El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Archivo de abril, 2014

El mito inagotable de la Candidiasis y los hidratos de carbono

Hay mitos que se resisten a caer. Será porque suenan bien, será porque son acogidos con una especial complacencia. No lo sé. Y no importa lo absurdo de sus postulados y justificaciones. Pero el caso es que no caen.

Uno de ellos es el de la dieta anti-cándida. Un supuesto patrón dietético que hace remitir las infecciones propiciadas por un microrganismo que recibe el nombre de Candida albicans (C. albicans). Antes de empezar hagamos una breve introducción.

¿Qué es la candidiasis?

Candida albicans

Por Candida albicans se conoce a un hongo, en concreto una levadura, ubicua que vive en casi todas partes entre las que se incluye nuestro propio cuerpo. Por lo general, nuestro sistema inmune mantiene a raya este microrganismo e impide una excesiva proliferación.

Cuando por la causa que sea este control no es lo suficientemente eficaz como para mantener bajo control la población de C. albicans (uso de antibióticos, estados deprimidos del sistema inmune…) el hongo puede multiplicarse hasta el punto de hablar de una infección. Estas infecciones por C. albicans pueden afectar a distintas partes del cuerpo y de forma diversa. Así, la candidiasis oral afecta a esta zona anatómica que suele presentar manchas blanquecinas; una infección que puede llegar al esófago y provocar una esofagitis; al mismo tiempo en el caso de las mujeres, estas pueden sufrir infecciones vaginales por C. albicans que cursan con picores, dolor y secreciones anormales; al mismo tiempo la infección de esta levadura puede interesar a la piel y ser causa de picazón y erupciones cutáneas; sin embargo la más grave de todas las infecciones en este sentido es aquella sistémica y que implica la candidiasis en sangre pudiendo suponer un importante peligro para la vida.

¿Cómo se tratan los distintos tipos de candidiasis?

La respuesta a esta pregunta sería compleja y además no se halla dentro de la temática de este blog ya que ninguno de los recursos terapéuticos comúnmente aceptados como válidos al respecto de la infección por C. albicans implica las cuestiones dietéticas. Así, los diferentes tipos de infección se abordan con distintas estrategias que puedes consultar en este enlace: Clinical Practice Guidelines for the Management of Candidiasis: 2009 Update by the Infectious Diseases Society of America o en este otro documento más breve y práctico que a modo de síntesis recoge los diversos tratamientos. En general, se trata de la aplicación y dosificación de distintos remedios antimicóticos.

La dieta anti-candida

CharlataneríaSin embargo en el mundo de medicina complementaria-alternativa … o como quieras llamarla (en este caso yo me referiría a ella como magufa) es bastante frecuente aludir a un tratamiento dietético para las infecciones por C. albicans. En su esencia se trata de restringir la ingesta de alimentos con hidratos de carbono, especialmente azúcares ya que (argumentan quienes postulan este tipo de tratamientos) la C. albicans es un micoorganismo con una dependencia voraz de este tipo de sustratos. Así, no es infrecuente escuchar que la justificación del tratamiento pase por “matar de hambre a la C. albicans” a base de no aportarle esos hidratos de carbono que tanto demanda. En el colmo del despropósito este tipo de terapias explican que los pacientes con candidiasis sienten un hambre descontrolada por aquellos alimentos que aportan más azúcares y que esto se explica porque esto es lo que demanda el microrganismo. Si no me crees le puedes echar un vistazo a este tipo de planteamientos en esta página en donde se dice textualmente que:

El ansia continua por comer dulces o alimentos ricos en carbohidratos puede responder a una infección por hongos llamada candidiasis

O sea, que uno tiene ganas de comer dulce porque al hongo en cuestión le entra el “hambre” de dulce… A mí qué quieres que te diga, este tipo de “justificaciones” me parecen increíbles más allá de los relatos de ciencia ficción y sus extravagantes propuestas entre los parásitos y sus hospedadores. Claro. Allí sí; aquí, en el mundo real, no.

En una vuelta de tuerca más, a la hora de plantear dietas anti-candida libres de hidratos de carbono, me he encontrado con que algunos “profesionales” que la promueven hacen las siguientes indicaciones a sus pacientes:

Dieta de 25 días anti-cándida sin un solo gramo de hidratos de carbono complejos, ni integrales, ni refinados, pero fruta sí… Sin lácteos, salvo el queso del tipo havarti y gouda que si están permitidos.

En fin, sorprendente (e inexplicable, aventuro)

En resumen

  • Candida albicans es un microrganismo habitual, y normal hasta ciertos límites, dentro del ecosistema microbiano de nuestras mucosas.
  • Las distintas infecciones ocasionadas por este microrganismo suelen ser debidas a un sobrecrecimiento. Su localización determina el tipo de tratamiento de elección.
  • Ninguna, absolutamente ninguna, sociedad médica de reconocido prestigio acoge entre los posibles tratamientos de las distintas infecciones cualquier disposición dietoterapéutica.
  • Solo las ramificaciones más rancias de la mal llamada medicina complementaria plantean tratamientos basados en una supuesta dieta anti-cándida.

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Esta entrada participa en la VII Edición del Carnaval de la Nutrición

 que organiza el blog Una pizca de vida.

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Nota: De nuevo, quiero agradecer a una seguidora ejemplar, Geraldine, el hacerme partícipe de sus dudas para que sean tratadas en este blog

Imagen:  Y tambeKevin Dooley vía Wikimedia Commons

No, el metabolismo no nos cambia como a las serpientes la piel

Mujer imitando suicidioAntes de zambullirte en la estacional piscina de las dietas y productos milagro y antes que, de nuevo y como siempre, el chapuzón acabe en tripada, me gustaría que tomaras en consideración las reflexiones de una persona que de forma irónica, sarcástica y mordaz ha sabido trasladar a la pantalla del ordenador, en su blog, todas esas tonterías dietéticas de quita y pon, esas de viene y va, esa nueva forma de esclavitud que cada año alguien pone de moda y tú sigues. Bueno, lo cierto es que la esclavitud a la que me refiero es la misma año a año aunque la forma de ejercerla cambie de tiempo en tiempo.

