El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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“Fuente de Omega-3”… entre el pitorreo de la industria y la legislación

Ya he comentado mil y una veces que la actual legislación al respecto de las declaraciones nutricionales en los alimentos tiene más agujeros que una flauta. Desde un punto de vista conceptual porque, aunque estuviera bien hecha, fomenta el auge de una muy mala práctica en el consumidor medio, me refiero al nutricionismo, un tema sobre el que no voy a entrar en detalle ya que ya lo hice en su día y por eso te invito a que sigas el anterior enlace. Y desde un punto de vista más concreto, porque le da alas a la industria para hacer, legalmente o no (eso que lo decidan los juristas) lo que les sale por el forro… generando como decía una serie de conceptos erróneos en la población general que para nada están alineados con una sana perspectiva de las cuestiones nutricionales. Vamos a concretarlo con el omega-3.

Chimichurri 3El otro día pasó por mi Time Line de Twitter una fotografía de una salsa, un aderezo, en concreto un chimichurri, que declaraba entre otras cosas, ser una fuente de ácidos grasos omega-3. Raro. Doblemente raro por que por un lado los ingredientes que normalmente caracterizan los productos de este tipo no son en principio fuentes de omega-3. Y por el otro porque aunque lo fueran, las cantidades que se suelen emplear en el normal uso de este tipo de productos tampoco dan para tirar cohetes con ningún tipo de aporte (y de omega-3 menos ya no es un nutriente que se prodigue demasiado en muchos alimentos).

La primera traba puede ser artificiosamente salvable poniendo algún ingrediente que, aunque extravagante, sea rico en omega-3… y ¿que hay más rico en omega-3 que el propio omega-3?; tanto como el 0,07 % del producto contiene este tipo de ácidos grasos añadidos y, se aclara en la etiqueta que es procedente de algas. Chimichurri con algas… o algui-churri (ahí queda la idea).

¿Se salva la segunda traba con esta estrategia? dependerá de tres elementos: de la cantidad de omega-3 que nos quede en el producto final, de las Cantidades Diarias Orientativas que estén establecidas para los omega-3 y de lo que diga las autoridades sanitarias al respecto de con qué cantidad presente de omega-3 en un alimento se puede decir que es fuente de estos ácidos grasos.

Chimichurri 2

¿Cuál es la Cantidad Diaria Orientativa de Omega-3?

Siendo estos omega-3 de los tipos considerados DHA y EPA y alegando el producto: “Los ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico contribuyen al funcionamiento normal del corazón”, la Comisión Europea considera a partir del Reglamento 432/2012 que para obtener un beneficio de su ingesta habría que hacer un consumo diario como mínimo de 250 miligramos de DHA/EPA (tal y como se cita en la etiqueta). Todo ello teniendo en cuenta que también según la EFSA la ingesta diaria recomendada de DHA/EPA es de 2 gramos, es decir 2.000 miligramos.

¿Qué cantidad queda de omega-3 en el producto final?

Dando por válidos los valores de la información nutricional del producto: 100 gramos de salsa contienen 70 miligramos de omega-3; y 15 gramos de salsa (la ración estándar que propone el fabricante) 10,4 miligramos.

¿Qué cantidad de omega-3 permite decir en un alimento que es fuente de ellos?

Aquí es donde, hay que reconocerlo, la cosa se lía gracias a las autoridades sanitarias y la legislación. La primera indicación que da la EFSA al respecto de cuándo se puede decir que un alimento sea fuente de omega-3, es que ha de contener en 100 gramos o 100 mililitros de producto al menos un 15% de la ingesta diaria recomendada, cifrada como ya has visto en 2.000 mg… Como es fácil de observar, el 15% de 2.000 mg son 300 mg. ¿Tiene esta salsa 300 mg por cada 100 gramos de producto? No, tiene 70 miligramos (que son cuatro veces menos que los consabidos 300 mg) y por ración mucho menos, 10,4 mg; lo que implica 29 veces menos.

Ahora es cuando viene la bofetada al consumidor

Pero, dicho lo dicho, la EFSA también incluye que el producto puede alegar ser fuente de omega-3 siempre que el 15% de la cantidad diaria recomendada se encuentre en 100 kilocalorías de producto. Opinión que se encuentra recogida en el Reglamento 116/2010, que modifica en relación a los ácidos grasos el Reglamento 1924/2006 (ver el apartado 6). Y entonces se lía la cosa. Veamos.

