Lampedusa

13-10-14bote(1)

5 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    ¡Hoy le voy a regañar, lo siento , pero con estas desgracias no se deben de hacer chistes!

    14 octubre 2013 | 16:27

  2. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Lampedusa…

    Sinónimo de libertad,
    de pan, trabajo y justicia
    así, como la orilla norte
    del estrecho de Gibraltar.
    Mare Nostrum, nuestro mar,
    tumba de cientos de miles
    que lo intentaron cruzar,
    y que desgraciadamente
    la orilla de la tierra prometida,
    nunca lograron alcanzar,
    murieron en el intento.
    ¿Nadie a ellos les advirtió,
    que en la €uropa de sus sueños,
    si que a ella lograran llegar
    no es la tierra prometida,
    no es tierra de leche y miel,
    que lo más seguro es que sea
    tierra de hiel y pesadillas?
    Y si alguien les advirtió,
    todos ellos pensarían,
    que quizás sea mucho mejor,
    morir en la travesía
    que de hambre o fusilados
    en sus países, en sus tierras.
    La orilla norte del mar,
    de nuestro Mediterráneo,
    es un imán para el sur,
    nos llegarán a diario
    un pequeño porcentaje
    de los que lo han intentado.
    Esto ya no hay quien lo pare
    esto no hay quien lo de detenga,
    lo intentarán por millares
    aunque sepan de antemano
    que el mar… puede ser su tumba.

    14 octubre 2013 | 17:39

  3. Dice ser panchenko

    larrosa. tengo ordenes estrictas de no participar, pero fijate antes de opinar no es bueno quedar mal parado, por no decirte otra cosa…

    15 octubre 2013 | 04:23

  4. Dice ser Sudakia

    Giuseppe Tomasi di Lampedusa diría que hay que cambiar todo para que nada cambie.
    Si gira a la izquierda verá ojo salino llorando botes, y si gira a la derecha, tenemos mueca burlona con ojo felino tuerto.
    Abrazo Eneko

    15 octubre 2013 | 11:26

  5. «Una vergüenza». Lo que ha pasado en Lampedusa es una vergüenza para Europa. Esas personas que han fallecido vienen de Somalia, en constante tensión durante décadas, y sobre todo de Eritrea, un país que sufre una dictadura represiva y olvidada desde su creación en 1993. Son personas que han decidido la ruta norte, la que acaba pasando por Libia, donde muchos trabajarían como esclavos, antes, durante y después de la guerra contra Gadafi.

    También podrían haber seguido la ruta de la mayoría de sus compatriotas: el este, atravesando el estrecho de Adén, a pesar de la amenaza de los «piratas» somalíes y los buques de guerra occidentales que protegen la pesca europea; viajar hacinados durante días en la bodega de un barco pesquero, recibiendo latigazos que castigan cualquier movimiento, cualquier ruido, como le contaban ya en 2010 las propias víctimas al fotoperiodista Sergi Cámara a su llegada al otro lado, Yemen, un país peligroso que los recibe con un desierto donde yacen enterrados en las dunas los que ya desembarcan medio muertos. Hay que estar desesperado para querer huir hacia Yemen porque sabes que Europa no te querrá dejar entrar. Es una vergüenza, sí.

    Pero cómo puede ser una vergüenza que se incendie una barcaza, y no que una patera sea arrollada en las costas españolas, causando 13 muertos o desaparecidos, como se ve en este vídeo difundido el pasado mes de marzo: http://www.eldiario.es/zonacritica/lampedusa-asalto-verguenza_6_182391771.html

    Ante esta noticia, el ministro del Interior dijo que los inmigrantes se habían metido debajo de la patrullera, que era su culpa, y que «es injusto que no se reconozca la labor humanitaria de la Guardia Civil».

    Cómo va a ser una vergüenza lo de Lampedusa si no lo es que los guardacostas españoles rocíen con un extintor a un cayuco ante la increíble amenaza del bidón de gasolina para el motor. Cómo puede ser una vergüenza que se hunda un barco en Italia y no que los recibamos así en España: Igual fuente.

    Cómo va a ser una vergüenza que los pescadores sicilianos, sobre los que ABC intenta focalizar la culpa, no socorrieran a los inmigrantes si no se puso el grito en el cielo cuando en España estaban vigentes las multas a personas que con intención humanitaria acogieran en su casa a inmigrantes sin papeles. Si han tenido que ser las ONG las que pidan casi en silencio que en el nuevo Código Penal que prepara Gallardón se modifique el artículo donde muchos interpretan que esto podría volver a darse, con riesgo a penas de prisión.

    Cómo van a ser una vergüenza las barreras europeas ante el drama del que huye, si luego llamas «asalto violento» , «gran oleada» y «conflicto» cada vez que grupos de inmigrantes tratan de saltar la valla de Melilla.

    Cómo puede ser importante lo más mínimo la tragedia si cuando sucede en España nadie inicia ninguna investigación independiente y casi todos dan por hecho la versión oficial de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Armados, violentos, oleadas, asaltos masivos, heridos aquí y nunca allá.

    Cómo llamas vergüenza a lo de Lampedusa sin que te produzcan ningún sentimiento las noticias que demuestran que Marruecos recibe fondos europeos para hacerle el trabajo sucio a España y mantener a los subsaharianos lejos de las vallas, con todo tipo de torturas documentadas. Todo periodista que ha estado en los montes del norte de Marruecos –y hemos sido muchos, los hay en casi todas las redacciones– sabe que la muerte a manos de la policía, las violaciones sexuales y la desgracia crónica de esas personas mientras esperan durante años una posibilidad para dar el salto no importan a nadie. Siempre que sea «un poco más allá», que justo en la frontera es incómodo.

    Cómo va a ser una vergüenza lo que le pasa a esta gente si se aplauden los recortes en gastos «no prioritarios» como la cooperación internacional, que es hoy un 70% más pobre que hace cinco años; cómo va a ser una vergüenza si relatas indiferente cómo España con el resto de la Unión Europea ha diseñado un sistema de vigilancia fronteriza para repeler la llegada.

    Cómo puede ser una vergüenza y que nadie haya escuchado nada serio a los representantes de la Iglesia ni a sus medios amigos sobre la supresión de la asistencia sanitaria a los inmigrantes para ahorrar en sanidad.

    No pasa nada si en 13 años han muerto 8.000 inmigrantes llegando a Lampedusa. Son cifras que implican 50 fallecimientos al mes, que equivalen al hundimiento de una o dos barcazas como la de esta semana cada dos meses.

    Pero todo junto, sí. Una de las normas del periodismo cínico y de la política cínica es que las tragedias son más tragedias, o solo lo son, cuando los muertos se acumulan todos a la vez, así de una tacada gorda, que se vea toda la muerte junta como un gran espectáculo trágico, dramático, titulable. El titular hoy es «vergüenza». Ya veremos cuál es la prioridad mañana.

    Juan Luis Sánchez
    04/10/2013

    16 octubre 2013 | 08:35

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