El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

«Refrescos» gratis, y no agua: la última (y lamentable) moda importada de los USA

Sí, lo reconozco lo de “la última” no es para tanto, hay establecimientos que ya llevan un tiempo promocionando este tipo de ofertas, pero lo cierto es que la implantación de este tipo de promociones está cogiendo cada vez más fuerza. Me refiero ya no solo a lo de “refrescos” gratis, sino también al “come todo lo que quieras/puedas por un módico precio” o lo que habitualmente se entiende por buffet o “barra libre” de lo que sea.

Antes de seguir aclararé que por “refrescos” y entre comillas me refiero a esa clase de bebidas que popularmente reciben tal clasificación, pero que de “refrescos”, como tal, nada de nada, por fríos que estos estén, tal y como señalaba el otros día Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) en est post… así pues, hablemos de bebidas azucaradas o edulcoradas, y no de “refrescos”.

Bien, sea como fuere, la última campaña de Burger King haciendo promoción de esta oferta está pegando fuerte, ha invertido no poca publicidad en ella y por eso merece una especial atención. Pero no es la única, por ejemplo, el otro día cuando mostré mi indignación sorpresa al hacerme eco de ella en las redes sociales no faltaron (de hecho fueron bastantes) los que me pusieron al corriente de otros establecimientos en los que este tipo de prácticas estaban ya en funcionamiento. Así, a bote pronto y sin hacer una exhaustiva búsqueda en el mercado, me informaron de que Foster’s Hollywood, Domino’s pizza e IKEA (en su web no he encontrado esta promoción pero es una oferta existente según me han confirmado en atención al cliente) también la han llevado a la práctica (actualmente, la mayoría de ellos, o en algún momento reciente otros).

Siendo así, Gemma Tendero (@gemmatendero_dn) tuvo la brillante idea de preguntarse si esta promoción del tipo “rellena tu vaso gratis” traducida nutricionalmente como “suma todas las calorías que quieras que nosotros no te las cobramosse hacía también extensiva al agua. Así pues, me pareció buena idea empezar con una rueda de consultas en las que se trasladaba esta duda a todos aquellos “restaurantes” que ofrecían esta promoción.

Y empecé por Burger King. Lo hice así por la aparente facilidad para contactar con la multinacional a partir del correo electrónico. Bueno, por eso y porque son los que más “ruido” están haciendo ahora mismo y porque son de los que más visibilidad pública tienen como “restaurante”.

Aquí tienes el correo que les dirigí (disculpas por la calidad, pero creo que da para entenderse).

BurgerKing_Rellena gratis 2

Y va y resulta que no han contestado… y no será porque no lo recibieran, ya que a escasos minutos de mi envío recibí este acuse de recibo. Han pasado 4 días laborables y nada de nada. Al final he de dar la razón a mis amigos Guillermo (@waltzing_piglet) y Rosa (@bioamara): estos no han contestado.

BurgerKing_Rellena gratis 3

Además, también han hecho oídos sordos a través de otros canales ya que tras mi consulta vía correo electrónico les mencioné en Twitter haciéndoles partícipes (de nuevo) de mi consulta.

En lo que respecta a Foster’s Hollywood mis pesquisas han dado peor resultado si cabe. En parte por la escasa nula efectividad de los recursos que esta multinacional pone a disposición de los consumidores para trasladarle dudas o preguntas: no hay correo electrónico y sí únicamente una servicio pantomima de atención telefónica. Al final, vía Twitter esta empresa contestó que:

Está incluido el refill de refrescos pagando solo el primero. Es válida para refrescos de máquina. No es válida para vaso de agua, jarras de sangría, tinto de verano, botellas de vino, combinados o licores y café.

Tras intentar continuar la conversación de porqué esta política con excluir el agua en la promoción, de si están al tanto de los aspectos negativos de las “calorías vacías” y demás… prefirieron seguir la adecuada política de Burger King: no responder.