La salsa aporta 32 kcal por 100 gramos, luego para conseguir 100 kcal con el chimichurri habrá que consumir 312 gramos de la misma. Resulta que entonces 312 gramos de salsa (que aportan sus 100 kcal) contendrán 218 miligramos de omega-3. ¿Llega a los 300 miligramos? Tampoco, se acerca de forma considerable, pero no. Ni tan siquiera a los 250 miligramos que indica el Reglamento 432/2012

En resumen; tomando la cifra más beneficiosa marcada por la legislación (para que un producto pueda llevar esta declaración, se informará al consumidor de que el efecto beneficioso se obtiene con una ingesta diaria de 250 mg de EPA yDHA) y pretendiendo obtener el consabido beneficio, habría que usar más de 24 raciones de este chimichurri. Si cada una de ellas es de 15 gramos (insisto tal y como sugiere el fabricante) estas 24 raciones implicaría tomar más de 360 gramos de salsa.

Texto chimichurri

A mí que me perdonen, no sé si esto es legal o no. Para mí desde luego, tal y como yo interpreto los datos, no. Si finalmente no lo es, serán los juristas quienes tendrán que interpretarlo, lo que desde luego creo que es inapelable es que se trata de una tomadura de pelo a la racionalidad. En especial si sabemos que una racioncita de sardinas rebozadas, otra de salmón a la plancha o una de bonito con tomate, alcanzan, de forma individual y redondeando, entre los 4.000 y 6.000 miligramos de omega-3. Estas cosas y similares, pero no otras, son fuente de omega tres… coñe.

Otra vuelta de tuerca

Lo siento por Salsas JR que con esta entrada ya son dos la que dedico a alguno de sus productos. La primera a partir de la mayonesa con estevia como reclamo salutífero (lo sigo sin entender) y luego la de hoy. No dudo de sus buenas intenciones (bueno, un poco sí) pero me parece que están demasiado volcados en las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables sacando un poco los pies del tiesto (y me refiero a la más estricta racionalidad, no a su legalidad). Pero de verdad, poner una alegación referente a que tomar chimichurri puede beneficiar el normal funcionamiento del corazón a partir de su extemporánea inclusión de una cantidad ineficaz de omega-3… pues me parece ridículo. Igual luego va y el producto es excelente, reconozco que no lo he probado, pero una cosa no quita la otra (esta vez, como la otra, tampoco creo que me manden una cesta degustación).

No obstante, por si quieren seguir por esta, en mi opinión, ridícula senda, les propongo muy en serio que sigan engalanando su producto con otras declaraciones nutricionales buenrollistas que se han dejado en el tintero. Por ejemplo, además de “sin gluten” que ya la incluyen (y no me parece mal), a la vista de su lista de ingredientes y sin haber de momento una concreta legislación que lo regule, podrían ponerle también “sin lactosa” (es gratis). Ya con el RE 1924/2006 en la mano podrían legalmente incluir también “bajo en grasa”; y además “sin grasas saturadas”. Ya sé que no se olvidan de los azúcares ya que han incluído el «sin azúcares añadidos» (pero con estevia, eso sí) pero también podrían decir de su producto que es “de bajo contenido en azúcares”. Del tema de la sal y de la fibra mejor “pasamos palabra”. Voy con más: les sugiero que además analicen el contenido en minerales o vitaminas de su salsa, probablemente aparezca alguno con el que seguro puedan rascar alguna alegación del tipo “fuente de, o alto contenido en…” lo que sea; y si es que no (cosa que dudaría), siempre pueden añadírselos (como se suele hacer en los cereales de desayuno o con los Bollycaos)… es algo que no cuesta demasiado y siempre queda chuli ponerlo en la información nutricional. Además, después de su inclusión, por ejemplo de hierro, podrían hacer una alegación saludable del tipo, «este ferri-churri ayuda a la normal función cognitiva«. Si al final les queda espacio en la etiqueta entre tanta medalla y parabien podrían poner que, además, está muy rico o que es “natural” (aunque tenga estabilizantes E-415 y E-466) recuerden que estas expresones son gratis total.

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Nota: En esta página de la AECOSAN podrá encontrar quien quiera la mayor parte de la legislación actualizada relativa a las declaraciones nutricionales y saludables en los alimentos.

Quiero agraceder a Ana Isabel Gutierrez (@Fasmida) el hacerme llegar este prodigio salsero, suyas son las imágenes.

