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"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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El atracón con nombre y apellido: Trastorno alimentario compulsivo o “binge eating”

Binge eating_Katie AndersonAlgunos trastornos de la conducta alimentaria son bien conocidos por la población general, me refiero a la anorexia nerviosa y a la bulimia nerviosa. Sin embargo, en este campo existen otros trastornos que no son tan conocidos y/o que al mismo tiempo no tienen diagnóstico sencillo. En todos los casos se trata de enfermedades psiquiátricas caracterizadas por una alteración persistente de los hábitos de alimentación o de las conductas del control del peso que se suelen acompañar de una alteración importante de la salud física y psicológica.

En este terreno, uno de esos trastornos menos conocidos es el conocido como trastorno alimentario compulsivo (TAC) o en inglés “binge eating desorder”. En esencia, los pacientes aquejados de él se caracterizan por realizar atracones similares a los observados en los casos de bulimia nerviosa pero sin que posteriormente se ejerzan conductas compensatorias desproporcionadas tras dichos atracones.

Si te estás preguntando si tú sufres de un trastorno alimentario compulsivo, has de saber que uno de los criterios diagnósticos es que estos atracones se repitan con una frecuencia de al menos una vez a la semana durante un periodo de 3 meses. Otra de las características es que a pesar de no ejercer maniobras compensatorias como en el caso de la bulimia el paciente con TAC suele presentar un sentimiento de culpa, disgusto e incluso depresión tras los atracones. Al mismo tiempo y a pesar de esos sentimientos se suelen sentir impotentes a la hora de evitar que se repitan. En resumen, el trastorno alimentario compulsivo se caracteriza por la presencia de atracones sin mayor control asociados a tres o más de estas circunstancias:

  • Comer más rápido de lo normal. Llegado este punto considero que el definir “más rápido de lo normal” no sería ninguna tontería. Está claro que la rapidez extrema será fácilmente identificable, pero ¿dónde esta el límite?
  • Comer hasta sentir malestar causado por la plenitud.
  • Comer grandes cantidades de alimentos cuando no hay una sensación física de hambre.
  • Comer solo o a escondidas debido al sentimiento de vergüenza originado por el volumen de comida que uno come.
  • Sentirse disgustado con uno mismo, muy deprimido o extremadamente culpable después del atracón.

Cierto es que yo no tengo una visión objetiva de la población en relación con estos temas ya que, al final, por mi desempeño profesional tengo más contacto con un determinado sector de la población. Sin embargo, me da la sensación que el trastorno alimentario compulsivo está más presente de lo que nos imaginamos. Sin ir más lejos los pacientes con TAC suelen presentar sobrepeso,  llegando a estimarse que hay una prevalencia del TAC entre el 15 y el 50% de las personas que participan en programas de control del peso. Si tenemos en cuenta que cerca del 53% de la población española tiene sobrepeso u obesidad y que gran parte de ella suele embarcarse en estrategias conducentes a la pérdida de peso, es bastante probable que existan más personas con TAC que las que a bote pronto pudiera sospecharse.

Binge eating nocturno_    xJason.Rogersx

Una “variante” no poco infrecuente dentro de este trastorno la constituyen las personas que además sufren del conocido como síndrome de alimentación nocturna, cuando los atracones o parte de ellos se realizan después de haber cenado y antes del desayuno, normalmente de madrugada. Es posible que este síndrome dependa en cierta medida del interés del paciente por comer solo o a escondidas, al tiempo que no es infrecuente que este tipo de pacientes presente también algún tipo de trastorno del sueño.

En cuanto al abordaje del tratamiento es complejo como suele ocurrir en el caso de todos los trastornos de la conducta alimentaria. Según la American Psychiatric Association el tratamiento del TAC ha de ser siempre individualizado teniendo en cuenta las circunstancias concretas de cada paciente. Si estas en duda sobre si sufres de TAC o crees que un familiar o amigo cercano lo puede padecer, ponte en contacto con tu médico de cabecera; él sabrá derivarte hacia un mejor consejo a la hora de enfrentarse con el trastorno. De todas formas existen tres grandes campos de intervención, muchas veces complementarios. Por un lado el del tratamiento psicoterapéutico (individual o en grupo); una segunda área sería el asesoramiento nutricional y dietético y, además estaría la posibilidad de usar medicación.

En lo que respecta al área que más afecta a los dietistas-nutricionistas la opinión de la Academy of Nutrition and Dietetics norteamericana es clara y la puedes ver en este enlace Nutrition Intervention in the Treatment of Eating Disorders, que a modo de resumen afirma que:

El asesoramiento nutricional por parte de un dietista-nutricionista acreditado, es un componente esencial en el equipo de tratamiento de los pacientes con anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros trastornos de la alimentación tanto durante su evaluación como en el tratamiento a través de la continuidad en los cuidados del paciente.

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Esta entrada participa en la III Edición del Carnaval de la Nutrición, organizado por el blog Scientia

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Foto 1: Katie Anderson

Foto 2: xJason.Rogersx