El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Los productos milagro para adelgazar inducen un ‘efecto liberador’ frente a la comida

Capsula coheteEstá guay, muy guay, eso de preocuparse por adelgazar cuando las circunstancias personales de cada uno lo ponen de relieve. Cuando se consigue de verdad, el hecho de ir restándole kilos a nuestra existencia suele implicar un mejor pronóstico de salud, una mayor seguridad personal, la satisfacción de los objetivos alcanzados y, para mí última instancia, una mejoría en la imagen.

No obstante, al afrontar las posibles soluciones asociadas al hecho de adelgazar, las personas implicadas se enfrentan a una primera dicotomía que les obliga a tomar una decisión. Me refiero al “cómo”. Se puede hacer “bien”, tomando las medidas oportunas que implican un cambio en los hábitos de vida que en cada caso le han llevado a cada a ir incrementando su peso de forma paulatina… y se puedo hacer “mal”, es decir, usando cualquiera de las muy frecuentes y ubicuas “soluciones adelgazantes” que en realidad solo son meros artificios cosméticos especialmente diseñados para tranquilizar conciencias y de esta forma reafirmar al usuario en la confianza de que algo ya se está haciendo para atajar el problema del sobrepeso. Hacerlo “mal” y recurrir a esos artificios cosméticos implica, por ser más claro, recurrir a los denominados como “productos milagro” (entre otras posibles malas soluciones).

Sin embargo, tal y como se ha puesto de manifiesto en numerosas entradas a lo largo de los casi cuatro años de existencia de este blog, no existe ni uno solo de esos “productos milagro” que haya conseguido demostrar per se el ser eficaces en eso de “ayudarnos a adelgazar”. Ni la alcachofa, ni la cetona de frambuesa, ni la garcinia cambogia, ni el ojo de halcón, ni las pulseras o pendientes adelgazantes, ni la faseolamina, ni el vinagre de manzana, ni la capsaicina, ni el té verde, ni el café del mismo color, etcétera… han aportado pruebas concluyentes de resultar eficaces en estas cuestiones. Sí, ya sé que hay muchos, algunos incluso que no se han tocado en el blog, pero insisto: ninguno vale. Ninguno. Por algo se llaman productos milagro.

Pero hay peores noticias…

De todas formas lo peor de tomar cualquiera de estos suplementos adelgazantes no es que no hagan nada ni tampoco está en el hecho de dejarse una pasta (porque encima son bastante caros, y más teniendo en cuenta su nula efectividad)… lo peor es que su uso es, a la larga contraproducente para los intereses de las personas que se deciden en un momento utilizarlos. Y no me malinterpretes, porque si bien su efecto “metabólico” no ayuda adelgazar, tampoco estoy diciendo que a partir de ese mismo efecto hagan engordar.

Lo que sí que ocurre es que los usuarios que recurren a estas “soliuciones” obtienen de su subconsciente una respuesta “liberadora” que se traduce en una mayor indulgencia a la hora de realizar aquellas elecciones dietéticas menos indicadas para sus propósitos. Total, “yo ya me estoy cuidando con la pastilla… y por tanto me puedo permitir el exceso dietético” vendría a ser una forma de resumir el hecho.

Así, con la obtención de esa sensación liberadora los usuarios se relajen en el control de la ingesta porque para ello han hecho descansar en el producto milagro la consecución de los objetivos programados, es decir de adelgazar. Es una consecuencia psicológica subconsciente,  no intencionada que podría implicar a la larga la ganancia de peso. Justo lo contrario de lo que se persigue. Toma paradoja.

Digo lo que digo porque tal es como se ha puesto de relieve en un reciente estudio titulado The liberating effect of weight loss supplements on dietary control: a field experiment (El efecto liberador sobre el control dietético de los suplementos para perder peso: un experimento en contexto real). El estudio participaron 70 mujeres de entre 18 y 34 años que pretendían perder peso. Una vez separadas en dos grupos, a las del primer grupo se le aportó una pastilla informándoles de que era un placebo (es decir, haciéndoles saber que lo que les estaban dando no servía para nada o lo que es lo mismo “condición control de placebo conocido”) y a las del segundo se les dio la misma pastilla (es decir, también un placebo) pero informándoles de que era un verdadero suplemento para la pérdida de peso.  Dentro de la dinámica del estudio se les informó a las mujeres de ambos grupos que se les iba a premiar con un almuerzo tipo bufé libre… y los investigadores tomaron buena nota de cuáles fueron las reacciones de las mujeres de ambos grupos ante el fastuoso ágape.

Los resultados, los que de alguna forma ya te he contado:

Las mujeres que creían haber recibido un suplemento para perder peso real comieron significativamente más cantidad de alimentos y con un perfil nutricional menos saludable para sus intereses que aquellas que sabían que su pastilla no servía para nada porque para eso ya les habían informado previamente de ello.

En resumen, el uso de suplementos para perder peso, cualquiera, además de no haber demostrado servir para nada, sirve para que las personas que los usan depositen la confianza en el producto que toman para adelgazar. Por tanto, se aumentan las probabilidades de comer de más o peor (total… ya tienen su escudo frente a la ganancia de kilos… deben de pensar) retrasando en el tiempo las verdaderas soluciones que sí les llevarían a perder los kilos de más.

