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10 cosas que deberías saber sobre el sexo anal

Autor invitado: Carlos León Bejar

Podría apostar un brazo a que en el cole nunca te llegaron a enseñar educación sexual anal, así que me parece una excelente ocasión para hablar del tema.  En nuestra intimidad la mayoría intentamos explorar cosas nuevas, pero no todo el mundo sabe cómo practicarlo, y cómo disfrutarlo.  La información que disponemos al respecto es muy escasa, así que vamos al lío.

Todos lo podemos disfrutar, y no está atado a un género en concreto.

Solemos tener la concepción errónea que quien practica sexo anal se vuelve gay, o que es un poco raro, o que muy pocas chicas acceden a hacerlo porque se trata de un agujero de “solo salida”.  Según la terapeuta sexual Kat Van Kirk y autora del libro The Married Sex Solution, cualquier persona debería practicar y disfrutar del sexo anal, en muchos países es la principal forma de tener relaciones sexuales donde el control de natalidad no está disponible.

Si te asusta la “materia fecal”, debes saber que en esta zona hay muy poca!, y el aseo debería ser muy parecido al vaginal.  Las malas experiencias no deberían nublar futuros intentos, ya que si lo haces bien, ambos disfrutareis en cantidad.  Se trata de un área con muchísimas terminaciones nerviosas, y ese es el motivo por el cual es muy placentero.

  1. No te pilles un pedo antes de hacerlo, ni lo hagas sin planificación

 Esto suele ser muy típico, me pillo un pedo que lo flipas, y opps! accidentalmente ha entrado por ahí….Así que no consumas sustancias psicotrópicas, ni te emborraches antes de practicarlo, esto debe ser planificado, conversado por ambos, y tenéis que estar de acuerdo en intentarlo.

  1. Utiliza lubricante

Lamentablemente el ano no se auto-lubrica como la vagina, así que debes utilizar un buen lubricante para que la penetración no sea traumática ni dolorosa.  Utiliza uno que sea muy denso a base de agua, y de silicona, te aguantará mucho tiempo, y será difícil de secar.  Si utilizas condón (que es lo más recomendable), no uses lubricantes con aceite, ya que terminan rompiendo el látex.

  1. Las pornos no molan para aprender

Vamos a ver, ver porno es como ver esos vídeos cortos de cocina que se han puesto de moda en Facebook, el chef empieza a hacer todo cojonudamente bien en poco tiempo, y te quedas alucinado viendo como las cebollas están perfectamente cortadas, aparecen todas rebanadas mágicamente sobre la mesa, y no se ensucia nada.  En ninguna porno verás el previo del sexo anal, no verás el lubricante, el tipo que se usa, ni verás a la pareja hablando si quieren probarlo.

Puedes utilizar estas pelis como apoyo estimulante para lograr excitarte, pero nunca para aprender.

  1. Haciendo preliminares: Like a Boss

Si para la penetración vaginal se necesitan preliminares, imagínate para la penetración anal.  Así que acaricia la parte externa del ano, mientras le das placer por otros lados, lame a tu pareja, cáusale excitación, de esta manera lograrás una conexión erótica entre los estímulos que recibe con el placer anal.  Así el receptor se relajará y disfrutará haciéndolo.

  1. El receptor es el que manda

El receptor es que debe controlar la profundidad de la penetración, la velocidad, la posición, y todo!!.  El receptor debe estar lo más cómodo posible para disfrutar de la experiencia.  Es bueno que lo habléis previamente, para que luego no estéis gritando las instrucciones que debéis seguir mientras lo practicáis.

  1. Masturbación durante la penetración

Para las chicas es mucho mejor que se masturben, y estimulen el clítoris mientras son penetradas, ya que el sistema nervioso asociará el placer familiar con la nueva experiencia.  Esto ayuda mucho a relajarse y hacer que el momento en general sea memorable.

  1. Llegar al orgasmo

 Es perfectamente alcanzable el orgasmo anal mediante la estimulación del punto G por medio del trasero.  Aunque puede ser un azar, ya que anatómicamente el punto G podría estar en esa pared y en otras no estar, esto dependerá mucho de cada persona.  Pero fundamentalmente tu pareja debe estar relajada, y debe disfrutar de cada sensación.  El estrés, o los nervios, no ayudarán a alcanzar el orgasmo.

  1. Cambia de condón

 Si vas a pasar del sexo anal al vaginal, asegúrate de cambiar de condón, o asearte muy bien, ya que puedes transmitir bacterias, y causar infecciones graves como una ITU.  Tampoco exageres con el lubricante, de manera que no chorree por todo lado, esto también puede ocasionar infecciones.

