El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Mis hijas no toman “menús infantiles” y comen la mar de bien

Niño comiendo (2)Si te has prodigado por comuniones, bodas y bautizos últimamente te habrás dado cuenta de una realidad que no por sacarla a colación ahora es especialmente novedosa. Al contrario, es una práctica que se realiza desde hace bastantes y años y que para mi desasosiego va en alza. Se trata de los menús infantiles. ¿Acaso los niños comen mejor con un menú habitualmente de mucha menor calidad que el que incorporan los adultos y, además alejados de su presencia? Yo creo que no.

Este tema tiene en mi opinión dos vertientes. Por un lado, la que se refiere a que puedan comer por su cuenta sin la ayuda de una persona mayor, me refiero por ejemplo a la normal dificultad que le supone a un niño de 5 años el enfrentarse a un jarrete de cordero entero, un pescado con sus espinas, unos percebes, etcétera. Y por el otro lado está la cuestión de si un niño es capaz de apreciar la especial calidad de determinadas preparaciones culinarias y por lo tanto, al no merecer la pena ofrecérselas, proponerle un menú más… (no sé que decir) ¿palatable, facilón, sencillo, monotemático, aburrido…?

Empezando por esta última parte, un servidor es de la misma opinión que mi vecina cuando en su día dejó bien claro que los niños pueden ser pequeños pero no son tontos y eso incluye la hora de comer. No sé muy bien qué nos hace suponer que las croquetas de boletus edulis de los canapés para los adultos no van a ser del agrado de los más pequeños y que estos prefieran unas empanadillas congeladas… o que nuestro jamón 5J’s sea solo para nosotros y ellos tengan un chorizo vulgar donde los haya… o que las carabineros sean solo para los mayores y las anillas de calamar (congeladas de nuevo) sean para los niños. Etcétera. Dejando el tema económico a un lado, el problema no es de aquellos que ofrecen el servicio, sino de los padres que o bien lo “compran” o, lo más habitual, lo demandan. Evidentemente, si educas a un niño para que tenga paladar de corcho y que coma solo cuatro cosas, será difícil sacarle de ahí. En el caso de mis hijas, por lo general hacen tanto aprecio por “lo bueno” como el que más.

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La otra cuestión, la de que hay cosas para las que ellos no tienen la habilidad, es evidente. Y tanto más tardarán en adquirirla en tanto en cuanto nos los sentemos a nuestro lado y les mostremos como se hacen las cosas. Cierto es que el principio de seguridad ha de prevalecer y ante cuestiones como las espinas, cáscaras y demás hay que estar muy seguro de lo que se les deja o no hacer a su rollo. Carolina por ejemplo, de 5 años, ya no tiene ningún problema en enfrentarse a un bol de bígaros con su alfiler en ristre… y tanto ella como su hermana Adriana, de 9, se sacan de la boca con toda la naturalidad del mundo, las escasas espinas que se nos han escapado a sus padres al limpiarle la ración de cogote de merluza… lo ven hacer y lo hacen, lo ven comer y lo comen, lo ven apreciar y lo parecían.

Sin embargo, el habitual entorno no facilita las cosas. El otro día, por ejemplo, en una comunión, adultos y pequeños (al loro, que consideraban “pequeños” a dos chavalotes de 15 años) estaban claramente divididos. Se trataba más bien de una segregación que se ponía manifiesto con un molón cartel que rezaba kids corner (la esquina de los chavales) y que tenía a los más pequeños (y no tanto) literalmente arrinconados. Y como te puedes imaginar con unas diferencias en el menú que rozaba la afrenta… algo así como ciudadanos de 1ª y de 2ª.

Voy con otro acontecido. Estando de viaje con la familia hace pocos días, paramos en un restaurante para comer, algo rápido y sin demasiadas pretensiones (menú 12 euros). Los primeros platos que nos ofreció la camarera fueron: espagueti carbonara; paella de pescado; calabacines al horno rellenos con bacalao y; ensalada. Los segundos: chuleta de cerdo con patatas; jarrete al horno con verduras; dorada al horno con pisto y pollo al ajillo. Y al finalizar, mientras nos lo estábamos pensando la camarera dice: también tenemos si quieren un menú infantil adaptado al gusto de las pequeñas…. flipante. El único problema fue poner a la crías de acuerdo entre ellas para pedir un único menú “normal” para las dos. Evidentemente, con esa oferta “para adultos” no hubo mayor problema en que comieran cualquier cosa de las que nos ofertaban. Ni tan siquiera le dimos a la camarera la ocasión de que nos explicara el menú infantil.

