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El pacto Mas-Junqueras favorece al alcalde Trias

El renovado pacto Mas-Junqueras o CiU-ERC favorecerá a corto plazo las aspiraciones de Xavier Trias de mantenerse en el cargo de alcalde de Barcelona, al menos, cuatro años más. El líder de Convergència i Unió en la capital catalana no para de repetir que su proyecto de ciudad no es solo para cuatro años, sino para ocho o doce, pero no podía dejar de mirar de reojo el posible avance de una coalición de izquierdas con Guanyem y Ada Colau al frente.

Con el acuerdo Mas-Junqueras, que se quiere hacer extensivo a las elecciones municipales de mayo, Trias se asegura la carta de poder gobernar en coalición con ERC si fuera necesario para sumar mayoría y no tener que depender -como le ha pasado estos últimos cuatro años- de pactar una cosa con un grupo de la oposición y otra cosa, con otro. Más allá de que Trias lo haya podido hacer mejor o peor estos cuatro años (cada barcelonés sacará su propia conclusión), lo que ha quedado absolutamente claro en esta legislatura es que no hay en Barcelona una oposición lo suficientemente fuerte como para disputarle al alcalde su cargo. Se vio claramente cuando Trias se sometió a una moción de confianza para aprobar los presupuestos y la superó sin muchos problemas. Ahora bien, de cara a las municipales de mayo quedaba en el aire el gusanillo de la incógnita de hasta dónde podría llegar el frente Guanyem-Podem-Procés Constituent-ICV-EUiA, sobre todo, si al final se les sumara la CUP en algún tipo de pacto postelectoral. Con la entente CiU-ERC esta duda parece disiparse, a no ser que Guanyem y el resto de grupos de izquierda consiguieran capitalizar tantos votos como para ser alternativa de gobierno.

Artur Mas y Xavier Trias

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el president Artur Mas, camino de la Misa de la Mercè.  SERGI SABATÉ / ACN

Con los datos orientativos del último Barómetro Municipal parece difícil pensar que el frente de izquierdas pudiera ser alternativa de gobierno (Guanyem, Podem, ICV-EUiA), ya que sumaban 8,3% en intención de voto (9,7% con la CUP), pero también es cierto que, por entonces (julio de 2014), no se preguntó abiertamente en la encuesta por la opción Guanyem y tampoco este partido estaba ya tan organizado y encaminado como ahora. En aquel sondeo, CiU y ERC empataban al frente en intención de voto (11% cada uno), por lo que es lógico pensar que, aún doblando su intención de voto el frente de izquierdas en las elecciones de mayo, es difícil que pueda desbancar a Trias del gobierno municipal. Tendría que pasar algo muy gordo y entrar en juego otras variables como para que el pacto Mas-Junqueras no se traduzca en la reelección del alcalde de Barcelona: el PPC solo tenía un 1,2% de intención de voto y siempre tiene muchos votantes ocultos y Ciutadans también puede jugar su papel, pero, al mismo tiempo, disputarle el voto no nacionalista al Partido Popular, con lo que se pueden canibalizar los dos.

Otro aspecto que parece favorecer a Trias es que ERC ha escogido una candidatura para las elecciones municipales de Barcelona que parece más pensada para pactar que para gobernar. Esquerra ha decidido apartar a Jordi Portabella, actual líder republicano en el Ajuntament y con una larga trayectoria municipal, y poner como candidato a Alfred Bosch, que se ha pasado los últimos cuatro años en Madrid. De hecho, ya tarda en aterrizar más a menudo en Barcelona. Si nos fijamos en sus últimas intervenciones ante los medios, normalmente habla del proceso soberanista y no de lo que pasa en Barcelona. Es más, en televisión siempre lo presentan como diputado de ERC en el Congreso y no como candidato a la alcaldía de Barcelona. Para que los barceloneses te voten deben entender que conoces bien la ciudad y el Puente Aéreo no ayuda mucho a ello. Por eso, se antoja que Bosch -si no se pone las pilas- es más bien una posible muleta para que Trias siga gobernando en vez de una alternativa real al actual alcalde.

Bosch asegura que no quiere trasladar el pacto Mas-Junqueras a Barcelona, pero… ¿realmente depende de él eso? Afirma que, en la capital catalana, ERC se presentará «como alternativa de gobierno de Xavier Trias, representando otro modelo de ciudad». Incluso deja la puerta abierta a pactar con Guanyem, ICV-EUiA y la CUP. Este argumento, aunque fuera verdad y no una mera estrategia electoral, ¿realmente es coherente? ¿Cómo se puede entender una alianza CiU-ERC si a las primeras de cambio no se pone en práctica en Barcelona? ¿No ha sido ERC quien ha estado insistiendo toda esta legislatura para que el Ajuntament elabore libros blancos y demás iniciativas para presentar a Barcelona como la capital de una Catalunya independiente y ha estado colaborando con Trias en todo esto? ¿Realmente, Bosch se cree que Mas dejará caer Barcelona antes de las catalanas en un hipotético escenario -algo improbable- que consiga sacar más votos que CiU en las municipales? Es más, a partir de ahora, Barcelona se erige en la primera gran prueba de fuego del pacto Mas-Junqueras. Por otro lado, ¿cómo se explicaría que Guanyem o ICV-EUiA o la CUP pactaran con ERC en el Ajuntament, cuando Esquerra ha dado su apoyo al Govern de CiU durante estos útlimos años en el Parlament?

A todo esto, el que parece que puede salir más perjudicado es el PSC (el último Barómetro Municipal le daba 2,6% de intención de voto, cuando en las elecciones de 2011 llegó al 11,5%). El candidato socialista, Jaume Collboni, ha conseguido algo de impacto con el acuerdo para rebajar el precio de la tarjeta T-10 de transporte público, pero la campaña se le presenta complicada. No solo tiene que luchar contra Trias, sino que Guanyem y Podem le apretarán, porque ven al PSC como un partido de izquierdas de la «casta», como diría Pablo Iglesias. Y, al menos, ICV-EUiA puede decir que ha sido el único partido que no ha pactado nada con el gobierno municipal de CiU durante esta legislatura.

Por lo tanto, es así como el pacto Mas-Junqueras favorece al alcalde Xavier Trias y presenta la batalla de Barcelona del próximo mes de mayo como una pugna entre Trias y Colau, ya que el bloque de izquierdas de Guanyem parece erigirse ahora mismo como el único que puede movilizar suficientes votos gracias a la suma de sus alianzas y recogiendo los votos de los barceloneses más descontentos con Trias, por ejemplo, en Nou Barris. Es decir, el alcalde podría al menos invitar a una cerveza a Mas y Junqueras, ya que el president ya le ha dejado hecha media campaña electoral.

1 comentario

  1. Dice ser El Gurú

    El Gurú Mas .Calma a sus adeptos, lo peor de todo es que, si él no es el Gurú no se podrá hacer nada. Pero como un buen Gurú. Todos por el aunque allá que morir. La tragedia que se avecina y será pronto. Mas será un Dios sin discípulos.

    15 enero 2015 | 17:22

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