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Nota: Mi agradecimiento a la compañera Rosa María Espinosa por hacerme partícipe de esta información.

Imagen: iosphere vía freedigitalphotos.net

La dieta del grupo sanguíneo: tan útil como la del color de ojos

Jeringa

Como ya he dicho a menudo, las diferentes dietas milagro que en la actualidad gozan de una mayor o menor presencia en la población general distan mucho de ser novedosas. Algunas, las más clásicas, conviven sin apenas variaciones desde tiempo casi inmemorial entre nosotros. Entre estas, las más típicas serían por ejemplo, la dieta de la alcachofa, la de la sopa de col (con amplio seguimiento en el mundo anglosajón), la del sirope (de arce)… y, por supuesto, la del grupo sanguíneo. Cierto es que estas dietas “clásicas” alternan periodos de esplendor con otros de aletargamiento, pero a fin de cuentas siempre están ahí para poder echar mano de ellas cuando la absurda necesidad por encontrar una solución mágica, rápida… pero también ineficaz, aprieta. Otras, menos clásicas en su apariencia, no suelen consistir en otra cosa más que en un lavado de cara de otras dietas anteriormente olvidadas a las que se le cambia el nombre, se le pone una imagen diferente y se las recicla… uno de los ejemplos más típicos de este caso sería la dieta Dukan… una dieta hiperproteica como cualquier otra anterior pero con el sello de calidad de un médico francés. Es decir, más de lo ya conocido (y olvidado en cierta medida) pero con otro nombre y merchandaising para que parezca algo nuevo.

Bueno, a pesar del rutilante éxito del ya casi extinto método Dukan (quién lo hubiera dicho hace un par de años, ¿eh?) el post de hoy está dedicado a una de las clásicas, una de esas que apenas sufren modificaciones a lo largo del devenir de los años. Me refiero a la dieta del grupo sanguíneo.

¿En qué consiste la dieta del grupo sanguíneo?

Este sistema dietético es aquel que postula que nuestra salud se va a ver influida de forma importante en virtud de nuestro patrón alimenticio (algo con lo que no cabe sino estar de acuerdo) pero que a su vez habrá de ser diferente en base al grupo sanguíneo de cada persona. Es decir, la dieta del grupo sanguíneo postula que con el fin de obtener un máximo beneficio sobre la salud, incluido el adelgazar, cada persona debería comer de forma diferente en base a los diferentes grupos sanguíneos básicos A, B, AB y 0. No tengo la menor intención de entrar a definir que es lo que deberían comer y evitar las personas en función de su grupo sanguíneo, para eso ya están las páginas que defienden su utilidad… Quién mejor que el hijo del fundador de esta propuesta dietética (y principal impulsor actual de la misma) para que nos explique en qué consiste la dieta ideal de las personas con el grupo A, con el grupo B, con el grupo AB… y con el 0. Así pues, hablando como es el caso de una “dieta generacional” en el sentido de que es el hijo el que defiende las propuestas originales del padre, creo preciso hacer un poco de historia.

La historia de la dieta del grupo sanguíneo

SangrePara conocer el germen de este planteamiento es preciso retrotraerse hasta principios del siglo XX cuando Karl Landsteiner descubrió y tipificó los grupos sanguíneos que hoy conocemos como A y B, y su distinta expresión fenotípica en virtud de los 4 serotipos que todo el mundo conoce: A, B, AB y 0.

A partir de este conocimiento con importantes implicaciones en el terreno de las transfusiones un tal James D’Adamo (el padre) se inventó allá por la década de los años ’50 una película que, carente de todo rigor científico, tenía cierta lógica interna a la luz de la ciencia de aquellos años. En resumen, el argumento de esa película viene a decir que la existencia de los distintos grupos sanguíneos no serían otra cosa que el fruto de la evolución y que surgieron como respuesta al distinto entorno alimentario en el que vivieron nuestros antepasados. Así, según el inventor (que gran adjetivo) de esta teoría el grupo 0 se consideraría el fenotipo “ancestral” o primigenio, grupo a partir del cual evolucionaron el resto (algo bastante cuestionable de entrada ya que todo apunta a que realmente fue el grupo A ese serotipo “ancestral”). En este caso pues el grupo 0 sería el cazador-luchador y le correspondería comer cosas que se hacían bajo este perfil (y evitar el resto), el grupo A sería el recolector-agricultor (ídem que anterior), el grupo B el ganadero (ídem que anteriores) y el grupo AB, el más evolucionado, sería una mezcla de los dos anteriores y podría beneficiarse, más o menos, de una dieta mixta.

La verdad sobre la dieta del grupo sanguíneo

A pesar de lo bonita de esta historieta y de lo coherente que pudiera resultar a primera vista y en aquellos años, se trata de una patraña como la copa de un pino a la luz de evidencia más actual.

