El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Las claves de los raros casos de éxito en el control poblacional de la obesidad

Tal y como te comentaba el jueves pasado, el manejo de la obesidad se resume en una historia de fracaso en lo que a Salud Pública concierne: salvo contadas excepciones (y hoy te traigo una de ellas) nadie ha controlado, y mucho menos invertido, el avance de la obesidad.

En este sentido, la mayor parte de estudios que abordan esta peliaguda cuestión coinciden en mencionar una serie de factores indispensables para, aparentemente, poder ver la luz. Entre ellos lo más repetidos, y a su vez menos puestos en práctica son dos:

  • Las administraciones han de asumir el liderazgo, en serio, para poner coto a la cuestión de la obesidad.
  • El problema ha de ser abordado de forma multidisciplinar con estrategias encaminadas a la mejoras de todos los actores implicados en el problema.

Es decir, mientras no sean los gobiernos quienes tomen el toro por los cuernos no va a haber nada que hacer… en vez de hacer el paripé, como acostumbran; y mientras el problema no sea asumido con medidas que afecten a todos los sectores implicados (consumo, entorno familiar, entorno escolar, profesionales sanitarios, publicidad, etcétera) difícilmente se observarán avances en este sentido. En sentido inverso, de no hacerse así, el problema seguirá igual, y más probablemente, peor.

Finlandia

Pero una “pequeña” localidad de Finlandia puede servir de muestra para poner en evidencia como, además de lo que dicen los estudios, en la práctica, se le puede dar la vuelta a la tortilla. Pero eso sí, para que así suceda hay que asumir en todas sus consecuencias los factores antes mencionados: que las autoridades se lo tomen por una vez en serio y, además, haya un conjunto de medidas puestas en práctica que afectan a todo el mundo.

El ejemplo concreto

Se trata de la pequeña ciudad de Seinäjoki, que tiene una población cercana a los 60.000 habitantes. En ella, tal y como pone de relieve la OMS, hace 6 años una quinta parte de su población infantil con menos de cinco años contaba con exceso de peso. Sin embargo, fruto de una amplia campaña nacional se pusieron en marcha una serie de propuestas y, a día de hoy, la población de menos de cinco año en esa situación se ha reducido a la mitad, pasando del 20% en 2010 a cerca del 10% en la actualidad. Un paso reamente impresionante, máxime teniendo en cuenta que pocos colectivos han logrado este tipo de éxitos en el terreno de la obesidad.

¿Qué como lo han hecho? pues como te decía poniéndose manos a la obra de verdad y emprendiendo una acción mancomunada, todos a una, para darle la vuelta al problema: el propio gobierno finlandés a partir de su Ley para la ciudadanía por la salud, ha decidido que “la salud” sea un criterio clave a la hora de tomar cualquier decisión política y, por ejemplo:

  • Desde la planificación de urbanismo se han cambiado los patios de las escuelas para promover la realización de más actividad física.
  • En lo que respecta a la nutrición y también en las escuelas se han rediseñado los menús para ofrecer menos azúcar con los alimentos y para procurar menús más saludables.
  • Desde el departamento de sanidad se han planificado revisiones anuales gratuitas sobre el tema con formación específica para los profesionales de la salud, al tiempo que se han dirigido campañas de educación nutricional para los padres, de forma que ahora ellos están más concienciados y saben como afrontar mejor estas cuestiones.
  • Dentro de esa estrategia nacional, Finlandia está realizando recomendaciones concretas para reducir el acceso a alimentos especialmente dulces, altos en grasas y a las bebidas azucaradas en las máquinas expendedoras de los colegios, así como normas que regulen (y se cumplan) la publicidad de alimentos dirigidos a los niños.
  • Además, los dulces, chocolates, refrescos, helados, chucherías y productos alimenticios de semejante… ralea, han sido gravados con el impuesto de comercialización más alto posible.
  • En los colegios se imparten contenidos de nutrición, dietética, salud y cocina

Pero como te decía, aunque hoy sea la ciudad de Seinäjoki la que se pone como ejemplo, todo parte de una estrategia nacional. Así, el Instituto Nacional de Salud y Bienestar Social, dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales y Salud de Finlandia, está ayudando a los municipios a que implementen las políticas nacionales. A su vez los municipios pueden realizar un seguimiento de su progreso con regularidad en los sitios web nacionales de vigilancia, además de compartir las mejores prácticas y asistir a cursos de formación para aplicar la legislación vigente incorporando la salud como una prioridad en todas sus políticas.

Lo que se hace en otros países (entre ellos España)

La incorporación en la dimensión más amplia posible del concepto de Salud Pública en todas las políticas de un gobierno, y que esta medida termine por implicar a todos los sectores, parece algo terriblemente complicado. Un asunto solo apto, parece, para países con una larga tradición en su implicación en cuestiones de Salud Pública, tal y como es el caso de los países nórdicos. Mientras que Finlandia es líder en este tipo de políticas, otros países carecen de la ¿capacidad, perspectiva, habilidad, arrestos…? para así hacerlo e integrar la Salud Pública como una prioridad en todos sus planes sectoriales.

