Graeme Weatherston vía freedigitalphotos.net
Os comentaba hace casi un año que el gobierno central estaba barajando la posibilidad, hoy ya una realidad, de redactar una normativa con la que establecer que en los canales de hostelería los comensales puedan contar con una garantía más o menos cierta al respecto del origen del aceite de oliva con el que ellos mismos están aliñando las preparaciones culinarias que se les sirven.
Pues bien, el pasado mes de noviembre se aprobó el Real Decreto 895/2013 por el que se establecen determinadas medidas de comercialización en el sector de los aceites de oliva y del aceite de orujo de oliva. Estas medidas, que en realidad es solo una, se concreta tal que así:
En los establecimientos del sector de la hostelería y la restauración y en los servicios de catering, los aceites se pondrán a disposición del consumidor final en envases etiquetados y provistos de un sistema de apertura que pierda su
integridad tras su primera utilización.
Los envases que por su capacidad se puedan poner a disposición de los consumidores finales más de una vez, dispondrán además de un sistema de protección que impida su reutilización una vez agotado su contenido original.
Lo que deja a los propietarios de los establecimientos de hostelería y a sus clientes ante las dos únicas posibilidades de, o bien disponer de envases «monodosis», o bien ofrecer y usar el aceite en envases mayores pero irrellenables. Siempre etiquetados, claro. Y siempre en lo relativo al aceite de oliva, porque esta medida que garantiza tanto origen, tanta trazabilidad y tanta información es solo para el aceite de oliva.
Es decir, la medida no me parece mala en sí misma, dejando de lado los inevitables inconvenientes relativos al aumento de residuos (entiendo reciclables) al posible desperdicio cuando las monodosis no se acaben hasta el final (y no se pueden volver a poner a disposición de otro usuario) y al aumento, también inevitable, de los costes de embotellar y comercializar los mismos contenidos de antes, pero ahora en envases mucho más pequeños.
Lo que no acierto a entender es cuál ha sido la razón de tomar esta medida solo en aquel aceite del cuál el comensal puede disponer en la mesa. ¿Por qué no se establecen medidas para garantizar el aceite que se utiliza en las cocinas? ¿Por qué solo se circuncribe al aceite de oliva y mientras se mantiene al comensal en la mayor de las incertidumbres respecto al origen de la harina del pan, de la fruta del postre, de la carne del asado, del pescado a la plancha, de los garbanzos del cocido, de los espárragos de la ensalada, del jamón del salteado de verduras? Etcétera. Bueno, no lo entiendo salvo que hayan mediado ciertas presiones (ejercidas de forma “positiva”) por parte de los productores implicados. Unas presiones que al parecer otros colectivos no están dispuestos a hacer o no pueden hacer. Y ya que se estiran con el aceite, y tan solo por aquello de disimular un poco, podrían haber ampliado esta medida al vinagre, porque es lamentable las tragaderas de la población en general con la bazofia de vinagre que muchas veces se pone a su disposición.
Sea como fuere, al final el mencionado Real Decreto entró en vigor el pasado 1 de enero, con el cambio de año. Si aun no has podido disfrutar de las ventajas como consumidor de esta medida es porque el propio RD establece una moratoria para que los distintos servicios de hostelería agoten sus existencias. En cualquier caso, esta prórroga se alarga hasta el 28 de febrero, así que a partir del próximo 1 de marzo, cero aceiteras…
Con todo, ya he ido escuchando algunas picarescas que proponen algunos hosteleros, tales como servir la ensalada y las verduras ya aliñadas (y si no te gusta, supongo, que te aguantas), pero picaresca también puede haberla entre los usuarios que a tenor del “manejable” tamaño de las nuevas aceiteras las puedan “adoptar” y llevárselas a casa.
Me temo que este tema traerá cierta cola, bien con este tipo de “soluciones”, bien con la asunción del inherente aumento de coste de este sistema y sobre quién se repercute. Hagan sus apuestas.
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La picaresca de aliñarlas en las cocinas fuera de tu vista está servida, hay que exigir que eso no sea así, es como cuando te traen la botella de vino abierta, que hasta con agua la rellenan, amén de la mezcla de culos de otras botellas para rellenar, veneno y sobras a precio de oro.
Creo que hemos aguantado porquerías variadas de la hostelería y ya va siendo hora de exigir calidad sin complejos, tanto en la materia prima como en el servicio, que harto la cobran.
09 enero 2014 | 10:27
Es un despropósito el afán regulatorio. En cualquier caso y como lo pago con la factura de la comida, del mismo modo que cuando no me acabo el vino o el agua embotellada me los llevo, puedo hacerlo con el aceite.