Por su parte, mis indagaciones con IKEA fueron una delicia, tanto en las formas como en el contenido de sus respuestas. En este sentido he de decir que jamás fui atendido con tanta amabilidad y eficacia en un servicio telefónico de atención al consumidor como lo fui por el de IKEA. En resumen, les trasladé de palabra las mismas preguntas que se reflejaban en mi escrito a Burger King. Como la respuesta a la primera pregunta fue afirmativa: sí que se puede rellenar el vaso de agua con agua (con o sin hielo) tantas veces se quiera en sus servicios de restauración las demás preguntas carecían, hasta cierto punto, de valor. Sigo sin estar de acuerdo con eso de “suma todas las calorías que quieras que nosotros no te las cobramos” pero al menos, además de esa opción está la de no sumar, hidratarte y que no te lo cobren.

El tema en cuestión

Nos llevamos las manos a la cabeza cuando oímos de las malas prácticas y circunstancias (las del mercado, entorno…) que se llevan a cabo en los Estados Unidos como paradigma de país desarrollado con unas tasas de sobrepeso y obesidad desorbitadas. Sin embargo, adoptamos esas mismas circunstancias con entusiasmo a la menor oportunidad. Mientras, nuestras autoridades sanitarias no realizan el menor gesto para regular este tipo de prácticas nada beneficiosas.

No sé (bueno, en realidad sí que lo sé) hasta qué punto lo del “come y bebe por poco dinero hasta que revientes te hartes” es una medida plausible desde el punto vista de las cifras de venta de estos establecimientos; pero de lo que no me cabe la menor duda es que mientras esa especie de buffet libre solo se haga extensiva a los productos menos recomendables, las políticas de estas multinacionales quedan al descubierto. En cualquier caso también he de decir que cualquier propuesta tendente a hacer consumos “XL”, sea con los productos que sea, me parece desacertada. Al menos en nuestro entorno, invitar a comer más de la cuenta no es precisamente ni beneficioso ni necesario. Si acaso más al contrario. Es una cuestión de Salud Pública y este tipo de empresas con este tipo de promociones han decidido mirar hacia otro lado y cubrir “otras” demandas y necesidades de los consumidores.

De todas formas, ¿tanto les costaría poner el agua dentro de este tipo de promociones? No creo que sea una cuestión de logística… tampoco de precio (salvo que el agua sea más cara que los dichosos “refrescos”). Tiene que haber algo más y no nos lo cuentan.

A cada día que pasa queda más claro que nuestro entorno promueve cada vez con más ahínco circunstancias incompatibles con un patrón de vida saludable; así, muchas empresas se empeñan en reforzarlas; y las autoridades sanitarias miran también para otro lado o llevan a la práctica campañas que solo sirven para cubrir el expediente y poder decir que ellos ya ponen de su parte. Sin embargo, hacer eso y nada, es lo mismo. Y mira que sería sencillo.

Para terminar y en especial para esa clase de empresas y sus agencias de comunicación les dejo esta saga de post al respecto del consumo de “refrescos” que aportan un mensaje para nada refrescante. En resumen: con sus promociones están haciendo un flaco servicio a los intereses de Salud Pública de los consumidores de nuestro entorno (y por lo que se ve, les da igual)

59 comentarios

  1. Dice ser HARTO

    @Raquel

    ¿Perder dinero? ¿Crees que la proporción de clientes que beberían agua en este tipo de restaurantes es tan elevada que les haría perder dinero? Yo creo que no. Más, teniendo en cuenta que los refrescos son «gratuitos».

    Efectivamente cada uno puede escribir lo que quiera, faltaría más. Y aunque no lo digo por tu comentario (no me refería concretamente a ti), lo decía porque me -no sé qué verbo emplear: fastidia, duele, sorprende, entristece- que uno escriba lo que quiera faltando el respeto al autor y empleando un vocabulario soez. Aunque queda retratado como lo que es, opino que de un debate o conversación educada se puede aprender mucho. Quien quiera, claro está.

    16 julio 2014 | 15:07

  2. Dice ser Raquel

    @HARTO

    Francamente sí que creo que podrían perder dinero. Por ejemplo, ya que me regalan la botella, me llevo una ya que voy a la playa, otra para el coche, otra para…

    «lo decía porque me -no sé qué verbo emplear: fastidia, duele, sorprende, entristece- que uno escriba lo que quiera faltando el respeto al autor y empleando un vocabulario soez. Aunque queda retratado como lo que es, opino que de un debate o conversación educada se puede aprender mucho. Quien quiera, claro está»

    100% de acuerdo contigo!!

