Han pasado dos años desde que la princesa Leonor celebraba la primera comunión y ayer hemos vuelto a ver una de esas estampas de familia feliz, con abuelos y padrino, para que esta vez fuese su hermana, Sofía, la que recibía el sacramento en la misma iglesia de Asunción de Nuestra Señora de Aravaca.
Letizia volvió apostar por el verde menta, como ya hizo entonces, cuando todas las miradas se desviaron a sus sandalias de plástico transparentes, sin embargo, en esta ocasión eligió un total look en seda de Varela, muy clásico para mi gusto, con encajes de guipur en las mangas del abrigo a juego con el vestido. La reina deja claro que sigue teniendo muy presente al modisto en sus actos más importantes.
La consorte combinó complementos en plata, una cartera sobre, también de Varela, y unos nuevos salones ‘bárbara’ de Magrit, cuestan 310 euros en la web. Tan combinada qusio ir Leti que de nuevo volvió a apostar por su tendencia de boda de los 90 para conjuntar vestido con la corbata del rey Felipe. Me hubiera gustado verla más actualizada, menos madrina de boda, porque a mí estos modelos de Varela se me quedan ya un poco demodé.
El pelo de la reina seguía la tendencia ‘trenza’ que también llevaban las niñas, en el caso de Leti lució un recogido elaborado que dejaba al descubierto unos de esos pendientes que casi nunca se pone, los de oro blanco y diamantes que estrenó en los Príncipes de Asturias de 2014. Las hermanas llevaban también trencitas en semirecogidos.
La protagonista del día era la infanta Sofía pero como llevaba su uniforme de colegio todas las miradas se desviaron hacia su hermana Leonor, si os fijáis las dos niñas están ya igual de altas. La princesa llevaba un vestido del que no conocemos aún la marca a juego con el color de sus ojos en azul lavanda, me parece muy bonito, elegante y sencillo. En los pies y como acostumbra unas bailarinas de 89 euros de firma Pretty Ballerinas.
Me gustó mucho la combinación de Paloma Rocasolano con la abuela de la reina, Menchu, que es todo un ejemplo de vitalidad a sus 89 años. Madre e hija apostaron por la sencillez, y si la abuela lució rayas marineras, la madre de Letizia vistió un sastre simple y elegante en blanco. La reina Sofía quizá les preguntó cuáles iban a ser los colores de sus trajes porque ella también se decantó por un vestido con lunares en azul marino.
La abuela materna bromeó con las niñas que ya son casi de su altura, diciéndoles que no la taparan en la foto. Letizia intercambió confidencias y buena sintonía con el rey emérito y Leonor le chivó a la prensa cuando le preguntaron a su hermana si estaba nerviosa, que ‘sí que lo estaba’, mientras Sofía asintió con la cabeza. Después del acto religioso la familia disfrutó de un almuerzo y hoy Letizia retoma ya su agenda habitual.
**Fotos: Casa Real y Gtres.