El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

La distorsión de la ración: cómo crear una nueva normalidad… pero anormal

La especie humana ha cambiado francamente poco en el último medio siglo. Me refiero en su naturaleza, en su biología. Si comparáramos este periodo de tiempo dentro de lo que sería la evolución de la especie con la vida de un ciudadano medio actual, cincuenta años de evolución podría equivaler a la décima parte de la duración de un estornudo… y como este dato solo es una opinión para la que no tengo pruebas no sería improbable que, además, me haya quedado corto. Vamos pues con un símil musical: decía Gardel en su famoso tango “Volver” que veinte años no es nada… pues cincuenta, digo yo, es menos que nada cuando lo que se observan son los posibles cambios de la madre naturaleza a través de la evolución.
CDC The New (Ab)normal

 

Sin embargo, nuestro entorno ha cambiado de forma salvaje. Brutal. Me refiero en este caso a cómo han cambiado las raciones que se nos ofrecen en la actualidad si las comparamos con las de hace medio siglo. Si atendemos a la transformación de las raciones cualquiera diría que el ser humano de hoy en día es una especie con unas necesidades inmensamente mayores que las de entonces. Te pongo solo unos ejemplos. Según el CDC norteamericano:

  • Desde 1950 hasta nuestro tiempo el peso medio de una hamburguesa se ha incrementado un 223%; y el tamaño de los “refrescos” un 500%
  • Desde principios de S XX el tamaño de una “ración de chocolate» (una chocolatina) se ha visto incrementado en un, pásmate, 1233%. Todo ello, en este caso y en los anteriores, sin hablar del aumento al largo de los años de la oferta o del acceso a este tipo de productos (no te voy a contar el acceso que yo tenía a los refrescos de cola a la edad de mis hijas y el que tienen estas actualmente)
  • Al mismo tiempo, desde 1960 el peso medio de las mujeres estadounidenses se ha incrementado 11,3 kilogramos y el de los hombres 12,7.

En resumidas cuentas el tamaño de las raciones ha crecido y el nuestro, los que nos comemos esas raciones cada vez más grandes también. Que sean dos hechos independientes (las raciones aumentan y nuestro peso también) y que no haya una relación de causalidad entre ambas circunstancias me costaría creerlo. Me cuesta creer por tanto que la industria alimentaria no tenga nada que ver en el aumento poblacional de la obesidad en el mundo en el último medio siglo, me cuesta creer que la presión que ejerce la industria del refresco, la de los dulces y la de la comida rápida sean actividades meramente circunstanciales pero no causales en el incremento mundial de la obesidad. La cantidad media de comida en un restaurante hoy en día es más de cuatro veces mayor que la de la década de 1950… no será desde luego la única razón que explique el incremento del perímetro de nustras, pero que es una de ellas me parece que es bastante evidente

¿Qué podemos hacer?

El propio CDC norteamericano ofrece algunas “soluciones” para cortar con esta negativa influencia de las nuevas raciones. Si queremos comer de forma más equilibrada, propone, hay algunas cosas que podemos hacer. Por ejemplo, si hay posibilidad, pedir aquellas raciones más pequeñas, compartir una misma ración con alguien (en vez de comérsela uno mismo), o bien comer una cantidad razonable y pedir que nos preparen el resto para llevárnoslo a casa (una alternativa muy típica en otros países y que empieza a cobrar cierta relevancia en nuestro entorno más cercano).

Sin embargo, desde mi punto de vista, estos consejos se circunscriben normalmente a malas elecciones de partida, es decir, a lo que sucede cuando se eligen para comer fuera de casa los típicos establecimientos de comida rápida (eufemismo de basura) así que, simplemente, de lo que se trataría es de hacer mejores elecciones para comer fuera de casa, y no pisar ese tipo de establecimientos

En cuanto a las comidas en casa, ya lo sabes, se trataría de prescindir de las comidas preparadas, que además de otras cuestiones nutricionales también suelen ser sustancialmente grandes, y en su lugar consumir comida de verdad de esa que se compra en los mercados… ¿te acuerdas?