Se trata de la opinión de Olga Ayuso, y este es su perfil en Twitter @OAyuso. Conduce un par de blogs, creo, pero al que yo me voy referir hoy es al que se llama Veganizando, con ese nombre no deja mucho lugar a la incertidumbre sobre sus contenidos, pero sin aburrir ni mucho menos. Y para demostrarlo aquí tienes el post al que me refiero: “Los hidratos son el Mal” (por cierto, el título del mío de hoy está vilmente copiado-pegado de entre sus contenidos). En su post y tomando como punto de partida uno de esos mensajes tan populares de los que hay a patadas (hidratos malos) ironiza sobre un motón de mitos que gran parte de la población se empeña en repetir para auto justificarse, auto explicarse y auto compadecerse cuando llega la operación bikini… o la operación boda… o la «operación adelgazamiento» que sea, seguro que me entiendes. En especial cuando la dieta de turno no ha funcionado como la caja del extracto de mango africano decía que la cosa tenía que funcionar. O como el libro de la dieta de moda de turno dice, que esa es otra.

Puede que, como a Olga, en algún momento nos entre a todos la cordura (que no sé si le entró o ya le venía de serie) y dejemos de ir de dieta en dieta (milagro o no) con el fin de adelgazar; puede también que la operación bikini un día desaparezca porque todos caigamos en cuenta de la estupidez que en su seno encierra: dice Olga que dice  Fatima Mernissi que Nosotras tenemos el burka. Vosotras tenéis la talla 38. Una frase que necesita pocas explicaciones.

A ver si en el tiempo que esperamos a que nos cambie el metabolismo nos cambia también la forma de procesar cerebralmente el tema este de las dietas y nos dejamos de productos milagro, dietas absurdas, charlatanes y frases hechas que a base de salir en el titulares en no importa que sitio nos empeñamos en repetir sin entender ni de lejos el cómo ni su porqué.

Como digo, quizá echarle un vistazo al post de Olga y su experiencia te sirva. A mí me gustó mucho.

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Imagen: Michal Marcol vía freedigitalphotos.net;

¿Quieres trabajar para la AECOSAN en su Comité Científico?

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), convoca a cuantos candidatos quieran presentarse a formar parte de su Comité Científico.

AECOSAN

Tal y como se indica en la convocatoria oficial, dicho Comité Científico:

[…] es el órgano para la evaluación de riesgos que […] asume las funciones de proporcionar a la Agencia, dictámenes científicos en materia de consumo, seguridad alimentaria y nutrición, definir el ámbito de los trabajos de investigación necesarios para sus funciones y coordinar los trabajos de los grupos de expertos que realicen actividades de evaluación de riesgos en el marco de las actuaciones de la Agencia.

La presente convocatoria […] está dirigida a los científicos que deseen ser miembros del citado Comité en la sección consumo y tiene como objetivo seleccionar a las personas que dispongan de conocimientos especializados en las áreas que se mencionan más adelante y estén mejor cualificadas para incorporarse al Comité Científico de la AECOSAN.

Sobre los criterios de selección creo que merece la pena que le eches un vistazo en este enlace a la propia candidatura y que juzgues tú mismo su idoneidad al respecto de tus intereses.

Alabando el necesario buen hacer de este tipo de organismos a los que se les prevé una necesaria independencia y ecuanimidad de un órgano público del que van a emanar buena parte de las recomendaciones que terminarán siendo los dictámenes del Ministerio de Salud, no puedo por menos que hacer destacar un característica que ha llamado poderosamente mi atención y que como sigue se manifiesta en la convocatoria.

De acuerdo con la disposición adicional 5ª del Estatuto de la AECOSAN, los miembros del Comité Científico no percibirán remuneración alguna derivada de su condición de miembros de dicho órgano, ni por el ejercicio de las funciones inherentes a su pertenencia al mismo. Únicamente percibirán las indemnizaciones que por razón de servicio les correspondan, de acuerdo con el Real Decreto 462/2002, de 24 de mayo, o, en su caso, el abono de los gastos, debidamente justificados, que les ocasione el ejercicio de su función.

Es decir, no se cobra ni por pertenecer al Comité Científico ni por el trabajo que se va a realizar en su seno. Y conste que, en principio no se trata de un trabajo de “figurante” ya que tal y como también se explica:

Los candidatos deben tener en cuenta que, por lo general, las reuniones implican un volumen considerable de trabajo preparatorio.

Con sinceridad, me gustaría que alguien me explicara el porqué de esta circunstancia, siendo que además el trabajo a desempeñar precisa una alta cualificación. Quiero pensar que hay alguna explicación para que así se haga ya que la primera consecuencia que para mí se deriva de esta realidad (trabajar mucho y no obtener una compensación económica) es que solo puedan presentar su candidatura aquellas personas con “la costilla cubierta” lo que al mismo tiempo podría facilitar (que no obligar) que las personas que finalmente terminan trabajando en ese Comité Científico posean más conflictos de intereses que aquellas que trabajan solo y para ese Comité Científico. Veámoslo con un ejemplo.

Sin blancaImaginemos que hay tres candidatos o candidatas “tipo” que plantean presentarse. El primero pongamos que es alguien que ostenta el cargo de la dirección científica de cualquier empresa de las grandes de la industria alimentaria (por suponer, supón cualquiera de las más grandes); el segundo, pongamos que es un profesor o profesora de universidad, profesional autónomo y con una consulta abierta al público; y el tercero un o una joven sobradamente preparado/a (JASP los llamaban antes) en el paro y con todas las ganas de comerse el mundo. La realidad nos dice que, probablemente y en el ejemplo solo pueda presentarse el primero de ellos. La razón: hasta su empresa le podría animar a meter la cabeza en este tipo de Comités Científicos mientras le mantiene, claro está, el sueldo con el que poder seguir viviendo. El segundo, probablemente, se podría plantear si el dejar alguna de las actividades en su cogida-con-hilos-vida le podría compensar a medio o largo plazo… para lo más probable terminar desestimando la posibilidad de presentar su candidatura y; con respecto al tercer perfil, pues no lo sé, depende de muchas cosas que se termine presentando o no, de si vive en casa de sus padres, de lo dispuesto que esté a invertir en su futuro por la patilla, etcétera… pero que duda cabe que las posibilidades de resultar elegido del tercero son de chiste a tenor de los criterios de selección (lo digo por aquello de la experiencia demostrable).

En fin, sigo con la duda. No sé qué de beneficioso o de positivo tiene; qué es lo que se persigue, cuando un organismo oficial solicita candidatos altamente cualificados y preparados para realizar un trabajo “considerable”, independiente y con trascendencia sobre la salud pública y que este trabajo no esté remunerado en absoluto. Ni bien, ni mal. Nada.

