Nicolás Anelka alcanzó la plenitud futbolística pasados los 30 años (ahora tiene 32). El delantero francés disfruta en el Chelsea como nunca lo había hecho antes. Por eso, se ha permitido el lujo de echar la vista atrás y contar su experiencia en el Real Madrid, donde aterrizó en el verano de 1999 procedente del Arsenal a cambio de unos 30 millones de euros, y las dificultades que tuvo su vida en la capita de España.

En una entrevista en la web de los blues, Anelka confiesa que «quería tener una vida normal y poder pasear por la calle como cualquiera, pero eso no podía hacerlo en Madrid como ahora lo hago en Londres». «Me resultó complicado sentirme parte del equipo. En primer lugar, no sabía hablar castellano, eso no es una disculpa, pero la mentalidad era muy diferente en comparación con Inglaterra. Sabía que no era para mí y por eso estuve sólo un año», añadió.

A Anelka le resultó muy complicado adaptarse a lo extrafutbolístico:»En los periódicos aparecía dónde iba, si salía, qué compraba… alguien te seguía y te preguntaba qué estabas comprando. No quería llevar ese tipo de vida». Según el galo, «en el Madrid querían que fuese un galáctico», pero «yo deseaba serlo solo en el campo, fuera quería una vida normal». Pese a todo, para Anelka no fue una mala temporada: «El final fue bueno, porque ganamos la Champions y yo marqué en las semifinales, pero fue un año muy difícil para mí».