Aunque jamás de los jamases sus defensores (primero el padre y luego el hijo, Peter) han podido demostrar fehacientemente su eficacia (lo que le va bien a las personas de un grupo sanguíneo le va mal a otro y viceversa) este método ha gozado de tiempo en tiempo de cierta relevancia entre la población general, nunca entre la comunidad sanitaria. Precisamente por su elevado impacto popular se han publicado algunos artículos que dejan más que clara su escasa validez. El primero de ellos una revisión sistemática de todo aquello que pudiera aportar cierta luz sobre el tema: Blood type diets lack supporting evidence: a systematic review (Ausencia de pruebas que apoyen la evidencia del grupo sanguíneo) que deja poco margen para la duda ya en su título… y concluye que:

En la actualidad no existe ninguna evidencia que otorgue validez a los supuestos beneficios sobre la salud de las dietas basadas en el grupo sanguíneo. Para validar sus afirmaciones, se requerirían estudios que compararan los resultados de salud entre aquellos participantes que siguieran una dieta en base a su grupo sanguíneo concreto (grupo de intervención) y aquellos otros participantes que continuaran con una dieta estándar (grupo control) con el mismo grupo sanguíneo.

Y claro… a pesar de lo que ha llovido desde los años ’50 y como esto no se ha hecho… no hay pruebas de que funcione.

Otro de los artículos, más reciente, de 2014: ABO genotype, ‘blood-type’ diet and cardiometabolic risk factors (Los genotipos A, B y 0; las dietas en base al grupo sanguíneo y los factores de riesgo cardiometabólico) concluye que:

Seguir determinadas propuestas dietéticas según el patrón de las conocidas como dietas del grupo sanguíneo está asociado con algunos beneficios sobre los factores de riesgo cardiometabólico. Sin embargo, estas asociaciones son independientes del genotipo A, B, AB o 0 de los individuos. Por tanto, estos hallazgos no apoyan la hipótesis de las dietas basadas en los grupos sanguíneos.

Alerta fraude

¿Qué quiere decir esto? Pues muy sencillo, que alguna de las cuatro propuestas típicas que se incluyen dentro del planteamiento dietético “del grupo sanguíneo” parece ser beneficioso para la salud cardiovascular, pero que el efecto de dicha dieta, es independientemente beneficioso del grupo sanguíneo del individuo. Es decir, imaginemos que alguien propone tres dietas diferentes en virtud del color de ojos: marrones, verdes o azules. La primera dieta podría estar caracterizada (por decir algo) por la riqueza de dulces, bollería y refrescos; la segunda por la presencia de grasas trans, sal y la ausencia de fibra… y la tercera, para los de ojos azules, por verduras, frutas y hortalizas. Lo que nos está queriendo decir este estudio es que, efectivamente, hay una dieta dentro del planteamiento “come en virtud del color de tus ojos” que es más beneficiosa que el resto (la dieta para ojos azules) pero que esta es beneficiosa con independencia del color de ojos.

¿Y cuál es la dieta que según la teoría de “come según tu grupo sanguíneo” es más beneficiosa… pero para todo el mundo? Pues sin lugar a dudas aquella que supuestamente está indicada, solo, para personas con grupo sanguíneo A. Es decir, la que enfatiza un amplio consumo frutas y verduras, al tiempo que un bajo consumo de productos cárnicos. Algo que no tendría que extrañar a nadie ya que este patrón es similar al que recomiendan todas las instituciones sanitarias serias con el fin de reducir el riesgo de las enfermedades cardiovasculares.

La puntilla adelgazante

Además de lo dicho, suficientemente contundente y de rabiosa actualidad, en 2007 el Ministerio de Sanidad Español realizó una revisión de las dietas milagro más frecuentes en nuestro entorno en la que la dieta del grupo sanguíneo era una de las incluidas. Así, en un trabajo firmado por la Organización Médica Colegial, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición y la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética se afirma de esta dieta que:

No existe una relación comprobada desde el punto de vista científico entre el tipo de sangre y la utilización de tejido graso. La prohibición de alimentos hace que la dieta esté asociada con sensaciones de hambre y sufrimiento, e induce a la pérdida de masa libre de grasa, en vez de masa grasa.

Por su parte el portal de Internet MedLine (un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU) incluye esta estrategia adelgazante dentro de las consideradas dietas milagro o de moda.

A pesar de lo dicho, todo apunta a que los libros que promueven esta solemne tontería a partir de diversos autores, además del original, seguirán siendo un éxito editorial. Es lo que tienen los clásicos… que mucha gente es fiel a ellos .

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Nota: agradezco a Luis Jiménez (@centinel5051) y a Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) sus aportaciones para la realización de este post

Imágenes: gameanna, dream designs, Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Madres dietéticamente ineptas (por ser suave) y víctimas de la publi

Ineptas, incapaces, inútiles… e incluso negativas, perniciosas, dañinas. Me refiero a ese tipo de madres que el otro día ponía de relieve una comentarista (“Una”) en esta entrada a colación de la educación nutricional que transmitimos a nuestros hijos a propósito del Día Nacional de la Nutrición 2014. Te lo copio-pego para que veas la simpleza y juzgues por ti mismo/a

Hace un par de semanas una amiguita de mi hija (7 años) me decía, mientras se estaba comiendo una manzana para merendar, “es que mi madre me ha puesto a dieta porque tenemos una comunión”.

Ayer se metió entre pecho y espalda para merendar un bocata y un croasan.

A mi entender, con el bocata, era suficiente. Pero lo que más me impactó es… ¿cómo puede decirle su madre que la pone a dieta para que quepa en la ropa porque tenían una comunión y nada más pasar, otra vez a comer guarradas?