Cómo se aprueban o rechazan las alegaciones de salud en los alimentos

Tal y como ya habrás comprobado si visitas con cierta frecuencia este blog la cuestión de las alegaciones de salud presentes en los alimentos son un tema habitual. Una alegación de salud presente en los alimentos (en su publicidad, envase, presentación, web del fabricante, etcétera) es, muy en resumen, una afirmación que sostiene que el consumo de ese alimento (o suplemento alimenticio) aporta un beneficio concreto para la salud. Es decir, no todo lo que un fabricante quiera decir lo va a poder decir ya que esas alegaciones están sujetas a una aprobación previa por parte de la Comisión Europea que se basará en los informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)

EFSA

En general son los reglamentos europeos 1924/2006 y 432/2012 los que regulan este tipo de alegaciones en los alimentos o en los suplementos alimenticios. El primero estableciendo unas bases generales relativas a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos y; el segundo aportando una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños.

Por tanto, en el momento que un alimento se propongo como beneficioso para una determinada enfermedad, lo primero que ha de hacer el fabricante es preguntar a la EFSA si lo que pretende alegar lo puede realmente decir. Es entonces cuando sus paneles de expertos se ponen en marcha y siguen un protocolo para establecer la idoneidad, o no, de dicha alegación… ¿Cómo? Muy sencillo, en este video la propia EFSA te lo explica muy claro (puedes seleccionar los subtítulos en castellano).

En resumen: El trabajo de la EFSA, consta de tres partes. La primera comprobar si el nutriente o el alimento sobre el que se pretende hacer la alegación está correctamente identificado. La segunda, contrastar que aquello que se pretende alegar es un beneficio concreto, bien definido, alejado de vaguedades y generalidades. Por último, si las respuestas anteriores son satisfactorias, contrastar si hay una evidencia científica suficiente que sostenga tal alegación.

Un elemento que no suele ser bien entendido por algunas personas, es que el informe de la EFSA, ya sea positivo o negativo al respecto de la alegación, no es vinculante. Es decir, la EFSA emite su informe, pero al final es la Comisión Europea y el resto de estados miembros quienes deciden si autorizan o no la alegación en cuestión. En cualquier caso sería llamativo que la EFSA se expresara en un sentido y que la Comisión Europea obrara en el contrario… algo que no sería lógico que sucediera y que hasta la fecha no ha sucedido.

Sin hacer de menos el buen hacer de la EFSA ni tampoco las buenas intenciones de la Comisión Europea, ni que decir tiene que a pesar de tanto control y tanta legislación, el sistema deja muchos resquicios legales a los que la Industria Alimentaria les tiene perfectamente cogida la medida… y es que, al final, aunque parezca un contrasentido, y tal y como dice Marion Nestlé (una destacada nutricionista del panorama norteamericano con un blog muy recomendable Food Politics): Una buena parte de las versiones saludables de los alimentos pueden ser mejores elecciones, pero no son necesariamente buenas elecciones.

Si te ha gustado esta entrada igual te interesaría consultar:

¿Sirve para adelgazar el polen de abeja, qué beneficios tiene?

Polen de abeja

En primer lugar acotemos el término “polen de abeja”.

Para empezar el polen, a secas y como tal, son las micropartículas pulverulentas que contienen los gametofitos masculinos de las plantas con semillas. En un símil zoológico (en vez de botánico) serían los espermatozoides de una determinada especie vegetal de reproducción sexual. Estas partículas además de la función biológica propia de su ciclo vital en cada especie pueden servir de alimento a especies distintas, entre ellas la de las abejas. Pero para ello han de transformar ese polen recolectado, madurarlo, con el fin de poder aprovechar sus nutrientes. Así, las abejas en su metódica recolección de néctar floral y de polen incorporan este último elemento en los panales, agregan una serie de enzimas digestivas y tapan las celdillas con el fin de que pasado un tiempo y tras la acción de esas enzimas se obtenga un producto que sirva de alimento, especialmente destinado para sus larvas.

Así pues, el “polen de abeja” es el polen floral transformado por acción de las enzimas de la abeja… no es que las abejas “tengan” polen.

Sobre este producto, una vez recolectado por el ser humano, se han hecho descansar infinidad de propiedades nutritivas y no me refiero a las referentes a la de las larvas de las abejas sino a la nuestra cuando es consumido como alimento o complemento. Cuando digo infinidad, digo bien porque su consumo se ha relacionado con ciertas propiedades antioxidantes, anti cáncer, antienvejecimiento, contra la diabetes, ser adelgazante, vigorizante sexual, atajar problemas de colesterol, menstruales, de depresión, anemias, alopecia, artritis, reuma, etcétera (piensa en el problema de salud que quieras, seguro que alguien en algún momento le ha atribuido al polen de abeja la propiedad de mejorarlo). Hay cientos de páginas web (aquí solo un ejemplo típico) que obnubiladas por el buenrollismo natural nos invitan a consumir este producto como la enésima panacea para no importa qué dolencia o enfermedad.