  1. Aprieta mucho, y eyaculas deprisa?

Si sufres de eyaculación precoz, explica Charlie Glickman, educador sexual, y autor del libro The Ultimate Guide to Prostate Pleasure, no utilices bajo ningún concepto cremas insensibilizadoras: “Es como que te vayas a quitar una muela, y el odontólogo te inyecte Novocaína, y cuando vas a comer no sientes la cara”.  Se entiende que esto debes disfrutarlo, así que puedes usar condones retardantes, o buscar información sobre cómo evitar la eyaculación precoz.

Tampoco uses insensibilizadores en el ano, ya que si no sientes nada, puedes lastimarte al no saber lo que pasa allí atrás.  Se trata de disfrutar!.

Y vosotros….¿qué opináis del sexo anal?

¿Prohíbe la Biblia el placer sexual?

Querid@s,

¿Prohíbe la Biblia el placer sexual?

Salvo que estén casados por la Iglesia, lamento decirles que sí. Los únicos que pueden gozar del placer sexual y no ser catalogados como viles pecadores son los casados. Por la Iglesia, como es lógico. Igualmente espero que tampoco les importe demasiado y continúen haciendo lo que acostumbran.

La Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros” (Hebreos 13:4). Junto con todo lo que son para la Biblia ejemplos de inmoralidad sexual, las relaciones prematrimoniales son condenadas reiteradamente en las escrituras sagradas. La Biblia promueve la abstinencia antes del matrimonio, y pasarse esta norma por el forro de sus partes pudientes es tan malo como cualquier otra forma de inmoralidad sexual. Por su parte el catecismo de la Iglesia católica define y explica estas infamias de grave asunto sexual; a saber, la pornografía, la prostitución, la lujuria, la masturbación, los actos homosexuales, los anticonceptivos, el adulterio y el divorcio. Pecados todos ellos mortales que hacen de nuestra alma un alma impura y  pecadora, y nos alejan de Dios. Tampoco vale si a usted le ha casado en civil matrimonio un funcionario cualquiera o si mantiene usted una relación de hecho. Con estas uniones alternativas no va usted a ninguna parte. Ni falta que le hace.

Resumiendo, la teoría que viene a defender la Iglesia es bien sencilla; Dios diseñó el sexo como una práctica agradable exclusivamente reconocida a un hombre y una mujer casados. No olvidemos, sin embargo, que la finalidad primaria del sexo no es el placer, sino más bien la reproducción. La doctrina católica reitera que vida humana y sexualidad son inseparables, una unión sagrada. El catecismo cita literalmente (2351) que la lujuria es un deseo o un goce desordenados del placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de uniónAsí pues, un@ puede disfrutar el placer sexual siempre y cuando tenga como objetivo traer al mundo una bonita descendencia.

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Aunque ni siquiera dentro de los límites del matrimonio cualquier práctica está autorizada por las autoridades eclesiásticas. Las felaciones tampoco valen. El catecismo, compendio de la fe eclesial, no menciona en ningún momento la fellatio, no desciende a esos detalles. Del cunnilingus ni hablar, parece que ningún escrito sagrado concebía que una mujer se le permitiera obtener placer a través del sexo oral que su esposo le practicara. Una vez más, #micromachismo. Más bien, #maximachixmo. Ne se me ocurre mejor manera de aleccionar a la Humanidad que tergiversando un instinto tan primitivo y primigenio como la sexualidad humana tiñéndolo de preceptos machistas, entre otras lindeces.

Machismos aparte…según la moral oficial católica, la fellatio no se concibe ni dentro ni fuera del matrimonio; porque no hay reproducción posible. Por lo tanto, si usted es un@ felador@ fuera de esta institución se convertirá a los ojos de la Iglesia y los moralistas en un flagrante adúltero. Para avance de la Iglesia (aunque microscópico), la mayoría de los teólogos moralistas actuales consideran el sexo oral un comportamiento lícito dentro del matrimonio y un adulterio fuera de él. Igualmente ocurre con el arte de follar por detrás. Al ser imposible la reproducción vía penetración anal, esta práctica sexual queda inmediatamente condenada.

Rumorean los ambientes eclesiásticos que Dios no declaró ilegal el sexo fuera del matrimonio para quitarnos a sus semejantes el placer, sino para protegernos de embarazos no deseados y de niños nacidos de padres que no los desean o no están preparados para esta vital experiencia. Me pregunto y les pregunto si acaso un matrimonio no es susceptible de estas circunstancias.

¿Y si uno no cree en el matrimonio?

¿Y si a uno le pica y no tiene marido o mujer que le rasque?

¿Y si les sobran los motivos para quererse y también para casarse frente a un altar?

Mojarse las ganas en el café parece ser la única norma de conducta que impone Dios para no pecar cuando se trata de sexo antes y fuera del matrimonio. Los escritos, la Biblia y los sermones aparecen inundados de esta terminología ominosa. A los sacerdotes, cardenales, obispos y monjas se les inunda la boca hablando de fornicaciones, sexo oral, onanismo, placeres venéreos. No se pasen ustedes que igual les da por excitarse y empezar a cometer barbaridades infames. Y luego esos mismos predicadores pecaminizan todo lo que representa el sexo fuera del santo matrimonio.