Así pues, tanto si aun estás a tiempo como si ya tienes hijos con cierta edad, trata de normalizar lo máximo posible el momento de la comida y las características de lo que todos coméis, bien en casa, bien por ahí.

Y todo ello siempre que se pueda y que dependa de ti, tampoco se trata de montar el numerito cuando en una celebración que organizan otros las cosas están dispuestas de otra forma.

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Imagen: Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

38 comentarios

  1. Dice ser Rick

    Percebes, carabineros, jamón cinco jotas … A todo tren.

    Sólo me ha faltado leer que, en Navidad, en lugar de espolvorear en la ensalada unas cucharaditas de huevas de mújol, las niñas se comen el caviar Beluga a cucharadas. Y sin mantequilla, que le quita pureza y aporta grasaza a tope.

    En mi próxima vida, en lugar de Industriales, estudio DN y ejerzo por lo privado.

    11 junio 2014 | 09:36

  2. Dice ser Paz

    Yo tengo dos niños, uno de 4 y otra de dos.
    La niña es más de probar cosas nuevas, pero yo por más que lo he intentado no puedo hacerles comer verdura que no sea en puré. Y he probado de muchas maneras con poco éxito.
    Menos mal que para los segundos son menos remilgados.

    Cuando hemos comido en restaurantes casi nunca les hemos pedido algo ‘especial’ para ellos, sino que pedimos un menú o raciones que les vayan a gustar, o compartimos o algo así.

    Otra cosa: un chorizo vulgar donde los HALLA. Mejor poner haya.

    11 junio 2014 | 09:53

  3. el-nutricionista-de-la-general

    Hola Rick,

    Habrá si quieres podido sonar pretencioso, pero esos ejemplos eran eso, ejemplos para una mejor comprensión. Ese tipo de manjares excelsos y de especial coste solo están a nuestro alcance, como decía, de forma muy esporádica o en las celebraciones o invitaciones de terceros. Así pues, si es por los ingresos te sugiero que no estudies DN.

    Hola Paz,

    Gracias por la corrección (mil perdones)

    Saludos cordiales

    11 junio 2014 | 10:00

  4. Dice ser AreaEstudiantis

    Depende un poco del menú de los adultos, pero el menú infantil suele ser bastante malón.

    http://areaestudiantis.com

    11 junio 2014 | 10:00

  5. Dice ser @pequelenteja

    Esos fueron mis pensamientos la semana pasada cuando hablaba con una amiga, que tiene una hija de 4 años ( la primera madre del grupo de amigas), que iba a una boda.
    No me interesa mucho la parafernalia de las bodas así que me limité a escuchar como explicaba los detalles del vestido, el regalo, el vestido de la niña, etc. cuando escucho que una de mis amigas le pregunta »¿Y el menú de los niños?» Sin evitarlo, fruncí el ceño y le dije, » ¿Cómo? Pero si acaba de decir que hay marisco (estamos en Galicia…) y pescado!» Ambas me miraron como si no fuera de este planeta (lo reconozco, no fui a muchas bodas) y mi amiga me explicó que los niños iban a tener pollo rebozado con patatas. Me quedé atónita. Tras breves momentos en mi cabeza hallé varios de los posibles motivos:
    – Si voy a una boda, quiero socializar, beber, hablar con la amiga de tal, y bailar… No atender a mi niña que ya la veo todos los días y necesito divertirme
    – Entiendo que estamos en crisis y hay que ahorrar en lo que sea. Servimos percebes sí, pero si nos ahorramos 5 platos a base de pollo, mejor. No vamos a renunciar los adultos a los percebes, que para eso somos adultos.
    – No voy a enseñar a comer a los niños en la boda. Ya aprenderán en casa. Son pequeños y tienen tiempo. Eso sí, si veo que algún niño se porta mal y no es el mío, me escandalizo.
    – Los niños son niños, y para algunos eso quiere decir, »fáciles de engañar» »muy inocentes» y hay que aprovecharse d eso. Que luego crecen y ya hay que explicarselo todo y protestan. Así es más fácil y puedo cumplir mejor el punto uno.
    – Mil razones más
    – Leáse todo lo anterior con sarcasmo.

    Con los niños, nos equivocamos en muchas cosas. Luego crecen y los hacemos responsables de todo lo que hacen. Gestos como no separar sus menús, que coman con los adultos…¿ Cambiaría algo? Por lo menos, indicaría un cambio en el concepto que se tiene de la infancia.