¿Cuánto hay de cierto en todas estas magnificas alegaciones sobre el polen de abeja?

Pues la verdad que poco o nada, al menos desde el punto de vista serio… otra cosa serán todos aquellos planteamientos alternativos, naturistas y eco-molones. Para que tomes nota, en Europa aun no se ha admitido ninguna de las alegaciones que se ha solicitado para este producto a la Autoridad de Seguridad Alimentaria (EFSA). A día de hoy, este organismo ha recogido 6 posibles solicitudes para hacer las correspondientes alegaciones sobre sus propiedades nutricionales en la salud:

  • Como agente inmuno-modulador gracias a su contenido en enzimas y vitaminas (que aun está bajo consideración por parte del panel de expertos).
  • Como agente antioxidante gracias a su contenido en vitaminas y selenio.
  • Como protector frente al estrés oxidativo.
  • Como protector cardiaco así como para controlar los niveles de colesterol y lípidos plasmáticos (bajo consideración).
  • Como ayuda para la función inmune (bajo consideración).
  • Como estimulante del apetito (bajo consideración).

En el único documento publicado hasta la fecha sobre sus presuntas propiedades, el panel de expertos de la EFSA sostiene que:

  • No está comprobada una relación causa y efecto entre la toma de polen de abeja y la protección del envejecimiento celular.
  • Ni sobre su capacidad antioxidante dado su contenido en antioxidantes o propiedades antioxidantes.
  • Ni sobre la protección del DNA, de las proteínas o de los lípidos frente al estrés oxidativo.

En lo que respecta al posicionamiento de las autoridades sanitarias norteamericanas, la FDA, sobre los usos que habitualmente se le atribuyen al polen de abeja entre quienes lo distribuyen ha hecho público este elocuente documento titulado: Algunos productos de polen de abeja para adelgazar son una estafa peligrosa en el que sin ambages señala:

Los productos que dicen contener polen de abeja en la etiqueta y que prometen ayudar a bajar de peso o a esculpir su figura podrían, de hecho, hacerle daño […]

Se ha descubierto que algunos productos de polen de abeja que se publicitan para adelgazar contienen ingredientes ocultos y potencialmente peligrosos que pueden ser dañinos para las personas con padecimientos tales como pulso irregular, presión arterial alta y trastornos bipolares.

La FDA ha recibido más de 50 denuncias de consumidores y profesionales de la salud sobre efectos adversos relacionados con el consumo de productos de polen de abeja para adelgazar contaminados. En las denuncias figura por lo menos un deceso, problemas cardiacos graves, dolor de pecho, palpitaciones, taquicardia (frecuencia cardiaca acelerada), presión arterial alta, convulsiones, pensamientos suicidas, ansiedad, insomnio y diarrea.

Además, muchos de los productos de polen de abeja para baja bajar de peso se publicitan como suplementos alimenticios que afirman curar o prevenir enfermedades y síntomas diversos, entre ellos la diabetes, alergias, la presión arterial alta y el colesterol alto. Por ley [tanto en USA como en la UE], los suplementos alimenticios no pueden afirmar que curan o previenen enfermedad alguna.

Los laboratorios de la FDA han analizado 15 muestras diferentes de Polen de Abeja Zi Xiu Tang de varios distribuidores, con fechas de caducidad y números de lote diversos. Todos los productos sometidos a prueba, entre ellos los que dicen ser “genuinos” y “auténticos”, contienen ingredientes farmacológicos que no aparecen en la etiqueta: sibutramina o fenolftaleína, o ambas.

Bien, dicho esto, puedes llegar a pensar que: a) eso es lo que pasa en Estados Unidos y, b) que eso pasa con el polen de abeja de una determinada marca y que el que tú compras en tu herbolario es “natural” y de absoluta confianza.

Bueno, eres libre de pensar lo que quieras, pero mi opinión es que este polen de abeja, como el 99,9% de los suplementos son ineficaces para todas las alegaciones que suelen hacer… ya lo adquieras en USA o en tu farmacia de confianza; y que además los controles a los que se están obligados los complementos alimenticios (y este es uno más) son terriblemente laxos, así que yo pondría en entredicho esa “seguridad” al respecto de que un determinado complemento alimenticio no lleve nada que no deba llevar o que no esté declarado. ¿Cómo sabes y porqué dices que tu complemento es seguro? Igual te interesa echar un vistazo a este post: ¿Te “alegras de verme” o acaso tomas fitoterapia adulterada?