Así pues, si alguien tiene la clave para que esto sea así y no de otra forma, le agradeceré que por favor me haga llegar sus razones. Los comentarios están abiertos a todo el mundo. Gracias.

Pregunta trascentdental

Entre tanto, y si estás decidido, en este enlace te puedes descargar el formulario de inscripción y, en este otro, puedes descargarte el formulario de Declaración Pública de Interés que junto a tu solicitud estarás obligado a presentar. Suerte, si finalmente te presentas.

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Imagen: Ambropakorn vía freedigitalphotos.net;

Té verde para adelgazar: tan útil como un botijo sin pitorro

Te verde

El panorama sigue verde… pero verde, verde de… verdad. Tras el post de hace dos semanas al respecto de la utilidad del café verde y los suplementos que tan alegremente se comercializan con este “ingrediente” para adelgazar, es el turno del té, también verde. Me lo pedisteis casi a gritos: “déjate de cafés y dinos que hay del té verde… eso es lo que nos interesa”. Pues vale, aquellos que lo demandabais que sepáis que vais a tener no una, ni dos, si no tres pedazo tazas  razones para dejar de hacer el tonto con el té verde. Luego ya si eso que cada uno obre como quiera. Antes de comenzar, hagamos una mínima introducción.

El té verde y los suplementos de té verde

Según la Asociación Española del Té e Infusiones (AETi ) el té verde es una variedad de  té que, como todas las demás propiamente dichas, procede de una especie botánica concreta, Camellia sinensis. Su característica principal frente a las demás variedades es la de aprovecharse las primeras hojas del brote que son secadas y posteriormente fragmentadas o enrolladas sin que se haya producido fermentación en ellas. Destaca por su especial alto contenido en antioxidantes y precisa de un reducido tiempo de infusión de apenas 2 minutos.

Green_Tea_LeavesLos suplementos elaborados a partir de esta variedad (cápsulas y demás) se supone que consisten (“se supone” porque no hay controles específicos que así lo certifiquen) en el extracto de esas hojas que contiene una mayor concentración de compuestos activos, principalmente catequinas y cafeína, que la típica bebida de té verde preparado a partir de la famosa bolsita de té y su hervido en agua.

Tradicionalmente el té verde tiene un largo historial en base a los múltiples beneficios que se le han venido atribuyendo, primero en forma de infusión y luego como suplemento. Uno de esos usos para el tema que nos ocupa es precisamente el poder ayudar perder peso entre aquellas personas necesitadas de ello. Se le atribuye, insisto, tradicionalmente, el ser capaz de aumentar el gasto energético, y de ahí, se supone, esa ayuda para perder peso. Pero, ¿está alineada la ciencia con ese conocimiento tradicional? Veámoslo.

Suplementos de té verde para adelgazar a ojos de la Cochrane Library

La Biblioteca Cochrane consiste en una recopilación de bases de datos sobre ensayos clínicos controlados en relación con temas médicos y de salud de forma que sus publicaciones suelen ser tomadas como una de las más influyentes y prestigiosas. Afortunadamente para los intereses de este post existe un reciente meta-análisis que pone en tela de juicio la eficacia y seguridad de los suplementos a base de té verde para la pérdida y el mantenimiento del peso en personas obesas y con sobrepeso. Es este de aquí: Green tea for weight loss and weight maintenance in overweight or obese adults. Seguro que quieres saber sus conclusiones, dejan poco lugar a la duda:

En cuanto a la pérdida de peso, las preparaciones de té verde parecen inducir una pequeña pérdida de peso en adultos con sobrepeso u obesidad que no es estadísticamente significativa. Debido a que la magnitud de la pérdida del peso es pequeña, no es probable que sea clínicamente importante. En cuanto al mantenimiento de la pérdida de peso alcanzada estos preparados no tienen ningún efecto significativo. Por su parte, además, se constataron algunos efectos adversos de los que [solo] una pequeña parte requirió hospitalización. Otros efectos adversos se consideraron entre leves y moderados.

La opinión de la EFSA al respecto de la pérdida de peso con té verde

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) también ha sido consultada al respecto de la eficacia de este tipo de suplementos y… lo de (casi) siempre en estos casos, tienes el enlace a tu disposición aquí:

En base a los datos presentados, el panel de expertos de la EFSA concluye que no se puede establecer una relación de causa y efecto entre el consumo de catequinas provenientes del té verde […] y su contribución al mantenimiento o la consecución de un peso corporal normalni a la reducción de la masa grasa corporal… ni al mantenimiento a largo plazo de unos niveles normales de glucosa en sangre.

Pero quizá pienses que esta respuesta hace solo referencia a las famosas catequinas y que el pretendido efecto de esta milenaria bebida (o el de sus suplementos) se deba más al efecto sinérgico y holístico (esto es cosecha mía) de la planta en sí misma y a su unión con otras milagrosas sustancias o elementos como la L-Carnitina, biotina, cromo, el ácido linoleico conjugado, la cafeína, la vitamina C… o el propio ¡café verde!. Pues bien, no te negaré que hubo quien en su día ¿osó? preguntar estas cosas a la EFSA… pero se debió de terminar por arrepentir porque si bien en la página de preguntas a la EFSA estas constan como formuladas, también consta un elocuente “withdrawn” (retirada). Es decir, como en el caso del café verde, el solicitante preguntador debió de pensar que su consulta estaba como su té… aun muy verde (por no decir que a ellos mismos les saltaba la risa con la preguntita).

¿No quierías taza? pues ahí va la tercera

No digas que no te lo avisé. Más reciente que el meta-análisis de la Librería Cochrane y que las respuestas de la EFSA a este respecto es esta otra revisión y meta-análisis que, sin ambages, plantea la pregunta prohibida en su título: Efecto del consumo de té verde o extractos de té verde en el peso y en la composición corporal; revisión sistemática y metaanálisis realizado por el Grupo de Revisión Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN) y publicado este mismo año en la revista Nutrición Hospitalaria. Ya te adelanto que no hay sorpresas frente a lo antedicho. Se concluye de forma que

La ingesta de té verde o de sus extractos no ejerce efectos estadísticamente significativos sobre el peso de adultos con sobrepeso u obesidad. Se observa un pequeño efecto sobre la disminución del porcentaje de masa grasa, pero no es clínicamente relevante.