    Un saludo

    11 junio 2014 | 10:10

  6. Dice ser AGA

    El menu infantil en las celebraciones suele ser fritanga o macarrones, estamos de acuerdo. Pero has de reconocer que el caso de tus hijas no es lo normal (desgraciadamente), y hay muchos ninios que comen pocas cosas fuera de lo standard. En una boda es mas facil para todos poner croquetas y empanadillas que tener a los padres peleandose con los crios para que se coman el pescado.

    De acuerdo con que dichas croquetas o empanadillas podrian ser de mejor calidad, pero eso supongo que depende del restaurante y de lo que pagues.

    Otra cosa, yo tengo ya muchos anios, pero en mi casa no se comia un frito, ni un precocinado. Eramos de menu perfectamente equilibrado y bajo en grasas innecesarias. Pero seguiamos siendo ninios, y nos gustaban esas cosas. La comunion de un primo o la boda de un tio eran la oportunidad de comer esas cosas que no soliamos, y molaba.

    11 junio 2014 | 10:16

  7. el-nutricionista-de-la-general

    Hola AGA

    Tal y como menciona Julio Basulto en su libro «Se me hace bola», parte del «secreto» al respecto de la presencia de los alimentos menos recomendables en la alimentación de los más pequeños se resume en un sucinto pero claro: «no ofrecer, no negar»

    Saludos cordiales

    11 junio 2014 | 10:24

  8. Dice ser Ángel Villodre López

    No me parece nada malo el artículo y estoy de acuerdo, pese a no tener hijos, con la apreciación de los «menús infantiles» si bien yo era precisamente de los «delicados». Pero mi principal apreciación es que los menús infantiles son, sobre todo, una filfa de algún rebozado con patatas fritas cuando hay críos que comen y saben comer incluso mejor que muchos adultos.

    Pero me he visto impulsado a escribir este comentario ante el anglicismo intolerable de «palatable», teniendo el equivalente castellano usado muy frecuentemente en «apetecible» y esperando que no le moleste el apunte.

    11 junio 2014 | 10:35

  9. Dice ser MariadelMar

    Aun recuerdo la cara de asombro cuando ibamos de tapas y mi hijo pequeño, con apenas dos años, se zampaba su pimiento de piquillo relleno de bacalao.
    O en una boda que estuvimos el verano pasado, ya con 13 años, su cabreo al ver que no le servian una rica ensalada templada y un solomillo de buey como a todo el mundo, y en su lugar le ponian unas croquetas precocinadas y un filete empanado con patatas fritas congeladas…

    11 junio 2014 | 10:41

  10. Dice ser Marisa

    Mi hija tiene dos años y medio y cuando comemos fuera siempre comemos lo mismo, eso sí, a la hora de elegir los platos pedimos cosas que sabemos que puede comer sin problema, pero nunca recurrimos a menú infantil que suele ser a base de fritos.

    Ella con dos años es perfectamente capaz de masticar, de comer por sí sola, a veces con cubiertos y a veces con las manos si es un sólido difícil de pinchar (no pasa nada, no entiendo por qué algunos ponen el grito en el cielo porque se use las manos a estas edades si no estás en un 5 estrellas superior). Come sin problema ensaladas, legumbres, pescaso, …

    Hace unas semanas estuvimos en una comunión y por su edad se sentó en la mesa de los adultos, en una trona, y del menú infantil sólo se comió la crema de calabaza; las patatas fritas y el pollo empanado no fueron de su devoción, y prefirió picar de lo nuestro que era más apetitoso. Algunos de los niños de la mesa infantil venían a picar de la mesa de los adultos porque no son tontos y también tienen paladar.

    Nota: si la pusimos en la mesa de los adultos es porque entre plato y plato los niños más mayores se iban a jugar a la zona de jardín, piscinas,…

    11 junio 2014 | 10:47

  11. Dice ser Marian

    El año pasado mi hijo hizo la comunión y él eligió comer como los adultos, sus almejas a la marinera, su cordero asado, etc… y además eligió comer con los adultos; mientras sus primos dos y tres años menores, decidieron (sobre todo sus padres) que comieran el menú infantil y al otro extremo de la mesa.

    Supongo que hay niños y niños, aunque también es cierto que si desde pequeños les enseñas a comer, en algún momento eligen las sardinas a las croquetas (al menos el mío).

