público –acaso revolucionario en espíritu—se da cuenta de ello. Activo en las PyME, en las asociaciones, innova. Sin embargo, el cambio tarda en producirse. Explicaciones.

    ¡Qué situación tan paradójica! Nunca habíamos conocido tan bien los males que nos agobian. Pero nunca hemos sido tan impotentes también para adoptar los remedios que los aliviarían. Sabemos hoy que el crecimiento económico no responde a los problemas del momento, que se agrava la crisis ecológica, que las desigualdades han llegado a un grado insoportable y peligroso para la paz social, que el poder financiero se ha emancipado de cualquier control y persigue sus intereses en detrimento de la sociedad. Como si, decididamente, nada pudiera cambiar. Pero, ¿por qué, precisamente, nada cambia?

    Para el economista Dominique Méda, economista y autor de Travail, la révolution necessaire (ediciones De L´Aube, 2010), una primera respuesta tiene que ver con que “hay una absoluta contradicción entre el corto plazo y el largo plazo: en nombre del largo plazo, deberíamos cambiar radicalmente nuestros modos de producción, revisar el ritmo de crecimiento, consumir de manera diferente y menos, pero a corto plazo, nuestros gobernantes piensan que hacen falta más consumo y producción para disponer de más empleos e ingresos.

    Una parte de la explicación guarda relación también con el fatalismo difundido por los medios, sobre todo la televisión, cuidadosamente controlados por la oligarquía. El discurso neoliberal sigue en el candelero, la información minimiza las luchas sociales y las prácticas alternativas, el condicionamiento publicitario es permanente, ahora en una cultura del consumo despegada de las apuestas políticas.

    Así, el TINA –“there is no alternative”, “no hay alternativa”—de Margaret Thatcher se ha enquistado de forma duradera en los espíritus: “No hay más solución que el capitalismo, el crecimiento es indispensable, no se puede gravar con impuestos a los ricos, hagamos lo que hagamos por el medio ambiente quedará anulado por el peso de China, etc.” Y a lo largo de este tiempo, el poder político sigue dominado por la potencia de los ricos, que amenazan con retirar sus capitales a la menor tentativa de justicia social.

    Hay una dificultad, observa Jean-Claude Guillebaud, autor de Une autre vie est possible (ed. L ´Iconoclaste, 2012) relacionada con que “ha cambiado de rostro la dominación. Antes, la bipolaridad asalariados-patrones estaba clara. Hoy en día, entre los fondos de pensiones, los traders, los bancos globalizados, es mucho más complicado operar sobre las relaciones de fuerza”.

    Pero las sociedades oligárquicas no son dictaduras. Si la gente no se rebela, también es porque no quieren. Y aunque los problemas económicos que comenzaron con la crisis financiera de 2007-2008 debilitan cada vez más a las capas populares y clases medias, esta evolución no ha alimentado todavía sentimientos de revuelta o de solidaridad con los más desfavorecidos. La vida sigue siendo bastante confortable. Y domina el miedo: al paro, a la precariedad, a la pérdida de estatus y de ingresos, miedo, también al cambio.

    Con todo, no ha desaparecido toda esperanza de cambiar. Para Jean-Claude Guillebaud, “bajo la corteza de la apariencia, las cosas cambian en las cabezas”·. Y por citar a Hölderlin: “Los pueblos dormitaban, la suerte quiso que no llegaran en absoluto a dormirse”. De momento, no obstante, la esperanza parece sumergida por la amplitud de la tarea que llevar a cabo. “Se ven mutaciones gigantescas, observa Guillebaud, tan profundas que la amplitud de las adaptaciones que realizar es paralizante para todo el mundo”. Una idea compartida por Dominique Méda: “La crisis nos inmoviliza y bloquea las innovaciones posibles cuando tenemos más necesidad de ellas que nunca. Estamos paralizados por nuestra incapacidad de saber quién debe comenzar y por dónde empezar”.

    Sin embargo, si esto no cambia, no es también porque no se sabe bien por qué cosa reemplazar este mundo todo decrépito, pero que aún funciona? “Un punto fundamental”, subraya Dominique Méda, “es que los movimientos sociales y ecológicos no consiguen proponer una alternativa común y clara en Europa ni el camino para llegar a ella”. La responsabilidad cae, pues, también del lado de aquellos que critican el sistema, que afirman querer cambiarlo, pero sin ser capaces de superar sus divisiones, sus rifirrafes ni de articular el conjunto de propuestas alternativas.

