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He arrancado yo la semana con mucha alegría después de un fin de semana fantástico, pero es ponerme delante del ordenador ver el último estilismo de la reina Letizia y empezar los temblores.

La reina hizo este lunes su primer acto en solitario del año, la entrega de unos premios de Telefónica y se puso uno de esos conjuntos rarunos con los que de vez en cuando nos sorprende. No sé si será porque he visto el último capítulo de Downtown Abbey pero el caso es que Letizia parece una doncella de esta afamada serie. Oye que si hacéis la prueba a poner la foto en blanco y negro parece que en lugar de estar en 2015 nos remontamos a 1920, año en el que nació mi querida abuela Beatriz.

¿Imita a Chiquito de la Calzada? (GTRES)

Pues bien, Letizia acudió ayer a una de las empresas más punteras de España vestida de institutriz: falda negra de vuelo negra y blusa blanca cerradita hasta el cuello. Más clasicona y rancia no se puede ir. El maquillaje fue lo mejor, con sus  labios rojos y la cartera de mano negra y morada que no le pega nada.

Aquí se aprecia el vuelo de su falda. (GTRES)

No me gusta la reina con faldas de vuelo y no me gusta que se las lleve al ‘estilo Cachuli’. Tampoco me gusta que le queden largas las mangas de la camisa (en la siguiente foto las apreciáis mejor) que me parecen un horror de lo largas que las lleva y lo desgarbada que le hacen parecer…. Vamos un infierno de modelaje.

¡Dios mio! que alguien le coja las mangas de la camisa porque le quedan larguísimas. (GTRES)