    11 junio 2014 | 10:57

  12. Dice ser asdf

    de cualquier manera les pones a los críos delante un bogavante y se lo comen…

    11 junio 2014 | 10:59

  13. Dice ser Mónica

    Pues a mi me parecen muy prácticos y no pasa nada porque algún día puntual que se sale a comer fuera coman menús infantiles. Otra cosa sería hacerlo cada día. El caso es que le sacais punta a todo http://goo.gl/bwamRC

    11 junio 2014 | 10:59

  14. Dice ser Marian

    Si no se trata de que coman o no fritos o macarrones, (mi hijo come las croquetas que yo le hago, los San Jacobos y por supuesto los macarrones), se trata de que el contenido del menú infantil dista mucho de lo que se llama calidad de producto en relación al menú adulto.
    Yo entendería como menú infantil (y así lo han hecho en algunos sitios, porque el propio menú infantil como que no le hacía gracia ni a él ni a nosotros), poner menos cantidad y por tanto cobrar menos, pero siendo el mismo menú para todos, no es tan difícil, solo que lo contrario es más ganancia para el restaurante.

    11 junio 2014 | 11:16

  15. Dice ser Almudena

    Cuando mis hijos tenían tres años los abuelos nos trajeron un lomo de Salamanca buenísimo. Les di un poco para merendar. Al día siguiente les pregunto si querían jamón para merendar y les di del corriente que compro en el super, y su respuesta fue «no, mamá, queremos del de ayer». Son niños, pero no son tontos.
    A mis hijos les ha gustado casi todo lo de los mayores desde muy pequeños. Cuando vamos a comer suelo pedirles un menú normal para los dos de lo que haya, a veces si veo que no hay nada que les pueda gustar, pues si que tiro de una ración de croquetas o calamares, que no pasa nada. Y en las hamburgueserías si que piden el infantil, por aquello de que es más pequeño y más barato, y al final es lo mismo, hamburguesa, patatas y helado.

    Discrepo en que esté mal lo de sentarles separados en las celebraciones, a mi me parece que les gusta, les hace sentirse mayores y se lo pasan bien lejos de los adultos. Al menos a mi me encantaba cuando era pequeña.Y que queréis que os diga, mis hijos son mellizos, comer fuera con los dos era complicado, y recuerdo con verdadera felicidad la primera vez, tenían unos tres años, que fuimos a comer a casa de unos amigos y se fueron a la mesa de los niños, a cargo de los más mayorcitos. Primera vez en tres años que pude mantener una conversación durante una comida

    11 junio 2014 | 11:41

  16. Dice ser JAJA

    A mi lo de poner un menu infantil, adaptado a sus gustos y, sobre todo, a sus limitaciones a la hora de comer (marisco, pescado entero…) me parece perfecto. Lo que habria que pelear es porque esos menus sean de mejor calidad. Las croquetas congeladas pueden ser caseras, como las que sirven a los adultos, puede haber algun plato de marisco ya peladito, a lo mejor un pescado que sea hecho en lomos en vez de entero… Yo que sé. Pero en una boda, ponerles una langosta y un solomillo pues como que lo veo complicado, mas por los cubiertos que por el sabor.

    Lo de sentarse separados… Pues creo que para ellos es mejor. Se relacionan con otros de su edad, no estan con los adultos detras todo el rato… A mi me gustaba un monton!

    11 junio 2014 | 11:52

  17. Dice ser AGA

    Nutricionista, hoy debo estar espesita (que lo estoy) pero no me he enterado si me estas dando la razon o me la estas quitando…

    No ofrecer, no negar. Si no se les da en casa pero no se les niega cuando estan fuera, es exactamente eso, no?

    Estoy esperando un bebé, el primero, asi que cualquier cosa relativa a la educacion de los ninios me interesa porque no tengo ni idea.

    11 junio 2014 | 11:55

  18. Dice ser Carlota

    Estoy en parte de acuerdo y en parte en desacuerdo. Me explico:

    Por un lado es cierto que en muchos sitios la calidad de los menús infantiles deja mucho que desear y se abusa de fritos y precocinados. En eso estoy de acuerdo. Los niños no son tontos, los míos me lo han demostrado muchas veces, les gusta lo bueno.

    Por otro lado para la mayoría de los niños es más fácil comerse unos macarrones o unos nuggets con patatas fritas que comer un menú de «mayores». Tienes suerte de que en tu caso no sea así, pero no es lo habitual.

    Lo que creo es que hay que tener un poco de sentido común y no ser extremista. Si tus hijos comen de todo ¿por qué pedir un menú especial para ellos? Claro que si tus hijos son de los que comen cuatro cosas ¿para qué complicarte un día que sales a pelearte todo el rato con ellos en la comida? pídeles macarrones que se los comen en un plis.

    No pasa nada porque un día no estés ahí dándoles guerra para que se coman la ensalada, se trata de que es un día que sales a comer o a una celebración y todos queréis pasarlo lo mejor posible.

    Para pelear e intentar que coman bien ya está el resto del año, que hay muchos días.

