Hoy no es 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, no. De otro modo ya me hubiera ganado una buena reprimenda por parte de “mis jefes” (en este medio no ven con buenos ojos las inocentadas ni tan siquiera en tan señalado día).
La regañina hubiera sido directa probablemente porque el titular se las trae. Pero hubiera sido inmerecida ya que este es rigurosamente cierto. Sí, ya sé que parece de la familia de los geniales y falsos titulares de, por ejemplo, “El Mundo Today” o de los increíbles y reales en este caso de mi vecino “El blog del becario”. Pero resulta que el mío también es auténtico. Sin engaño ni doble sentido que medie. Increíble, sí… pero cierto. Te cuento.
Resulta que a Alex Fontaine, una mujer del Reino Unido con más experiencia en dietas milagro que Dukan, Montignac y el Dr. Oz juntos ha puesto en práctica (y a la venta) un «procedimiento revolucionario» para dejar de comer, más en especial para evitar comer tus comidas favoritas y que al mismo tiempo sabes que “no te conviene” comer. Se llama Stink Yourself Slim (algo así como “apesta tu propia [comida] y adelgaza”)
La idea es tan simple como el cagar (para quien no ande estreñido, claro). Y antes de que te enfades por la expresión, no se trata de una frase hecha. Me vas a entender a la primera: se trata de que tú dispongas de un spray con esencia a culo de mofeta (sic) con el que (ahora es cuando te has de sentar) rociar el entorno donde guardas aquellos alimentos que más te tientan. ¿No lo entiendes? Es bien sencillo, quizá tan sencillo que se nos terminan por escapar los detalles. Se te escapan esos detalles como se escapan esos pedetes que salen cuando estás sentado en el trono, y que si no terminaran de salir es como si no hubieras acabado la faena. (Nota: siento mucho el nivel de las comparaciones pero te ruego que hoy, al menos hoy, no me lo tengas en cuenta: el tema lo está pidiendo a gritos… o a pedos). En este caso, la sola percepción de un olor asquerosamente nauseabundo en aquella comida que más te tienta y que sabedor/a de ello tú te has encargado de rociar pestilentemente, obrará el milagro de terminar por rechazarla y que por tanto no vaya directamente a intalarse en el “haber” de tus cartucheras, barriga, glúteos…
Sigues pensando que estoy de cachondeo, seguro. Afortunadamente hay un video y una página web. Estos enlaces sirven para aportar la indubitable prueba de aquello que te estoy contando: una mujer anuncia que llegó a perder 10 kilos a base de rociar el entorno de alimentos más tentadores con un spray pestilente, de tal forma que, una vez “aromatizada” la comida le resultó tan repulsiva como para no comérsela y de ahí su pérdida de peso. Y más aun, está tan convencida de las virtudes de su método que va y decide comercializarlo.
Sí, lo comercializa. Y lo hace al poco escatológico precio, pero sí muy crematístico, de “tan solo” 30 libras el spray de 50 ml de aroma a culo de mofeta (no pocas colonias de marca son bastante más económicas y no huelen mucho mejor) es decir, 35,14€ céntimo arriba, céntimo abajo.
Alternativas a Stink Yourself Slim
Bien, bien; conocedor como sé que eres de la política de servicio de este blog, sabes que no puedo dejar pasar la oportunidad de comentar algunas alternativas al hecho de que te dejes cerca de 35€ en la compra del pestilente spray. Bueno, antes de las alternativas déjame decirte que aquello que a continuación voy a proponer solo es válido si perteneces al selecto club de aquellas estúpidas personas que se creen las bases intrínsecas del proceso, resumido como:
Me dejo una pasta en el carro de la compra – llego a casa – rocío la despensa, frigorífico… con el pestilente spray de culo de mofeta – no como alimentos por que me terminan resultando repulsivos – los tiro – adelgazo – vuelta a empezar (por que «sin comer» no voy a estar XD)
Pues eso, si crees en la validez de este proceso te propongo que te ahorres 35€ en este producto con una simple acción (si eres de estómago sensible te urjo a que llegados a este punto abandones la lectura de este post). Se trataría de que dos veces por semana cojas un tupper, fiambrera u orinal y hagas tus necesidades más sólidas en él, luego vas y depositas sendos recipientes (abiertos) en tu despensa y en tu frigorífico. Cada semana puedes deshacerte del producto depositado en los recipientes y sustituirlos por una versión actualizada de tus deposiciones. Soy de la opinión que esta sencilla, absurda y altamente desaconsejable medida, te ayudará a que termines por obviar cualquier alternativa que pase por comer cualquier alimento guardado en tu nevera o despensa. (Nota: guardar los alimentos en otras estancias de tu domicilio, mientras se sigua la estrategia de la fiambrera fétida se considera hacer trampa y termina por echar al traste todo el sistema: no adelgazarás)
Pero no todo van a ser propuestas de mejora para mis lectores. Ecuánime como pocos, este blog también tiene propuestas de mejora para la creadora de tan fantástica herramienta. Por ejemplo, en vez de “apesta tu propia comida y adelgaza” como eslogan de venta, le sugiero a Alex Fontaine que haga suyo el manido y elocuente: “¿Quieres ser ligero como una mosca?: come mierda, 100.000 millones de moscas no pueden estar equivocadas”.