Es de locos y de poco sentido común…

Mi madre me ha puesto a dieta porque tenemos una comunión”… Ya ves con 7 años. ¿Pero qué clase de madre es esa? ¿Qué valores le está transmitiendo a la niña en cuestión… es más, incluso a las amigas de su hija…? Por favor, un poquito de respeto… de seriedad… de responsabilidad… de sentido común, tal y como decía “Una”.

Luego no me extraña que pase lo que pasa, y conste que no hace falta ser madre para debutar con estas estupideces, probablemente esa niña, antes de ser madre y si la estupidez generacional no ha calado en ella (Dios no lo quiera) se ponga a hacer de las suyas por su cuenta… a dar ejemplo. Y además contará con todo el tonto-arsenal que aquellas empresas con pocos escrúpulos pongan a su disposición para invitarle, empujarle y animarle a seguir haciendo estupideces dietéticas. Empresas que se publicitan en medios acríticos con estas circunstancias.

Quieres ejemplos. Allá van dos (solo dos, por no aburrir más que nada)

Bikini PompadourAquí tienes la gloriosa publicidad de temporada (bikini) que se ha marcado Pompadour.

Un coctel de infusiones sin pies ni cabeza en cuanto a sus pretenciosas e inútiles alegaciones: eliminar toxinas –ya ves– eliminar líquidos y mantener la línea. ¿Esto que no hace lo que dice que hace no debería ser catalogado de fraude? Desde mi punto de vista contraviene, tanto la legislación correspondiente al alimento como la de publicidad. Pero bueno, nada nuevo bajo el sol o que no conozcamos. La cosa en este caso tiene algo más de miga (y aprovecho para relacionarlo con el tema que nos ocupa) La foto de la izquierda está tomada de la publi que este fin de semana pasado podíamos encontrar entre las páginas de un suplemento, pero no cualquiera, es “Mujer hoy”, un suplemento que se define como “Revista especializada en el público femenino”… Menuda especialización. En lo que se refiere a su publicidad podría mostrar un poco más de delicadeza en vez de apretar los imaginarios, anacrónicos y sexistas golletes de la discriminación sexual en base a los estereotipos de la imagen femenina y demás. Y no, no es una excepción, no hace mucho pudimos ver esta otra publicidad en el mismo suplemento, esta vez a cargo de Lipograsil -ya ves, otra vez- En esta ocasión, además, con un tinte sexista muy feo.

Dieta lipograsil

No sé, me parece que una revista verdaderamente preocupada de las mujeres debería criticar estas cuestiones, su contenido y como son tratadas, antes que dar pábulo a: 1) Productos milagro y; 2) el machismo más retrógrado (disfrazado de feminismo) en relación a hacer, aun más si cabe, a las mujeres esclavas de su imagen (y con chorradas).

Con la forma de permitir este tipo de publicidades, con lo presentes que están y con la presión que hacen, no me extraña que cuando llegue el momento esas niñas de 7 años, ya creciditas, reaccionen como estas mujeres en este otro anuncio, esta vez a cargo de Bimanan… ignominioso.

Pero soy yo que tengo la mente muy sucia o a juzgar por lo que se ve en este anuncio estas mujeres… ¿están o no como… muy bien? ¿Acaso necesitan adelgazar? ¿No sería más recomendable que hicieran lo contrario? En fin.

Señores de las empresas en cuestión, señores publicitarios, señores de los medios (prensa, tv, etc.) y madres dietéticamente ineptas… algún día alguien, quien corresponda, les llamará al orden. Espero que sea temprano. Lo que están haciendo por la salud (física y mental) de la población, femenina en este caso, no tiene nombre. Yo os repudio.

Firmado: el padre de dos niñas de 5 y 9 años.

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¿Ha muerto, acaso, la Operación Bikini?

Chica_básculaEl pistoletazo de salida de la Operación Bikini se parece más a un imaginario disparo en la sien que a otra cosa. De todas formas, para ser sinceros la frontera entre la Operación Bikini y el día a día cada vez me resulta más difusa. Quienes intentamos vivir de esto desde hace una serie de años tenemos, a resultas de esta perspectiva y de las actuales circunstancias, una visión particular del asunto. Me explico.

Respetando las normales discrepancias, mi perspectiva es que hasta hace no mucho tiempo había esencialmente tres momentos bastante definidos en el curso de un año natural en los que la tarantela adelgazante era especialmente patente, a saber: la campaña de nuevos y buenos propósitos de principio de año; la consabida operación bikini y; la vuelta de las vacaciones allá por el mes de septiembre más o menos. Todas ellas auspiciadas por diversas circunstancias que podría, cada una de ellas, ser objeto de un análisis particular. Pero eso hoy no toca.

Como digo, en mi opinión, las fronteras entre el comienzo de cualquiera de estas campañas y la siguiente es cada vez más ambigua… y no porque cada una de ellas se dilate en el tiempo hasta el punto de confundirse el momento de finalización de una con el principio de la siguiente, no. Se trata de que ya no hay campañas tal y como las entendíamos hace unos años y sí más de ser conscientes que la presión es tan constante que las campañas en sí son difíciles de distinguir. El caso es que la ¿evolución? de los tiempos nos ha llevado a una presencia continua de estas cuestiones adelgazantes. ¿Evolución entre interrogantes? sí, a modo de pregunta. Lo planteo así porque aunque en el concepto tal cual de evolución no esté presente el sentido de avance, creo que “evolución” implica para el común de los mortales un sentido de “avance” que se contrapone al de “involución” que, este sí, tiene claramente señalado un sentido de retroceso. Por eso digo que, al obtener una realidad negativa, peor que la anterior, a este cambio en las circunstancias se le debería atribuir un carácter más involutivo que evolutivo.

