El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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El plato para comer saludable (traducción oficial de la guía alimentaria de Harvard)

A estas alturas no creo que nadie se extrañe si digo que la guía alimentaria Healthy Eating Plate es mi preferida de entre las más conocidas. Creada por el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard reúne buena parte de los conceptos alimenticios y nutricionales que a día de hoy se pueden hacer llegar a la población general. Tanto en formato como en contenidos, me parece la herramienta “oficial” más válida. Desde su lanzamiento en 2011 ha contado con bastante buena aceptación y difusión. Sin embargo, una de sus pegas más prácticas como herramienta era que solo se podía encontrar la versión oficial en inglés.

Así, para tratar de hacerla más accesible a un mayor número de personas en todo el mundo esta institución ha tenido la buena idea de traducirla a 14 idiomas, incluido el español y al español de España (sí, han hecho dos).

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En un resumen especialmente conciso de este icono podría decirse que en él hace hincapié en unos concretos aspectos saludables, a saber: el consumo de determinados grupos de alimentos como los son el de las verduras, las frutas, las proteínas con un origen saludable, los cereales integrales, los aceites saludables y el agua. Al mismo tiempo, y con poco lugar a los equívocos se aconseja…: limitar el consumo de alimentos elaborados a partir de cereales refinados, la carne roja, la mantequilla y los productos lácteos, y evitar los embutidos, las carnes procesadas, los alimentos con grasas trans y las bebidas azucaradas.

Las palabras están escogidas con precisión quirúrgica habida cuenta de su escasez en una herramienta que ha de ser eminentemente visual, de modo que donde pone limitar es eso, “no abusar”; y donde pone evitar, lo mismo, es decir y en este caso, prescindir.

Aspectos mejorables…

Por resaltar algunos detalles con los que no coincido plenamente en la versión traducida al español para España citaré que en el apartado de las grasas (arriba a la izquierda) lo que en mi opinión debiera pone al final para ser más acordes con la versión en original en inglés (limit butter) es “limitar la mantequilla” y no, como pone “limite la margarina (mantequilla)”. En el mismo apartado, cuando menciona incluir como fuente saludable de grasas la de los aceites de oliva o el de canola, sin lugar a dudas habría que haber cambiado la expresión de este último aceite por “aceite colza” que es como verdaderamente se conoce en estas latitudes el aceite con ese origen. (Nota: el aceite de colza, a pesar de las negativas connotaciones que tiene su imagen en España, es un producto que, no adulterado, tiene unas propiedades nutricionales francamente interesantes y que se comercializa sin ningún problema en prácticamente todos los países de nuestro entorno… menos aquí).

En el apartado de los cereales (en medio y a la derecha) hubiese prescindido de la expresión “granos” (traducción literal del inglés grains) y en su lugar hubiese dejado un mensaje como por ejemplo: “Coma alimentos procedentes de cereales integrales variados (como pan, pasta y arroz integrales) limite los alimentos con cereales refinados (como el pan blanco o el arroz pulido).

Por último al hacer referencia a los alimentos que son fuente de proteínas saludables (abajo y a al derecha) hubiese traducido nuts como «frutos secos naturales» en vez de por “nueces”; y en vez de evitar los “fiambres” (cold cuts) mi propuesta hubiese sido «evitar los embutidos».

Lo mío desde luego no es la traducción… pero considero que ya puestos poco costaba haber hecho algo un poco más adaptado, de verdad, a la población española. En cualquier caso ahí queda para quien le interese, sabiendo, eso sí que desde mi punto de vista esta sigue siendo la mejor guía dietética que conozco.

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Imagen: Derechos de autor © 2011 Universidad de Harvard. Para más información sobre El Plato para Comer Saludable, por favor visite la Fuente de Nutrición, Departamento de Nutrición, Escuela de Salud Pública de Harvard, http://www.thenutritionsource.org y Publicaciones de Salud de Harvard, health.harvard.edu.