Conclusiones

Después de lo visto la conclusión, a mi juicio, no puede ser mas que una. Esto del té verde y sus lustrosos preparados comercializados en luminosos envases que prometen ayudarte para perder peso no sirve, como tal, para nada. Salvo para ayudar a dejarte la cartera con telarañas. A partir de aquí tu mismo.

¿No habrá llegado la hora de dejarse de monsergas, de falsos atajos, de fraudes, y por lo tanto de que sea el momento de coger el toro por los cuernos de una santa vez? Tu salud, tu economía y sobre todo tu amor propio saldrán beneficiados. Tienes luz… verde.

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Imagen: zirconicusso vía freedigitalphotos.net; Sebastian Stabinger vía Wikimedia Commons;

Nutrición-área 51: Tomar el sol por la mañana adelgaza (pero qué me estás contando)

Que maravilla de titulares. Hay ¿profesionales? del ¿periodismo? que no les tiembla el pulso a la hora de hacernos llegar los más prometedores avances en el conocimiento humano cuando de perder peso se trata. Porque se trata de eso, ¿verdad?… Pues quizá no.

Tumbonas al sol

Veamos, por un lado tenemos la no-noticia de la que la semana pasada se hicieron eco en titulares diversos medios de comunicación y que da pie al post de hoy, cito textualmente una breve muestra:

Afortunadamente otros medios juguetearon con la idea del mismo titular pero al menos ponían en duda su validez poniendo la afirmación entre interrogantes (La exposición al sol de la mañana ¿adelgaza?)

Sea como fuere, esto tiene pinta de ser un ejercicio de sensacionalismo adelgazante o de amarillismo salutífero y que poco o nada tiene que ver con la realidad… y, lo que es peor, que tampoco tiene que ver con el propio estudio que al parecer originó tan retorcidos titulares. Desconozco las razones por las que en las plataformas digitales estos medios evitan, todos, poner un enlace, con lo sencillo que es, al estudio original y que sea el lector, si quiere, el que tenga la oportunidad de contrastar el alcance de tales titulares. Pues bien, allá va el enlace al estudio de marras: Timing and Intensity of Light Correlate with Body Weight in Adults (El momento en el que se recibe la luz y su intensidad está correlacionado en adultos con su peso) ¿Alguien lee las palabras mágicas “adelgaza” o “engorda” en el titular? ¿Acaso se habla de una relación causa y efecto en la interacción de las variables en liza, peso y luz? ¿Se habla en algún momento en este verdaderamente sesudo y concienzudo estudio de la posibilidad de adelgazar o de engordar en virtud de la luz recibida? No, no y no. Como Pedro… y sin canto de gallo que medie.

En resumen lo que pone de relieve este estudio en sus conclusiones definitivas es que:

Los hallazgos de este estudio indican que el patrón de temporalización de exposición a la luz durante el día puede influir en el peso corporal independiente del ritmo del sueño y su duración. Se necesitan más estudios para comprender la relación de causalidad y los mecanismos que vinculan los distintos patrones de exposición solar y sus efectos biológicos positivos o negativos en el peso. Sin embargo, parece que la luz es una señal biológica potente y tanto el momento inicial, como su intensidad y la duración de la exposición podrían representar elementos potencialmente modificables para la prevención y tratamiento de la obesidad en las sociedades modernas.

Por si acaso, por si aun estás tentado de tirarte largo al sol al punto del alba para adelgazar y antes de que te asemejes a una quisquilla cocida (y no por lo delgadito/a), has de saber tres cosas sobre este estudio. La primera: los resultados se obtuvieron a partir de una muestra de 54 individuos (es decir, escasa no, lo anterior). La segunda: la muestra tenía un IMC medio de 24 (es decir, de escasa, por no decir nula aplicación en personas con sobrepeso u obesidad). Y la tercera… nadie habla en el estudio de «tomar el sol» sino del momento de exposición a la luz solar en el marco del huso horario y de su duración. Así que cuidadín.

Así pues, tal y como pasó con los titulares que ponían el consumo de chocolate por las nubes a la hora de facilitar la pérdida de peso (a más chocolate, menos peso, sí, como lo oyes) más les valdría a los que publican no-noticias (sean periodistas o no) el hacer gala de un poco más de ética periodística. Al mismo tiempo si en los formatos digitales se incluyera la fuente original de la noticia (cosa que no cuesta nada de nada si se tiene esa voluntad), los lectores tendrían más argumentos para explicarse esos titulares en vez de mirar de reojo la pantalla de su ordenador… que es lo que al menos a un servidor le suele pasar.

Cambiando someramente de tercio y ya que estamos con este tema quiero agradecer forma irónica al diario El Mundo (sección tendencias) lo aplicado que parece estar a mi blog (o por el contrario, lo mucho que debería estarlo) cuando publica este tipo de artículos: “Adelgazar con una dieta está pasado de moda” con el que se dedican a dar pábulo a  tres auténticas magufadas «de libro» a la hora de adelgazar y que como apunto han sido objeto de crítica reciente en este blog… : la hipnobanda gástrica, el dentífrico con propiedades adelgazantes, y la enésima tontería quemagrasa. Sí señor, El Mundo, divulgando ciencia. Si andan escasos de más temas, pueden revisar el blog de un servidor y terminar loando las maravillas del agua hexagonal o del ojo de halcón, sin hacer de menos las virtuosas características de los suplementos de pimiento, de alubias o de alcachofa para perder peso (y no es broma, que para eso están los enlaces)

Al final, si he de quedarme con alguna gili-tontería me quedo con el régimen del autónomo (con el que se pierden 20 kilos)… El único que a mi modo de ver y tal como lo plantea El Mundo Today (bastante más fiable que el otro Mundo) no defrauda y asegura unos resultados muy convenientes en nuestro tiempo… la risa (aunque sea amarga, lo digo porque un servidor ejerce de autónomo). El Mundo Today, al menos, no esconde su propósito.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interese consultar:

Poner coto a la “infoxicación” alimentaria: decálogo ANIS-FIAB

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Nota: es imprescindible mencionar a Ana Gutiérrez (@Fasmida); Alfonso Méndez (@alfon_mendez); Guillermo Peris (@waltzing_piglet) a la hora de aportarme recursos y apoyo para esta entrada, por no mencionar, otra vez, a algunos medios de comunicación.

