Jesús Cintora se marca un Salvados de ir por casa en Cintora, a pie de calle (Cuatro). En la entrega del pasado lunes, titulada Trabaja y paga, el periodista soriano se pateó las calles españolas y alemanas para acercarnos más, si cabe, a la cruda realidad de quienes sobreviven entre paros y contratos precarios sin fin.
La rúe le sirve al programa para organizar desde tertulias informales de patio de vecinos alrededor de un micrófono a charlas con expertos al abrigo de una terraza o de una plaza pública.
Y da cabida a la cámara oculta, como cuando Cintora se adentra en un bar cuyo dueño ofrece repartir comida a domicilio en horario abusivo, con seguro solo para la moto (el trabajador, que se encomiende a los santos) y pagando calderilla.
Esta propuesta de periodismo de proximidad televisado pretende llegar al fondo de las cuestiones pero se queda muy lejos de ello, al menos a partir de lo visto.
No aporta un valor añadido al espectador respecto a un reportaje bien armado de un telediario o de un magacin. También se sitúa a años luz de la marca Évole. Sigue intentándolo, Cintora.
Tiene un título universitario, un máster, la carrera de danza y habla idiomas, pero solo trabaja 8 horas al mes. https://t.co/DGuivSv2fs
— Cuatro (@cuatro) 30 de marzo de 2016