    Hay, no obstante, urgencia. Tal como recuerda Jean-Claude Guillebaud,“la cuestión central es saber si se va a proceder a cambiar en la violencia o no. La violencia ronda nuestras cabezas”. En ese caso, hace falta escoger cambiar. Somos numerosos los que lo queremos y queremos llevarlo a la práctica a su escala. Queda retorcer, cristalizar, unir esas tentativas prometedoras y reforzantes, pero aún dispersa»s.

    por Hervé Kempf,
    periodista científico del vespertino Le Monde.
    09/12/12

    18 enero 2014 | 00:13

  6. Dice ser Julian Martinez

    Esta corona, no confundirse no son moscas, son tábanos que chupan mucha sangre humana y de otras que no son humanas.

    Solo con un repaso a la historia de los distintos monárquicos de nuestra España, es permanentemente un caos y corruptos. Los Borbones, familias degenerados, tarados e hijos de tarados, corrupción a tope y mirando lo presente Juan Carlitos, nos ha dejado en ridículo múltiples de veces a nivel Internacional ya al abril la boca, suena a un hombre de piedra.

    Desde la salida de su abuelo Alfonso, XIII estos Borbones han estado dando vueltas por todas partes del planeta, no fueron bien recibidos por varias naciones e incluso del Brasil, fueron expulsados. Con la introducción del dictador Franco, al actual rey en España, toda la panda de parientes y cercanos a estos vinieron como moscas a chupar del pueblo español, estas peste que andaban esparcidos por el mundo como partículas en descomposición. Hasta los momentos actuales ya han chupado un buen pellizco al pueblo sin tirar un canto al agua. Estas catervas de zánganos de colmena hoy están desfasados para la prosperidad de los pueblos en tiempos tecnológicos.

    Fuera estas gentes, corresponden al pasado dejando mucho que desear para los pueblos de España. La historia de las Monarquías, solo los únicos Reyes, que hicieron algo positivo «fueron los Reyes Católicos, Isabel y Fernando aunque la cagaron con estar echados en los brazos del Vaticano y la esclavitud de los indios de Latinoamérica entre otros del África.

    Esto no se cuenta y lo del presente se oculta. La Monarquías hoy es un atraso y lo mas extraordinario es que el socialista Felipe González, según manifestó en meses pasados parece demostrarnos en estos días, que es un gran monárquico.

    Que panda de cínicos y se dicen ser socialistas, es un sin sentido!!

    19 enero 2014 | 03:20

  7. Dice ser Julian Martinez

    Eneko, me tienes un poco sorprendido, aunque no confundido. Veo que en unas ocasiones según mando
    mi escrito de opinión no aparece. En otras ocasiones dices ser «sometido a moderación».

    Te pregunto? Que pasa, tiene que dar el visto bueno algún líder del sistema para si esta en consonancia con la linea de la supuesta democaca. Esto me huele que la dictadura del criminal Franco, al final resulto ser un juguetito ante las bajaciones que hoy estamos sufriendo.

    Bueno, es sabido que la dictadura Internacional de hoy del sistema financiero capitalista, no solo controla a los pueblos que sudan diariamente el pan que se comen; si no, todos los que de una forma u otra trabajáis a las ordenes de ellos por lo que vuestra libertad esta mas limitada que la mía. Salvo que un día, llame a mi puerta la policía, y paso a ser un delicuente por llamar las cosas por su propio nombre.

    Nada mas. Saludos para todos, pero sigo pensando que este sistema de incultura natural y educación
    de hipocresía con mucha confusión en especial a las nuevas generaciones, un día no muy lejano traiga
    una gran estampida que todo arderá con grandes explosiones. Este ciclo termino y vuelta al siguiente,!!

    NOS ENCONTRAMOS EN LA DECADEDENCIA DE CAÍDA EN CIVILIZACIÓN HUMANA: SERÁ POR ESTO QUE LAS GUERRAS SON PARTE DE LA EVOLUCIÓN DE ESTE NUESTRO PLANETA??

    20 enero 2014 | 02:03

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