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Imagen: khunaspix vía freedigitalphotos.net

Si los cereales «te miran a los ojos» es que son para ti

CerealesEl márquetin, la publicidad y la mercadotecnia es lo que tienen… que se esfuerzan en encontrar atractivas estrategias y en vencer aquellas iniciales barreras que a nuestros ojos (nunca mejor dicho) dificultan el acto de compra de un producto concreto. Y para ello recurren a tácticas que solo unos pocos profesionales dominan. Bueno, mejor dicho pensemos que solo se trata de estrategias que no son de dominio general.

Ya sabes que a mí esto de la publicidad me fascina, no diré que soy fiel seguidor de sus campañas, pero sí que me llama poderosamente la atención la cantidad de detalles que se tienen en cuenta para alcanzar el fin. Un fin que no es otros que el de la venta.

Lo último que ha llegado a mis manos es el tema de la mirada que la imagen central de una caja de cereales dirige hacia sus potenciales consumidores. Que sepas que pocas veces puedes sentirte tan observado, pocas veces hay tantos ojos clavados en tu persona al mismo tiempo, como cuando recorres los pasillos de los cereales de desayuno de un supermercado. Al menos así lo pone de manifiesto el artículo Eyes in the Aisles Why Is Cap’n Crunch Looking Down at My Child? (Ojos en los pasillos, ¿porqué el Capitán Crunch [una marca de cereales] tiene la mirada fija en mi hijo?).

En él, se pusieron de manifiesto dos hechos. Por un lado que las cajas de cereales se disponían en las estanterías de forma estratégica en virtud del colectivo diana al que estaban destinadas: las de cereales “para adultos” a mayor altura que aquellos destinados para los niños y que, además, el ángulo con el que “miraban” los personajes en la caja era netamente diferente: aquellos para adultos miraban “más en recto” a diferencia de los que estaban originalmente destinados para niños que miraban más hacia abajo… buscando, en ambos casos un contacto visual con su consumidor potencial. ¿Y porqué esto? te preguntarás.

Pues por aquello que se puso de manifiesto en un segundo estudio del que se da cuenta en el mismo artículo: que el contacto visual con la figura que aparece en la caja aumenta el sentimiento de confianza del potencial consumidor y su particular conexión con la marca, y de ahí un aumento de las posibilidades de compra del producto en cuestión frente a sus competidores.

Lo más preocupante del tema, ya lo sabes, es que en la actualidad la gran mayoría de los cereales que se comercializan para el público infantil son aquellos que tienen las peores características nutricionales, son especialmente ricos en azúcares simples, y por la tanto con un perfil objetivo menos saludable.

Además de la importante constatación de estos detalles que pasarían inadvertidos para la mayor parte de los mortales, la mejor parte del estudio pone el acento en que este tipo de conocimiento podría ser utilizada de forma positiva en vez de utilizarse para vender aquellas opciones menos saludable, es decir, para promover mejores opciones y promocionar el consumo de alimentos más saludables. Si para ello (y esto es de mi cosecha) hay que terminar poniendo ojos a los plátanos y a las berenjenas, pues adelante. Por otra parte, no sé que me da que el efecto del contacto visual entre los ojos de un niño y la vacua mirada de un besugo en la pescadería no será el mismo que cuando le mira el Capitán Crunch.

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Histamina en los alimentos, la enzima DAO (diamino oxidasa) y las migrañas

dolor de cabeza

Me pregunta Geraldine, una fiel lectora del blog, cuál es mi opinión al respecto de la posible utilización de la denominada enzima DAO en forma de complemento alimenticio como remedio para las migrañas. Antes de ir directamente a la respuesta pongamos en antecedentes al resto de lectores.

La histamina en los alimentos

La histamina, es una de tantas aminas biógenas. Es decir, una sustancia nitrogenada de bajo peso molecular que sintetizamos nosotros mismos y que al mismo tiempo puede encontrarse en diversos alimentos en una concentración variable.

La histamina presente en los alimentos puede tener dos orígenes: por un lado la propia presencia de esta sustancia en los tejidos del ser vivo que en un momento dado pasa a ser alimento y, por otro lado y más habitualmente, a la utilización que del aminoácido histidina hacen determinados microrganismos en alimentos que típicamente han sufrido una fermentación. Así, alimentos con una cantidad relativamente alta de histamina son el queso, el vino, la cerveza, embutidos crudos… (todos alimentos fermentados) Al mismo tiempo, los pescados, también se caracterizan por ser un grupo de alimentos con un riesgo importante de aportar histamina, pero en este caso cuando el producto no ha sido adecuadamente tratado, conservado o comercializado. ¿Y cuál es ese riesgo? estarás pensando…

La ingesta de histamina con los alimentos puede causar diferentes efectos que dependerán de la cantidad presente y de la susceptibilidad de la persona en estudio. En el artículo Histamine and histamine intolerance (Histamina e intolerancia a la histamina) se afirma que la intolerancia a la histamina se produce cuando no es posible un equilibrio entre la acumulación de histamina y su degradación. Así, en personas sanas la histamina de origen dietético es rápidamente degradada, frente a personas con intolerancia a la histamina en las que esta sustancia terminará por alcanzar niveles tóxicos. Al final, la acumulación de histamina puede desembocar en diarrea, dolor de cabeza, moqueo, asma, hipotensión, arritmia, urticaria, prurito, enrojecimiento de la piel, etcétera.