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Escena del Vídeoclip The Next Day (David Bowie)

¿Qué opinan ustedes de todo esto?

Yo opino que Dios no dijo tanto, se me antoja que la Iglesia ha hecho y sigue haciendo de su capa un sayo y que no tienen derecho ni sabiduría para aleccionarnos sobre sexo, ni fuera ni dentro del matrimonio que un@ tenga a bien contraer o dejar de contraer. Hay que predicar con el ejemplo y dentro de la Iglesia, hay más de uno que mantiene relaciones sexuales, consentidas y forzadas. Y no con su desposada esposa precisamente. Por mucho que uno esté casado con Dios. Y por la Iglesia.

Que follen mucho y mejor.

La Iglesia y los pecados mortales según Bowie

Querid@s,

Ayer murió David Bowie. Cuando me enteré me puse a pensar en todas las canciones que conocía de él. Me vinieron muchas y recordé el videoclip de The Next Day. Véanlo y luego comentamos.

¿Qué han visto ustedes?

Yo veo un burdel frecuentado por mujeres de vida alegre y clérigos en el que Bowie da vida a una especie de Cristo predicador sobre el escenario y estigmatiza a una santa bebedora (Marion Cotillard). También veo un lujurioso sacerdote interpretado por Gary Oldman que hace manitas y seduce a una prostituta en la barra. Ahh y un cardenal pagando a una fulana. Sacrílega joya, irreverente muestra-desfile de los pastores del Vaticano en una atmósfera de perdición en un bar canalla donde los deseos impuros, los carnales, reinan por encima del castigo de Dios.

Reflexiono y me viene a la memoria un recuerdo de mi infancia. En un Ave María Purísima… Sin pecado concebida con 16 años, le confesé al sacerdote, sintiendo una gran vergüenza y mucha culpabilidad, mis pensamientos y mis actos impuros. A buen entendedor pocas palabras bastan pensé yo, pero la curiosidad de mi confesor fue más allá de anotar el pecado, catalogarlo y absolverme de mi pecado en el nombre de Dios. Así fue como fisgoneó detalles innecesarios sobre quién era él, cómo paso, cuándo ocurrió, por qué lo consentí. Le contesté todo lo que me preguntó, me perdonó, no sin antes forzarme a un absoluto arrepentimiento, y me fui en paz. 

Ha llovido mucho desde entonces pero el Catecismo de la Iglesia Católica sigue hablando de pecados mortales, esos de grave asunto. La lista es larga, pero entre los que nos interesa en este blog: a saber, el sexo antes del matrimonio, el adulterio, el divorcio, la masturbación, los actos homosexuales, la pornografía, la prostitución, la lujuria, los anticonceptivos. En definitiva, todo lo que sea sexo por sexo, porque queremos, porque nos da la gana, porque sí. Sexo por placer o por amor. Porque el sexo, sin fines puramente procreativos, no está consentido, no es lícito, ni de buen cristiano ni de buen gusto.

¿Qué pueden predicar sobre amor aquellos que jamás se han enamorado? ¿Qué lecciones sobre sexo he de aprender yo (y ustedes) de estos hombres y mujeres célibes y castos?  Para mi no va a misa (en cuestiones de las bajas pasiones) lo que me diga una monja o un sacerdote al que jamás ha muerto en los brazos de otro. Sobre sexo que no me lancen moralinas quien no ha sentido una petite morte y ha visto el cielo después de un sexo con o sin amor. Que no me adoctrinen en el nombre de Dios aquellos que no conocen la pureza del amor y la belleza de la pasión.

The next day

Qué manía con prohibir, con sentenciar, con decir lo que se puede o no se puede hacer con el cuerpo de uno. Cuánta paradoja frente a ciertas costumbres eclesiásticas de corrupción y pederastia. Y si un cura abusa de un@ niñ@ se le cambia de parroquia y Santas Pascuas. Qué manía con censurar lo natural pero consentir el pecado si el que lo comete es un predicador. A veces tengo la impresión de que la Iglesia está más pervertida que Sodoma y Gomorra. He visto desfilar homosexuales con sotana, fornicaciones entre el párroco y la feligresa, masturbaciones entre el confesor y la pecaminosa, curas abusando de indefensos párvulos u hombre de Iglesia visitando burdeles. Eso sí, todo siempre bajo la más estricta confidencialidad para que no se sepa. Eso no es sexo querid@s, no es sexo. Y aunque el hábito no haga al monje, me pregunto, les pregunto, si colgarán los hábitos antes de dejarse caer por esos mundos de Dios.

Gracias Blackstar por no haber tenido nunca pelos en la lengua. Polémico e inquietante, sigue gozándotela allá donde vayas. Que a ti lo de descansar en paz no te va.

Que follen mucho y mejor