Así, prácticamente cada día, sin esperar a una temporada concreta saltan a la palestra asombrosos planteamientos dietéticos que persiguen esa pérdida de peso. No tienes más que darte una vuelta por el blog y contrastar sus contenidos. Los libros adelgazantes con mensajes complacientes a base de curiosos planteamientos dietéticos, el «descubrimiento» de turno de algún complemento milagroso, etcétera, ya no esperan al principio de año a al mes de mayo para darse a conocer… no. Los tenemos constantemente presentes en nuestras vidas y, si acaso, en esas épocas concretas a las que me refiero se realiza una ligera mayor presión. En cualquier caso nada tan descarado como lo de antes.

De todas formas eso no quita para que precisamente en esos momentos convenga hacer un llamamiento a la cordura y a la sensatez procurando que la especial debilidad de los consumidores no les convierta en víctimas propiciatorias de un entorno proclive al engaño a partir de fantásticas (nunca mejor dicho) promesas. Con este fin, ayer domingo participé en el programa Ser Consumidor de la Cadena Ser junto a otros destacados invitados (Julio Basulto, Juanjo Cáceres, Clotilde Vázquez y Elena Espeitx) y con Jesús Soria como maestro de ceremonia. Se trata de un monográfico totalmente dirigido al tema de “hacer dieta”: sí, no, de qué tipo, cuándo, de qué forma, con quién, sus mitos, etcétera. Te lo dejo en este enlace de a continuación. Espero que te guste.

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Imagen: marin vía freedigitalphotos.net

Dietas depurativas: tan abundantes como absurdas

Praisaeng vía freedigitalphotos.net

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A estas alturas del año, pasada la vorágine de las fiestas de Navidad y con los “nuevos” buenos propósitos, es probable que hayas tenido alguna tentación de ponerte a seguir una dieta depurativa. De hecho, esta época es la fetén para que este tipo de absurdos planteamientos hagan mella en tu bolsillo. Su seguimiento, además, servirá casi con toda probabilidad para aumentar tu sabiduría sobre procedimientos dietéticos estúpidos (ya ves que pedazo de ventaja), y quien sabe si incluso tu salud pueda verse afectada en sentido negativo. Un lujazo, vamos.

Dieta depurativa, a partir del método de turno que corresponda, suele ser el reclamo publicitario más visible: suena bien, es molón y aporta ese toque de buen rollo con el que tantas veces los misiles de las alegaciones fraudulentas tratan de derribar el dique de nuestra racionalidad… pero hay otras expresiones de similar calado, es decir, ninguno: dieta detoxificante (o solo detox), dieta purificadora, dieta para eliminar toxinas. Así, Internet, los establecimientos de herbodietética e incluso (tristemente) no pocas farmacias ponen a disposición de quien quiera ser su cliente un amplio abanico de soluciones depurativas… a cuál más ridícula.

¿Por qué son tan molonas?

En esencia ya lo conté en esta entrada, porque nos dicen aquello que queremos oír. Porque su planteamiento buenrollista resuena de forma eufónica en el interior de nuestro ser. Pero que algo “suene” bien no es garantía de que funcione. Ni mucho menos. Sucede algo muy parecido a la ya comentada actitud de “compensar”. De hecho en el concepto de dieta depurativa subyace el mismo posible error que con el tema de “compensar”. A fin de cuentas se trata de algo muy parecido; más o menos se trata de tomar consciencia de que se ha hecho mal durante un determinado tiempo para puntualmente seguir un patrón más o menos restrictivo, con el fin de abandonarlo en un periodo de tiempo también más o menos corto… y de esta forma volver a la casilla de salida en una especie de dietética espiral infinita.

¿En qué consisten?

Hay muchas y por tanto sus características son variopintas, pero suelen consistir en seguir un patrón de alimentación normalmente muy escaso con una presencia importante de frutas, vegetales en general, zumitos… otras veces están vinculadas a la toma de determinados yogurcitos, cereales de desayuno, etcétera. Muchas de ellas también están planteadas por sistemas comerciales con nombre propio y a base de preparados o sustitutivos de comidas.

No pocas personas asocian el efecto depurativo o desintoxicate al hecho de “evacuar”. Es decir, para muchos este efecto no es más que una forma más o menos chic de decir que sirve para ir al baño. Vamos, que las dietas depurativas son dietas para cagarse. Al final la pregunta que hay que contestar es una…

Pero, ¿tenemos que depuranos, o tenemos que detoxificarnos?

La respuesta ha de ser contundente: claro que sí. Y para ello nuestra biología tiene establecidos sistemas que llevan a cabo estas acciones. Nuestros riñones, nuestro hígado…, realizan estas acciones diariamente y sin que les pidamos el favor de que lo hagan de forma especial. Es decir, no hace falta seguir ninguna dieta depurativa cuando esta es planteada como un periodo dietético de quita y pon. Lo que se aconseja es seguir una dieta saludable constantemente y que cada sistema funcione dentro de las mejortes condiciones que, constantemente, sus propietarios, es decir, nosotros, seamos capaces de ofrecerle.