Antes que preocuparse por la posibilidad de incorporar maravillosos complementos con asombrosas (y no reconocidas científicamente) propiedades más valdría ir zumbando a revisar nuestro patrón alimenticio, un patrón que bien articulado no precisa de todas estas zarandajas.

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Imagen: Jon Sullivan vía Wikimedia Commons

Pan y helado en un domingo cualquiera

Pan y heladoHace pocos domingos volvía por la tarde a casa con la familia después de haber pasado un día por ahí. Había que comprar pan para la cena (en mi casa se consume no poco pan) y en estas que me fui a ver donde podía encontrar un pan más o menos decente siendo que mi panadería “de siempre” estaba ya cerrada.

Dirigí mis pasos hacia una de esas franquicias que tiene el pan como centro y reclamo del negocio, pongamos que se llama ChupiPán y que además no hace mucho ha diversificado su oferta con una nueva línea de panes, pongamos que se llama Good-baking… tradición, calidad, mayores valores nutricionales y todo eso como justificación. Tienda vacía. Entro y se establece el siguiente diálogo con la “panadera” (textual):

–        Hola, buenas tardes quería pan… un buen pan ¿qué es lo que tienen o les queda?

–        Uuuuy, muchas cosas, nuestra línea good-baking es estupenda y maravillosa… tenemos un pan “multicereales”, este de aquí, muy rico; también tenemos la barra “tradición” sin ningún tipo de aditivos… pero el mejor de todos es este de aquí, el “pan de espelta”, es el mejor porque quita todos los dolores…

Yo no sé o no puedo levantar una ceja y aportar a mi cara un aspecto circunspecto e inquisitorial (cosa que siempre me ha dado mucha envidia), así que no tuve otro remedio que intervenir de palabra

–        ¿Perdón…?

–        … (silencio)

–        ¿Dice usted que este pan “quita todos los dolores”?

–        Sí, sí, de reúma, de las articulaciones, de espalda, etcétera, cualquier dolor

–        ¡Vaya! entonces ¿habrá que cerrar las farmacias, no?

–        No hombre no, no te quita los dolores inmediatamente sino que si se consume de continuo, a la larga, produce esos efectos…

–        Perdone mi osadía, ¿pero eso como lo sabe?

–        Aquí vienen todos los días personas mayores pidiendo este pan porque se lo ha recomendado su médico o su nutricionista… y claro si ellos lo recomiendan será por algo.

–        Yo soy nutricionista

–        ¡Ah! estupendo, entonces sabrá de lo que le estoy hablando…

–        No, ni idea, ilústreme

–        Bueeeeeeno (serás un nutricionista de medio-pelo, debió pensar) es que la espelta es un cereal ancestral y natural que tiene muchos nutrientes… ¿es que usted no lo recomienda?

–        No. Bueno, no se preocupe demasiado por mí, que es domingo y no conviene… Deme dos barras del de tradición por favor, ya le pondré yo los “aditivos”. ¿Qué le debo?

–        2,20 euros (con cara de no haberla pillado, pero mosqueada)

–        Gracias, buenas tardes.

A continuación de vuelta hacia casa me topé con una heladería de las de antes y pensé, qué demonios, un día es un día, vamos a ver qué helados tienen y les doy una sorpresa a mis chicas (mujer y dos hijas, preciosas todas)

–        Hola, buenas tardes ¿qué le pongo?

–        Hola buenas, déjeme que eche un vistazo por que desde luego hay que ver la variedad que tiene usted aquí (realmente, no suelo frecuentar las heladerías, y cuando lo hago siempre me asombra como han evolucionado los sabores que yo recordaba de otro tiempo: fresa, limón, chocolate, vainilla, nata… y poco más)

–        ¡Caramba, veo que tiene usted helado de bayas de Goji!

Reconozco que venía un pelín calentito de la panadería y con cierto espíritu de cachondeo, así que lancé mis redes a ver si pillaba algo en río revuelto… y me llevé una (agradable) sorpresa:

–        ¿Qué es eso de las bayas de goji? Pregunté

–        Sinceramente una chorrada más que al parecer ahora tiene bastante tirón por aquello de la salud

–        ¿A sí? ¿y qué beneficios se le atribuyen?

–        Imagínese cualquiera… pues ése que tiene en mente se le atribuye, cualquiera.

–        ¿Y funciona?

–        ¿Habla en serio?

–        ¿Está rico?

–        A mí no me gusta nada

–        Entonces, ¿porqué lo hacen?

–        Porque se vende más o menos bien… Estoooo, bueno, ¿va a querer algo o no?

