El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Evolución de la obesidad en España en el último decenio

La pasada semana el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad hizo público los resultados de la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012 y entre todos los titulares que puedes consultar en este enlace, hoy quiero fijar mi atención en este en concreto:

La obesidad alcanza al 17% de la población adulta y el sobrepeso, al 37. Entre los menores, el 10% presenta obesidad y el 20%, exceso de peso.

Llevo desde que me metí en esto de la nutrición fijándome con una especial atención en la variable del peso de la población española obtenida a partir de los datos que periódicamente aportan las Encuestas Nacionales y Europeas de Salud. Por si no estás al corriente, estas encuestas forman parte de una investigación que con una periodicidad variable (la nacional bienal y la europea quinquenal) permiten conocer numerosos aspectos de la salud de los ciudadanos a nivel nacional y autonómico, entre ellos el peso con el fin en principio de planificar y evaluar las actuaciones en materia sanitaria.

Así, á título personal vengo recopilando los datos de las últimas encuestas, en especial los datos referidos al peso de la población española. ¿Quieres saber como ha evolucionado la variable peso en los último años según estas encuestas? En la siguiente tabla están los porcentajes en cada grupo de peso según su IMC de la población adulta española sin distinguir por sexos y sin separación por grupos de edad a lo largo de los años señalados.

Estadísticas INE Obesidad España

* En la encuesta de 2003 esta categoría recibió el nombre de “No hay datos”
** Datos de la encuesta europea de salud en España.

Una de las principales evidencia a tenor de estos resultados es que en España el número de adultos con un peso normal en base a su Índice de Masa Corporal (IMC) es cada vez menor. Para que luego digan que aquí comemos de maravilla y que si la dieta mediterránea para un lado y para el otro tal y como mencioné en este post  el otro día. Sobre el que se utilice el IMC sé que no es la mejor herramienta, ya que tiene diveras limitaciones (ver al respecto este post) pero cuando se tiene que valorar esta variable en poblaciones importantes se hace difícil, metodológicamente hablando, el reunir a todos los participantes para poder hacerles una exploración en condiciones. Por no hablar de que los datos son referidos, es decir, son los propios participantes los que los aportan, con el consiguiente sesgo.

En fin, que más les valdría a las autoridades sanitarias y a nosotros mismos ponernos manos a la obra para tratar de revertir tanto las cifras per se como su tendencia. A tenor de estos datos y en contra de los que muchos piensan, al final la crisis no parece ser un aliado contra la obesidad, o al menos aun no se ha puesto en evidencia que así sea.

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10 comentarios

  1. Dice ser andrenio

    Pues es normal con la cantidad de comida refinada y procesada que hay disponible en mercados, supermercados y hasta panaderias, que parecen mas bollerias o pastelerias que panaderias. Alimentos cargados de grasas, azucares y sal que ademas son profundamente adictivos. Y las autoridades sanitarias ni hacen nada para limitarlos ni orientan adecuadamente a la poblacion. http://www.dietapaleolitica.es/showthread.php?t=473

    19 marzo 2013 | 11:40

  2. Dice ser ¿NUTRICIÓN SIN COMIDA?

    ¿NUTRICIÓN SIN COMIDA?

    el-nutricionista-de-la-general

    Gracias “¿NUTRICIÓN SIN COMIDA?”

    Precisamente hay preparada una entrada en el blog con este tema.

    Gracias 🙂
    —-

    Es que me interesa mucho el tema…
    También había por aquí por Canarias un tal Dr. Meléndez con unos “polvos” magicos (vamos, nutrientes)….
    Me interesan mucho estos temas que vayan por esa senda, el de los nutrientes fuera de la comida (es decir, obtenerlos NO a través de la comida)…y todo lo relativo, repercusión en la salud, a corto y largo plazo.

    ¿Para cuando esa entrada que dices tener preparada?
    Gracias me gusta mucho tu blog

    19 marzo 2013 | 11:51

  3. Dice ser Lali

    Yo creo que uno de los problemas es la ansiedad por la comida y eso a mi parecer (ya que yo la sufro) es difícil de solucionar y cuando buscas a algún profesional los precios que te piden son una exageración.

    19 marzo 2013 | 14:34

  4. Dice ser jasikevicius

    es muy sencillo, la comida más barata es la más grasienta y la más adictiva. Por ejemplo los cheetos estos te comes una bolsa y al día siguiente tienes mono, la coca cola la misma historia = d adictivo o más q el café.

