El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

“Más allá del peso”, el mejor documental que he visto sobre obesidad infantil

Se trata de una producción brasileña y su título original es Muito Allém do peso (Más allá del peso). Toma nota: hacía mucho, mucho tiempo que un documental no lograba conmoverme como lo ha hecho este. Será porque aborda un tema tan preocupante y emotivo como es el de la infancia y su obesidad. Lo hace tocando todos los palos que hay que tocar o al menos los más importantes, retratando la cruel realidad de muchos niños brasileños y, lo que es peor, sus escasas posibilidades de maniobra para salir de sus aciagas circunstancias. Unas circunstancias que, por otra parte son compartidas en prácticamente todo el mundo, con sus matices, tal y como sucede en la mayor parte de los países “desarrollados” y en los que no lo están tanto.

El documental dura cerca de una hora y veinte minutos y, a pesar de lo que parece no es largo, más al contrario se hace corto. En él se ponen de relieve lo que tantas y tantas veces se ha sacado a colacióne en este blog:

Lo vulnerables que son para estas cuestiones las clases más desfavorecidas; que guardar patrones menos saludables de alimentación suele ser más barato que seguir aquellos más recomendables; el papel de la educación nutricional tanto en las escuelas como en casa; la ignominiosa presión de la industria alimentaria; el rol del azúcar en esta historia; el de las grandes superficies de venta de “comestibles”; la opinión de una madre sobre lo ridículo de hacer dieta para adelgazar y sí adquirir buenos o mejores hábitos; las demoledoras y lógicas aportaciones de Jaime Olivier (qué grande este tío en su lucha contra la obesidad infantil), los contundentes datos sobre la situación de gran parte de la población infantil brasileña en cuanto a la obesidad y su descorazonador futuro; la vergonzosa situación de, encima, ver premiados a los directivos de ciertas industrias alimentarias por parte de la administración por “sus acciones emprendidas en pro de la salud”; el papel de la publicidad; la opción de limitarla (¿forma parte de la solución no anunciar aquello que es “malo” y que de cualquier modo se puede adquirir?); los malditos regalos de la comida basura (sí, es en este tipo de comida el que, sus fabricantes, son los únicos que ofrecen regalitos para los niños); el hecho de no concebir el beber otra cosa mas que refrescos y bebidas azucaradas; y así un largísimo y muy recomendable de ver etcétera.

Me había preparado una especie de guión con los momentos estelares del reportaje, pero se haría eterno. Tan solo mencionar algo que, sinceramente, me revolvió las tripas y que casi, lo prometo, me hizo llorar… (a partir del minuto 12:41). Fue el hecho de saber que el 56% de los bebés de menos de un año toman refrescos de forma frecuente y el ver rellenar biberones con refrescos de cola. Asco y repulsión es poco… y no, no solo son los padres los culpables, el documental ofrece no pocas explicaciones a este lamentable comportamiento.

En definitiva, te invito a que saques tiempo de donde puedas y veas este documental enterito, pasa de las palomitas y de los refrescos y ponte serio para verlo. No es broma.

Nota: Sugiero a cualquiera de los responsables de las distintas cadenas de televisión españolas que hagan el esfuerzo de comprar los derechos para difundir este documental imprescindible. Si además, lo doblan sería genial, auguro un éxito de audiencia.

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21 comentarios

  1. Gracias por compartir el documental Sr. Revenga, sin duda lo veré, aunque sé que me pondrá mal cuerpo. Lo de rellenar los biberones con refrescos azucarados y demás no lo había visto ni oído nunca y, sinceramente, me ha escandalizado!!. En fin, siendo optimistas creo que en España cada vez estamos más convencidos de que una buena alimentación se basa en buenos productos frescos, con el mínimo procesamiento industrial. Encuentra tus proveedores y tiendas online en España en http://elpedidohosteleria.com

    11 febrero 2014 | 09:30

  2. Dice ser Rubén

    Ya llevamos tiempo escuchando la cantidad de bebida energética que consumen los menores desde la preadolescencia. Lo del biberón con coacola es una vuelta de tuerca más. Una pena.

    Lo veré esta tarde.

    11 febrero 2014 | 09:39

  3. Dice ser Miguel Blanco

    Un compañero del equipo de fútbol de mi hijo tiene obesidad considerable con 9 años. Su padre tiene un peso normal, pero su madre también tiene obesidad.

    A simple vista, creo que es harto imposible que el chico llegue a un peso normal si no hacen un esfuerzo familiar. Una pequeña tragedia, puesto que el niño es objeto de burlas constantes por su peso, además de tener problemas de movilidad: apenas soporta una corta carrera en los partidos de fútbol, se agota mucho más deprisa que el resto de compañeros, dificultades al respirar, etc.

    Para mayor complicación, el día que hicieron un buen partido de fútbol, decidieron celebrarlo en el McDonalds, con comida basura…

    Gracias, Juan Revenga, y saludos.