    Estoy de acuerdo con Almudena, a mi también me encantaba que en las bodas los niños estuviéramos juntos, era divertido.

    11 junio 2014 | 11:59

  19. Dice ser Yoyo

    La cosa es mucho más fácil que todo eso.

    De acuerdo en que los niños tienen que habituarse a comer «cosas de adultos». Pero hay un momento para todo. No se trata de ofrecerles un menú de menor calidad (ahí hay para otro debate), se trata de darles algo que sepas que les va a gustar. Lo pintes como lo pintes, un niño está en pleno desarrollo, y eso incluye el gusto por la comida. Seamos serios, ¿a cuántos niños menores de ocho años conoces a los que les guste la verdura? ¿O el pescado?. Ojo, que no estoy diciendo que no haya que dárselo de comer (todo lo contrario), pero hasta que educan el gusto, muchos padres tienen que ingeniárselas para que los niños lo coman, o bien mezclándolo con algo que sí les gusta, o bien en puré. Y si en una celebración de carácter excepcional se tienen que comer un plato de macarrones con tomate porque pelearse con las espinas del besugo les va a amargar la comida, pues que se coman los macarrones. En serio, NO PASA NADA.

    No es por clasismo, ni porque sean personas de segunda. Es algo tan simple como que la mayoría de los niños prefieren un filete empanado con patatas antes que una mariscada. No creo que sea tan difícil de entender. Ojo, que si es el niño el que prefiere la mariscada yo soy el primero en dársela, pero eso a lo mejor te pasa con un niño de cada veinte.

    Insisto en que estoy de acuerdo en que a un niño hay que enseñarle a comer. Pero como todo en la educación de los niños, eso lleva su tiempo, y no creo que forzándoles a «ser mayores» antes de tiempo les estemos haciendo ningún favor. La cosa debe hacerse de manera gradual, con paciencia y en casa, y no creo que un acontecimiento excepcional como es una boda sea el momento más indicado para demostrarte a ti mismo que tu hijo ya es mayor. Dejad a los niños que sean niños, y un día, antes de que os deis cuenta, será él mismo el que pida el menú de adulto.

    Tampoco veas fantasmas donde no los hay. Lo de relegar a los niños a una mesa aparte no obedece a ninguna conspiración por la cual se separan los invitados en primera y segunda categoría. Simplemente los niños están más cómodos con otros niños de su edad (con los mayores se aburren), y los padres pueden charlar con los demás invitados sin estar constantemente pendientes de los chavales. Y no, a pesar de lo horrible que esto les pueda parecer a algunas personas, esto no es de ser malos padres.

    En cuanto a que muchos restaurantes se aprovechan poniendo menús infantiles de ínfima calidad y cobrándolos a precio normal, te doy la razón. Pero creo que ese no era el objeto de tu hilo.

    Saludos.

    11 junio 2014 | 12:00

  20. Dice ser rg

    A los crios hay que dejarles en paz y que coman lo que haya, que como tengan hambe veremos si comen…

    Pero yo este tipo de menús, que suelen ser chuscos y cutres, se los ponía, en mesa aparte, a todos los catetos habituales que por una u otra estúpida razón están siempre con el tópico de los restaurantes y los chefs de renombre mundial solo hacen mariconás, comidas escasas, que te quedas con hambre, tonterías vendehumos y demás paletadas.

    A esos les cascaba yo el menú hasta las trancas de patatas fritas y la buena cocina para el resto, con los niños incluidos, calro; que ellos saben apreciarlo mucho, más de lo que algunos se creen.

    Ya lo he dicho varias veces aqui, cuando hagais la compra hacer ver los alimentos a los crios, que los elijan si tienen edad, comprar todos los ingredientes y a la hora de cocinarlo que estén presentes, que ayuden, como si fuera un taller pero sin coñas, que huelan, perciban, participen en lo que puedan sin peligros y vereis como es solo una cuestión de autosugestión y gusto por la cocina, pero ojo!! que como no son tontos la autosugestión no funciona si el plato, guiso, asafo o lo que sea está malo, se vuelven exigentes, a mi la experiencia me resulta muy bien y comen y PRUEBAN todo lo que anda por la cocina, desde simplemente la sal, algún condimento, vinagre, los olores de las especias, la prepraración y el tiempo….y sobre todo la indepencia de hacer algo que por narices tendrán que hacer les guste o no: comer.

    Saludos.