09 enero 2014 | 10:29
Cuando luchamos los consumidores poder beber agua del grifo en los restaurantes los fabricantes piden que aumentemos los residuos. En dos restaurantes que he cenado estas Navidades las ensaladas han salido aliñadas desde la cocina. La próxima vez me llevaré el aceite desde casa y pediré un descuento en el menú.
09 enero 2014 | 10:30
Eso es como lo de cobrar el pan aparte, esta moda empezó hará cuatro años creo y al principio ni lo ponía en las cartas.
Cada vez que como por ahí, me pongo a dieta de pan y me ahorro muchas veces un par de euros, eso sí, tengo que decir alto y claro que no me traigan pan, sino, te lo encasquetan sin preguntar.
09 enero 2014 | 11:46
Al aliñar en la cocina las ensaladas, te arriesgas a que tengan demasiado aceite o vinagre y no nos gusten, ahora no podremos pedir ni ensalada…
09 enero 2014 | 11:47
El primo del político de turno, apesebrado y con el estómago agradecido, tiene una fábrica de envases. Seguro.
09 enero 2014 | 12:09
Lo que dices Rubén, va a ser cierto seguro, pero al menos será un poquito más higiénico y podremos llevárnoslo a casita, una forma de ahorrar como otra cualquiera.
El problema va a ser que nos lo cobrarán como el pan y el cubierto y habrá que comer las ensaladas tal cual.
09 enero 2014 | 12:24
Estoy de acuerdo con al menos uno de los comentarios, el de Ruben que dice que es para poner una fabrica de esos envases algún familiar de los políticos, no comprendo a que viene esto ahora, llevamos haciéndolo durante años y no me consta que a causa de esos envases alguien se contamine y tenga algún problema, esos embastes se lavan con frecuencia. Comentar también porque alguien puso por ahí que los vinos se les mezcla agua, mira eso no es cierto amig@ y te habla una persona que ha trabajado en muchísimos restaurantes, lo que se hace es cuando a lo mejor queda un cuarto de vino en una botella y en otra pues otro tanto se juntan los vinos, pero siempre son vinos del mismo etiquetado y calidad.
09 enero 2014 | 13:55
Marian me puedes decir por qué es veneno mezclar vino del mismo etiquetado y calidad, si los culos de los vinos fuese veneno entonces todo el vino sería veneno, no lo crees así?, si… se mezcla vino del mismo etiquetado y calidad pero eso no daña el vino ni la calidad, las botellas abiertas se llevan porque tu coges un vino que es el de la casa, prueba a pedir por ejemplo un Faustino I y veras que el vino no es el peleón y que no te la llevan abierta, el llevarlas abiertas es por comodidad y se hace en el instante que se preparan los comedores. El que vaya abierta es por lo que los menús son mas económicos, entre otras cosas porque puedes abreviar tiempo. por eso si tu pides una botella de vino de mas calidad vas a pagar mas porque interrumpe la marcha rápida y eso amiga tienes que pagarlo también.
09 enero 2014 | 14:04
¿Y que pasa si echo algo en el vino que luego utilizan para rellenar otra botella??
Pensé que estaba prohibido reutilizar los alimentos/bebidas que ya han estado a disposición del comensal…
Ale. Bon apetit con el vino rellenado… XDD
09 enero 2014 | 14:28
Al pan no le ha tocado todavía, ese apestado-desterrado que parece exiliado de la mesa por ideologías mayormente chorras, pero le tocará cuando Martinez crea que puede meter mano también como propietario del cotarro que la gente ha ido dando alas a semejante basura de producto precocinado, aka comida basura, y que venden como pan en más de media España.
Esto del aceite es una tomadura de pelo de mano de otros interesados alentados por 4 pijos que les sirven de altavoz y parapeto para su único interés, que no es desde luego ni la calidad, ni la salud, ni la hostelería y su servicio.
Saludos.
09 enero 2014 | 15:06
El gobierno te dice lo que tienes que comer,lo que tienes que beber y lo que tienes que parir.
09 enero 2014 | 15:27
Me parece buena idea. Lo de rellenar las aceiteras nunca me pareció muy higiénico.
09 enero 2014 | 16:36
Queridos comentaristas,
Permitidme un pequeño comentario porque igual no ha quedado bien claro en el post. Este cambio en la normativa relativo a la prohibición de las aceiteras rellenables no tiene nada que ver con las cuestiones de higiene (aunque evidentemente este sea una un tema sobre el que de rebote se obtenga un beneficio) De otro modo, la normativa también hubiera abarcado, por lo menos, al vinagre. El actual cambio en la normativa tiene como fin único, y leo textualmente:
«establecer una serie de medidas encaminadas a mejorar la competitividad del sector oleícola, entre las que se encuentra estimular a los Estados miembros a exigir la utilización de envases que no permitan el relleno en el canal HORECA.