Bueno, no nos pongamos nerviosos, yo sigo pensando a ver si se me ocurre algo mejor y más palatable. O mejor aun, igual a los lectores de este post les gustaría animarse y aportar algunas sugerencias que le puedan ayudar a Alex Fontaine a escoger un eslogan para su pestilente solución adelgzante.
Dios qué mundo… qué mundo…
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Nota: Quiero agradecer a mi compañero Raúl de la Fuente García (@rdlfg) el haberme puesto al corriente de esta poco creíble, pero real proposición a partir de este artículo)
Imagen: David Castillo Dominici vía freedigitalphotos.net
Gran artículo, como siempre, la gente debe aprender a comer y dejarse de tanta tonteria, con la salud no se juega. Al final, como todo en la vida, la gente se cree que sin trabajo y esfuerzo se consigue todo, que pena.
29 octubre 2013 | 10:39
Apestoso invento como apestosa «no-dieta».
Lo increíble es que estas cosas tengan más éxito y calen/caguen más que la lógica de las recomendaciones de alimentación saludable.
En todo caso, ¿por qué no inventar un olor atractivo y agradable para regar aquellos alimentos saludables que tan poco éxito suelen tener entre los mal comedores? Desde luego yo prefiero comerme una coliflor con olor a coliflor que a chocolate, pero si en la nariz reside el poder de nuestras elecciones… que cada cual elija pero, por favor, que la comida no se convierta en un «mal trago»
29 octubre 2013 | 10:47
El problema tal vez reside en que aquellas personas que quieren adelgazar y compran compulsivamente no deberían hacer la compra, sin embargo a muchas no les queda más remedio…yo, entonces me pregunto…cómo se puede evitar caer en las adicciones legales como la comida basura?. Cómo evitar dar rienda suelta a una adicción legal, barata y al alcance de la mano?. Para los alcohólicos existen «repelentes» para echar en la bebida…aunque tampoco esperemos que se los echen ellos mismos. Este caso no parece muy diferente, aunque parezca descabellado por lo desagradable. Yo, por suerte, nunca he tenido problemas de adicción con la comida, pero he conocido gente que sí.
Y recuerda que si buscas productos o servicios para la Hostelería y la Alimentación somos tu Directorio Especializado. Miles de proveedores y tiendas online al alcance de un clic.
29 octubre 2013 | 11:10
Joer!! hoy no me dejas alternativa a mi afición por todo lo escatológico; sin más:
https://www.youtube.com/watch?v=gLlHtdVGe-k
Saludos.
29 octubre 2013 | 11:13
Y bueno, ya este otro directamente relaccionando el tema de hoy con la comida y nutrición directamente; pa habernos matao!!!
https://www.youtube.com/watch?v=_5MiyPy6YeE
Y si a alguien no les gusta….pues que se joda o yo que sé.
29 octubre 2013 | 11:15
XBOX ONE pronto aparecerá.
29 octubre 2013 | 11:51
Hola Juan.
Primeramente felicitarte por todos los artículos, porque como dietista-nutricionista que está empezando su labor profesional, desde que descubrí tu blog aprendo mucho de ellos.