El papel de la enzima diamino oxidasa (DAO)

Sin embargo, y por lo general en un marco de consumo de alimentos racional estos síntomas no se suelen producir entre personas sanas ya que disponen de una serie de enzimas encargadas de deshacerse de este “exceso” de histamina. La principal de esa batería de enzimas es la denominada DAO o diamino oxidasa. Se ha propuesto que las personas con un déficit de DAO o con una actividad reducida de la misma serían pacientes en los que, con cierta frecuencia y ante la ingesta de determinados alimentos se presentarían una serie de síntomas con mucho parecido a lo que es una reacción alérgica. Pero, como ya se comentó en esta entrada, no se trataría de una verdadera respuesta alérgica sino más bien de una intolerancia (no hay participación del sistema inmune y los efectos se deben a una mala función o déficit de una enzima presente en personas sanas)

Una “solución” para los dolores de cabeza sin muchas pruebas

dolor de cabeza 2En este contexto no parecería descabellado pensar que los dolores de cabeza de algunas personas con un déficit de enzima DAO tras la ingesta de alimentos especialmente ricos en histamina pudieran solucionarse con un aporte “extra” de esa enzima. Y así lo pone de manifiesto la Sociedad Española de Déficit de DAO quien no hace poco más de un año saltó a la palestra con lo que tenía toda la pinta de ser una propuesta revolucionaria para tratar y prevenir las migrañas en un 90% de los casos. Sin embargo, y a pesar de lo que la lógica parece apuntar (si falta DAO, un aporte extra solucionará los problemas asociados a su déficit) las cosas no son tan fáciles o tan inmediatas. Si bien la mencionada Sociedad Española de Déficit de DAO dice haber hecho un estudio en el que una serie de pacientes mejoraron sus cuadros migrañosos tras la administración de la enzima DAO como complemento alimenticio ( y nunca como “alimento funcional” tal y como afirma el investigador principal del supuesto estudio en este enlace) lo cierto es que la comunidad científica se muestra bastante escéptica de que esta sea una solución efectiva. Para ello tal y como señaló hace un año la web de divulgación científica Materia:

  • El estudio en cuestión que pone de relieve los beneficios de suplementación con DAO no está publicado en ninguna revista científica que haya certificado la validez de los resultados.
  • Por su parte la Sociedad Española de Neurología (SEN), verdadera referencia nacional en estas cuestiones, aunque no niegan categóricamente la posibilidad de que en el ensayo se haya podido observar algún efecto beneficioso del aporte de DAO consideran que no hay suficientes estudios que avalen esas afirmaciones, o al menos no para hacerlo con semejante contundencia.
  • “Curiosamente” hay una importante relación entre la empresa que comercializa el complemento con la enzima DAO, DR Healthcare, presidida (al menos en su día) por Juanjo Duelo, que era vicepresidente a su vez de la ya mencionada Sociedad Española de Déficit de DAO promotora del estudio en el que el aporte de DAO sale tan bien parado.
  • Al mismo tiempo y a día de hoy no hay rastro en la literatura científica más actual de las bondades de este tratamiento, y eso que ya ha pasado un año de tan espectaculares titulares.

En conclusión

Parece claro que algunas personas pueden tener una especial tendencia a sufrir dolores de cabeza y migrañas en base al consumo de determinados alimentos por dos motivos: la presencia en estos de histamina y la deficiencia o ineficiencia en estas personas de mecanismos enzimáticos que reduzcan la cantidad de histamina.

Este hecho pondría de relieve el estar ante una intolerancia alimentaria, no una alergia, y que se identificaría con pruebas específicas tras su sospecha y nunca con cualquiera de esos análisis masivos de intolerancias tan al uso (y tan fraudulentos)

Las recomendaciones basadas en la evidencia más serias al respecto de la prevención  de la migraña hablan en todo caso de reducir (evitar) en personas susceptibles la presencia en la dieta de aquellas conductas alimentarias precipitantes.

Imprescindible leer el comunicado oficial de la Sociedad Española de Neurología (SEN) al respecto de este asunto y su resumen de la mano de David Ezpeleta (Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN) publicado en “Correo farmacéutico” del que me gustaría entresacar lo siguiente:

El hábitat natural de las novedades científicas notables en migraña y otras cefaleas son revistas de la talla de Cephalalgia, Headache, Neurology, New England y Brain […] La investigación médica es un camino muy largo y con frecuencia desalentador que exige rigor, impecabilidad, responsabilidad, paciencia, demostración, confirmación, modestia en su comunicación a la comunidad médica y prudencia en su divulgación a la población. Los pacientes que sufren migraña u otras cefaleas tienen derecho a ser informados por cauces apropiados, a su debido momento y con las máximas garantías. Difícil estar en desacuerdo. La migraña es un excelente paradigma de enfermedad compleja. Reto para la investigación y edificio en construcción, no hay cabida para piedras filosofales. Patología más incluyente que excluyente, es capaz de emplazar las piezas que la buena investigación talle. Si la DAO lo consigue algún día, será bienvenida

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Actualilzación: Fruto de las interacciones en las redes sociales me he dado cuenta que el muy recomendable blog Comer o no comer incluyó, ya en su día, un post sobre este tema «Rumor: La teoría de la migraña “alimentaria”, en entredicho»

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Imagen: Ambro y pat138241 vía freedigitalphotos.net

Nuevo libro: «Consume y calla»

Consume y callaSi visitas de tiempo en tiempo este blog te habrás dado cuenta que los asuntos relativos a la publicidad de alimentos diversos, las alegaciones de salud que incorporan, el márquetin con el que se rodean, su etiquetado y demás “celofán” con el que se envuelven, son un tema recurrente. Como digo, a pesar de poder encontrar estos temas con cierta frecuencia, el blog no está dedicado en cuerpo y alma a estas cuestiones. Y conste que bien podría habida cuenta de lo machaconas y surrealistas que son las circunstancias que en este sentido nos han tocado vivir.

Afortunadamente y para poner un contrapunto de sensatez entre tanta vorágine consumista (aunque en ella se ponga de excusa un mal entendido concepto de salud) de vez en cuando ven la luz obras como la que hoy os traigo y que acaba de ser publicada. Se trata del libro que tiene como título “Consume y calla. Alimentos y cosméticos que enriquecen a la industria y no mejoran nuestra salud” (357 pags.) de Ana Isabel Gutiérrez Salegui (@Fasmida) y que está editado por Ediciones Akal, SA. Hacía falta.

En verdad lo que haría falta es que más personas accedieran a esta perspectiva que del mercado de salud (a través de alimentos y cosméticos) tienen en realidad muchas de las empresas que, en principio y en apariencia, se preocupan por nuestra salud. Muchos de los escándalos vinculados a la industria alimentaria y que se han dado a conocer en estos últimos años, así como la farragosa forma de “informar” a los consumidores dan muestra de esa “preocupación” que tienen muchas de esas multinacionales a las que la autora dedica su obra nada más empezar:

A Bimbo, Nestlé, Unilever, L’Oreal, Puleva y tantos otros… sin ellos no habría sido posible este libro […]

Tristemente. Sin ellos, tristemente, no habría sido posible este libro; apuntaría yo con el permiso de la autora.