    16 julio 2014 | 15:13

  3. Dice ser Daniel

    Vamos a ver, si la empresa (la que sea) quiere ofrecer refrescos gratis…pues tiene toda la potestad para hacerlo, y las cuestiones de salud publica tienen poco o nada que ver; la cuestión de fondo es la gente, si alguien cree que tomarse siete cocacolas comiendo es sano, el problema lo tiene el, no el establecimiento por darle pie a ello

    La legislación no debe imponer hábitos saludables «por obligación», es la gente la que debe tomar esa decisión (y si no es así, vamos a prohibir cualquier tipo de tabaco, alcohol o grasa saturada)

    16 julio 2014 | 15:39

  4. Dice ser Gabriel

    Puesto que te permiten rellenar, y no es que te obliguen a ello, el tema de las calorías me parece superfluo. Ingerirás las calorías que tú quieras, luego eres tú quien contribuye a tu patrón alimentario, no el restaurante.

    Aparte, sirve también para las bebidas edulcoradas que no aportan calorías. Así que no veo el problema, la verdad.

    16 julio 2014 | 16:48

  5. Dice ser Silvia

    Pero si eso no son refrescos, es agua de colores. Puedes beber más pero no sabe a nada http://goo.gl/FZXqfZ

    16 julio 2014 | 18:10

  6. Dice ser Antonio Larrosa

    No es extraño ver tal cantidad de niños gordinflones, negocio redondo para médicos.

    Clica sobre mi nombre

    16 julio 2014 | 19:38

  7. Dice ser @pequelenteja

    Vaya, estoy sorprendidísima con los comentarios. Sobre todo por la cantidad de insultos y faltas de respeto, por un momento pensé que me había equivocado de blog… pero a veces se me olvida lo sencillo que es faltar al respeto a través de una pantalla. Al tema:

    Me hacéis reflexionar sobre el tema de la libertad. Me hace gracia que consideréis que la publicidad que os bombardea día a día no tiene ningún efecto sobre vosotros o sobre todo, en los más jóvenes. Si es cuestión de libertad, ¿por qué gastar tantisimo dinero en publicidad desde hace décadas? ¿Por qué consumís lo que consumís? Seguro que si vais a uno de esos restaurantes con menores, solo por la gracia de verlo en la publi, ya deciden ir a rellenar, por lo menos, una vez. La presión mediática puede superar en muchas ocasiones la capacidad de decisión de las personas. Lo que va al hilo de mi segunda reflexión…

    Me hacéis reflexionar sobre las tentaciones. Claro, porque seguro que nadie en el restaurante lo va a ir a rellenar, ya que como algunos decís, con un vaso es más que suficiente. Las tentaciones que supongan un no-aporte de nada interesante para el cuerpo, en este caso desde el punto de vista nutricional, deberían evitarse. Dejando a un lado el tema de las calorías etc. si voy con mi niño y le digo que porque no se bebe el agua el zumo, y prefiere el refresco, evidentemente no le va a pasar nada, pero va a dejar de comer algo mejor.

    Por último me hacéis reflexionar sobre la educación. Muchos indicáis que lo que »debería» hacer la gente es controlarse, o tener un mínimo de conocimientos sobre nutrición. Muy bien, en eso estoy de acuerdo. Pero ¿Lo hay? Me da la sensación de que minimizais, además, la peligrosidad del consumo en exceso de este tipo de productos y el concepto que empieza a extenderse de »cuanto más mejor» y no »cuánta más calidad mejor». Evidentemente si vas a comer a una hamburguesería low-cost, no esperas comer nada nutricionalmente interesante; Pero no podemos permitir que se venda como algo genial, un regalo, y menos una oportunidad de aumentar el consumo; Porque la alimentación afecta a nuestra salud, y no debería ser utilizada como un bien de consumo más, como quién se compra dos coches.

    En fin.