    11 febrero 2014 | 09:50

  4. el-nutricionista-de-la-general

    Hola y gracias Miguel Blanco,

    Supongo que te refieres a esto más o menos, ¿no?
    https://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2012/05/25/no-ponga-a-su-hijo-a-dieta-mejore-su-estilo-de-vida/

    Un cordial saludo!

    11 febrero 2014 | 10:04

  5. Dice ser joli

    Es la cultura del refresco, el bollo, la hamburguesa, el perrito y la pizza; cultura que tienen los propios padres y que pasa de generación en generación como si de una joya de la familia se tratase.
    ¡Una verdadera pena!, deberían empezar por educar a los padres en «Escuelas de Padres» a tal fin, sino los hijos están perdidos.

    11 febrero 2014 | 10:15

  6. Dice ser Braiton

    Hay que hacer que los niños coman bien. Pero que ha nadie se ocurra darle el castigo mortal que le dieron un padre y una madrastra a su niña por beberse un refresco de su madrastra, entre en http://www.losliantes.com/ y mira en que consistio. Menudos Hijos de p…

    11 febrero 2014 | 10:27

  7. Dice ser Alfonso Méndez

    Llevo algo mas de 3 minutos porque no podía aguantarme con las ganas de ver algo que Revenga ha anunciado con tanta contundencia. Cosas que observo en estos 3 minutos:
    – El comportamiento del niño es totalmente congruente con la educación que ha recibido. A unos padres que les hace gracia que su hijo pida insistentemente la comida basura y si se lo niegan se restriega por el suelo, deberían darles un premio por lo mal que lo están haciendo.
    – Con esa actitud no hacen mas que reforzar la probabilidad que la próxima vez vuelva a ocurrir exactamente lo mismo.
    – Si después cedes y el pequeñajo (por dirigirme a el de una manera cariñosa puesto que en estos 3 minutos por los que siento lástima es por sus padres, no por el ya que tiene solución si se pone en buenas manos) consigue lo que con tanta insistencia exige, se vuelve a reforzar la probabilidad que esto ocurra de nuevo.

    En fin, no puedo terminar de verlo ahora pero seguiré aportando cosas que me parezcan destacables.

    11 febrero 2014 | 10:33

  8. Dice ser julin

    Tenemos lo que criamos; si permitimos y damos todo lo que nuestros hijos nos piden porque sino nos chantajean con llantos y gritos apaga y vámonos.
    El fallo y la causa está en que no sabemos educar, no sabemos ser padres y no solo tendremos niños obesos sino cosas peores.

    11 febrero 2014 | 11:21

  9. Dice ser Paz

    Recuerdo una conocida que era maestra de infantil en un barrio complicado y veía a las madres con biberones de café para los niños, que decían que es que les gustaban mucho!!!
    Intentaré ver el vídeo, pero salvo que los refrescos sean más baratos que el agua, que la comida basura sea más barata que el arroz, por ejemplo, no puedo creer que los padres no sean los responsables de los patrones alimenticios de los niños. Porque los niños hacen lo que ven y nada más.

    Lo he pensado estos días, desde el post sobre los alimentos ‘prohibidos’.
    Resulta que en mi casa, con dos niños pequeños, sí que entran galletas de chocolate, pizzas, las golosinas de los cumples, pero no vamos a sitios de comida rápida. No compramos patatas fritas de bolsa, pero si vamos a algún sitio donde sí hay, pues las comemos. No compramos ganchitos ni cosas de esas de manera regular, sino frutos secos.
    Lo que quiero decir es que la nutrición al final es cuestión del hábito que uno tenga y sobre todo ser conscientes de las elecciones que cada uno hace…y asumir las consecuencias.

    11 febrero 2014 | 11:40

  10. Dice ser parafashionyo

    Gracias por compartirlo! Lo veré seguro!

    http://www.parafashionyo.com

    11 febrero 2014 | 11:46

  11. Dice ser Aletheia

    Recuerdo que hace unos cuatro años, de viaje en Washington, tuvimos que ir a cenar a un restaurante de una conocidísima cadena de comida rápida (lo único que encontramos abierto a las once de la noche, porque por lo visto allí a las nueve está todo cerrado). Pues bien, se me quitó el hambre al ver a una pareja inflando a un niño de no más de dos años a patatas fritas, refresco y nuggets de pollo. Huelga decir que tanto él como ella desbordaban de su asiento…

    11 febrero 2014 | 12:14

  12. Dice ser angel

    Sinceramente, creo que debemos dejar de criminalizar unos u otros productos. Igual de dañino es alimentarse todos los días con lentejas que con hamburguesas. La educación de nuestros niños debe orientarse a mantener una nutrición equilibrada y unos hábitos de vida menos sedentarios.

    11 febrero 2014 | 12:44

  13. Me parece lamentable pero es el panorama que tenemos y que debemos cambiar.

    Las veces que toca ir al centro de salud siempre coincido con una madre y sus hijos enfermos con las defensas por el suelo, resfriados y alergias en la piel que no mejoran. Sé de buena tinta que esta mamá alimenta fatal a sus hijos y no solo por los pocos recursos que tenga sino también por una mala gestión a la hora de cocinar lo que tiene a su alcance. No es que los niños tengan obesidad pero es un ejemplo de familia con pocos recursos en la que no falta una botella de refresco en la mesa.