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Imagen: http://makinghealtheasier.org/newabnormal

13 comentarios

  1. Dice ser Pepe Pérez

    Ya, si hablamos de las hamburguesas que se zampan los yankis, vale, pero si hablamos de NUESTRO ENTORNO, el de verdad, en el que nos movemos día a día, no un McDonalds de Wisconsin, resulta que ha ocurrido exactamente lo contrario de lo que dices, ahora vas a un bar y pides una de oreja o una de bravas y resulta que en estos últimos diez años el tamaño de la ración SE HA REDUCIDO drástricamente, en alguno sitios ya tienen el descaro de ponértelas en platos de postre. ¿Para qué? No por cuidar de nuestra salud, naturalmente, sino por que o aumentan el precio o reducen las porciones, y como lo primero no es competitivo, pues nada, cada vez menos cosas en el plato.

    22 junio 2015 | 10:16

  2. Dice ser Lola.

    Se olvidó mencionar el cambio que ha experimentado la publicidad y los medios de comunicación desde 1.950 a 2.015 para la venta de comida rápida.

    La publicidad de las cadenas multinacionales de las comidas rápidas ejerce una gran influencia sobre la población, y no solo aumentado la cantidad de comida a un menor precio, además, emplean técnicas de persuasión que nada tiene que ver con el menú que ofrecen para atraer potenciales clientes, como es la entrega de regalos para la infancia con cada menú.

    Y en cuanto a los medios de comunicación, el acoso de esas empresas sobre la población es incesante. No solo por la tele o Internet, también en la calle, en el transporte público, en eventos deportivos, e incluso, te llenan el buzón de tu casa con publicidad de amburguesas, perritos calientes, pizzas, comida china, etc., etc., y todo por menos 5 euros. Y ahora con un teléfono móvil y una aplicación, ni tenemos que movernos del salón de casa para disponer de comida de manera rápida, cómoda y barata.

    Nos ceban y envenenan con comida basura y con sedentarismo nos rematan.

    22 junio 2015 | 10:20

  3. Dice ser Sicólogo Astral

    A mi me irrita que cuando vas a comprar palomitas en el cine te hagan ofrecimientos: «por el mismo precio te podemos dar el doble». esta técnica de la tentación también la utiliza EL DEMONIO. si vas a comprar una cosa quieres esa y no EL DOBLE DE TODO. si pueden dar el doble que te lo den ya de entrada y punto y que dejen de tentar como el mismísimo demonio.

    22 junio 2015 | 10:27

  4. Dice ser Minichef

    Los redactores de hace 40 años apenas cometian fallos en la redacción, hoy es raro el texto sin errores. Un ejemplo: el de esta noticia, sin ir mas lejos.

    22 junio 2015 | 11:20

  5. Dice ser Gema

    Estoy un poco cansada de escuchar constantemente lo mismo, que si los refrescos son muy grandes, que si hay que estar en contra de poder rellenarlos gratis, que si tiene mucha azucar, que si la hamburguesa es más o menos grande, que si las raciones tienen más o menos…. Pensaba que eramos adultos, que podemos y debemos decidir que tomamos sin que haya nadie detras diciendonos las calorias. ¿¿O es que en casa también vais a estar detras a ver cuantos vasos de cocacola nos bebemos???
    Para un día que salgo a comer o cenar fuera no quiero estar pensando en calorias ni en grasas o hidratos de carbono. Soy yo la que tengo que decidir si me tomo un vaso o cinco de refresco, si lo tomo normal o light, si pido una o dos hamburguesas o si comparto las patatas. Y también soy yo la que decido si mi hija come o bebe una u otra cosa.
    Y que comemos más que hace 50 años no es culpa de los restaurante de comida rápida. Es un hecho real, hace 50 años se comía carne un día a la semana si tenías suerte, y pescado si vivias lejos de la costa igual ni lo probabas más que en conserva y salazón. Se comía legumbres casi todos los días porque cundía más. Nuestro ritmo de vida ha cambiado, nuestra forma de cocinar ha cambiado, y si en casa todos los días comemos más cantidad de la que necesitamos, tambíen necesitamos que la hamburguesa sea más grande, porque ya hemos acostumbrado al estomago a tragar más, y si es pequeña y nos quedamos con hambre pedimos dos.
    Así que igual si que hay que cambiar los hábitos, pero en casa, echando raciones más pequeñas, comiendo más de guisos de cuchara… no lo sé, pero no podemos echar la culpa a los demas si nosotros no sabemos calcular lo que comenos, lo que necesitamos y lo que nos apetece. Que no somos niños a los que haya que poner en el plato lo que algun «experto» haya clasificado como idoneo.