    Lo más sano es una dieta vegetariana o ir al gimnasio , comer carne nos crea más tensión durante el día, agresividad y eso nos lleva a comer de más.

    19 marzo 2013 | 14:56

  5. Dice ser Danny Cruel

    La crisis claramente es un factor que aumenta la obesidad.

    Siempre se le echan la culpa a los productos azucarados, a las grasas de los alimentos procesados, a las hamburguesas…etc, etc. ¿Son culpables? Tienen su parte de culpa. Pero no se habla de la inmensa cantidad de alimentos procesados (un buen ejemplo son los embutidos) a los que se les añaden grandes cantidades de harinas, féculas y almidones para aumentar el volumen y ahorrar costes en carne (que claramente es más cara), tampoco hablamos del gran timo de muchos productos «dietéticos» (he visto galletas de régimen mucho más calóricas que unas María normales, pero como son de «régimen» ancha es castilla).

    Vivimos en una sociedad cada vez más sedentaria, dependemos del coche, se sale poco, el deporte cada vez es menor, los chavales cada vez buscan ocios con menos ejercicio.

    Pero siempre, culpamos lo mismo (Burgers, refrescos…). Creo que ya va siendo hora de que esta sociedad cambie sus maneras de pensar y ver que hay mucho más que tratar para combatir la obesidad y no solo limitar los productos endiablados que tanto se critican.

    19 marzo 2013 | 14:57

  6. Dice ser Goyito

    malditos orondos sebosos sacos de grasa….
    un abrazo.

    19 marzo 2013 | 15:17

  7. Dice ser Konas

    La culpa es de las abuelas

    19 marzo 2013 | 15:31

  8. Dice ser SIRENITA_

    Ya lo que nos faltaba que nos maten de hambre, mas les valía legislar porque la alimentacion fuese más sana y natural, siempre hemos dicho que todos los refranes trabajan pues siempre se ha dicho que no hay mejor aderezo que la carne sobre el hueso, o como decía un abuelo un día en la cola de pago de un super, era el final de navidades y el señor había comprado una cantidad llamativa de ese turrón que ofertaban a precios muy rebajados, la cajera le dijo que vaya como se iba a poner con lo que engorda, el señor sin inmutarse le dijo: » Mejor morir harto que no falto».

    19 marzo 2013 | 16:59

  9. Dice ser Enriqueta

    Despues de viajar a EEUU y ver el problema que tienen, no estaria mal ocuparnos del asunto seriamente.

    19 marzo 2013 | 20:20

  10. Dice ser PrejudiceBreaker

    Buenas,

    Pues yo estoy de acuerdo con Lali. Mucho del problema que hay es la ansiedad por la comida. El asunto de las gorduras patrias no es sólo nutricional, hay muuuucho de psicológico implicado en el asunto. Seguro que hay más factores que intervienen en esto, porque no soy profesional del ramo psicológico, pero en mi opinión la comida en nuestra sociedad ha tomado en ocasiones un papel que no es el meramente alimentario: es disfrute (obvio), es espectáculo (miren si no todos los programas de cocina o relacionados que hay), y sobre todo se ha convertido en obsesión para todas horas (el peso corporal, ese tema de conversación que SIEMPRE sale en todas las reuniones imaginables), en relación social (comidas de trabajo, cenas con los amigos) y muy especialmente en consuelo para las penas y los estados de ánimo negativos.

    Si añadimos que la comida más sabrosa, la que más nos consuela y la que más nos une a nuestros semejantes es la peor: nadie se ve compartiendo entre risas un plato de acelgas, y sí unas patatas fritas con un buen chorreón de mayonesa, ni consolándose de alguna mala situación con una zanahoria, sino con tarrinas de helado de turrón; tenemos un caldo de cultivo en el que las ansiedades que se calman con comida, o al menos lo intentan, son el pan nuestro de cada día.

    Así que las medidas para que la tendencia al engorde de la población en general disminuya también tendrían que ir por los derroteros en los cuales una persona puede tener mayor equilibrio: condiciones laborales óptimas, consideración como persona que no depende de su aspecto físico solamente…

    Vaya rollo que os he «pegao».
    Ánimo Lali, yo te apoyo y te comprendo, seguro que lograrás superarlo.

    Saludos.

    21 marzo 2013 | 15:42

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