    11 junio 2014 | 12:30

  21. Dice ser Silvia

    Esto de los menús en las comuniones y demás eventos para los niños es muy relativo. Mis hijos son de buen comer y comen de todo: pescado, verdura, fruta, legumbres… etc. Y casi todo les gusta.
    Hace poco estuve en una comunión y a los niños les habían puesto frituras, chacinas…. y como plato principal, pollo con patatas. Pues bien, después de comer las frituras y un poco de chacina, casi el 90% de los niños se levantaron para jugar, olvidando la mesa llena de platos con pollo. Me pareció un desperdicio muy grande.

    11 junio 2014 | 12:45

  22. Dice ser Para Silvia

    Pues imaginate si en vez de pollo fuera solomillo en salsa de boletus… Para echarse a llorar.

    Por eso se les pone pollo frito. Porque alguno come bien… pero solo alguno.

    11 junio 2014 | 13:04

  23. Dice ser Gema

    Yo he descubierto, que a los niños les gusta sentarse con los niños, mi hija aun no come sola del todo, pero cuando estamos en alguna celebración o reunión familiar y ve su trona en la mesa de los mayores la arrastra hasta la mesa de los niños, y soy yo la que se sienta con ella mientras come y luego me voy a mi sitio, pero lo entiendo, es igual que yo cuando prefiero sentarme con gente de mi edad y no con más pequeños o mayores, o elijo sentarme con un familiar antes que con otro. Elegimos con quien queremos compartir ese rato, y los niños también.
    Por otro lado, creo que el problema con los menús infantiles es la calidad, no el hecho de que existan, me explico, mi hija come de todo, y si me disgusta que en una celebración tenga que comer los tipicos macarrones (normalmente pasados) y las croquetas y calamares congelados. Pero tenemos que tener en cuenta que los niños no tiene la concepción de la comida que tenemos nosotros, no la ven como el acto social al que podemos dedicar tres o cuatro horas, para ellos es una necesidad, tienen hambre y comen, pero lo que les corre prisa es irse otra vez a jugar. De hecho, como comentaba alguien, picotean algo y salen corriendo, con el consiguiente desperdicio de comida. Y es normal, es un día especial, están nerviosos, están con más niños, fuera de su casa…. no podemos pretender que estén dos horas sentados ante su plato.

    De todas formas, en las comidas que yo he organizado, siempre había menú infantil porque algún niño pequeño lo prefería, porque aunque yo a mi hija le haya enseñado a comer de todo, no todos los niños lo hacen, pero lo que hago, es llamar a los niños o a sus padres, según la edad que tengan y les digo los dos menus, les doy a elegir, prefieres macarrones y pollo empanado o ensalada templada y lubina, o lo que sea… pero no les digo nunca, el menu de mayores o el de niños, sino plato por plato. Que elijan lo que quieren comer, pero no encasillarlos en mayores o pequeños.

    11 junio 2014 | 13:06

  24. Supongo que el menú infantil abarata los costes de bodas, bautizos y comuniones y esa razón pesa mucho en las economías de aquellos que pagan dichos eventos, además de asegurarse que no se desperdiciará cierto tipo de comidas a la que los más pequeños, en general, no solo no están acostumbrados sino que además, en ocasiones, no saben ni como «meterle mano». Este fenómeno del menú infantil, en mi opinión, lo único que pone de relieve es que en la mayoría de los hogares no se enseña a comer equilibradamente desde un punto de vista nutricional así como tampoco a nivel de variedad y gusto….pero cómo van a enseñar los padres de hoy a sus hij@s a «comer bien» si, generalizando, no lo hacen ellos mismos.

    Y recuerda que si buscas tiendas online de Alimentación y Bebidas en España somos tu web de consulta, visítanos en http://elpedidohosteleria.com

    11 junio 2014 | 13:21

  25. Dice ser Raquel

    Suelen ser lo mismo que los menús adultos pero entamaño pequeño. Vamos un timo. http://wp.me/p45NaO-7y

    11 junio 2014 | 14:25

  26. Dice ser Yoyo

    Elpedidohosteleria.com:

    No es que en las casas no se enseñe a comer equilibradamente. Es que hay una etapa para todo, y los niños tardan un tiempo en adaptarse a comer platos más complejos.

    Desde luego que hay que ir introduciéndolos poco a poco, pero no forzar más de la cuenta.

    11 junio 2014 | 14:56

  27. el-nutricionista-de-la-general

    Hola AGA,

    Me refiero, más bien se refiere el autor y yo hago mío, que si un alimento de los menos recomendables cae en sus manos por cualquier circunstancia, no pongamos el grito en el cielo (no negar) pero que no seamos nosotros los que se los pongamos (no ofrecer)

    Toma buena nota del libro que te he mencionado así como cualquiera de los de Carlos González, además de instructivos son muy entretenidos. Un abrazo y ánimo con esa maternidad, verás que es una maravilla.