Mientras esta perspectiva no cambie a ojos de nuestras autoridades, ya nos podemos untar las orejas con vino… ya que de poco o nada servirán aquellas medidas anecdóticas y puntuales que se propongan para mejorar la situación de la obesidad en la población española, salvo para, eso sí, maquillar una manifiesta inacción de la administración.

Al final… no hacer nada… o hacer cosas que no sirven para nada, desemboca en el mismo resultado.

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Nota: Mi agradecimiento para Adolfo Aracil Marco (@aaracil1) por hacerme llegar estos interesantes contenidos.

Imagen: Vlado vía freedigitalphotos.net

El Tratado de Libre Comercio entre la UE y los EEUU (TTIP) y los alimentos

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Hoy me meto en jardín ajeno y sinceramente no sé como saldré de él. Quiero decir que hoy pretendo acercar hasta el blog un tema que desde luego sobrepasa las cuestiones estrictamente nutricionales, dietéticas o de seguridad alimentaria. Por lo menos las más técnicas. Pero que de un modo u otro las afecta de forma importante… tanto desde una perspectiva profesional como, sin duda alguna, personal; y por consiguiente, al menos en este último sentido, también te afectan a ti en la misma medida que a mí.

Me quiero referir a lo que se conoce como el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, (Transatlantic Trade and Investment Partnership, abreviado como TTIP) aunque la verdad sea dicha… conocerse, lo que dice conocerse, se conoce bastante poco.

Si tú eres de los que, como yo, se desayunó hace poco con la existencia de este Tratado te pongo al día brevemente de lo que buenamente he podido llegar saber. Aquí tienes la escasa información oficial que brinda la propia Comisión Europea desde su web. Es decir, informan de los avances en anteriores rondas de negociación pero no informan demasiado de su naturaleza y fines. Así pues me lanzo a la piscina y te lo explico yo.

En general este tratado (TTIP) pretende con sus negociaciones progresar en el libre comercio e inversiones entre la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (EEUU). En esas negociaciones las cuestiones alimentarias no son ni mucho menos el único de los temas a tratar pero sí, uno de los que más implicaciones tiene habida cuenta de las más que notables diferencias existentes en estas materias entre la UE y los EEUU.

Así dicho la verdad no suena nada de mal, es más, para los que somos lectores habituales de ciencia ficción el tema del libre comercio, por ejemplo de alimentos, en un planeta Tierra único sin mayores diferencias geopolíticas es algo observado como natural. Pero el caso es que no estamos hablando de ciencia ficción y quizá aun falta demasiado para ese utópico futuro. O al menos las actuales circunstancias hacen muy difícil imaginarse cómo se pueden salvar las diferencias abismales en cuestiones de producción, comercialización y etiquetado referidos a los alimentos entre ambas entidades.

Más en detalle, me refiero a que las normas… e incluso las políticas de la UE y los EEUU son diametralmente opuestas en estas cuestiones: el uso de pesticidas, de hormonas y antibióticos en la producción animal, la comercialización de alimentos irradiados, la de los transgénicos y el propio etiquetado de todas estas cuestiones son terriblemente diferentes entre Europa y Estados Unidos. Aquí se sigue una política mucho más garantista (en relación a proteger la salud de los ciudadanos) a partir del uso, en no importa que área de estas cuestiones del conocido como principio de precaución, a diferencia de en EEUU en donde su política al respecto de estas cuestiones es mucho más liberal. Para que se comprenda mejor, y entiéndase que es una frase hecha, en la UE no se permiten ni la mitad de la mitad de las cuestiones que en materia alimentaria se permiten en EEUU. Sin embargo, o precisamente por ello el TTIP pretende ser un cauce para limar esas diferencias y conseguir, de un modo u otro, que lo que se produce en un lado pueda ser comercializado sin mayores cortapisas en el otro y viceversa.

La cuestión no es baladí ya que en palabras de Justicia Alimentaria Global (VSF), uno de los sectores más críticos:

“el TTIP es una especie de tratado-ómnibus en el que viajan algunas de las normativas que más protegen a la ciudadanía y al medio ambiente y el destino de ese ómnibus es el desguace”

A este tenor, te sugiero muy encarecidamente que leas este extenso escrito de esta organización en el que concreta muchas de las cuestiones en juego ya comentadas.

Lo peor del asunto, lo más turbio… lo más conspiranoico si lo prefieres es que todo este tema parece estar orquestado, principalmente, por las grandes corporaciones alimentarias. Hasta el punto que ni siquiera los miembros del Parlamento Europeo pueden acceder a los borradores de las negociaciones… y de las organizaciones sociales o de la prensa ya mejor ni hablamos. Sin embargo, los que sí están muy bien enterados y forman parte de esas negociaciones son al parecer las organizaciones que representan a los intereses de las corporaciones que, ya desde el año 2012, están intercambiando información con los equipos negociadores sobre los temas clave del tratado. Un hecho que contraviene, por ejemplo y a modo de muestra el Convenio de Aarhus, un Convenio promovido por Naciones Unidas y firmado por la UE (no por los EEUU) que la compromete a garantizar el acceso a la información, a la participación y, si fuera necesario, a la justica ambiental.

