José Mourinho es insaciable. El técnico del Real Madrid aún no está borracho de poder. Quiere más. No contento con el fichaje de Adebayor, con lograr apartar a Jorge Valdano del entorno del equipo (ya no aparece por Valdebebas ni viaja con el equipo) y con acaparar todo el poder en la parcela deportiva, el portugués ha decidido intervenir directamente en la renovación de su compatriota Pepe, al que aún le resta temporada y media de contrato. Mourinho, sin que nadie le preguntase, explicó la importancia del central, que está lesionado, para el equipo. Un mensaje claro hacia la directiva blanca.

«No me gusta hablar de los que no están, pero el equipo con Pepe juega más alto, el equipo con Pepe no tiene miedo de dejar espacios, presiona más y lo hace más arriba, recupera balones más rápido y es más peligroso en ataque. Es cierto que es un defensa central, pero su juego tiene muchas consecuencias. Otros jugadores lo están haciendo muy bien, estoy satisfecho con la gente que juega atrás, pero Pepe cambia mucho el modo de jugar de su equipo«, dijo el luso, quien después negó tener tanta influencia en el club.

«Yo no tengo más poder que el que se le supone al entrenador, y ese nadie me lo va a sacar. Pepe es un óptimo jugador que tiene un año más de contrato, por lo que no es una preocupación para hoy. Si no llega a un acuerdo para renovar es un problema de Pepe y del club, no mío. Yo me concentro que en Pepe va a estar aquí este año y el próximo», añadió.