–        Sí, sí, perdone. Mire, me va a poner dos tarrinas pequeñas mezcladas, una de helado de jerez con pasas y helado de galleta; y la otra con helado de limón y fresa a partes iguales.

–        ¿Qué le debo?

–        4,80 euros

–        Ay disculpe, póngame también cuatro cucuruchos de barquillo… ¿qué le debo?

–        Ya le he dicho: 4,80€

–        ¿No cobra el barquillo?

–        No

–        Muchas gracias

–        Gracias a usted, adiós

En el camino a casa pensaba en estos dos breves encuentros y la muy diferente forma que tenían dos comerciantes de dirigir sus negocios a pesar de la aparente similitud. Todo ello teniendo en cuenta que casi a buen seguro la “panadera” era una empleada y el de la heladería el propietario. Ya sabes lo que opino de estas cosas así que no te sorprenderá la nota que en su labor comercial atribuiría uno y otro trabajador.

Para la empleada de ChupiPán un 7 sobre 10: entrega, ganas de vender, proactiva. No le pongo un 10 porque evidentemente sus argumentos eran simples y, llanamente, mentira. Al propietario de la franquicia de ChupiPán un 0 sobre 10: no tiene ni puñetera idea o intención de formar a sus empleados de forma adecuada dando un servicio y un producto digno con una información veraz. Al empleado, y todo apunta que propietario de la heladería, un 10: tenía pinta de ser uno de esos tipos con el que, al menos un servidor, se iría bien a gusto de cañas.

Nota final: El pan estaba razonablemente bueno, la textura, olor y sabor eran bastante aceptables o incluso como digo buenos, el aspecto podría ser mejorable (la corteza inferior presentaba esos puntitos de rejilla que no soporto). Lo mejor del pan: que al día siguiente seguía manteniendo la compostura. Y en cuanto a los helados… increíbles, no te cuento como estaba la mezcla del helado de jerez con pasas con el de galleta. Y eso que sobre el papel a mí no me gustan demasiado los helados. Las nenas quedaron encantadas; y que te diré yo de cómo me quedé después de recibir sus besos y abrazos.

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Imagen: rakratchada torsap vía freedigitalphotos.net

Los productos para perder peso a base de pimiento valen eso mismo

¿Te acuerdas de aquella entrada sobre la “dieta de la alcachofa”? Bien, pues esta entrada va de lo mismo, pero en vez de pastillitas y ampollitas con extracto de alcachofa y té verde esta vez abordaré una nueva moda: las pastillitas con extracto de pimiento y, de nuevo también con té verde.

Capsicum_annuum,_paprika

Nueva a medias, porque el tema del té verde lleva bastante tiempo coleando y dando guerra en lo que al perder peso se refiere, eliminar las grasas y demás super-efectos. La parte verdaderamente nueva es la del pimiento. Al menos yo me acabo de desayunar con la propuesta que hacen algunos como elemento favorecedor de la pérdida de kilos.

Bueno a lo mejor es que me he perdido algo y no es un tema tan novedoso como presagio ya que una somera búsqueda en Internet con los términos weight loss (pérdida de peso) y “capsicum” (el género botánico que da nombre al pimiento) arroja la friolera de más de 790.000 resultados. Es decir, el tema parece que está pegando fuerte. O mejor dicho, deben de estar intentando que pegue fuerte, que no es lo mismo.

Mi inquietud por este tema responde al sobresalto que el otro día supuso recibir un correo electrónico con una publicidad (la puedes ver tal cual aquí) referente a las maravillas de un producto que combina el extracto de Capsicum annuum (el pimiento en general) y el de Camellia sinensis (el té también en general), Y digo sobresalto porque las alegaciones que este fabricante español hace de su producto, el Capslim (“Cap” de capsicum y “Slim” de esbelto o delgado en inglés; está claro que no se han matado pensando una denominación comercial) son de todo menos creíbles y ciertas. Veamos qué se dice textualmente de este prodigio de la suple-complementación en materia de obesidad y metabolismo:

  • El concentrado de Pimiento (Capsicum annuum L.) estimula el gasto energético e impide la acumulación de grasa en el organismo. [¡caramba!]
  • El concentrado de Té Verde (Camellia sinensis L.) muestra una gran capacidad antioxidante y de drenaje y, junto con la cafeína, potencia el consumo de energía incrementando la oxidación de las grasas [¡Qué bueno! ¿no?].
  • La acción conjunta de todos los ingredientes de Capslim estimula el efecto termogénico (manera natural del organismo de incrementar el metabolismo energético aumentando el consumo de energía y disminuyendo la acumulación de grasa en el organismo. [vaya, vaya]

Cierto es que no son «reclamos» precisamente novedosos, todos los productos milagro hacen declaraciones semejantes, cuando no idénticas, sobre sus propiedades.