Además, el tema de la cuestión desintoxicante o depuradora referido a la dietética se enmarca de forma habitual entre aquellos sistemas alternativos poco recomendados y con una escasa (por no decir nula) aceptación entre la comunidad sanitaria reconocida, tal y como se pone de manifiesto en este estudio.

Por último, estas cuestiones depurativas y detoxificantes reúnen, siempre, más de una de las “banderas rojas” que caracterizan a las denominadas dietas milagro o populares: sacar conclusiones simplistas de cuestiones complejas, incluir la compra de, vete a saber, que productos, hacer listas de alimentos buenos y malos, prometer resultados rápidos, etcétera.

Así que ya sabes, pasa de este tipo de dietas y retoma cuanto antes un patrón de alimentación adecuado. Tu bolsillo, tu tranquilidad y tu salud te lo agradecerán.

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Stuart Miles vía freedigitalphotos

Stuart Miles vía freedigitalphotos

Esto empieza a ser un clásico. Me refiero a la clasificación que anualmente hace la Asociación Británica de Dietética (BDA) sobre las dietas milagro que más riesgo tienen de popularizarse entre la población general el próximo año, al menos entre la población británica. Y bueno, como no están tan lejos y conocemos de sobra el comportamiento viral de este tipo de absurdeces dietéticas, es también bastante probable que notemos su influencia por estos lares. Así ocurrió si recuerdas con la dieta OMG que estaba en la clasificación del año pasado (que se abordó convenientemente en el blog en este enlace y en este otro) y que llegó hasta España a bombo y platillo… y poco impacto, afortunadamente.

Pues bien, en esta nueva edición tenemos nuevas y dantescas incorporaciones (aunque algunas sean viejos planteamientos, como ya veremos) y algunos sean viejos conocidos. Vamos allá con este ignominioso y actualizado ranking.

5º puesto

Ocupado por uno de esos viejos conocidos a los que aludía. Me refiero a la dieta o o método Dukan. Un astro que al parecer está en un ocaso anunciado en el mundo de las dietas milagro. Recordemos que sus planteamientos ocuparon el número uno de esta poco honorable clasificación en las tres últimas ediciones. Qué decir que no se conozca ya de este maravilloso método; así que pasemos al cuarto puesto… ¡Ah sí!, se me olvidaba, se puede decir, por ejemplo, el dato sin importancia que recoge la BDA en su clasificación: que a su creador, Pierre Dukan, este año 2013, se le ha prohibido ejercer como médico de cabecera en Francia. Significativo. Sigamos

4º Puesto

Otro “sistema adelgazante” que repite presencia, y puesto, este año con respecto al anterior y que hace dos años ocupaba el 2º puesto. Se trata de de la práctica de la alcorexia o también llamada drunkorexia. Está claro que se me acumula el trabajo, el año pasado anuncié un post dedicado a abordar esta salvaje propuesta dietética y sin embargo ha pasado un año y aún no lo he hecho. Queda pendiente, sin falta, para este 2014. Palabrita. De momento y como avance baste decir lo mismo que transmití el año pasado por estas fechas, se trata  en seguir un patrón de alimentación francamente contenido y restrictivo a lo largo de un día o incluso de la semana con la meta puesta en un próximo, nunca muy lejano,  consumo compulsivo de bebidas alcohólicas. La finalidad es que las calorías de más de las bebidas alcohólicas no te hagan engordar ya que para eso se ha ido creando un balance negativo.

3º Puesto

Nueva a medias, se trata de la dieta exenta de gluten con el fin de adelgazar. ¿Te extraña, te parece que no hay base científica para postularla con esos fines? Pues tienes razón, es una magufada sin mayor sentido que el hacerse popular a base de utilizar el respaldo de personas conocidas, léanse famosillas y famosetes. Entre ellas algunas de las más destacadas Gwyneth Paltrow, una tipa que día sí, día también se despierta con ganas de contarnos su última excentricidad dietética. Acumula ya varias, a cuál más absurda. Gwyneth, bonita, a ver si lo entiendes en español que sé que el rollo spanish te pone (recuerda tu Erasmus o lo que sea en Talavera de la Reina, localidad que, hay que ver, te ha hecho hija adoptiva): ser famosa por lo que haces delante de las cámaras no te convierte en experta en nutrición. Anda maja, déjalo, please. Give up, porfis.

 2º Puesto

Una de las verdaderas novedades. Nueva en la lista y nueva en sus planteamientos, al menos para mí y entrando con fuerza, se trata de un planteamiento mitad (pseudo) médico, mitad (pseudo) morfológico. Es la dieta del biotipo. Por lo que cuenta la BDA se trata de poner en relación seis tipos hormonales diferentes con también seis patrones de distribución de la grasa corporal. Una vez establecida esta bio-tontería que solo sus promotores son capaces de defender, se trataría de hacer listas de alimentos prohibidos, alimentos permitidos y, por supuesto recurrir al tema de los suplementos curalo-todo. Esta claro que he de hacer los deberes y ponerme al día. Queda pendiente el detallar su funcionamiento en una próxima entrada. De momento empieza muy mal ya que reúne una buena parte de todos los rasgos diferenciales de las dietas milagro populares y que puedes consultar en esta entrada.