La era de los “platillos nutrientes”

Ya comenté hace varios meses la nueva estrategia de la administración norteamericana encargada de dirigir mensajes a la población general sobre el qué, cuánto y cómo comer mejor. Realmente no es nueva, es la más reciente y es la que está en vigor. Se trata de la sustitución de la clásica pirámide por el plato (más en concreto, mypyramid por myplate) No era nueva ni tan siquiera cuando lo reflejé en el blog porque la estrategia se puso en marcha a principio de 2011.

 

En su momento alabé el cambio porque, en esencia, con él se consigue un mensaje mucho más conciso y gráfico que la complicación de la pirámide, y más tal y como la habían “aviado” en los últimos años los norteamericanos con complicadas estratificaciones verticales desde su vértice hacia la base, en vez de las clásicas divisiones paralelas a la base. No tuvo éxito, y no me extraña.

Sin embargo la estrategia del plato sí que lo está teniendo, éxito me refiero. Tanto que en la actualidad son muchas las organizaciones y sociedades científicas que han apostado por pasarse a esta nueva herramienta. Como digo, me parece mucho más práctica y comprensible.

Una de las primeras adaptaciones y también críticas al myplate de la USDA (United State Deparment of Agriculture) vino desde este mismo país, en concreto de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard que utilizando el mismo modelo hizo algunas matizaciones que en mi opinión particular no han supuesto otra cosa que mejoras. En este caso, se ha dado en llamar “Plato de la Alimentación Saludable” (Healthy Eating Plate) y la puedes consultar en este enlace.

Pues bien, la –plausible- moda de estos platillos ya ha llegado también a España. En concreto, la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad) y la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición) acaban de editar su particular versión a la que han denominado “El Plato Ideal”. Y lo han hecho aprovechando que el pasado 14 de diciembre se conmemoraba el Día Nacional de la Obesidad en España. Si quieres puedes consultar el documento en cuestión en este enlace.

La utilización de platos en vez de pirámides sigue siendo para mí una buena medida, con probabilidad de ser más efectiva si se quiere que es de lo que se trara… pero siempre y cuando se respete la idea, me imagino original, de conseguir lanzar un mensaje más visual, más inmediato y menos complicado. Por eso, si se me lo permite, “El Plato Ideal” ha dado un paso hacia atrás en este planteamiento y ha vuelto a enmarañar la información que debiera ser escueta y básica con detalles a mi juicio innecesarios, al menos en una herramienta elemental. Estos mensajes excesivos hacen referencia a mencionar el tamaño concreto de las distintas raciones de los diversos grupos, el detalle de los gramos, al número de raciones por día o por semana… ¡uf! para mí son cuestiones que lejos de ayudar a la población, complica el mensaje y quizá, quién sabe si llegado el caso, hace creer a la población que es necesario vivir esclavo de una báscula de cocina y de la cuantificación ultradetallista.

Otro de los aspectos que no me han gustado es la referencia al consumo de lácteos. Myplate también lo observa, pero el Healthy Eating Plate de Harvard no, esta era una de sus modificaciones. Al mismo tiempo “El Plato Ideal” patrio es el único que incluye una referencia al consumo de bebidas alcohólicas entre la población adulta, referencia que no se encuentra ni en el de la USDA ni en el de Harvard. En concreto el “plato Ideal” dice (es un documento pdf de tres páginas):

Vino y cerveza. Los adultos pueden tomar un poco de vino o cerveza en las comidas, pero recuerda que cada gramo de alcohol lleva 7 kcal, y que el consumo debe ser moderado.

En resumen, pese a ser un herramienta más válida que la pirámide y por tanto considerada como una mejora, la impresión que me da es que en el español “plato ideal” se ha reunido (mezclado si se quiere) toda la información de los platos anteriormente editados (los de la USDA y Harvard) y se le han incluido también los para mí aspectos mejorables que tenía y tiene la pirámide de la alimentación saludable de la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria) en especial con el tema del vino y cerveza… unas pleitesías nada recomendables para la credibilidad de la ciencia. Una oportunidad perdida para hacer las cosas mejor.

Mientras tanto y como ultraresumen de lo que debiera quedar claro con respecto a lo que para mí han ser unas recomendaciones adecuadas y sencillas, me sigo quedando con el Healthy Eating Plate de Harvard, y si se quiere una síntesis de este con los tres consejos en seis palabras.