    Gracias por compartir este documental!

    11 febrero 2014 | 12:54

  14. Hola Juan, gracias por tu blog, que me parece muy interesante. Qué ha pasado con la noticia que escuché sobre implantar asignaturas de nutrición en los colegios? Se sabe algo?
    Ni que decir tiene sobre quienes tendríamos que impartir dichas asignaturas…
    Lo veo urgente y de vital importancia.

    11 febrero 2014 | 13:05

  15. Dice ser nuris

    La comida basura se denomina así porque realmente lo es por su contenido en porquerías; evidentemente un filete ruso que no deja de ser una hamburguesa pero hecho en casa, no tiene nada que ver con la «comida basura» que es igual a «comida industrial» hecha para ser adictiva gracias a sus ingredientes de los cuales no se ocupa Sanidad porque supongo no interesa, en fin, cuestión de padres y de las autoridades incompetentes.

    11 febrero 2014 | 13:52

  16. Dice ser figurin

    Una gran verdad el documental; los gobiernos actuales estan de servidumbres de los lobbyes de poder

    11 febrero 2014 | 14:32

  17. Dice ser Jaime

    Veré el docu, sin duda.

    Todo parte de la educación, desde el principio. Y de intentar cambiar los hábitos. El otro día vinieron unos amigos de mi hija de 10 años a merendar a casa, antojados de pizza. Hicimos una, no muy grande, para todos. Como aperitivo, antes de la pizza, se me ocurrió poner unos cuencos con tiritas de zanahoria (en forma de taco alargado) y calabacín crudo (pelado, también en taco alargado, como si fuesen patatas fritas). Y en otro cuenco, crema de queso. Se comieron la pizza, sí. Pero para mi sorpresa antes de comérsela y mientras se la comían, se lanzaron a por la zanahoria y se comientron unos cuantos trozos del calabacín. ¡Qué rico!, dijeron.

    11 febrero 2014 | 14:35

  18. Dice ser Mónica

    La mejor solución es no preguntarle a los niños que quieren comer. Yo alucino cuando veo a los padres pregúntadole que quieren comer. Comerán lo que digan ellos y punto. La palabra quieres no debe existir para la educación de un niño http://xurl.es/9ik46

    11 febrero 2014 | 18:31

  19. Dice ser Mónica

    Mónica, yo pensaba lo mismo que tú…antes de tener hijos.
    La clave es hacerles escoger entre dos cosas que TÚ hayas decidido jejeje

    11 febrero 2014 | 18:44

  20. Dice ser rg

    Como muchos comentarios dicen estoy con el tema de la educación alimentaria y lo difícil que va a resultar en un futuro este tema, si ya lo es, más lo será a medida que se instaure más las costumbres.

    Y es que como han dicho hay padres que ya de por sí están instalados en ciertos hábitos alimenticios no muy buenos y que muy posiblemente ellos mismos no saben realmente lo perjudiciales que son como forma de alimentación, que no de excepción.

    No creo que se trate de una guerra contra la industria, a la industria hay que atarla en corto, hacerle marcaje contínuamente y caminar con ella, no contra ella. Pero la educación, el aprendizaje, el estuduar o educar un poquito, aunque solo sea un poquito, va a ser fundamental y desde luego en mi opinión va a ser muy, muy difícil.

    Que nadie crea que es cuestión de nivel social o cultural, la industria tiene mil y una formas de contar lo que cada uno quiere escuchar según su condición; las costumbres se arraigan, se hacen cultura y si además muchos de los alimentos tienen poder adictivo, que lo tienen demostrado científicamente, es mucho el camino que queda.

    Voy a ver si puedo ver el documental ahora que tengoun rato; gracias Juan por traer contenidos de nuevo; me encantó el de las chuches hace un mes y pico, y aunque no como apenas me entraron unas ganas terribles de comerme algún snack o algo, todo depende de quien y como te lo cuenten, verdad??

    Saludos.

    11 febrero 2014 | 23:47

  21. Dice ser Bittor Rodríguez

    Buen documental. Del qué no sólo hay que extraer conclusiones en pixel y lágrimas pasajeras. En primer lugar, alimentarse de manera saludable se convierte en una cuestión de ética, porque nosotr@s podemos y otr@s no. En segundo lugar, much@s de los que en teoría trabajan por la alimentación saludable en este país, incluidos D-N, tendrían que pensarse dos veces a qué empresas dan la mano (para una charla, para una mesa, para un congreso). Y, cuestión para otro momento, es también la de la manera de producir, local, sostenible y sin productos innecesarios (gran porcentaje de lo empleado en producción convencional es innecesario y pequeño pero demasiado porcentaje venenoso e ilegal), cuestión en la que son estos países lis que también sufren, porque allí se produce lo que nosotros queremos pero como aquí no queremos, reventando ecosistemas, culturas y derechos humanos.

    14 febrero 2014 | 23:28

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