    11 junio 2014 | 14:56

  28. Dice ser nunca se sabe

    Es que depende mucho, yo me voy a casar y sólo tengo 3 «niños» en la boda, dos de 10 y 1 de 13, pues bien, el de 13 lleva comiendo como un adulto desde los 2 años y si le pongo el menú infantil me lo escupe a la cara, sin embargo los de 10 tendrán menú infantil por deseo expreso de sus padres, luego tengo una de 17 que su madre me ha dicho que no le gusta nada de nada y que por favor le ponga el menú infantil porque si no vamos a tirar la comida. Todo depende de lo que te hayan enseñado a comer pero lamentablemente hay más de los que prefieren las croquetas congeladas al solomillo.

    11 junio 2014 | 14:58

  29. Dice ser Jonas

    La verdad es que todavía no he visto un «menú infantil» decente, la fritanga y congelados que suelen utilizar no se los doy ni a mi perro de 15 años.

    otra cosa es que se ofreciesen productos de calidad adaptados para los niños, como: pescado limpio sin espinas. Pero los listos de los negocios han visto que bajando 2 euros del precio de un menú normal y dando pollo o empanadillas congeladas, ganan un 50% mas que con los menús normales, por eso dan esa porquería de menús infantiles.

    11 junio 2014 | 16:32

  30. Dice ser albitaguapa2

    en las bodas es logico que se haga un menu infnatil, no un menu de 100 euros para un crio, en la mia puse medallon de solomillo iberico y lospeques encantados, otra cosa es la de los sitios bazofia, tipo foster cuyos menus infantil deberian ser ilegales, y es que son o nuggets o espaguetis o hamburguesa y todo conpatatas fritas, incluidos los espaguits

    11 junio 2014 | 16:45

  31. Dice ser María

    Mi hijo pequeño, cuando tenía siete años, le pasaron una encuesta en el comedor del colegio. Una de las preguntas era qué le gustaría comer y se quedó más ancho que largo contestando que «arroz con bogavante y solomillo poco hecho» pero sus compañeros por mayoría respondieron que pizza y hamburguesas. Creo que si a un niño le acostumbras a comer de todo desde pequeño y no sólo le das lo que sabes que le gusta para no tener problemas a la hora de comer, que es la actitud más cómoda por parte de muchos padres que no ejercitan la paciencia, sabe disfrutar de la comida como un adulto. Por cierto, el menú que sugirió sólo se come en mi casa en «fiestas de guardar» pero claro, si te preguntan que es lo que te gusta…

    11 junio 2014 | 19:46

  32. Dice ser rg

    @María:

    Tu hijo, con un par!! xd.

    Veis como digo que de tontos no tienen un pelo??, eso es saber y lo demás son tonterías.

    (Menos mal que no puso lo de café, copa y ….tal. XD)

    11 junio 2014 | 21:38

  33. Dice ser Usi

    Bueno, en casa hemos practicado baby lead weaning, seguimos los consejos de Carlos González, ponemos todo tipo de alimentos a su disposición, no les hemos obligado a comer jamás, no les hemos negado lo que han querido cuando lo han pedido… y ni de broma comerían platos habituales de una boda. Les encanta la fruta, la pizza, los espagueti, las patatas fritas, las chuletas y apenas un par de cosas más (excepto dulces, claro, aunque por suerte tampoco les gustan las chuches). De hecho Carlos González decía en su libro de «Mi niño no me come» algo así como que pasarán por una etapa de comer solo patatas fritas y pizza, y será normal. No se animan por lo pronto a probar nada más (5 y 3 años, respectivamente, tienen). Y comprendo por tanto perfectamente esos menús hechos no pensando en que los niños son tontos, sino sabiendo que no todos se animan aún a probar todo y que para los padres puede ser un problema encontrarse con niños que tienen hambre y que no quieren comer lo que ven. Creo sinceramente que es comprensible.

