El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Tecnología “espacial” para que los niños coman fruta

ManzanasHace un par de semanas una de esas seguidoras correspondidas que “mondo Twitter” te da la oportunidad de conocer, Mónica (@psico_diet), me hizo llegar esta noticia: “Diseñan un aperitivo de manzana que reduce los riesgos cardiovasculares en niños obesos”.

Así, a primera vista, no me digas que no, suena fenomenal. No seré yo quien se dedique a poner palos en las ruedas a tan noble causa, ni tampoco en el esforzado objetivo de la tesis doctoral de la principal investigadora de este proyecto. En esencia, tal y como se puede leer, se trata de un snack o aperitivo a base de manzana enriquecida con zumo de mandarina de forma que, según siempre la misma fuente:

Cuarenta gramos de este producto proporcionan los componentes bioactivos de un vaso de mandarina fresco”. Para ello : “los investigadores enriquecieron rodajas de manzana con zumo de mandarina utilizando para ello una tecnología de impregnación al vacío desarrollada y patentada por el equipo de la Universidad Politécnica de Valencia que permite incorporar ingredientes adicionales a la estructura de alimentos porosos, como es el caso de frutas y hortalizas”.

Que estupendo, que maravilla. Digo esto por que, además, este producto fue empleado en un estudio de intervención en el que, durante 4 semanas (un mes), la dieta de 41 niños obesos fue “enriquecida” con 40 gramos de este producto. La conclusión, previsible, no podía ser otra:

“En líneas generales, la adición de este producto en la dieta contribuye a la mejora del estado de oxidación e inflamación en niños obesos, así como en diversos factores de riesgo de aterosclerosis”.

Insisto, no me parece mal en absoluto. Sin embargo, este tipo de architecnificados productos que tienen como fin la deseable evolución de niños con obesidad me deja más preguntas que la respuesta que, previsiblemente, en un futuro no muy lejano nos ofrezca la industria alimentaria cuando esta patente, supongo, sea explotada:

  • ¿Porqué no haber hecho el estudio en cuestión con al menos un grupo control en el que su dieta hubiera sido “enriquecida” y monitorizada con fruta de verdad, es decir, fruta “a secas”?
  • ¿No sería más deseable destinar esfuerzos para que esos niños obesos coman más alimentos de origen vegetal?
  • ¿Qué precio tendrá en el mercado una futura (y previsible) comercialización de este producto en el mercado?
  • ¿Qué nivel de saciedad aportan 40g de manzana embebida de mandarina? Por muchos antioxidantes y sustancias bioactivas que tengan… no se quedará con hambre un niño de, pongamos 6 años, después de haberse comido 40 miserables gramos de lo que sea? ¿No sería mejor que, directamente se comiera, por ejemplo, media manzana (unos 90 gramos)?
  • ¿No es acaso previsible que el consumo de media manzana o de un par de mandarinas  taliscualis aporten un mayor nivel de saciedad que 40g de este producto a la vez que un cifra relativamente similar de “componentes bioactivos” que los aclamados 40g de este producto? (es un suponer)
  • ¿Alguien cree que esta es al menos una de las soluciones a la actual crisis de obesidad que vivimos entre la población de niños españoles?
  • Y, en definitiva, de verdad, ¿acaso la solución no parece ser más evidente, más racional, más sencilla?

Con sinceridad, le deseo todo lo mejor al equipo de investigación. Además, les auguro un esplendoroso futuro dentro de la industria alimentaria si deciden seguir por este camino. Así, a bote pronto, se me ocurren tres o cuatro multinacionales de la industria alimentaria que a buen seguro estarán interesadísimos en este tipo de hallazgos. Pero, de verdad, dudo mucho que la ansiada solución al problema abordado transcurra por estos derroteros.

Ante los frecuentes casos de obesidad infantil, antes que diseñar alimentos ultratecnológicos sugiero echar un vistazo a esta entrada Si tú comes bien, ell@s comen bien.

Además, si quieres profundizar en este tema, te sugiero que consultes las siguientes entradas:

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Imagen: kornnphoto vía freedigitalphotos.net

5 comentarios

  1. Dice ser Rubén

    Si ese cacharro, que por impregnación al vacío es capaz de incorporar ingredientes adicionales a la estructura de alimentos porosos (sic), lo inventa el Ferrán Adriá, le dan el Nobel de cocina, por lo menos.

    10 octubre 2013 | 10:30

  2. Dice ser Warp

    Jajajajajaja, ¿no es surrealista? Tecnología de impregnación para hacer un batido de manzana y naranja… Es que flipo con estos tinglados.

