Muchos habréis notado en diversas ocasiones el rictus tan hierático que porta Letizia. Siempre recta, siempre correcta siempre con la sonrisa adecuada, vamos todo perfectamente estudiado, siempre perfecta, siempre mostando su mejor perfil para salir bien en las fotos…

Un ejemplo de tensión (GTRES)

Revisando en mi biblioteca parece que no soy la única que ha notado esta perfección de Letizia que sobrepasa su vestuario (ya sabéis que también su ropa es casi siempre la adecuada). En el libro Felipe y Letizia Reyes de España de Carmen Enríquez y Emilio Oliva se habla precisamente de esta perfección, casi obsesiva de la reina.

– Creo que lla tiene un excesivo afán perfeccionista y eso se puede convertir en un defecto porque en algunos momentos se nota que está pendiente de lo que van a contar al día siguiente de ella, sobre lo que está  hablando, de cómo va  vestida – observa Rosa Ballarín, redactora jefe de la revista Diez Minutos-. Eso le crea una tensión que es palpable y a esa tensión creo que se debe que esté tan delgada.

Portada del libro ‘Felipe y Letizia. Reyes de España’

Pues va a ser que conicido con esta colega. Letizia tiene cualidades muy buenas e intentar hacer bien su trabajo y esforzarse tanto es buenísimo, aunque de vez en cuando resulta bastante liberador dejarse llevar, echar una carcajada y ser uno mismo. Además, como dijo aquel, lo importante es que hablen, aunque sea bien.