    16 julio 2014 | 22:35

  8. Dice ser Alex

    @pequelenteja Me gustaría contestar a tu comentario, pues me parece un punto de vista preocupante también para la salud publica este tuyo:

    «Me hacéis reflexionar sobre el tema de la libertad. Me hace gracia que consideréis que la publicidad que os bombardea día a día no tiene ningún efecto sobre vosotros o sobre todo, en los más jóvenes. Si es cuestión de libertad, ¿por qué gastar tantisimo dinero en publicidad desde hace décadas? ¿Por qué consumís lo que consumís? Seguro que si vais a uno de esos restaurantes con menores, solo por la gracia de verlo en la publi, ya deciden ir a rellenar, por lo menos, una vez. La presión mediática puede superar en muchas ocasiones la capacidad de decisión de las personas. Lo que va al hilo de mi segunda reflexión…»

    El estado no debe controlar todo lo que ven, piensan, comen o beben las personas porque esto pueda ser dañino para su salud. En tu misma lógica se debería prohibir prácticamente cualquier actividad, evento, charla, periódico, medio de comunicación, vehiculo pues empleados de la forma incorrecta puede ser dañino casi cualquier elemento del entorno. Es necesario cohartar las libertades de las personas para salvarles la vida? O acaso cada uno no es libre de morir de el mal que uno quiera? El estado debe informar, educar, tiene herramientas para ello, otra cosa es que no se usen.

    «Me hacéis reflexionar sobre las tentaciones. Claro, porque seguro que nadie en el restaurante lo va a ir a rellenar, ya que como algunos decís, con un vaso es más que suficiente. Las tentaciones que supongan un no-aporte de nada interesante para el cuerpo, en este caso desde el punto de vista nutricional, deberían evitarse. Dejando a un lado el tema de las calorías etc. si voy con mi niño y le digo que porque no se bebe el agua el zumo, y prefiere el refresco, evidentemente no le va a pasar nada, pero va a dejar de comer algo mejor.»

    Es lo mismo que cuando el niño se come tierra o se intenta tomar la lejía, si tan dañino es, no le permitas tomarla con la idea, un niño no hace lo que sus padres no le permiten, inculcar la idea de que eso es dañino, y cuando tenga mas edad informar sobre los efectos nocivos va a hacerle mas bien al niño que echar balones fuera, si es tu hijo es tu responsabilidad, no es responsabilidad de el local.

    «Por último me hacéis reflexionar sobre la educación. Muchos indicáis que lo que ”debería” hacer la gente es controlarse, o tener un mínimo de conocimientos sobre nutrición. Muy bien, en eso estoy de acuerdo. Pero ¿Lo hay? Me da la sensación de que minimizais, además, la peligrosidad del consumo en exceso de este tipo de productos y el concepto que empieza a extenderse de ”cuanto más mejor” y no ”cuánta más calidad mejor”. Evidentemente si vas a comer a una hamburguesería low-cost, no esperas comer nada nutricionalmente interesante; Pero no podemos permitir que se venda como algo genial, un regalo, y menos una oportunidad de aumentar el consumo»

    No lo hay porque no se invierte en ello, pero acaso es mejor prohibir, censurar, cohartar libertades individuales y reprimir por un bien mayor?

    Si se apostara por educación para la salud desde la atención primaria de cada municipio y se educara desde la escuela, sería mucho mejor, sobretodo para la libertad de elegir de cada ciudadano.

    «; Porque la alimentación afecta a nuestra salud, y no debería ser utilizada como un bien de consumo más, como quién se compra dos coches.»

    Dos coches no son mejor que uno si solo tienes dinero para uno, la alimentación es igual, si solo tienes gasto calórico para una hamburguesa, no comas dos, pero al igual que no por ello creo que estés en contra de los anuncios de vehículos.

    17 julio 2014 | 02:02

  9. Dice ser Marian

    Ahh, pero en esos sitios ¿cobran el vaso?, es que he ido una sola vez a un burguer, mi hijo unas tres veces por cumples (tiene 10 años) y solo comió nagetts por comer algo, no le gustó (suerte que tengo)

    17 julio 2014 | 11:25

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