El libro no te va a dejar indiferente. Empezando por la perspectiva de Ana Isabel Gutiérrez que no es la de una publicitaria, ni de una nutricionista, ni una médico, se trata, muy en resumen, de una psicóloga que afronta desde su especialidad las causas y circunstancias que como consumidores nos han llevado a terminar a merced de una industria con, aparentemente, escasos escrúpulos. Con su permiso transcribiré un fragmento significativamente elocuente:

[…] Si la generación que vivió la posguerra, levantara la cabeza y viera en que trabajamos, ahorramos y pedimos prestamos bancarios para que nos corten trozos de carne en un quirófano, nos metan bolsas de silicona en el pecho o en los glúteos, pagamos para que, a voz en grito, nos hagan sudar y sufrir, pasamos hambre voluntariamente o nos alimentamos de polvos disueltos en agua pagados a precio de oro (pudiendo hacerlo con comida de verdad) para poder entrar en fajas compresoras que reducen, elevan y oprimen, pensarían que nos hemos vuelto rematadamente locos. Y tendrían razón.

Este libro está cuajado de ejemplos, vergonzosos (a la par que legales muchos de ellos), en los que se pone de manifiesto que tanto en buena parte de la industria de cosmética como en la de la alimentación hay una serie de señores como poco interés en cualquier cosa que no sea aquel de lucrarse hasta extremos insospechados.

Así pues si en cierta medida te gusta este blog por aquellos casos en los que se “denuncian” ciertas malas prácticas por parte de la industria te recomiendo este libro. Una obra que además está cuajada de citas y de referencias para seguir el hilo de lo que en él se cuenta. Entre esas citas, he de reconocer con agradecimiento, sale este blog citado con frecuencia… así como el de tantos otros que son una referencia para uno mismo tales como Jose Manuel López Nicolás y su Scientia; Ben Goldacre (Mala ciencia); el GREP-AEDN; Naukas; José Miguel Mulet… y tantos otros.

Te dejo con el índice del libro y un vídeo en el que Ana Isabel Gutiérrez es entrevistada en el canal 24 horas de TVE a colación del mismo:

1. Introducción
2. El cambio de una sociedad a través de sus estereotipos
3. Diccionario básico para detectar engaños
4. ¿Qué dice la Ley al respecto?
5. De paseo por el súper
6. La salud y la belleza en la publicidad
7. Picaresca y publicidad cosmética, ¿viejas amigas? Del bálsamo de Fierabrás a las nanoesferas
8. Manual del publiescéptico
9. Ranking de los mejores asteriscos
10. Quién es quién
11. Fuentes y recursos utilizados

Estoy a dieta: ¿lácteos enteros o desnatados?

Leche y cerealesDurante mucho, mucho tiempo el consejo dirigido a aquellas personas que querían perder unos kilos de más o que “estaban a dieta” era claro: evitar, en la medida de lo posible, todo aquello que contuviera más grasa. En el caso de los lácteos, habiendo la opción, el consejo se traducía en una medida clara: consuma lácteos desnatados antes que aquellos “enteros”. Y yo, no voy a escurrir el bulto a estas alturas, mi formación «reglada» incluía estos consejos y era de los que defendía este tipo de medidas. Y lo sigo haciendo, pero ahora, con matices o si se prefiere, con reservas.

No es cuestión, en mi caso, de “nadar y guardar la ropa”; no. Tampoco se trata de hacer, otra vez, un discurso de lo absurdo del concepto “hacer dieta” tal y como está asumido en buena parte de la población general; tampoco. Mi opinión es conocida y bastante convencida a este respecto. Se trata más bien de, precisamente, poner sobre la mesa otro argumento más para desterrar ese erróneo concepto que es el “hacer dieta”, entre el imaginario colectivo cuando este se empeña en perder una serie de kilos.

El caso, no pretendo irme por las ramas, es que de un cierto corto periodo de tiempo a esta parte se está cuestionando la idoneidad de ése consejo, el cambiar lácteos enteros por desnatados, cuando se pretende bien adelgazar, bien mantener un peso adecuado. Si echamos un vistazo a los últimos estudios epidemiológicos, la realidad observada (nunca mejor dicho) apunta que entre el grupo de personas que consumen lácteos desnatados hay mayores tasas de sobrepeso y obesidad que entre aquellos que consumen lácteos enteros… ¿sorprendido? Déjame que te ponga en antecedentes.

En primer lugar te recomiendo que hagas una lectura comprensiva de la entrada La maleta de Asimov, o por qué lo que ayer era bueno hoy es malo (y viceversa). Con ella en mente, permite que te muestre alguna de las conclusiones de los estudios al respecto del uso de los lácteos en cuanto a su contenido en grasa y su relación con el peso de los consumidores. En este estudio, High dairy fat intake related to less central obesity: a male cohort study with 12 years’ follow-up  (Un alto consumo de grasa láctea se relaciona con una menor obesidad central: estudio de 12 años de seguimiento sobre varones) se pone de relieve en sus conclusiones algo que ya se deja entrever en el título: Una alta ingesta de grasa proveniente de los lácteos se asoció con un menor riesgo de obesidad central, al tiempo que una baja ingesta de grasas de origen lácteo se asoció con un mayor riesgo de obesidad central.

Más aun, en una vuelta de tuerca a este “sorprendente” dato, este otro estudio, un metaanálisis, The relationship between high-fat dairy consumption and obesity, cardiovascular, and metabolic disease (La relación entre el alto consumo de grasa láctea y la obesidad y las enfermedades cardiovasculares y metabólicas) concluye que:

La evidencia observacional no apoya aquella hipótesis que afirma que la grasa láctea o que los lácteos con alto contenido graso contribuyan al aumento de la obesidad o al del riesgo cardiometabólico. [Sin embargo, esta evidencia] sugiere que el consumo de lácteos con alto contenido graso dentro de los patrones dietéticos típicos se asocia de forma inversa con el riesgo de obesidad. Aunque estos hallazgos no han ser tomados de forma concluyente, pueden proporcionar un [interesante] punto de partida para futuras investigaciones sobre el impacto de la grasa láctea y la relación de elementos alimentarios de origen bovino, en especial el la grasa láctea, sobre la salud.