¿Por qué digo que este tipo de productos son «productos milagro»?

Es sencillo por que no hay una suficiente evidencia científica que avale estos grandilocuentes efectos. De hecho la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (la conocida EFSA) fue preguntada de forma bien concreta si se le pueden atribuir a cualquiera de estos dos elementos (el pimiento y el té verde) algunas de las declaraciones que se hacen en la publicidad cuando se venden en el marco de la pérdida de peso. Su respuesta fue contundente: no.

Dichas preguntas y respuestas las puedes encontrar a aquí para el Capsicum Annuum y aquí para la Camellia sinensis.

Más en concreto con respecto a la efectividad del extracto de pimiento la EFSA dice lo siguiente:

EFSA pimiento

En la valoración de las pruebas, el grupo de revisión [el de la EFSA] tuvo en cuenta que el único estudio de intervención en humanos del que se pueden extraer conclusiones para la fundamentación científica de la alegación no encontró ningún efecto del consumo de capsaicina en el mantenimiento del peso corporal después de la pérdida de peso. [se base o no este mantenimiento en el aumento de la termogénesis, el incremento del gasto energético o la “perdida” de calorías]

Así pues, no se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de capsaicina y el mantenimiento del peso corporal después de la pérdida de peso. Y por tanto las propiedades que se pretendían atribuir al extracto de pimiento, tales como que este es beneficioso y/o necesario para la oxidación de las grasas y el efecto “quema-grasa”, lo que facilitaría la pérdida de peso es falso [o, al menos aun no se ha podido probar de momento]

En cuanto a las maravillas del té verde la opinión de la EFSA también es bastante clara. Sobre el efecto de este para aumentar la beta-oxidación de los ácidos grasos buscando una reducción del tejido adiposo:

EFSA te verde

En base a los datos presentados, el grupo de revisión [el de la EFSA] concluye que no se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de catequinas de té verde y un aumento de la beta-oxidación de los ácidos grasos ácidos que conduzca a una reducción de la masa grasa corporal.

Sobre su efecto para ayudar a mantener o alcanzar un peso normal, más de lo mismo:

No se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de catequinas de té verde y que se facilite el mantener un peso adecuado o que ayude a alcanzarlo.

Me parece que, una vez más, ha quedado bastante claro no solo cómo se hacen alegaciones absolutamente falaces y engañosas, sino que se hacen con total impunidad cuando a mi juicio contravienen la legislación europea que específicamente regula estas cuestiones sobre qué se puede decir o no de un determinado alimento o complemento alimenticio. Me refiero al REGLAMENTO (CE) 1924/2006 y más en concreto a lo especificado en su artículo 13. ¿Qué hacen nuestras autoridades sanitarias?

Por último, no quiero despedirme sin comentar el sinsentido que tiene en la mayor parte de los casos el decir por ejemplo que este concentrado se ha obtenido del “pimiento”, así y a las bravas, sin especificar, por ejemplo qué clase de pimiento se ha utilizado. Lo digo porque la especie Capsicum annuus abarca una cantidad de variedades y especies “sinónimas” francamente asombrosa. ¿Crees que es lo mismo el concentrado de un pimiento morrón que el de otro de Padrón; el de uno rojo que el de otro verde; el de una variedad que sea picante que la de otra que no lo sea…? Te comento esto porque la especie es para todos la misma. Sin embargo, a los fabricantes les da igual, anuncian concentrado de Capsicum annuum sea el que sea y se quedan tan anchos. Para que te hagas una idea, se conocen infinidad de variedades de pimiento que responden a la misma especie mencionada o a otras especies que son “sinónimas”, ¿quieres verlas?