    12 junio 2014 | 04:03

  34. Dice ser kerstin

    Completamente de acuerdo con Usi: aunque les pongas todo tipo de alimentos a su alcance, la mayoría de los niños se pirran por alimentos sencillos y poco elaborados, sin demasiados obstàculos, y eso incluye el jamón 5J y los bígaros (que yo no he comido jamás, dicho sea de paso, porque no es costumbre en mi familia, luego, mis hijos tampoco, pero sí los mejillones y las almejas-), pero también los macarrones o el pollo empanado o las croquetas o los calamares y la pizza. Otra cosa es si estos platos se hacen con ingredientes de calidad o son congelados industriales. Por mi parte, mi hijo mayor (9 años) empezó con la fase de los macarrones (y punto: no era muy comedor) y hace ya un par de años que ya se pide lo que le apetece de la carta (preferiblemente jamón ibérico, salmón ahumado, cordero a la brasa y ensalada catalana o judías con patatas, pero, a veces, también pizza), mientras que mi hija (5 años), está todavía con la fideuà, la paella, los macarrones y los calamares o croquetas rebozados: ya irá ampliando el margen. En cualquier caso, si en una boda les ponen menú infantil… pues, no suelen pasar de los consabidos macarrones o canelones, porque lo suyo es jugar con los otros niños, y, por un día que no coman mucho y estén más por el juego, pues tampoco pasa nada.

    12 junio 2014 | 09:34

  35. Dice ser Marian

    Sigo pensando que el menú infantil debiera ser menos cantidad y menor precio, pero menú de adulto.
    Es precisamente en esos eventos cuando los críos pueden probar algo distinto (más de un padre se sorprendería), fritangas ya comen en cualquier momento.
    Si no tienen hambre tanto te van a dejar el frito de turno como el solomillo (este último más aprovechable para el resto de la concurrencia) y el precio sería el mismo (solo que para el restaurante la ganancia megaextra está en el calamar congelado y refrito)

    12 junio 2014 | 10:45

  36. Dice ser AGA

    @ el-nutricionista-de-la-general

    Muchas gracias y tomo nota 🙂

    12 junio 2014 | 13:36

  37. Dice ser Rick

    Hola Juan Revenga

    Es insultante que en todo el país se hable de abrir comedores escolares durante el verano, para que los niños pobres puedan hacer una comida decente, y que tú escribas, a modo de ejemplo, que tus niñas comen cinco jotas, percebes y no sé qué prohibitivos manjares más.

    Para alguien como tú, que en tus artículos destilas compromiso social, pensamiento de izquierdas, escepticismo religioso, rigor científic, cultura familiar y otros valores de este tipo, es un error. Un craso error.

    Y lo malo es perserverar en él. A mí me has defraudado.

    14 junio 2014 | 08:57

  38. Dice ser marita

    Parte de la educación que los padres deben proporcionar a sus hijos hace referencia a la comida, a seguir una dieta saludable, a probar alimentos nuevos y diferentes formas de preparación. Pero los niños no son sujetos pasivos que se limitan a abrir la boca cuando sus padres les ponen la comida en su plato. Hay niños que son más audaces con los sabores nuevos que otros, hay niños a los que la comida «se les hace bola», hay niños que parece que nunca tienen hambre y hay niños que les encanta hacer todo lo que hacen los mayores. Las edades de los niños invitados a una boda varian mucho, desde los 0 a los 14 años. Hay niños con intolerancias alimentarias o alergias. El paladar de un niño no está entrenado como el de un adulto como los que escribimos aquí, capaces de apreciar los delicados matices de la cocina de los mejores chefs.
    Normalmente cuando se organiza un evento como una boda o un bautizo en el restaurante, el organizador pregunta a los padres de los niños invitados qué poner de menú a sus hijos. Como invitada no quiero que los novios o los padres del niño bautizado gasten más dinero del necesario en la celebración. Muchas veces las cantidades de comida presentadas en un menú adulto son excesivas hasta para un luchador de sumo. A veces sí que es verdad que los niños no están acostumbrados a las elaboraciones o los alimentos que se ofrecen. Casi todos los niños comen pollo empanado, así que muchos padres optan por ir a lo seguro. Los organizadores quieren que todo el mundo quede satisfecho, incluídos los niños.
    Por otra parte, una boda es una celebración, los invitados van a pasarlo bien, a disfrutar, no a luchar con el niño contra los langostinos. Si tu hijo odia la lubina, el peor momento para obligarle a probarla es una celebración con los abuelos, primos, tíos y toda la parentela reunida mirando la escena y afirmando que sus hijas comen su bol de fígaros con su palillo mientras se sacan con toda la naturalidad del mundo las espinas de la merluza. En las bodas se bebe alcohol sin mesura, se fuma, se come en exceso, ¿es más reprochable la actitud del niño que no quiere probar bocado del menú que la del tío que va trompa desde el aperitivo?
    En muchos restaurantes a los que he ido a celebrar algún evento familiar, el menú infantil era muy mejorable. Un solomillo servido con una presentación atractiva para los niños creo que puede tener buena acogida entre la mayoría de los niños. Hay pescados también muy aptos para el paladar de los niños más cerrados a probar nuevos sabores.

    23 junio 2014 | 11:06

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