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"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Bebe agua sin la necesidad de hacer caso a “9 de cada 10 médicos”

Agua del grifo_Carol Munro was rgtmumMás que sorprendido me quedé el otro día al leer esta noticia que me llegó vía Twitter: “9 de cada 10 médicos de Atención Primaria aconsejan agua mineral”. En ella se hace una especial y concreta promoción del consumo del agua mineral natural (de la embotellada) para mantenernos correctamente hidratados. Al perecer, según el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), promotor de la encuesta, debe ser difícil mantener una correcta hidratación utilizando el agua del grifo. Insisto que es una cuestión de apariencia, en la que el agua mineral sale beneficiada haciéndonos creer que esta es la mejor opción para mantenerse correctamente hidratado. No estaría mal el saber de las razones de ese 90% de médicos para mantener esta postura.

Ya comenté en esta entrada que sobre el agua mineral natural se dicen o se sugieren muchas tonterías y que por eso me gustaba tanto aquella publicidad en la que se decía explícitamente que “el agua mineral natural no hace maravillas”.

El sinsentido del titular de “9 de cada 10 médicos recomiendan…” se pone de manifiesto con el dato que aporta el artículo referido a que el 85% de los encuestados (médicos) recomienda beber 8 vasos de agua al día. Pues bien, es un mito del que solo deben estar al corriente el 15% de los médicos encuestados. Y por tanto no me extraña que aquellos que siguen anclados en el pasado con respecto a lo de recomendar beber 8 vasos (unos dos litros) de agua al día hagan también recomendaciones con respecto a lo beneficioso que además sea agua mineral natural. Hace un par de años una atrevida médico de familia escocesa puso en pie de guerra a toda la industria del agua embotellada al señalar en un editorial publicado en el British Medical Journal que esta recomendación genérica por un lado carece de sustento científico y, por el otro, parece estar cuajada de intereses comerciales .

Sin duda alguna, cuando de hidratarse se trata, la mejor opción es el agua. Venga de donde venga (siempre y cuando sea potable, claro está). Así que si tienes acceso a una red de abastecimiento de agua potable y esta no sabe de forma desagradable no dudes en recurrir a ella para hidratarte. Tu sed, si eres una persona sana, es el mejor indicador para que bebas. Esta consideración se menciona en el artículo “Importancia del agua en la hidratación de la población española: documento FESNAD 2010” cuando se afirma que para una persona sana la sed es una guía adecuada para tomar agua, con las posibles salvedades de los bebés, los deportistas y una buena parte de personas enfermas y ancianas en los que podría ser necesario “programar” una ingesta de líquidos más allá de su sensación de sed.

Tal y como comenté en twitter en respuesta a la mencionada noticia, si de mí dependiera le hubiera dado otro titular a la encuesta de marras, algo así como: “solo 1 de cada 10 médicos tiene suficiente seso como para no recomendar el agua mineral por sistema”.

Nota: Para ver alguna implicación más en la promoción de las aguas minerales embotelladas puedes echarle un ojo a esta entrada «Próxima parada en el sinsentido: el mundo del agua mineral» en el siempre interesante blog de SCIENTIA

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Foto: Carol Munro was rgtmum

Pues no, ¡el agua mineral no hace maravillas!

No sé que le parecerá esta entrada a un amigo que tengo publicista (o publicitario, que sé que con esta terminología hay ciertas tiranteces dentro del gremio), pero he de reconocer que la última campaña de AquaBona a mí me mola y mucho. Sin tonterías, sin alegaciones absurdas o imposibles (o ilegales); y que cuando te la encuentras en formato papel dice tal que así:

¿Crees que al agua mineral natural hace maravillas?

¡Pues no! Lo que hacemos es una botella especial neveras.

Así de claro, como el agua que anuncian. Al pan, pan; y al vino, vino.

Con el fin de evitar suspicacias supongo que he de volver a aclarar que no tengo mayor relación con la industria alimentaria que aquella derivada de hacer diariamente la compra, como casi todo el mundo. Así que no venga nadie a decir que si trabajo a sueldo de estos señores o si me envían periódicamente hidratantes lotes de agua o de lo que sea, porque no. Esta publicidad me gusta y punto. Y el agua que bebo es la del grifo. Y digo que me gusta porque en su mensaje está implícito que con esto del agua mineral se han dicho muchas tonterías en materia de publicidad y que ellos (al menos con esta campaña) no las van a decir.

Se han dicho, o no se han dicho. Ya que en no pocas ocasiones a base de no decir nada y «al dejar volar» la imaginación del consumidor se han dado a entender auténticos disparates. Recuerdo no hace muchos años una publicidad “muda” de otra conocida marca de agua mineral. Magnífica en su planteamiento porque decir, decir, lo que se dice decir, no decía nada, así que poco se les podía atacar con aquello de hacer alegaciones falsas. A ver si se acuerdan: Aparece en pantalla un vaso con un dedo de aceite en el interior; luego una botella de la conocida marca de agua mineral; y escancia lenta pero continuadamente su contenido llenando poco a poco el vaso mientras, claro está, el aceite permanece por arriba, en la superficie, hasta que termina por rebosar y lo primero que se derrama es el aceite, quedando un límpido y transparente vaso de agua lleno hasta el borde. A continuación una leyenda, el eslogan, “agua -xxxx-xxxxx- elimina lo que te sobra”.  El anuncio fue retirado, creo, porque daba a entender (sin decir nada, y en ello radica la pericia de aquel anuncio) que a base de beber de esa determinada marca de agua se iba a eliminar grasa. Dando a entender, si quieren, que bebiendo agua se adelgazaría. (Nota: He tratado de buscar por todos los medios y colgar en esta entrada el anuncio en la red, en youtube, en buscadores de videos diversos, etc. pero no ha habido forma de encontrarla. Ya digo que no es demasiado antigua, del 2005 más o menos. Si por favor algún alma caritativa me la pudiera hacer llegar se lo agradecería)

Pues lo dicho, si no tienen concretos problemas de salud no esperen maravillas en el consumo de un agua mineral específica más que la racionalmente previsible, es decir, la de mantener un correcto estado de hidratación. Y voy más allá, beban agua del grifo, fíltrenla si quieren; aun recuerdo la cara de asombro que se les quedó a los organizadores de un evento cuando D. Manuel Toharia mostró su desacuerdo porque le hubieran puesto agua mineral embotellada junto al estrado en el que hablaba (en el marco de “Canales para comunicar la ciencia en la Sociedad Red” en 2011). Él comentó que el consumo de este tipo de agua no se justificaba ni por cuestiones de salud ni organolépticas en base tanto al alto precio de la misma como por las razones ambientales derivadas de su producción, y que la próxima vez que viniera quería agua del grifo. Sabias palabras… y ahorradoras.