    22 junio 2015 | 11:39

  6. Dice ser Sicólogo Astral

    #Minichef

    Esto se debe a que internet ha incorporado a los aficionados a la escritura al mundo de la publicación via Blogs. esto ha creado un periodismo amateur paralelo al sector periodistico anteriormente inaccesible y superprofesional. esto o que a los reporteros de ahora les falta colegio. incluso nosotros los lectores nos incorporamos en cierta manera al nuevo periodismo amateur publicando comentarios en los diarios y aportando cosas para leer al resto de lectores. internet es la causa del peridismo «amateur».

    22 junio 2015 | 11:45

  7. Dice ser ana

    #gema
    faltaría más que alguien te dijera que comer! con estos artículos te explican las consecuencias de la mala alimentación, en tus manos está seguir o no los consejos… hace años, efectivamente había núcleos de población que no tenían acceso a alimentos básicos, pero estos no se toman como ejemplo para lo que se está tratando en el artículo, ya que tampoco llegan una dieta equilibrada… es lo que había y comían lo que podían… comer carne todos los días no es sano, comer legumbres y cereales y verduras sí… y en cuanto a decidir lo que comes… piensa en como la publicidad es responsable o mejor, en que medida es responsable de tus decisiones… todo esto sin ánimo de adoctrinar, ya que la responsable de tus decisiones, al fin y al cabo, eres tú misma, y si eres feliz con ese estilo de vida, pues sigue adelante. Todo esto de verdad léelo sin connotaciones paternalistas ni de mal rollo ni en plan bronca o con ánimo de dar lecciones, que sabemos todos lo que pasa con lo escrito, que se malinterpreta y se montan grescas por nada.
    p. d. perdonad si hay alguna falta, pero escribir en el bus no es nada cómodo 😉

    22 junio 2015 | 12:19

  8. Una entrada, la de hoy, muy interesante, tan solo discrepo en un punto: la comida rápida no siempre es comida basura.

    Y recuerda que si buscas Tiendas Online de Alimentación y Bebidas en España somos tu web de consulta, visítanos en http://elpedidohosteleria.com

    22 junio 2015 | 14:21

  9. Dice ser Isa

    Y una ración «Normal», ¿qué aspecto tendría?
    Yo ya comparto un plato, o eso, o me pido algo más pequeño, como una sopa.
    Si vieras el tamaño de los platos en Alemania, ¡Alucinas pepinillos!

    22 junio 2015 | 15:57

  10. Dice ser Tobor

    A mí me sigue haciendo gracia la ingenuidad de la gente que cree que elige libremente. Si la publicidad y la propaganda no influyesen en la gente, las grandes empresas no invertirían las millonadas que invierten en publicidad, los partidos políticos no se molestarían en diseñar discursos manipuladores, los grandes lobbies no serian propietarios de periódicos, radios y televisiones, los publicitarios no se pasarían la vida entera estudiando, y los periodistas no conocerían ninguna técnica de manipulación o tergiversación, el nazismo no habría existido nunca, ni siquiera existiría la violencia de género, porque la víctima se alejaría de su verdugo la primera vez éste le pusiera mala cara. El libre albedrío no existe, la mente humana es manipulable y se sabe perfectamente como hacerlo.

    22 junio 2015 | 15:59

  11. Dice ser un articulo que falla en lo basico pone el peso pero no la altura de las personas

    Porque no hablas del porcentaje de masa corporal en vez del peso en kilogramos?

    que pesan mas los americanos…no me digas ahora miden de media 30% mas que en 1960…luego tiene logica coman mas no?

    22 junio 2015 | 21:52

  12. Dice ser marian

    Es como los helados de cucurucho de cualquier heladería, te ponen un pedazo bolón que de sólo verlo ya te empachas; para el niño se lo pido más pequeño (no hay tu tía), mire que le pago lo mismo (ni por esas), demencial ver helados más grandes que la cara de los críos que por supuesto, dan dos chupadas y se duchan con el resto (qué pena y que desperdicio amén de saturación).
    Yo temino no comprando helados.

    23 junio 2015 | 11:30

  13. Dice ser San

    Creo que esto es referente a EEUU, yo estuve el año pasado y las raciones son mucho más grandes que las de aquí. El tamaño pequeño de un refresco de allí es como uno mediano aquí, y así con las raciones de patatas, palomitas, etc etc. Allí todas las raciones son mucho más grandes que aquí, nosotros al final pediamos una ración para dos, porqué los primeros días dejábamos demasiada comida.

    23 junio 2015 | 11:43

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