Qué pequeños somos, que poco contamos y cuán alargada es la sombra del dinero. Yo lo dejo aquí… te lo dejo aquí, mejor dicho, para que saques tus propias conclusiones.

(En el vídeo se pueden seleccionar los subtítulos en español)

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Nota: quiero agradecer a @InfoHosteleria (habitual en los comentarios de este blog) el haberme puesto al corriente de este tema vía twitter.

Imagen: Ssolbergj vía Wikimedia Commons

Sanidad pública, dietistas-nutricionistas y política

Hoy levanto de nuevo la reivindicativa hacha de guerra en favor de una profesión presente en los documentos públicos (resoluciones para la obtención del título de Dietista-Nutricionista, Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, etc.) pero totalmente ausente de facto en las administraciones, es decir y como ya comenté, quiero protestar por la actual situación de una profesión totalmente ninguneada.

Esta entrada, no estaría mal, debiera caer en manos de algún político con voluntad política. En especial en las de esos que dicen que están luchando a brazo partido por reducir el gasto público y demás en virtud de la actual y cruel crisis económica.

Y traigo argumentos de peso. De mucho peso. Los argumentos vienen de los Países Bajos (Holanda, si lo prefieren, aunque no es lo mismo). Es decir, se basan en un caso acontecido en los Paises Bajos con este colectivo de profesionales y el rifi-rafe que han mantenido recientemente con la administración sanitaria de su país. Para no extenderme lo cuento rápidamente casi en forma de telegrama:

  • Los dietistas-nutricionistas holandeses estaban en su día incluidos dentro de la cartilla de servicios sanitarios de la administración holandesa. Más en concreto (y sólo) en atención primaria.
  • Al parecer Holanda no lo está pasando tampoco bien con la crisis y decide recortar el gasto. Y lo hace sacando a los dietistas-nutricionistas de la, llamémosle, seguridad social.
  • Los dietistas-nutricionistas están agrupados en la correspondiente Asociación Holandesa de Dietistas y protestan y afirman que su labor además de eficaz ahorra recursos a las arcas públicas.
  • La administración no les hace ni caso, todo lo más, les invitan a que prueben la eficacia de su trabajo en la sanidad pública y que demuestren que al mismo tiempo sirve para ahorrar recursos.
  • Y los dietistas holandeses, va y lo hacen. Encargan un estudio externo y se lo presentan a las autoridades públicas.
  • Las autoridades públicas holandesas comprueban que en base al informe realizado por esta entidad imparcial que la labor de los dietistas-nutricionistas en atención primaria no solo es efectiva si no que además supone un ahorro de futuros problemas y complicaciones médicas y “readmiten” a los dietistas-nutricionistas.

Igualito, igualito que aquí. Por lo que a mí me consta en el Senado y el Ministerio de Sanidad español cuentan con un informe de similares características al holandés desde el año 2010, la única diferencia (es justo reconocerlo) es que el informe está presentado y elaborado por la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN) pero los datos y conclusiones son de la misma magnitud que el informe holandés.

¿Quieres ver el informe de Holanda?

Bien, aquí esta: “Cost-benefit analysis of dietary treatment” (“Análisis de coste-beneficio del tratamiento dietético”)

¿Quieres conocer la conclusión del estudio de coste-beneficio sobre el tratamiento dietético?

Es esta:

“Treatment by the dietitian has various social benefits. The health of the patient (and his family) improves, such that costs of health care can be avoided and the production of the patient increases. The treatment of patients with obesity and obesity-related diseases creates social benefits of € 0.5 to € 2.3 billion over a period of five years. For every € 1, – spend on dietary counseling of these patients, society gets a net € 14,- to € 63, – in return: € 56, – in terms of improved health, € 3, – net savings in total health care costs and € 4 , – in terms of productivity gains.”

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“El tratamiento practicado por un dietista-nutricionista aporta diversos beneficios sociales. La salud del paciente (y la de su familia) mejora, de esta forma se evitan costes en la atención sanitaria al tiempo que se genera un menor número de pacientes. En un periodo de 5 años se estima que el tratamiento de los pacientes con obesidad y sus enfermedades relacionadas supondrá un ahorro de entre 0,5 a 2,3 mil millones de euros. Por cada euro invertido en el asesoramiento dietético de estos pacientes, la sociedad recibe a cambio un neto de entre 14 a 63 euros: 56 euros en términos de mejora de la salud en general; 3 euros en el ahorro neto del coste de las atenciones sanitarias; y los otros 4 euros en términos de aumento de la productividad [se entiende del paciente que coge menos bajas]”.

 

Señores políticos: ¿no estaban interesados en ahorrar en gasto público? que no digo ya en mejorar la salud de la población.

Si la poblacíon neerlandesa es de unos 17 millones de habitantes y la incorporación del dietista-nutricionista supone un ahorro en 5 años de unos 0,5 a 2,3 mil millones de euros, una cantidad de ahorro proporcional para la población española (50 millones de habitantes) rondaría los 1,5 a 6,7 mil millones de euros. Pues eso. Mecagüenlamar.