Y por último, en el primer puesto… la tontería de las tonterías, la reina de las reinas de las dietas milagro más peligrosas para 2014 al tiempo que menos recomendables, en el  number one y por tanto en la cimaaaaaaaa…

1º Puesto para

Una vieja conocida de este blog, que al parecer han sacado del baúl de los recuerdos y la han desempolvado, el respiracionismo (este sí que ha sido tratado en el blog y puedes consultarlo pinchando en el enlace). O sea, alimentarse solo de los rayos del sol (el “solo” es importante y no está puesto a tontas y locas). Es decir, es la propuesta de adelgazar dejando de comer. Nos ha jorobado. En su descargo, he de decir que es la única de esta lista que tiene un sustento científico importante. Es más, llevado a sus últimas consecuencias te termina dejando, muy, pero que muy delgadito o delgadita. Tanto como para que te pongan un pijama de pino y… hala, a criar malvas. Hay que decir que no seríais los primeros, o lo que es lo mismo, hay historias de éxito detrás que garantizan sus resultados (modo irónico: on).

Bien, ahora que ya os las he contado, no me digáis que os pillaron desprevenidos.

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La dieta MILF y otras lindezas sexistas e ignominiosas

MILF dietTras tener conocimiento del penúltimo desatino editorial ya no sólo dietético sino a mí parecer, también moral, no puedo por menos que acordarme del recién estrenado y vecino blog “Más de la mitad

Parecía que no se podía hacer peor en esto de las dietas a la hora de cosificar al género femenino que a resultas de la propuesta «dieta de los seis días para ser un pibón» y el Oh my God! de Venice Foulton (puedes consultarla aquí y aquí). Pero va y resulta que sí. Y se ha hecho con la propuesta dietética titulada así, directa y llánamente, como “dieta MILF”.

Es posible que no sepas el significado que en inglés tiene la expresión MILF, que viene de Mom I’d Like to Fuck o lo que en español sería, hablando el plata, “Madre que yo me follaría”. El término MILF tomó carta de naturalidad en la película de 1999 American Pie, obra culmen del 7º arte donde las haya (modo irónico activado) y vendría a definir a una clase de mujeres de cierta edad, más o menos indefinible, que pueden resultar sexualmente apetecibles. El término MILF es tan conocido en el mundo anglosajón y en determinadas circunstancias como para haber dado nombre a una extensísima categoría del porno en Internet. Así pues, poner “MILF” directamente en tu buscador te dirigirá de forma inmediata, y tras la primera entrada correspondiente a la Wikipedia, a más de dos mil millones de resultados de sexo explícito (y no es un decir).

Qué maravilla de dieta. Sinceramente, con la declaración de intenciones expresada de forma tan directa en el título créeme que no tengo ni pizca de ganas de dedicarle ni una sola línea a comentar sus contenidos dietéticos. Afortunadamente hay quien ya lo ha hecho por mí. Aprovecho la ocasión para presentarte un blog amigo, creado y alimentado por amigos; se trata de “comer o no comer”. En uno de sus post, en concreto en este podrás encontrar información detallada del espectacular curriculum de la autora de la “Dieta MILF” (Jessica Porter), toda una eminencia en el campo de la nutrición humana y la dietética, y de los estupendos y acertados consejos (modo sarcasmo hiperactivado) para convertirte en una mujer madura pero sexualmente deseable.

Pero hay más. Como decía al principio, esta entrada está en relación más que con los contenidos dietéticos con los más abyectos aspectos referentes materialismo sexual. Lo digo porque tiene narices que la autora de este panfleto dietético sea una mujer . En la primera entrada del blog que te hablaba antes, “Más de la mitad”, salieron a relucir cuestiones de machismo y esas cosas y me quedé con un comentario de una tal “susi” que dijo lo siguiente:

[…] mucha culpa del machismo la tienen las propias mujeres, no es cosa de unos cuantos hombres cavernícolas. De hecho, las personas más machistas q conozco son mujeres. A esas, q con su pan se lo coman

Pues eso, que tiene narices que sea una mujer la que eche piedras sobre el tejado de la respetabilidad femenina… pero claro el concepto de persona sin conocimiento tampoco conoce de género. Al Venice y a la Jessica estos les invitaba yo a perderse en una isla desierta.

Sin embargo, no se puede negar que el saberse deseado o deseada es un rasgo anhelado por todo el mundo (supongo). Pero una cosa es sentirse o saberse deseado, mejorar tu imagen, resultar más o menos agradable (o por lo menos no repulsivo) etc. (y que te lo digan de forma adecuada en su contexto tal y como comentaba Madre reciente el otro día en su blog) y otra muy diferente hacer un libro de autoayuda para convertirse en material follable. Me parece un salto cualitativo importante.

Pero como te decía en el título hay más lindezas al respecto de esta cosificación sexista. El ejemplo más significativo que he visto nunca lo tienes en este vídeo. Con el fin de publicitar una cerveza, no se les ha ocurrido mejor idea que ofrecer un plano del perfil del cuerpo de una mujer desnuda (sin que contenga imágenes explícitas) mientras a todas luces (pero sin verse) le están dando zambomba por delante y por detrás… al tiempo que una cerveza descansa en la curvatura de la espalda de ésa mujer. De tiempo en tiempo sale una mano por la parte de la derecha de la imagen y luego otra por la izquierda (y luego por abajo) que cogen la cerveza, le dan un trago y la vuelven a dejar… ya tenemos el eslogan fetén:

Cerveza Riquísima, para que la compartas con un amigo… o con dos.