    Cuando yo era pequeño, todos teníamos nuestras filias y fobias sobre la comida, pero con la fruta había bastante unanimidad: a todos nos gustaba. Tal vez menos las peras que las clementinas, o más el melón que la sandía, a todos sin excepción nos gustaban los plátanos. Pero no conocía a ninguno al que no le gustara bastante la fruta. Dulce, jugosa y fresca, es irresistible.

    Por lo que veo, la ingesta de bollería industrial, cereales de desayuno, galletas extrañas y otras porquerías ha destruido el paladar infantil. Todo eso a mi edad de chiquillo era un extra maravilloso: el día que tocaba un Tigretón yo era feliz, pero eso ocurría dos o tres veces al mes. Parece que hoy día la inundación es tanta que ya no pueden comerse una manzana sin que haya que disfrazarla de otra cosa.

    Eso no es un error de la industria, es un error de los padres, que no saben alimentar a sus hijos.

    En Mercadona veo desde hace unos meses unos estantes de plástico con llamativos colores albergando envases de aspecto bastante aeroespacial. No es más que «una ración de fruta», a 60 céntimos, si mal no recuerdo. Creo que ya lo sacaste en este blog. Me resulta imposible describir el absurdo al que nos sometemos como consumidores. 60 céntimos unos 100 gramos de fruta, así que sale a 6€ el kilo, más del doble que cualquier otra fruta vendida en el mismo comercio.

    La OCDE dice que estamos a la cola en contar y leer. No puedo más que darles la razón.

    10 octubre 2013 | 10:55

  3. Dice ser Sara

    Yo tengo 3 hijos, las dos niñas comen fruta sin problemas, entre horas, de postre… y cualquier fruta. El niño no quiere fruta para nada, dejó las papillas de fruta y ya no quiso saber nada más de la fruta. Nos vé comer fruta a todos pero él como mucho toma un trocito pero solo si es pera. Todo lo demás come con normalidad, incluídas las verduras, purés… es buen comedor. El ejemplo es el mismo para los tres pero cada uno tenemos unos gustos también no? yo espero que con toda la verdura que toma se compense el tema de la fruta pero más no puedo hacer.

    10 octubre 2013 | 11:06

  4. Dice ser mferalv

    Comparto tu opinión, Juan. Este tipo de hallazgos pueden resultar muy interesantes para la industria alimentaria, en parte también es su trabajo, investigar o comprar ideas novedosas e interesantes que luego puedan vender al consumidor.

    El problema que subyace a todo este yo creo que es otro, y que me recuerda mucho al tema de la famosa hamburguesa de células madre. Tenemos que separar los intereses industriales de los intereses de la población (en este caso, de la salud). A mí personalmente me parece absurdo que se gasten el dineral que se gastan para conseguir la dichosa hamburguesa de laboratorio, ¡pero oye! cada cual con sus presupuestos hace lo que quiere. Lo malo es cuando nos lo venden como un ‘salvavidas’. La desnutrición en el mundo es tan grave como las tasas de obesidad, pero hay recursos suficientes (y no necesariamente en forma de carne) para alimentar adecuadamente a la población, igual que hay recursos para prevenir y tratar la obesidad.

    Siempre nos tratan de vender panaceas los mismos, las grandes empresas y las grandes corporaciones, pero quienes de verdad deben invertir en nuestra salud, en el avance de la ciencia (no sólo la que se puede vender) es el Ministerio pertinente y el Gobierno central.

    Poderoso caballero es don dinero, una campaña gubernamental difícilmente va a llegar al nivel mediático de una campaña publicitaria, además de otros factores como el famoso «pues he leído» «pues me han dicho» que convierte a todo el mundo en experto de todo. Ojalá les vaya bien con el aperitivo de manzana, yo mientras tanto espero que algún día los nutricionistas podamos estar dónde nos corresponde y podamos aportar nuestro granito de arena para frenar la obesidad infantil.

    10 octubre 2013 | 11:22

  5. Tal vez estemos viviendo la consecuencia de los aditivos y otras sustancias en los productos industriales que crean en un corto plazo de tiempo dependencias alimentarias en los consumidores, sobre todo en los más pequeños, que son más vulnerables en cuanto a su alimentación. Aún así, el panorama es alentador, en cuanto que se está creando conciencia de salud alimentaria en los consumidores. Animamos, desde aquí, a todos aquellos que buscan productores y proveedores de productos ecológicos a pasarse por dicha categoría de nuestro Directorio Especializado para la Hostelería y la Alimentación (www.elpedidohosteleria.com).

    10 octubre 2013 | 12:08

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