  • Capsicum abyssinicum A.Rich.
  • Capsicum angulosum Mill.
  • Capsicum annuum var. abbreviata Fingerh.
  • Capsicum annuum var. abbreviatum Fingerh.
  • Capsicum annuum var. acuminatum Fingerh.
  • Capsicum annuum var. aviculare (Dierb.) D’Arcy & Eschbaugh
  • Capsicum annuum f. chlorocarpum Kuntze
  • Capsicum annuum var. conicum (G.Mey.) Voss
  • Capsicum annuum var. conoides (Mill.) Irish
  • Capsicum annuum var. cordiforme Edwall
  • Capsicum annuum f. erectum Makino
  • Capsicum annuum var. fasciculatum (Sturtev.) Irish
  • Capsicum annuum var. frutescens (L.) Kuntze
  • Capsicum annuum var. globiferum (G.Mey.) Voss
  • Capsicum annuum var. grossum (Willd.) Sendtn.
  • Capsicum annuum f. leucocarpum Kuntze
  • Capsicum annuum var. longum (DC.) Sendtn.
  • Capsicum annuum f. luteum Kuntze
  • Capsicum annuum subsp. microcarpon Dierb.
  • Capsicum annuum var. minimum (Mill.) Heiser
  • Capsicum annuum var. minus (Fingerh.) Shinners
  • Capsicum annuum var. minus Dunal
  • Capsicum annuum f. nigrum Makino
  • Capsicum annuum var. oblongoconicum (Dunal) Cufod.
  • Capsicum annuum var. parvoacuminatum Makino
  • Capsicum annuum f. pendulum Makino
  • Capsicum annuum f. violaceum Kuntze
  • Capsicum axi Vell.
  • Capsicum baccatum Rodschied nom. illeg.
  • Capsicum baccatum Buch.-Ham. ex Wall. nom. inval.
  • Capsicum bauhinii Dunal
  • Capsicum caerulescens Besser
  • Capsicum cerasiforme Mill.
  • Capsicum cerasiforme Willd. nom. illeg.
  • Capsicum ceratocarpum Fingerh.
  • Capsicum cereolum Bertol.
  • Capsicum comarim Vell.
  • Capsicum conicum G.Mey.
  • Capsicum conicum Lam.
  • Capsicum conoide Mill.
  • Capsicum conoides Roem. & Schult.
  • Capsicum conoideum Mill.
  • Capsicum conoideum var. chordale Fingerh.
  • Capsicum conoideum var. oblongoconicum Dunal
  • Capsicum conoideum var. sulcatum Fingerh.
  • Capsicum cordiforme Mill.
  • Capsicum crispum Dunal
  • Capsicum cydoniforme Roem. & Schult.
  • Capsicum dulce Dunal
  • Capsicum fasciculatum Sturtev.
  • Capsicum fastigiatum Blume
  • Capsicum frutescens L.
  • Capsicum frutescens var. cerasiforme (Mill.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. conoides (Mill.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. fasciculatum (Sturtev.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. frutescens
  • Capsicum frutescens var. glabriusculum (Dunal) M.R.Almeida
  • Capsicum frutescens var. grossum (Mill.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. lanicaule Greenm.
  • Capsicum frutescens var. longum(Sendtn.)
  • Capsicum frutescens var. minus Fingerh.
  • Capsicum frutescens var. queenslandicum Domin
  • Capsicum globiferum G.Mey.
  • Capsicum globosum Besser
  • Capsicum grossum L.
  • Capsicum indicum auct.
  • Capsicum indicum var. aviculare Dierb.
  • Capsicum indicum var. conoideum (Mill.) Dierb.
  • Capsicum indicum subsp. elaeocarpon Dierb.
  • Capsicum indicum var. aviculare Dierb.
  • Capsicum indicum var. conoideum (Mill.) Dierb.
  • Capsicum indicum subsp. elaeocarpon Dierb.
  • Capsicum indicum var. ribesium Dierb.
  • Capsicum longum DC.
  • Capsicum milleri Roem. & Schult.
  • Capsicum minimum Mill.
  • Capsicum odoratum Steud.
  • Capsicum odoriferum Vell.
  • Capsicum oliviforme Mill.
  • Capsicum ovatum DC.
  • Capsicum petenense Standl.
  • Capsicum pomiferum Mart. ex Steud.
  • Capsicum purpureum Vahl ex Hornem.
  • Capsicum purpureum Roxb.
  • Capsicum pyramidale Mill.
  • Capsicum quitense Willd. ex Roem. & Schult.
  • Capsicum silvestre Vell.
  • Capsicum sphaerium Willd.
  • Capsicum tetragonum Mill.
  • Capsicum tomatiforme Fingerh. ex Steud.
  • Capsicum torulosum Hornem.
  • Capsicum tournefortii Besser
  • Capsicum ustulatum Paxton
  • Capsicum violaceum Desf. nom. illeg.
  • Piper indicum Garsault

Como para que alguien te diga «con extracto de pimiento» así, sin más y tu te quedes tan ancho. Que no te tomen el pelo. Yo de momento hoy voy a comer un suculento plato de trigo con arroz salvaje y salteado con verduritas, entre ellas pimientos de tres colores (por si acaso). Recuerda come comida. #slurpslurp

Trigo verduras soja

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Foto: Rasbak vía Wikimedioa Commons