Dicho esto, creo que merece la pena contextualizar esta información:

  • La percepción de que las grasas, todas, “son malas” es una cuestión errónea que aun persiste (y lo que te rondaré… morena) de forma importante entre la población general.
  • Entre este “conocimiento” poco actualizado no se hace una mayor distinción entre el tipo y origen de esas grasas. Sin embargo, está claro que los distintos tipos de ácidos grasos tienen diferente efecto más allá de su origen y de que sean saturadas o insaturadas.
  • De este modo, buena parte de la población (general y profesional) se ha preocupado de no incluir en la dieta “tantas” grasas y ha dado la espalda al peso de otros elementos en la dieta, entre ellos y de forma principal los alimentos ricos en hidratos de carbono simples.
  • Así pues, poner en práctica acciones de estigmatización de las grasas sin prestar mayor atención a otros elementos dietéticos, por ejemplo, reemplazando grasas por una importante cantidad de esos hidratos de carbono no ayuda nada a la solución del problema. Es decir, tenemos un problema de similares consecuencias que el anterior pero con distinto origen. Sé que me entiendes, ¿qué te parece una merienda de café con leche (desnatada) con sacarina y una megatostada con mermelada? Es solo un ejemplo, pero creo que me comprendes.
  • Es posible, insisto, posible habida cuenta del carácter observacional de los estudios mencionados, que aquellas personas sobre las que se ha constatado un mayor uso de lácteos desnatados lo hagan así en base a su circunstancia previa de sobrepeso u obesidad. Es decir, los toman porque (errónea o acertadamente) quieren revertir esa situación, más que al contrario, es decir, que la toma de lácteos desnatados les haya conducido a padecer sobrepeso u obesidad.
  • Por último, y esto es parte del debate que queda abierto en base a los últimos datos observados, es posible que la grasa de los lácteos enteros contenga algún elemento que bien de forma general o a partir de un mecanismo desconocido, influya en el aumento de la saciedad de las personas que los consumen. De este modo, es posible y por tanto habrá de ser investigado, como bien se apunta en el metaanálisis mencionado, que algo en la grasa láctea influya para que las personas que los incorporan terminen ingresando menos calorías.

En conclusión

Leche nevera

A la espera de resultados más concluyentes, si se persigue una reducción del peso corporal creo que cualquier reducción del aporte calórico dentro de un marco dietético general bien planificado será bien recibida. Siempre y cuando esa reducción no implique el dejar de incluir elementos indispensables para el correcto mantenimiento de la salud. Hasta la fecha, ese elemento indispensable, o cuando menos benefactor, dentro de las grasas de los lácteos no se ha puesto en evidencia.

El proceso de perder peso (y después mantenerlo) no debería ser observado nunca como la suma de una serie de medidas excepcionales y transitorias, es decir, nunca como un paréntesis en nuestra vida (tal y como relata la compañera dietista-nutricionista Anabel Fernández@Anabel_Ferser– en este enlace). No vale cambiar cosas que hacíamos mal por otras que estén igualmente mal hechas y…

En el terreno de los lácteos, con sinceridad, no creo, ni de lejos, que la cuestión de que sean enteros o desnatados sea la madre del cordero. Ni la clave en la que hacer descansar el éxito o fracaso de esos loables propósitos adelgazantes.

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Notas: quiero agradecer a Mª del Mar Navarro (@marnavarro94), una alumna aplicada de 2º curso del Grado de Enfermería de la Universidad San Jorge, el saber “pincharme” para hacer esta entrada.

Al mismo tiempo, si estás con ganas de leer un poco más al respecto de estas cuestiones creo que te podría resultar interesante echar un vistazo a la opinión de Walter Willett, o a la recopilación que sobre este tema hace Luís Jiménez (@centinel5051) en su blog.

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Imagen: Ambro vía freedigitalphotos.net

La Fundación Genes y Gentes entrevista al nutricionista de la general

Para los muchos que me imagino no conocéis, la Fundación Genes y Gentes, es una entidad sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es invertir con coherencia y trabajar con profesionalidad, fiabilidad, transparencia e  independencia en la mejora de la calidad de vida de la población general y de aquellos colectivos que por sus circunstancias particulares merecen y necesitan estar especialmente protegidos.

Su filosofía general reside en la adecuada gestión del conocimiento y proponer actividades centradas principalmente en: proyectos de investigación, programas terapéuticos y de protección social, sociosanitarios y medioambientales, acciones de difusión, formación y sensibilización. Para ello colabora con empresas en el área de su responsabilidad social y desarrolla junto a ellas campañas en los medios de comunicación. La Fundación Genes y Gentes está declarada de interés social por parte del Gobierno de Aragón, cuenta con más de 15 años de trabajo, iniciativa y experiencia en Aragón.

Y porqué te cuento todo esto pensarás, pues por que esta Fundación dentro de esas campañas y acciones decidió no hace mucho hacerme una entrevista en la que, de modo general, se diera una respuesta, al menos una opinión, la mía, acerca de muchas de aquellas cuestiones de interés general relacionadas con el qué, cuánto y cómo comemos. Se tratan diversos temas: el papel de la industria, la educación, los comedores escolares, las intolerancias alimentarias, la famosa dieta mediterránea, la genética, el peso, el valor de la alimentación en la salud, los actores implicados… muy en resumen, muchos de los temas que suelen ser abordados en este blog. La entrvista se ha titulado: «Comer sano y disfrutar: claves para acertar»

En palabras de los propios responsables de la Fundación,

Este vídeo realizado por la periodista y Patrona de la Fundación, Sagrario Saiz, es una muestra más del interés de Genes y Gentes, en la mejora de la calidad de vida de las personas, en la difusión del conocimiento de manera responsable y en la colaboración con expertos formados y preparados en sus diferentes proyectos. Asimismo Instituciones Públicas, particulares y empresas, confían en sus diferentes líneas de trabajo. Esta vídeo/entrevista cuenta con el aval y patrocinio de la Dirección General de Consumo del Gobierno de Aragón.

Además puedes ver el vídeo en la propia web de la Fundación siguiendo este enlace.

La Fundación apuesta desde sus inicios por las nuevas tecnologías y las nuevas formas de comunicación y por lo tanto destina presupuesto, esfuerzo y recursos a su página web www.fundaciongenesygentes.es, que contabiliza miles de accesos. Si estáis interesados, podéis contactar con ellos a partir de este enlace.

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Nota: Papá, mamá… a pesar de tener en cuenta vuestros consejos, no me sale muy bien eso de «no estar tan serio». Seguiré intentándolo cuando tenga ocasión. Besos!