Increíble. El anuncio me recuerda a esta parodia sobre creativos publicitarios… pero claro, en este caso sin parodia y en serio.

Volviendo al tema dietético, ya estoy temiendo el día que llegue a España esto de la dieta MILF y desbanque a la de la enzima prodigiosa. Si llega, recuerda que si quieres saber si una dieta milagro va a funcionar o no puedes hacerle antes la prueba del algodón.

 

Una iniciativa ¿valida? contra la magufería del adelgazamiento y demás

Perder kg en semanas_AlaskanLibrarian

Han sido muchas las veces que escrito en este blog denunciando productos y procedimientos milagro para perder peso, de aquellos que lo único que te adelgazan de verdad es la cartera, la esperanza, la confianza y el amor propio. Al mismo tiempo, también he apelado en todas esas entradas a nuestras Autoridades Sanitarias, a su responsabilidad en el permitir y no sancionar tanto los productos o servicios en sí como su publicidad.

La noticia que hoy os traigo es que al parecer hay una cierta iniciativa gubernamental para tratar de atajar esta especie de casa de tócame Roque que es en realidad la cuestión de la pérdida de los kilos de más y otras cuestiones relacionadas con la salud imagen. La posibilidad de regular el putiferio de los productos milagro viene gestándose desde hace aproximadamente un mes tras un informe elaborado por el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA). Una de las cosas más curiosas es que quién en el panorama nacional ha tomado la iniciativa es el Ministerio de Industria [¿esto… qué?] Sí, el Ministerio de Industria que tiene bajo su tutela al SETSI (Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información). A mí me parece cuando menos llamativo que el Ministerios de Sanidad se inhiba de estas cuestiones; al menos yo no he leído nada relacionado con él en el marco de esta noticia.

Al parecer ya les han parado los pies a determinados anunciantes de productos milagro en determinadas cadenas de televisión. Entre ellos y relacionados con el adelgazamiento están por ejemplo el té chino del doctor Ming, los parches adelgazantes Hollywood Patch y la alcachofa de Laón entre los más tristemente ya conocidos. Bien, está bien. O mejor, está regulín-regulán.

Hay tres o cuatro cosillas que me mosquean y no me gustan de este tema:

La primera, que los requerimientos cese de la publicidad de estos productos por parte de la SETSI en el panorama Nacional o del Consejo Audiovisual de Andalucía, no implican sanción por haber incumplido la legislación. Es decir, en estas circunstancias, los sinvergüenzas que se dedican a comercializar este tipo de productos pueden llegar a valorar el lanzar un producto milagro a todas luces fraudulento y que saben que más tarde o temprano te van a obligar retirar (o no) sabiendo que, si venden algo, todo serán beneficios. Las sanciones deben de ser solo para ti o para mí cuando nos saltamos un semáforo en rojo (con o sin riesgo). De esas no te libra nadie. Pero puedes salir en la tele o en la radio proponiendo cualquier barbaridad que, si eso, ya te pedirán amablemente que lo retires y a partir de ahí a otra cosa mariposa.

Segunda. Al parecer todo lo que he leído a este respecto alude a la televisión. En la radio yo sigo oyendo barbaridades importantes y nadie ha comunicado que se haya requerido a ninguna radio la retirada de las decenas de productos milagro que en ellas se anuncian. Además lo hacen infringiendo de forma flagrante la legislación en materia de publicidad, utilizando el testimonio de supuestos médicos, asegurando remedios o curaciones fuera de toda duda, etc. Supongo que lo de poder mediar en Internet sería ya como de risa, ¿no?

Tercero. Estos productos (tés chinos, alcachofas, parches y demás) se siguen publicitando. ¿Cómo, qué, que se siguen publicitando? Si, como lo oyes, al parecer lo que estaba mal hecho no era el producto en sí, sino la forma de venderlo. Lo digo porque las actuales publicidades de estos productos siguen siendo tan vergonzosas como antes. Con independencia de que ahora sí cumplan la legislación vigente (cosa que dudo y pongo en entredicho)

Cuarto. Está bien la iniciativa, desde luego es mejor que no hacer nada, pero es que hay tanta tontería por ahí suelta que esto se me asemeja más a matar moscas a cañonazos que a otra cosa. Además, ¿por qué centrarse en los que salen en TV y no ir directamente a las farmacias, herbolarios, herbodietéticas y dar caña ahí a los engañabobos?

Quinto y último, ¿dónde siguen estando nuestras autoridades sanitarias? Lo digo porque a mí, que soy muy raro, ya lo sabes, me parece que son estas las que debieran mediar en el momento que la salud pública esté en juego… Que además haya o no una estafa casi me parece secundario.

Me despido, al tiempo que mientras le doy a la tecla para terminar esta entrada veo en en la tele a una adivina con su bola de cristal en ristre y Tarot por medio sugiriéndome que llame a un 806 para que ella me solucione todo lo que me preocupa. Mira que es irónica la vida.

Qué mal vamos.