Esta medida persigue continuar avanzando en la garantía de la calidad y autenticidad de los aceites puestos a disposición del consumidor final. Asimismo, tiene como objetivo mejorar la imagen del producto, en particular de las denominaciones de origen protegidas y las indicaciones geográficas protegidas y de las marcas productoras consolidadas en el mercado, e informar mejor al consumidor sobre las características del aceite que se pone a su disposición»
Y punto. Nadie ha hablado, ni tan siquiera el legislador, de las cuestiones de higiene que puedan derivarse del uso de las aceiteras tradicionales. (lo tenéis tal cual en el enlace al Real Decreto del post)
Saludos cordiales y gracias a todos
09 enero 2014 | 16:54
Me parece una buena medida, pero espero que no suponga mucho trastorno a los restauradores.
09 enero 2014 | 17:07
Naci en una cuidad de Jaen, y desde pequeña mis padres me contaron que Jaén es el almacen del aceite de oliva virgen y de los extras y el mayor productor de este oro liquido. Ya tengo 40 años y creo que en España ni en Europa alcanzan a situar esta provincia en el mapa. Trabaje durante 6 años en una Cooperativa de Aceite de Oliva y se me revolvian las tripas cada vez que entraba una cisterna con el proposito de llenar su gran deposito, hacer un viaje destino a Italia y embotellar nuestro gran producto como italiano. Beneficio asegurado y manos limpias. Claro que si lo han sabido hacer !!!, y tanto!!! y mientras los aceituneros pasando frio y penurias recogiendo las aceitunas en el campo unas 6 o 7 horas.
Me prece genial para el consumidor una total garantia y para el productor o embasador el beneficio. Y antes que lo tenian que haber hecho.
La calidad ante todo, y Aceite de Oliva Virgen Extra Picual`para todos, que para eso es el mejor.
09 enero 2014 | 18:42
yo tomo uno de un pueblo de badajoz que es igual de bueno o más que el de jaen
09 enero 2014 | 19:08
Para el nutricionista
Vaya por dios que no estamos comentando su articulo y nos estamos yendo por las ramas…. que hasta ha tenido que venir a «poner orden»
A ver señor. ¿Que quiere exactamente que digamos? ¿No podemos hablar de si es higiénico o no?
Hago mi aportación: ¡¡Gracias a dios que ya se regula!! ¡¡Por fin podremos saber la procedencia y la composicion del aceite!! ¡¡Me parece un gran avance!!
10 enero 2014 | 08:48
Hola Petunia,
No era mi intención «reconducir» los comentarios, para nada. Solo he querido apuntar el verdadero espíritu de la norma, solo eso. Es evidente que además de ese espíritu, su aplicación tiene connotaciones relativas a la seguridad e higiene alimentarias. Tus correctas aportaciones, como las del resto, serán siempre bien recibidas.
Un saludo y gracias.
10 enero 2014 | 09:56
Mary, eso de no echar agua al vino será en tu restaurante, yo he tomado vino tinto que sabía directamente a agua, es decir, a nada; era la frasca de vino de la casa y desde luego puedo jurar que en su composición había mas agua que otra cosa.
10 enero 2014 | 10:20
Mary, lo de veneno, no me refiero tanto a la mezcla de vinos (que no deja de ser una estafa, deberían avisar que se trata de vino a granel y mezclado, que aunque sea de la misma calidad, no debe mezclase), sino al tema sobras y su reutilización.
10 enero 2014 | 10:23
Que un menú tenga un precio más económico, no da lugar a que te sirvan cualquier cosa, incluido culos de vino, por esa regla de tres te pueden dar un filete pasado o recalentado y lo siento, pero no, que pagues menos no les da derecho a darte las sobras como a los perros.
Y ¿por qué los culos de vino de las botellas no los sirven directamente al cliente de la barra sino que rellenan las botellas después medio a escondidas?…
10 enero 2014 | 10:33
Cada vez dan menos ganas de comer de restaurante. Me harta tanta gente sin escrúpulos a los que le da igual lo que le pase al otro con tal de llenarse un poco más los bolsillos. Triste existencia llena de gente deshonesta y sin ningún tipo de moral.. y lo peor es que la mayoría de los que abren un negocio, lo hacen con esas miras: ganar todo lo que sea posible, aunque sea explotando a subordinados o estafando al consumidor… Asco de gentuza que no debería existir… ocurre desde una simple peluquería que usa los productos más cutres (y los cobra a precio de oro) y mal paga a las empleadas , hasta el dueño de Zara, que sigue acumulando millones y millones de euros a base de explotar a trabajadores (esclavos) en el tercer mundo.
14 enero 2014 | 05:03