Leyendo el anterior comentario de Mónica PG, ¿sabes si existen sprays o algo así con olor a otros alimentos para aplicar en aquellos que no son tan apetecibles para algunas personas, como dice ella, coliflor, espinacas… o para el caso de los niños que no quieren comer pescado o verduras en general? Leyendo lo que publicas en este artículo parece factible que exista algo así, pero no lo sé… y supongo que es una medida igual de ridícula y «sacacuartos» que esta.
¡¡Muchas gracias y te seguimos leyendo!!
29 octubre 2013 | 12:24
Hola Nuria!
Pues más allá de los aceites y vinagres aromatizados (con hierbas aromáticas diversas, trufa…) o esencias que se suelen utilizar en la «alta» gastronomía (de muy diverso origen y con resultados a mi parecer muy variables) no conozco nada de lo que preguntas o plantea Mónica PG. Quizá resultara en un buen producto comercial, con buena venta me refiero, pero no creo que yo sea muy partidario de «camuflar» las cosas. Más al contrario soy partidario de encontrar en los alimentos y disfrutar de aromas y sabores genuinos. Y si alguno te desagrada, pues no se come y punto. No sé, es mi opinión.
Gracias por tu comentario y mucha fuerza en ese comienzo y en toda tu carrera. Sé auténtica, no te vendas. Saludos!
29 octubre 2013 | 12:45
anda que ,
olor a mierda que asco , tambien seria una buena idea de ponerse un bozal en la boca. ya no saben que inventar.
29 octubre 2013 | 12:47
Jajajajajajajaja!!! Cómo me he reído, ¡fantástico post, Juan!
Esta no se ha enterado que un artista vendió latas rellenas de sus propias heces a miles de euros la lata. Está por ver si alguien usó un abrelatas para comprobar el contenido.
¿Que nadie las compró? Están en la Tate Gallery, así que la muchacha coprofílica no es sólo que llegue bastante tarde, es que encima llega a precio de saldo.
Si me dicen que todo esto es un montaje de Banksy, me lo creo a pies juntillas. Es más, seguro que Banksy se está arrancando los pelos por no haber tenido él mismo la brillante idea.
Necesitamos un apocalipsis zombie, pero ya.
29 octubre 2013 | 13:14
Bueno… que digo yo…. que igual te ahorras una pasta gansa si además de no comprar el spray apestosillo, no compras la comida que quieres rociar con el… que como la rocias, no te la comes, y como no te la comes se pone mala y la tiras….
llamadme sosaina pero no sé….
por no entrar en otros dilemas éticos/morales sobre tirar la comida.
29 octubre 2013 | 16:29
Madre mía, menuda poca fuerza de voluntad para hacer dietas hay que tener para optar por este método.
Que fuerte!!!
Saludos.
30 octubre 2013 | 03:39
hijos de puta degenerados de la new age, así como todos sus seguidores, eso es lo que representa este artículo de mierda….
01 noviembre 2013 | 08:10
Deveras q no tienen mother con sus noticias!!
01 noviembre 2013 | 08:26
Hombre, lo que cuentas es parecido a las gotas o pintauñas que se puede comprar en algunas farmacias para abandonar el hábito de mordérselas.
¿Qué hábito estamos quitando en este caso? O, mejor dicho, estamos implantando un hábito nuevo, el hábito de tener que rociar todo con spray. Eso requiere fuerza de voluntad y constancia… además de un coste en alimentos y en spray. ¿No sería más fácil tomárselo con un poco de calma, buscar la raíz de sus malos hábitos alimentarios y empezar a cambiar por ahí…?
Enhorabuena por otro post más, de estos que nunca dejan de sorprender 🙂
05 noviembre 2013 | 10:23
Yo conseguí adelgazar 30 kilos sola. Para que sea duradero, hay que mentalizarse y tomar la determinación de que se convierta en un hábito de por vida. Para no cansarme, me tomaba un día libre a la semana, sin restricciones. Seguí un programa de alimentación saludable y cuando perdí los 20 kilos, empecé en el gimnasio. Mi resultado fue espectacular, puedes mirarlo.
Con determinación y paciencia, todo se consigue.
16 noviembre 2013 | 18:40
Uhmmm. Una copa danone, que rico,… siiimmm.. un buen jamón serrano para ir picando con el queso de cabra… y el chuletón bien jugoso, pal carro, total, después les hecho mierda encima y los dejo al punto.
20 noviembre 2013 | 03:51